En Alepo "vivimos entre la desolación de la guerra y el consuelo de Dios"

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"Es una misteriosa y maravillosa paradoja: por un lado está la desolación de la guerra, y por otra está el consuelo de Dios"

Mons. Audo, obispo caldeo describe la situación de horror y a la vez los signos de fe de los cristianos sirios

"Es una misteriosa y maravillosa paradoja: por un lado está la desolación de la guerra, y por otra está el consuelo de Dios"
“Estamos de nuevo bajo las bombas desde hace días. No sabemos lo que está por venir. Esta noche tampoco hemos podido dormir, y esta mañana un proyectil de artillería había caído en la calle de nuestra catedral, provocando un muerto y tres heridos”. Han sido las palabras del obispo Antoine Audo SJ, de la diócesis caldea de Alepo, para describir el horror cotidiano que continúa perturbando la ciudad mártir desgastada por cinco años de guerra. 
 
Según el obispo caldeo, la nueva ola de atentados y ataques con mortero contra barrios de Alepo también debe ser considerada, como una reacción a las operaciones con las que el ejército ha tomado el control de la 'carretera del Castillo' cortando las conexiones entre las áreas ocupada por los milicianos rebeldes - incluyendo las vinculadas con las siglas yihadistas - y Turquía. El prelado agrega: “lanzan una lluvia de balas para demostrar que no están contentos, que son peligrosos y que siguen siendo fuertes”
 
Fides destaca que a pesar del miedo y el recuento de nuevas víctimas, el obispo caldeo también realiza un seguimiento de los signos tenaces de la vida de fe, que él define como “una paradoja misteriosa y maravillosa”. “Todos estamos desconsolados por lo que sucede, peor por la otra, hay muchos que en este estado se reúnen para celebrar los sacramentos, rezar, compartir un espíritu de esperanza y misericordia. Me han llamado hace poco para pedirme que participase en un retiro espiritual organizado en las montañas por los miembros de los Focolares. Había doscientas personas, con diez sacerdotes. Me han hablado como una experiencia de conversión espiritual."
 
Mons. Audo también comenta que el próximo jueves se reunirán en Tartus con “175 operadores y voluntarios de Cáritas de toda Siria, para unos días de formación y reuniones. Es una misteriosa y maravillosa paradoja: por un lado está la desolación de la guerra, y por otra está el consuelo de Dios
 

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