El religioso e historiador francés Bernard Ardura, presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, ha explicado que la presencia de historiadores pertenecientes a escuelas, continentes, cultura y religiones muy distintas responde a una indicación del Papa Francisco: «tenéis que trabajar con los demás».
Incluye expertos en la diáspora judía, las rutas comerciales y otros elementos que facilitaron la difusión del Evangelio por los fieles a pie a un ritmo asombroso, sin ningún apoyo exterior e incluso, a veces, haciendo frente a persecuciones.
Desde el punto de vista metodológico, el congreso incorpora elementos de la historiografía de Eusebio de Cesarea, centrada en la sucesión episcopal, o de la de Adolf von Harnack a comienzos del siglo XX, con una especial atención a textos como los «Hechos de los Apóstoles».
El profesor Gaetano Lettieri, de la Universidad «La Sapienza» ha señalado que ese relato tiene gran valor histórico al incluir sin adornos ni censuras tanto los episodios positivos como los negativos ya que «narra, por ejemplo, conflictos entre Pedro y Pablo como el incidente de Antioquía, dejando intuir un movimiento de síntesis». Se estudiarán también a fondo textos de Irineo de Lyon, un obispo procedente de Asia menor.
Los ponentes representan a docenas de universidades, desde la Universidad Católica de Lyon -organizadora del Congreso junto con el Pontificio Comité de Ciencias Históricas- hasta la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, la de Princeton o la de Bagdad, pasando por las de Navarra, Lausanne y la Sorbona.
El World Heritage Sites de Irán presentará la huella de los cristianos en su país, mientas que otros especialistas vienen de Kirkuk en Irak o de Cochin, en la India, donde aparecen cada vez más huellas de la evangelización del apóstol Tomás.