Papa Francisco: “Hacer el bien” es un principio que une a toda la humanidad, más allá de la diversidad de ideologías y de religiones, y crea la cultura del encuentro que está en la base de la paz: es lo que ha afirmado el Papa en la misa de esta mañana en Santa Marta.
El Evangelio de este miércoles nos habla de los discípulos de Jesús que impiden a una persona externa acceder a su grupo que hace el bien. “Se lamentan” –afirma el Papa en la homilía- porque dicen: “Si no es uno de los nuestros, no puede hacer el bien. Si no es de nuestro bando, no puede hacer el bien”. Y Jesús les corrige: “No se lo impidáis –dice- Dejadle que haga el bien”. “Los discípulos –explica el Papa Francisco- eran un poco intolerantes”, cerrados en la idea de poseer la verdad, en la convicción que “todos los que no tienen la verdad, no pueden hacer el bien”. Y “esto es un error” y Jesús “amplía horizontes”. “La raíz de esta posibilidad de hacer el bien, que todos tenemos” –observa el Papa- está “en la creación”.
“El Señor nos ha creado a su imagen y semejanza, y somos imagen del Señor, y Él hace el bien y todos nosotros tenemos en el corazón este mandamiento: haz el bien y no hagas el mal. Todos. “¡Pero, padre, este no es católico, ¡No puede hacer el bien!. Sí, puede hacerlo. Debe hacerlo. No es que pueda: ¡es que debe! Sin embargo esta opinión cerrada de que no se puede hacer el bien fuera, todos, es un muro que nos lleva a la guerra y también a lo que muchos han pensado en la historia: matar en nombre de Dios. No podemos matar en nombre de Dios. Es, sencillamente, una blasfemia. Decir que se puede matar en nombre de Dios es una blasfemia”.
“Sin embargo, el Señor –prosigue el Papa- nos ha creado a su imagen y semejanza y nos ha puesto este mandamiento dentro del corazón: hacer el bien y no el mal”.
“El Señor a todos, a todos nos ha redimido con la sangre de Cristo: a todos, no solo a los católicos. A todos. ‘Padre ¿a los ateos?’ También a ellos. ¡A todos! ¡Y esta sangre nos hace hijos de Dios de primera categoría! ¡Hemos sido creados hijos a semejanza de Dios y la sangre de Cristo nos ha redimido a todos! Y todos nosotros tenemos el deber de hacer el bien. Y este mandamiento de hacer el bien para todos, creo que es un bello camino hacia la paz. Si nosotros, cada uno por su parte, hacemos el bien a los demás, nos encontramos allí, haciendo el bien, y poco a poco, lentamente, creamos la cultura del encuentro que tanto necesitamos. Encontrarse haciendo el bien. ‘Pero yo no creo padre, ¡yo soy ateo!’. Pero haz el bien: ¡nos encontramos allí!”
“Hacer el bien” –explica el Papa- “no es una cuestión de fe”, “es un deber, es una tarjeta de identidad que nuestro Padre nos ha dado a todos, porque nos ha hecho a su imagen y semejanza. Y Él hace el bien, siempre”. Esta es la oración final del Papa Francisco:
“Hoy es santa Rita, Patrona de las cosas imposibles, pero esto parece imposible: pidámosle a ella esta gracia, esta gracia que todas, todas las personas hagan el bien y nos encontremos en este trabajo, que es un trabajo de creación, asemejarnos a la creación del Padre. Un trabajo de familia, porque todos somos hijos de Dios: ¡todos, todos! Y Dios nos quiere mucho, ¡a todos! Que Santa Rita nos conceda esta gracia, que parece casi imposible. Así sea”.