El Jubileo Mariano comenzó en la fiesta de la Virgen del Rosario, el viernes 7 de octubre; pero su primer encuentro con Francisco fue en esta vigilia de oración. Allí hubo oraciones, cánticos y evocadoras coreografías.
También una procesión de advocaciones de la Virgen María, y muchos peregrinos llevaron consigo otras provenientes de muchos países y culturas.
Todos rezaron juntos el rosario, y luego el Papa, explicó el significado de esta oración.
FRANCISCO
"Desde los primeros siglos María ha sido invocada como Madre de la Misericordia. El Rosario es, en muchos aspectos, la síntesis de la historia de la misericordia de Dios. A través de la oración y la meditación de la vida de Jesucristo, volvemos a ver Su rostro misericordioso que sale al encuentro de todos en las necesidades de la vida. María nos acompaña en este camino, indicando al Hijo que irradia la misericordia misma del Padre”.
El domingo el Papa clausuró el Jubileo dedicado a la Virgen María con esta Misa. Recordó que el Evangelio del domingo narraba la curación de diez leprosos. El Papa destacó que ellos, igual que la Virgen María, hicieron con fe lo que Dios les pedía.
También recordó que de los diez que se curaron, sólo se acordó de dar las gracias a Jesús uno.
FRANCISCO
"Pidamos a Nuestra Señora que nos ayude a comprender que todo es un regalo de Dios y a saber dar gracias. Entonces nuestra alegría será plena”.
El Papa dialogó con los peregrinos preguntándoles si estaban preparados para recibir los regalos de Dios o si en cambio preferían quedarse atrapados en la seguridad del dinero o sus planes personales.
Además, les aconsejó aferrarse a la fe sencilla de María y volver a Jesús agradeciendo Su Misericordia.