Dijo que todo cristiano debe seguir el ejemplo de Jesús y ser personas de paz, que unan, a pesar de que la propia Iglesia sufre por estar dividida.
El Papa insistió en advertir contra las consecuencias de los chismorreos.
Dijo que todo cristiano debe seguir el ejemplo de Jesús y ser personas de paz, que unan, a pesar de que la propia Iglesia sufre por estar dividida.
En su homilía en Casa Santa Marta el Papa insistió en advertir contra las consecuencias de los chismorreos. Dijo que todo cristiano debe seguir el ejemplo de Jesús y ser personas de paz, que unan, a pesar de que la propia Iglesia sufre por estar dividida.
Papa Francisco: "Yo pienso: ¿Qué son los chismorreos? Eh, nada, decir una palabrita contra otro o decir una historia: 'Este hizo eso...'. ¡No! Chismorrear es terrorismo porque el que lo hace es como un terrorista que tira la bomba y se va, destruye. Destruye con la lengua, no hace la paz. Pero es listo ¿eh? No es un terrorista suicida, no, no. Él se protege bien”.
Francisco dijo que el defecto del chismorreo afecta a todos, a él el primero, porque a veces tiene que morderse la lengua para evitar decir algo que pueda suscitar división. Dijo que es preferible tener la lengua hinchada que estar bien pero causar división.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA:
(Fuente: Radio Vaticana)
"Y nos hará bien preguntarnos: ¿Yo siembro paz? Por ejemplo, con mi lengua, ¿siembro paz o siembro cizaña?¿Cuántas veces hemos oído decir de una persona: "Pero, ¡tiene una lengua de serpiente!”, porque hace siempre lo que hizo la serpiente con Adán y Eva, ha destruido la paz. Y esto es un mal, esta es una enfermedad en nuestra Iglesia: sembrar división, sembrar el odio, no sembrar la paz. Es bueno para nosotros que cada día nos hagamos esta pregunta: '¿Hoy sembré paz o sembré cizaña?'. 'Pero, a veces, hay que decir las cosas, porque aquél y aquella…': con esta actitud, ¿qué siembras tú?”.
"Si una persona, durante su vida, no hace otra cosa que reconciliar y pacificar, se la puede canonizar: esa persona es santa. Pero, debemos crecer en esto, debemos convertirnos: nunca una palabra que sea para dividir, nunca. Nunca una palabra que traiga guerra, pequeñas guerras, nunca las habladurías. Yo pienso: ¿qué son las habladurías? 'Eh, nada, decir una palabrita contra otro o contar una historia: hizo esto…' ¡No! Decir habladurías es terrorismo porque el que las hace es como un terrorista que tira una bomba y se va, destruye: con la lengua destruye, no hace la paz. Pero, ¿es vivo eh? No es un terrorista suicida, no, no, él se cuida bien”.
"Cada vez que me viene a la boca decir algo que sea sembrar cizaña y división y hablar mal del otro... ¡morderse la lengua! Se los aseguro, ¿eh? Que si ustedes hacen este ejercicio de morderse la lengua en lugar de sembrar cizaña, las primeras veces se les hinchará la lengua, herida, porque el diablo nos ayuda en esto porque es su trabajo, su oficio: dividir”.