El Papa visita por sorpresa a niños invidentes y a ancianos
"Le queremos mucho. Le queremos mucho”.
Un gran aplauso. Esta fue la cariñosa bienvenida que dieron al Papa los pacientes del centro Sant'Alessio de Roma.
Francisco saludó uno por uno a los cerca de 50 niños que usan estas instalaciones. Y lo hizo con gran ternura.
"¿Cómo estás?”
"Bien, bien”.
La mayoría de estos niños son invidentes o tienen algún tipo de discapacidad sensorial o intelectual. Francisco se detuvo y saludó a los padres y a los pequeños que le demostraron todo su afecto.
Y de los niños, a los mayores. El Papa también pasó por la residencia en la que viven 37 ancianos.
"Le queremos mucho. Le queremos mucho”.
Muchos de ellos se emocionaron enormemente al conocer al Papa, como María Rosa, que tiene 96 años. Todos le agradecieron emocionados su visita.
"Gracias. Gracias por la visita. Gracias. Rezo siempre por usted”
"Gracias. Se lo agradezco mucho”.
Después Francisco dirigió unas palabras a los niños, a los ancianos y a sus familias.
"Para mí es un placer saludaros y haceros esta visita. Quiero estar cerca de vosotros, estoy cerca de vosotros. Rezo por vosotros y vosotros rezad por mí”.
El Papa recibió como regalo un mosaico hecho por los pacientes en los talleres de actividades que organiza el centro.
Francisco les obsequió con un algo muy especial.
"Os dejo como recuerdo un escrito en braille y también en escritura normal y también un icono de la Virgen, la Madre de todos nosotros, para que Ella os proteja”.
Aunque hace meses que terminó el Jubileo de la Misericordia, y con él los llamados "viernes de la misericordia”, el Papa Francisco parece que quiere continuar con esta costumbre que tanto hace felices a aquellos que reciben su inesperada visita.
