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El Papa recuerda en la audiencia general “la herencia” que dejó la Virgen María
"Las palabras de María: 'hagan todo lo que él les diga' configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en poner en práctica la Palabra del Señor"
El Papa invitó a acercarse a la Eucaristía "a tomar de esta fuente el vino bueno de la salvación, que nunca deja de brotar del costado traspasado de Cristo".
"Las palabras de María: 'hagan todo lo que él les diga' configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en poner en práctica la Palabra del Señor"
Durante la audiencia general de este miércoles, el Papa comenzó un nuevo ciclo de catequesis sobre los milagros de Jesús.
La primera fue sobre el milagro de las bodas de Caná, cuando convirtió el agua en vino. Un gesto con un significado más profundo de lo que parece.
"Jesús, al convertir el agua de las purificaciones rituales en vino nuevo, realiza un gesto elocuente: transforma la ley de Moisés en Evangelio portador de alegría”, recuerda el Papa.
Además Francisco recordó que en el episodio aparecen las últimas palabras de María que cita el Evangelio. Invitó a considerarlas como su herencia: "Las palabras de María "hagan todo lo que él les diga” confían una nueva misión a la Iglesia, y configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en servir al Señor, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica”, concluyó el Papa.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL
"Queridos hermanos y hermanas:
En las bodas de Caná, Jesús comienza sus signos, revelando el amor del Padre y la profundidad de su relación con los hombres. Se manifiesta como esposo del Pueblo de Dios, y nos une a él con una nueva alianza de amor, que nosotros, su familia, tenemos que custodiar y extender a todos.
En este contexto de la alianza, es importante la observación que María hace a Jesús de que falta el vino, este es un elemento típico del banquete mesiánico y simboliza la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta. Por eso Jesús, al convertir el agua de las purificaciones rituales en vino nuevo, realiza un gesto elocuente: transforma la ley de Moisésen Evangelio portador de alegría.
Por otra parte, las palabras de María: "hagan todo lo que él les diga”, confían una nueva misión a la Iglesia, y configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en servir al Señor, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica, acercándose siempre a tomar de esta fuente el vino bueno de la salvación, que nunca deja de brotar del costado traspasado de Cristo.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Que recibiendo del corazón de Jesús la gracia que nos salva, hagamos de nuestra vida cristiana una continua respuesta de amor a Dios, nutriéndonos de su palabra de vida y compartiendo con todos el vino nuevo de la nueva alianza. Muchas gracias".