El mes de enero solía ser tranquilo en el Vaticano. Esta vez, en cambio, el Papa Francisco estrenará el 2015 con un viaje agotador a Sri Lanka y Filipinas del 12 al 19 de enero. El arranque de la actividad anual es siempre el discurso a los embajadores de 180 países acreditados ante el Vaticano. Será el lunes 12 de enero. Por la tarde, el Papa hace las maletas. Y a la noche emprende el vuelo nocturno a Sri Lanka para iniciar su segundo viaje al lejano Oriente después del realizado a Corea del Sur el pasado mes de agosto.
En el 2015, el Papa Francisco forzará el ritmo en cuanto a viajes y reforma de la Curia vaticana, al tiempo que continúa el afianzamiento de la institución familiar mediante catequesis semanales, encuentros mundiales y un segundo Sínodo de la Familia en octubre.
El Papa adelantó que, además de los grandes viajes a Sri Lanka, Filipinas y Estados Unidos, visitaría también tres países de América Latina y uno de África.
No dijo nombres, pero el presidente de Bolivia, Evo Morales, asegura que el suyo está en la lista. Y el arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera, dice que el suyo también. El tercero podría ser Cuba, pero de momento la reserva es total. El país africano será probablemente Uganda.
A estos viajes se añaden otros más breves, como el que realizará a España con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Ávila. Y Francia confíarecibirle en visitas a Paris, Lourdes y quizá Lisieux.
Los momentos espectaculares del 2015 comenzarán en enero en Sri Lanka, un país efervescente y complejo, donde los cristianos suponen sólo el 8 por ciento de sus 20 millones de habitantes, pero mantienen buen equilibrio tanto con los budistas como con los hindúes tamiles, muy enfrentados entre sí. Una de sus primeras actividades en Colombo será un encuentro con los líderes de las grandes religiones asiáticas, incluido el Islam, el primero de varios que mantendrá a lo largo del 2015.
En Filipinas, Francisco dedicará un día entero a visitar Tacloban para reunirse con los supervivientes del tifón «Yolanda», cuyas condiciones de vida siguen siendo muy penosas. Quizá el primer récord del año se produzca el 18 de enero en Manila si acuden a la misa en Rizal Park más de 5 millones de personas, el número de participantes en la que celebró san Juan Pablo II en 1995.
La presión de las calderas del Vaticano subirá en febrero. Del 9 al 12, el Papa se reunirá con el consejo de nueve cardenales de los cinco continentes que le ayudan en la reforma de la Curia y el gobierno de la Iglesia universal. El proyecto de simplificación del organigrama vaticano será presentado al día siguiente a los cardenales de todo el mundo, reunidos en Roma para un encuentro de trabajo al que seguirá, el 14 de febrero, la imposición de birretas a 10 o 12 nuevos cardenales electores, cuyos nombres anunciará el Papa entre el 4 y el 11 de enero.
Para marzo o abril se espera la nueva encíclica sobre medio ambiente, que no sólo abordará la protección de la naturaleza y el clima sino también la «ecología humana»: el equilibrio en la vida de las personas y las sociedades. En cuanto la publique, Francisco convocará un encuentro de líderes religiosos mundiales para estudiar los problemas con vistas a la asamblea general de Naciones Unidas en septiembre y la cumbre del clima de París en diciembre.
Un momento de gran intensidad será su visita a Turín el próximo mes de junio para venerar la Sábana Santa y celebrar el segundo centenario del nacimiento de San Juan Bosco. El 2015 es el «Año de la Vida Consagrada», y el Papa lo irá marcando con diversos encuentros.
Pero el gran tema es la familia, que pasará a primer plano en septiembre durante el viaje a Estados Unidos. Después de sus discursos ante el Congreso de Washington y laAsamblea General de Naciones Unidas, el Papa presidirá el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Y al regresar a Roma, el Sínodo de la Familia, del 4 al 25 de octubre.