Montado en el papamóvil, el papa Francisco entró en la plaza de San Pedro para presidir la Misa del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa.
24 demarzo, 2013. (Romereports.com)
Tras un pequeño recorrido por la plaza de San Pedro, el Papa bendijo junto al obelisco las palmas y las ramas de olivo que recuerdan la entrada de Jesús en Jerusalén.
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El papa Francisco habló en su homilía de tres puntos importantes en la vida de los cristianos. El primero la alegría de haber encontrado a Jesús.
“No seáis nunca hombres, mujeres tristes: un cristiano jamás puede serlo. Nunca os dejéis vencer por el desánimo. Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús”.“No os dejéis robar la esperanza”.
Con esta celebración comienza la Semana Santa, en la que se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Por eso, el segundo punto de la homilía del papa Francisco fue explicar el sentido de la cruz.
“Pienso en lo que Benedicto XVI decía a los cardenales. Sois príncipes de un rey crucificado". "Esto es el bien que Jesús nos hace a todos nosotros en el trono de la cruz. La cruz de Cristo, abrazada con amor, no lleva nunca a la tristeza sino a la alegría, a la alegría de ser salvados y de hacer un poquito, como él hizo el día de su muerte”.
Desde hace 28 años, el Domingo de Ramos es también una Jornada de la Juventud en Roma. Por eso el tercer punto de la homilía del Papa fue para los jóvenes a quienes les dijo que les espera en Río de Janerio, donde este julio tendrá lugar la Jornada Mundial de la Juventud.
“Queridos amigos, también yo me pongo en camino con vosotros, sobre las huellas del beato Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ahora estamos ya cerca de la próxima etapa de esta gran peregrinación de la cruz de Cristo. Aguardo con alegría el próximo mes de julio, en Río de Janeiro. Os doy cita en aquella gran ciudad de Brasil. Preparaos bien, sobre todo espiritualmente en vuestras comunidades, para que este encuentro sea un signo de fe para el mundo entero”.
Con fuerza, el nuevo Papa habló de manera improvisada a los jóvenes y les dijo que tienen un papel muy importante dentro de la Iglesia y también en el mundo.
“Los jóvenes deben decir al mundo entero que es bueno seguir a Jesús, que es bueno caminar junto Jesús, que es bueno el mensaje de Jesús, que es bueno salir de uno mismo e ir a los confines del mundo y de la existencia para llevar a Jesús. Tres palabras: alegría, cruz, y jóvenes”.
Antes de terminar la Misa del Domingo de Ramos, el Papa rezó en latín el ángelus, ante unas 250.000 personas presentes en la celebración que da inicio a la Semana Santa.