Tras el saludo a las delegaciones, el presidente presentó su mujer al Papa y los tres entraron en el palacio.
Francisco cojeó bastante entre un desplazamiento y otro, probablemente por sus problemas de ciática. Sin embargo se le vio bien de humor.
Tras una reunión de unos 20 minutos el Papa regaló al presidente este medallón con la figura de Abraham. El tono del encuentro era muy distendido y cálido. El presidente trasladó al Papa todo su afecto también públicamente, durante el discurso.
Allí señaló lo importante que es para Irak superar las diferencias culturales y religiosas. Por eso agradeció a Francisco su visita.
El Papa, por su parte, pronunció un discurso donde señaló tres pasos fundamentales para consolidar la paz en el país.
Por un lado, para hacer de Irak un lugar mejor pidió el apoyo de la comunidad internacional, a la que también recordó que en este momento de pandemia es importante cooperar para que las vacunas lleguen a todos.
“Esta crisis requiere esfuerzos comunes de parte de cada uno para dar tantos pasos necesarios, entre ellos, una justa distribución de las vacunas para todos”. FRANCISCO
En segundo lugar, Francisco pidió eliminar a los ciudadanos de segunda clase. Por eso recordó el sufrimiento de todas las minorías, no solo las cristianas.
"Y aquí, entre los muchos que han sufrido, no puedo no recordar a los yazidíes, víctimas inocentes de la insensata y deshumana barbarie, perseguidos y asesinados a causa de su pertenencia religiosa, y cuya identidad y supervivencia fue puesta en peligro." FRANCISCO
Por último, Francisco expuso su ambicioso proyecto para Irak. Liderar un cambio en Oriente Medio. Demostrar que la convivencia es posible.
"Irak está llamado a demostrar a todos, especialmente en Oriente Medio, que las diferencias, en vez de provocar conflictos, deben cooperar en la armonía de la vida civil." FRANCISCO
Este fue el primer discurso del Papa en Irak. Es el discurso más político, pues lo pronuncia ante autoridades civiles y demás actores sociales del país.
Javier Romero