El Papa Francisco puso con esta misa punto y final al Jubileo de los catequistas. Durante la homilía, les envió un mensaje sobre su trabajo en las parroquias.
FRANCISCO: "En este Jubileo de los catequistas se nos pide que pongamos por encima de todo el anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado. No hay un contenido más importante, nada es más sólido y actual. Cada aspecto de la fe es hermoso si permanece unido a este centro, si está permeado por el anuncio pascual. En cambio, si se le aísla, pierde sentido y fuerza”.
El Papa dijo que solo amando a Dios se puede transmitir el amor al resto del mundo. Explicó que Cristo ama a todos por igual tal y como son y que hay que hablar de Él siguiendo ese patrón.
FRANCISCO: "A Dios-Amor se le anuncia amando: no a fuerza de convencer, nunca imponiendo la verdad, ni mucho menos aferrándose con rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino”.
Les dijo que las catequesis deben reflejar el nuevo de Jesús: «Que os améis unos a otros como yo os he amado» puede cumplirse siempre y cuando todos lo quieran de verdad.
FRANCISCO:"No se anuncia bien a Jesús cuando se está triste; tampoco se transmite la belleza de Dios haciendo sólo bonitos sermones. Al Dios de la esperanza se le anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio”.
El Papa dijo a los catequistas que a Dios se le proclama a través del encuentro, la escucha y dando la bienvenida a las personas con la alegría de Cristo y la alegría por