El Papa Francisco en su reciente entrevista a Antonio Spadaro, recuerda sus visitas a la Iglesia de San Luis de los Franceses y su oración ante el magnífico cuadro de Caravaggio sobre la vocación de San Mateo. “Ese dedo de Jesús, apuntando así... a Mateo. Así estoy yo. Así me siento. Como Mateo”
"Pero cuando venía a Roma vivía siempre en Vía della Scrofa. Desde allí me acercaba con frecuencia a visitar la iglesia de San Luis de los Franceses y a contemplar el cuadro de la vocación de san Mateo de Caravaggio”. Empiezo a intuir qué me quiere decir el Papa.
“Ese dedo de Jesús, apuntando así... a Mateo. Así estoy yo. Así me siento. Como Mateo”. Y en este momento el Papa se decide, como si hubiese captado la imagen de sí mismo que andaba buscando: “Me impresiona el gesto de Mateo. Se aferra a su dinero, como diciendo: ‘¡No, no a mí! No, ¡este dinero es mío!’.
Esto es lo que yo soy: un pecador al que el Señor ha dirigido su mirada... Y esto es lo que dije cuando me preguntaron si aceptaba la elección de Pontífice”. Y murmura: “Peccator sum, sed super misericordia et infinita patientia Domini nostri Jesu Christi confisus et in spiritu penitentiae accepto”.