“Leve indisposición”. Con esas dos palabras la sala de prensa del Vaticano justificó la decisión del Papa de suspender actividades este martes. Por segundo día consecutivo Francisco optó por reposar, luego de haber cancelado dos audiencias previstas para el lunes. Aunque sus condiciones de salud son buenas, algunos cardenales y otros cercanos colaboradores le han insistido: “Debería descansar más”.
El Papa cancela su agenda por segundo día consecutivo
“Leve indisposición”. Con esas dos palabras la sala de prensa del Vaticano justificó la decisión del Papa de suspender actividades este martes. Por segundo día consecutivo Francisco optó por reposar, luego de haber cancelado dos audiencias previstas para el lunes. Aunque sus condiciones de salud son buenas, algunos cardenales y otros cercanos colaboradores le han insistido: “Debería descansar más”.
El Papa está descansando después de unas intensas jornadas. Parte de su agenda del lunes fue cancelada y también la del martes, que suele estar menos cargada de eventos.
Desde el Vaticano se ha quitado importancia y se ha aclarado que se trata de una ligera indisposición.
El Papa Francisco está recuperándose de un fin de semana agotador.
El domingo fue el importante encuentro de oración con los presidentes de Israel y Palestina en los Jardines vaticanos, una reunión que preparó al detalle desde su regreso del viaje a Tierra Santa.
Ese mismo día, también presidió la Misa de Pentecostés en la Basílica de San Pedro.
El sábado mantuvo un encuentro con miles de deportistas que llenaron la plaza de San Pedro demostrando sus habilidades. El Papa les acompañó bajo un intenso calor.
Por la mañana, se reunió con el presidente de México en el Palacio Apostólico y también con un grupo de indígenas de Argentina, con los que estuvo unos 45 minutos.
El viernes, el Papa estuvo con miles de policías italianos que conmemoraron el 200 aniversario de los Carabinieri. Francisco recorrió en papamóvil la plaza para saludar a los más de 50.000 agentes que abarrotaron San Pedro.
El mes de junio será muy intenso para el Papa. Tiene por delante una larga lista de encuentros públicos, audiencias privadas y ceremonias. Por eso, tomarse unos días de merecido y obligado descanso quizá haya sido la mejor de las decisiones.