El Nacimiento de este año viene de la isla mediterránea de Malta. Fue tierra de emigrantes tras la II Guerra Mundial pero ahora se ha convertido en país de paso para miles de refugiados.
CARD. GIUSEPPE BERTELLO, Governatorato Estado Ciudad del Vaticano
"Es significativa la presencia de una barca con la que los inmigrantes desafían el mar para llegar a Europa en busca de un refugio o de un futuro mejor”.
La ambientación del Nacimiento es típica de estilo maltés, desde la casa a los vestidos. La embarcación es la que tradicionalmente utilizan los pescadores de la isla.
El árbol de 25 metros de altura es un reclamo dirigido a Europa para que no olvide su pasado emigrante.Viene del norte de Italia, de Trento, una región que también vio a sus habitantes partir durante las grandes tragedias del siglo XX europeo.
MONS. LAURO TISI, Arzobispo de Trento (Italia)
"No se puede celebrar la Navidad olvidando la tragedia de los migrantes. No podemos celebrar la Navidad olvidando que no se puede encontrar a Cristo cuando se echa a los migrantes”.
En las esferas del árbol se reproducen los dibujos realizados por niños hospitalizados en secciones de oncología y en la zona donde fue cortado este abeto se plantarán otros 40.
El Nacimiento y el árbol estarán en la plaza de San Pedro hasta el 8 de enero de 2017.