Este año la elección del árbol viene envuelta en polémica. El abeto de 30 metros que ocupa el centro de la Plaza de San Pedro no es exactamente el que se designó para ello hace dos años y ha sido instalado allí a última hora.
Previamente se había elegido un abeto blanco proveniente de la reserva del bosque de Monte Castel Barone. Era una especie protegida y el alcalde que se lo ofreció al Vaticano pensaba que estaba en el territorio de su pueblo, Rosello. No era así. Finalmente el árbol se salvó de la tala y fue sustituido por el que están viendo.
El próximo 3 de diciembre el cardenal Fernando Vérgez, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, presidirá la tradicional inauguración navideña de este árbol y de un Pesebre tallado a mano proveniente de Sutrio, uno de los pueblos más emblemáticos de Venecia.