Monasterio de San Antonio en Egipto |
En los trabajos del Monasterio de san Antonio han participado también muchos musulmanes
EL CAIRO, jueves 11 de febrero de 2010 (ZENIT.org).-
Gracias a la contribución de las autoridades egipcias, ha sido posible llevar a término los trabajos de restauración del Monasterio de San Antonio, uno de los principales monasterios coptos de Egipto.
Construido en el 356 d.C., el Monasterio surge a los pies de una montaña, poco distante de la gruta donde san Antonio había vivido su aislada vida de asceta, alrededor de 40 km al oeste de Zafarana y alrededor de 140 km al sudeste de El Cairo, en las cercanías del desierto oriental y de la costa del Mar Rojo.
Monasterio de San Antonio en Egipto |
En declaraciones a ZENIT, el Abad Justus, Superior del Monasterio de san Antonio, afirmó: “He encontrado mucha colaboración por parte del Ministro de Cultura, cuando le visité para pedirle ayuda para salvar el Monasterio, especialmente tras el terremoto de 1992”.
El camino hacia el Monasterio permaneció cerrado largo tiempo en los años sesenta, durante la guerra con Israel. En cambio, hoy lo visitan peregrinos procedentes de todo el mundo. Esto en gran parte gracias a los esfuerzos del Consejo Superior de Antigüedades egipcio.
Por su parte, el Director del Consejo Superior de Antigüedades, Zahi Hawass, explicó a ZENIT que "la belleza de este evento está en haber mostrado el verdadero rostro de la civilización egipcia, que no hace distinciones entre los lugares cristianos, islámicos o judíos”. Hawass confirmó que muchos de los que han participado en la restauración del Monasterio – el más antiguo del mundo – eran musulmanes.
Durante los trabajo, se descubrió una habitación que se remonta al año 400, con escrituras en la antigua lengua copta: “la parte que falta de nuestra historia”, comentó el Vicario del Monasterio, padre Maximos Al Antoni. Los trabajos del Monasterio, que tiene siete iglesias en su interior, han durado 8 años y han costado 15 millones de dólares.
SAN ANTONIO, EL PRECURSOR
San Antonio, señalado como el iniciador del monacato cristiano, se estableció a finales del siglo III para vivir en soledad en esa remota zona montañosa de Egipto. Tras la muerte de San Antonio, sus seguidores construyeron el monasterio y lo terminaron en el año 350.
El doctor Hawass con los monjes del monasteri |
El monasterio de San Antonio continúa en uso hoy y es una muestra viviente del llamado arte copto, que se desarrolló en Egipto durante un pequeño espacio de tiempo y se vincula con una cultura relacionada con la aparición del cristianismo en esa zona.
Como todos los monasterios construidos por los cristianos coptos en el Mar Rojo, San Antonio destaca por el gran muro que rodea las construcciones y que alcanza una altura de 12 metros. Dado que durante los primeros siglos del cristianismo los seguidores de esa fe fueron perseguidos, ellos optaron por construcciones que aseguraran una impenetrable defensa.
El primer asentamiento del monasterio de San Antonio se remonta al siglo III; en el siglo IV se hicieron notables ampliaciones que se fueron sucediendo en siglos posteriores. Se trata de una reliquia religiosa que refleja la mixtura que sufre la cultura a través de los siglos, un legado a la humanidad que debe entenderse por su valor religioso y también por su increíble legado cultural.
Para saber más: Blog de Zahi Hawass