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"Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América" Papa en Santuario de Caacupé
Francisco rezó ante la Virgen de Caacupé, la patrona de Paraguay. Se detuvo unos instantes y depositó una rosa blanca a sus pies.
Papa en Santuario de Caacupé: Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América
Francisco rezó ante la Virgen de Caacupé, la patrona de Paraguay. Se detuvo unos instantes y depositó una rosa blanca a sus pies.
Este momento emocionó profundamente al Papa, tanto que durante la procesión de entrada a la Misa, tuvo que retirarse unos minutos. Hubo cierta preocupación pero tras unos momentos, apareció de nuevo y comenzó la ceremonia.
Fue un indio guaraní quien talló la figura de la Virgen de Caacupé a partir de un tronco donde se refugió del ataque de otras tribus. Por eso, la lengua guaraní se oyó durante la Misa.
En su homilía, interrumpida varias veces por los aplausos, el Papa destacó la figura de la Virgen María, en especial como madre.
FRANCISCO
"Ha estado y está en la formación de la Patria, haciéndonos Nación. Siempre con una presencia discreta y silenciosa. En la mirada de una imagen, estampita o medalla. Bajo el signo de un rosario, sabemos que no vamos solos”.
Francisco también se dirigió de forma particular a las mujeres paraguayas. Elogió su papel como motor de la nación en el siglo XIX tras la guerra contra Brasil, Uruguay y Argentina. Murieron casi todos los hombres del país y las mujeres reconstruyeron Paraguay.
FRANCISCO
"Que con gran valor y abnegación, han sabido levantar un País derrotado, hundido, sumergido por la guerra. Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su Pueblo. Dios bendiga ese tesón, Dios bendiga y aliente su fe, Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América”.
Después Francisco rezó el Padrenuestro en guaraní. Desde que era arzobispo de Buenos Aires, siempre ha sentido una especial devoción por la Virgen de Caacupé. También muchos otros argentinos, que han llegado por miles a Paraguay para participar en esta Misa.
Antes de marcharse, el Papa consagró el país a la Virgen de Caacupé y le regaló un rosario de oro. Después las mujeres paraguayas le despidieron con una danza tradicional.
