Todo esto lo lograron sin mover una sola piedra, usando un radar de penetración terrestre (GPR). Una nueva alternativa para proteger el territorio sin recurrir a excavaciones largas y muy costosas.
Gracias al georadar, los científicos, pudieron cartografiar toda la ciudad, ya que una de las características de este aparato es escuchar el eco desde diferentes profundidades y esto permitió explorar las ruinas en varias capas o tajadas, por así decir. Con estudios posteriores se pudieron revelar algo más sobre la historia del asentamiento.
Falerii Novi fue fundada por los romanos en el 241 a. C. y fue abandonada alrededor del siglo VII, en la valle del Tíber muy cerca a la actual ciudad de Civita Castellana en la provincia de Viterbo. Dominada por la cercana abadía de Santa Maria in Falerii, custodiada por los monjes cistercienses.
Alrededor del 700 d. C. la ciudad fue abandonada y despojada. Las razones no son muy claras, simplemente podría haber sido “víctima” del curso de la historia.
Con las nuevas imágenes del georadar, se pudo descubrir un templo, del cual se desconocía su existencia y en las imágenes se ve tan claro como si fuera un bosquejo a lápiz. También se puede ver dos estructuras que podrían interpretarse como baños públicos, un teatro, un pórtico doble en tres lados, abierto en un patio y otras dos estructuras que podrían ser fuentes.