¿Cuál es la verdadera «gran fuerza de la Iglesia» universal? «Las pequeñas iglesias perseguidas».
Y los cristianos son el grupo más perseguido. Lo comunicó Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), fundación de derecho Pontificio que nació en 1947 para apoyar a la Iglesia en todo el planeta, con particular atención por las iglesias perseguidas. Estudiando 196 naciones, AIN ha medido la “temperatura” de la tranquilidad y de las posibilidades con las que se puede vivir el propio credo y participar en ritos de oración. De esta manera ha tomado una “fotografía” que se puede consultar en el Informe 2016 sobre la libertad religiosa en el mundo. El documento muestra que los principales responsables de la violación del derecho de practicar la propia fe no son los gobiernos, sino las diferentes organizaciones militantes y fundamentalistas.
El régimen más duro contra los creyentes es Corea del Norte, definida por AIN como «feroz». Se cree que en los campos de trabajo hay alrededor de 200 mil prisioneros. Entre ellos hay un número elevado (tal vez el 10%, pero no es posible precisarlo) de cristianos, detenidos o encarcelados por haber poseído una Biblia o por haber participado en celebraciones. Hay sacerdotes acusados de subversión y condenados a trabajos forzados por haber ejercido su actividad religiosa; hay mujeres condenadas a muerte por haber puesto en circulación la Sagrada Escritura; a veces, son encerrados también los familiares de los «culpables» porque existe el delito de culpa por asociación.
Situaciones particularmente dramáticas se viven en el norte de Irak, en donde son perseguidos los yazidíes, además de los cristianos, y en Eritrea.
El Informe, que llega a su XII edición, presenta una nueva categoría de clasificación, consecuencia de un «nuevo fenómeno de violencia de carácter religioso»: el «hiperextremismo islámico». Se trata de los hombres del llamado Estado Islámico de al Baghdadi en la zona de Irak y Siria, de los integrantes de Boko Haram que pretende descristianizar el norte de Nigeria, de al Shabaab en Somalia y en ciertas regiones de Kenya. Este peligro difundido amenaza a todos «porque las víctimas de esta categoría han sido 5 países en el mundo» durante los últimos años. Entre otras cosas «el extremismo islámico y el hiperextremismo –indica el Informe– observados en países como Afganistán, Somalia y Siria, representan un factor clave del masivo incremento del número de refugiados en el mundo».
En relación con los cristianos, AIN subraya el peligro de que desaparezcan del Medio Oriente, además de ser eliminados en algunas regiones de África. Lo escribe en otra publicación, «Perseguidos y Olvidados. Informe sobre los cristianos oprimidos por su fe». Desde Medio Oriente hasta Asia, pasando por África, en 22 estados los cristianos sufren violencias de diferentes naturalezas. El número de naciones identificadas como lugar de «extrema» persecución cristiana son diez: China, Eritrea, Irán, Arabia Saudita, Paquistán, Corea del Norte, Irak, Nigeria, Sudán y Siria.
En este oscuro escenario también hay algunas «luces»: son los pasos que han dado países como Egipto, Bhután y Qatar. Pero, para llegar a la plena y pacífica libertad religiosa, que el cardenal Mauro Piacenza, presidente de AIN, define «madre de las demás libertades», todavía hay mucho camino por delante.