Según se logró confirmar, este evento, conocido como el «milagro de los cerdos», ocurrió en Kursi, localidad situada en la tierra de los Gadarenos (o Gerasenos), en la parte sur de los Altos del Golán, algo desconocido hasta el momento.
«La presencia de un asentamiento hebreo cerca de la orilla oriental del mar de Galilea es un fenómeno muy extraño», afirmó Haim Cohen, investigador de la Universidad de Haifa, publicó «Daily Mail».
Una losa de 1,40 metros por 70 centímetros hallada en el lago Kinéret (mar de Galilea), aclararía la cuestión. Sobre su superficie hay una inscripción hebrea en la que los expertos lograron identificar las palabras «amen» y «marmaria», que tanto puede significar «María», como «mármol» o «rabino».
En ese sentido, la profesora Mijal Artzi precisó que el texto «se compone de ocho líneas» y agregó que «por lo general no se encuentran tantas palabras en letras hebreas talladas en piedra».
«La suposición es que la persona a la que fue dedicada la inscripción tuvo una enorme influencia en la población local», explicó.
La existencia de un asentamiento hebreo en la región comenzó a conocerse en la década de 1960, cuando los investigadores hallaron partes de un muelle bajo el agua.
Sin embargo, sólo el descubrimiento de la losa, de 1.500 años de antigüedad que se encontraba en el interior de un edificio que habría funcionado como sinagoga, confirmaría su presencia.
El hallazgo fue posible gracias a un descenso del nivel del agua que permitió a los investigadores continuar sus excavaciones y descubrir que el muelle que encontraron hace algunas décadas era mucho más extenso de lo que se creía.
Tras ello, analizaron la Biblia en busca de sitios similares, por lo que ahora están seguros de que el lugar en el que trabajaron era Kursi, en la tierra de los Gadarenos, donde Jesús llevó a cabo el exorcismo.