Comienza el Miércoles de Ceniza, cuando el sacerdote impone ceniza en la frente o en la cabeza de los católicos para invitarles a la penitencia.
Las cenizas proceden de las ramas de olivo bendecidas el Domingo de Ramos del año precedente.
Todos los viernes de Cuaresma la Iglesia católica propone no comer carne como signo de penitencia. También propone vivir cierto ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Además invita a los cristianos a vivir otras formas de piedad como dar limosna, hacer alguna peregrinación o practicar alguna otra privación voluntaria para preparar la Semana Santa.