Según la Agencia de Noticias Salesiana (ANS), durante la celebración el Nuncio Apostólico en Corea del Sur y Mongolia, Mons. Alfred Xuereb, agradeció a los misioneros, los fieles, al gobierno local y a todos aquellos que dentro y fuera de la nación hacen posible la permanencia de esta misión.
Los feligreses llegaron de diversas partes, incluso desde zonas lejanas, y varios se prepararon para la Eucaristía acercándose al Sacramento de la Reconciliación.
Tras la caída del comunismo
Con la caída de la Unión Soviética en 1991, Mongolia abre las relaciones diplomáticas con la Santa Sede en 1992 y de esta manera llegaron 3 misioneros de la Congregación del Inmaculado Corazón de María. Ellos eran los sacerdotes P. Wenceslao Padilla, P. Gilbert Sales y P. Robert Goessens.
Es por ello que, el pasado 9 de julio, el Nuncio Apostólico, Mons. Alfred Xuereb, y Mons. Giorgio Marengo se dirigieron a la tumba de Mons. Wenceslao Padilla, quien llegó a ser el primer Prefecto Apostólico de Ulan Bator hasta 2018, el año de su muerte.
De acuerdo a ANS, Mongolia tiene una población de más de 3 millones, mientras que los católicos suman alrededor de 1.300.
Los salesianos están en Ulan Bator, capital del país, desde el 2001 e iniciaron con una escuela técnica y oratorio. En 2004 empezaron también a servir en una parroquia en Darkhan, ubicada en el centro norte de la nación, y desde 2016 atienden la pastoral de la misión de Shuwuu.
Por otro lado, Mons. Giorgio Marengo, de origen italiano y quien ha servido como misionero en Mongolia durante casi 20 años, pronto se convertirá en el Cardenal más joven del mundo el próximo 27 de agosto, en una ceremonia que presidirá el Papa Francisco en el Vaticano.