De las varias cartas que San Policarpo escribió a Iglesias vecinas y a otros obispos, de las que tenía conocimiento Ireneo, nos ha llegado sólo una Epístola a los Filipenses, con la que acompañaba una copia de las de San Ignacio; en realidad, es probable que se trate de dos cartas escritas con unos años de diferencia y que al ser copiadas juntas han llegado a unirse, pues la nota acompañando al envío no parece estar muy de acuerdo con la extensión y el tipo de temas que se tratan después y que recuerdan la de Clemente de Roma a los corintios.
En ella insiste en que Cristo fue realmente hombre y realmente murió; que hay que obedecer a la jerarquía de la Iglesia, que hay que practicar la limosna, y que hay que orar por las autoridades civiles.
Puedes ver la carta aqui: