El arzobispo Georg Ganswein, secretario del papa Benedicto y al mismo tiempo prefecto de la Casa Pontificia del papa Francisco, explica a la agencia Reuters detalles sobre cómo pasa sus días Benedicto, sobre su salud, sus sentimientos sobre su decisión de dejar el Pontificado y la relación entre ambos pontífices.
El Papa Benedicto maduró esta decisión mucho tiempo antes de anunciarla. Me lo dijo a mediados de 2012. Yo le expuse los problemas que habrían surgido. Pero el Papa se sentía cansado, se sentía anciano, pensaba sobre todo a la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro. Decía, ¿cómo haré para dirigirme, para hablar a millones de jóvenes, con la edad que tengo? Sentía, como él dijo más adelante en la declaración del 11 de febrero, que para vivir en plenitud esta misión petrina, hacía falta mayor vigor del cuerpo y del ánimo, - como él mismo dijo. Yo le decía... 'Pero mire, que aún debe completar el tríptico sobre Jesús de Nazaret, y regalarnos el tercer volumen sobre la Infancia de Jesús: para Navidad será el regalo del Papa a todo el Pueblo de Dios; luego llegará la encíclica sobre la Fe, que está todavía preparando. Y además, acaba de empezar el Año de la Fe.' Pero el Papa decidió que la fecha de la renuncia fuera irrevocablemente el 11 de febrero de 2013, la fiesta de la Virgen de Lourdes”.
El cardenal vivió con el "peso enorme” de custodiar ese secreto durante meses, hasta el momento del anuncio, el inolvidable 11 de febrero de 2013.
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