El Estado Islámico (Isis, Daesh) ha difundido esta tarde las imágenes del brutal asesinato de nueve cristianos, cuyas fotografías publican en las redes sociales pero que LA RAZÓN no reproduce, y de la quema de la iglesia en la que se encontraban, en la localidad nigeriana de Damia. La campaña de los yihadistas para acabar con esta religión en África, y en otros lugares del mundo, es uno de los objetivos prioritarios de los terroristas dentro del principio general de “Derribar la Cruz” (de Cristo) que se marcaron en los primeros momentos del Califato, en 2014.
Nigeria es un país especialmente castigado dentro de esta campaña, que incluye no sólo asesinatos y quema de templos, sino secuestros
de clérigos y seminaristas. Las autoridades del país se muestran incapaces de frenar la campaña terrorista pese a las denuncias que las autoridades eclesiásticas han formulado en varias ocasiones.
Ser cristiano en algunas zonas en las que opera Daesh se ha convertido poco menos que en una heroicidad y llama la atención que, en pleno sigtlo XXI, alguien pueda ser asesinado o expulsado de su territorio por el mero hecho de profesar una religión. El fanatismo de los yihadistas no tiene límites y es alimentado de forma continua por sus cabecillas a través de publicaciones y redes sociales..