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El Vaticano comienza una investigación sobre primeros siglos del cristianismo

Historiadores y arqueólogos de universidades de Francia, Estados Unidos o Irak ofrecerán en Roma claves científicas sobre la presencia cristiana durante los primeros siglos por todo el Mediterráneo y Asia. La idea es separar leyenda y realidad.

 

 

 

 

P. BERNARD ARDURA
Presidente, Comité Pontificio de Ciencias Históricas
“El objetivo no es terminar con una lista de conclusiones. Lo que queremos es dar espacio a los investigadores de varias disciplinas que han adquirido conocimientos que hace 20, 30, 40 años no había”.

 

Los expertos estudiaron escritos y reliquias de distintas partes del mundo. Desde las huellas de la evangelización del apóstol Tomás en la India hasta lugares como Tarascón, en Francia, donde se dice que hay reliquias de Santa Marta.

P. BERNARD ARDURA
Presidente, Comité Pontificio de Ciencias Históricas
“Hace algunos años se podía decir que esto era imposible. ¿Cómo podían venir desde Palestina hasta el sur de Francia? Ahora sabemos que había líneas marítimas gracias a la extraordinaria organización del Imperio Romano. Tendremos expertos que hablarán de estas reliquias. Que sean auténticas, o no, no lo sé pero al menos son un testimonio de la presencia cristiana”.

investigación cristianismo

Mapa del imperio romano

 

No será un congreso para mostrar qué evidencias científicas ofrecen las reliquias ni tampoco para estudiar cómo la Iglesia se desarrolló a nivel institucional. El objetivo es ver qué pruebas históricas hay de la expansión del cristianismo.

También será una ocasión importante para poner en diálogo al Vaticano con expertos científicos no católicos. Un modo de trabajar que el Papa ha pedido desarrollar a los organizadores.

 

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romereports.com

Un congreso mundial reúne a arqueólogos e historiadores

De distintas escuelas, culturas y religiones para investigar los primeros siglos del cristianismo

Ante la evidencia de que el tipo de «Iglesia imperial», consolidada bajo el mandato de Constantino, dejó en segundo plano un pasado muy «actual» -la expansión del cristianismo en ambientes culturales y económicos adversos-, el Vaticano lo estudiará esta semana en el congreso internacional «Investigación sobre la historia de los primeros siglos de la Iglesia», presentado este martes.

 

El religioso e historiador francés Bernard Ardura, presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, ha explicado que la presencia de historiadores pertenecientes a escuelas, continentes, cultura y religiones muy distintas responde a una indicación del Papa Francisco: «tenéis que trabajar con los demás».

El congreso, que se celebra del 27 al 29 de este mes, incluye no solo historiadores «sino también especialistas en las ciencias auxiliares de la historia» aplicadas a zonas del imperio romano, el imperio persa (Oriente Medio), la India e incluso China, donde se han producido descubrimientos arqueológicos sobre la expansión del cristianismo.

Incluye expertos en la diáspora judía, las rutas comerciales y otros elementos que facilitaron la difusión del Evangelio por los fieles a pie a un ritmo asombroso, sin ningún apoyo exterior e incluso, a veces, haciendo frente a persecuciones.

 

origenes cristianismo

 

Desde el punto de vista metodológico, el congreso incorpora elementos de la historiografía de Eusebio de Cesarea, centrada en la sucesión episcopal, o de la de Adolf von Harnack a comienzos del siglo XX, con una especial atención a textos como los «Hechos de los Apóstoles».

El profesor Gaetano Lettieri, de la Universidad «La Sapienza» ha señalado que ese relato tiene gran valor histórico al incluir sin adornos ni censuras tanto los episodios positivos como los negativos ya que «narra, por ejemplo, conflictos entre Pedro y Pablo como el incidente de Antioquía, dejando intuir un movimiento de síntesis». Se estudiarán también a fondo textos de Irineo de Lyon, un obispo procedente de Asia menor.

Los ponentes representan a docenas de universidades, desde la Universidad Católica de Lyon -organizadora del Congreso junto con el Pontificio Comité de Ciencias Históricas- hasta la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, la de Princeton o la de Bagdad, pasando por las de Navarra, Lausanne y la Sorbona.

El World Heritage Sites de Irán presentará la huella de los cristianos en su país, mientas que otros especialistas vienen de Kirkuk en Irak o de Cochin, en la India, donde aparecen cada vez más huellas de la evangelización del apóstol Tomás.

abc.es

Los difuntos en el cristianismo primitivo

"Estos que visten estolas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido…? Éstos son los que vienen de la gran tribulación y han lavado sus estolas y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, y le adoran día y noche en su templo."
(Apocalipsis 7,13-15)

 

Honor y respeto a los difuntos

La Iglesia Católica, ya desde la época de los primeros cristianos, siempre ha rodeado a los muertos de una atmósfera de respeto sagrado. Esto y las honras fúnebres que siempre les ha tributado permiten hablar de un cierto culto a los difuntos: culto no en el sentido teológico estricto, sino entendido como un amplio honor y respeto sagrados hacia los difuntos por parte de quienes tienen fe en la resurrección de la carne y en la vida futura.

El cristianismo en sus primeros siglos no rechazó el culto para con los difuntos de las antiguas civilizaciones, sino que lo consolidó, previa purificación, dándole su verdadero sentido trascendente, a la luz del conocimiento de la inmortalidad del alma y del dogma de la resurrección; puesto que el cuerpo —que durante la vida es “templo del Espíritu Santo” y “miembro de Cristo” (1 Cor 6,15-9) y cuyo destino definitivo es la transformación espiritual en la resurrección— siempre ha sido, a los ojos de los cristianos, tan digno de respeto y veneración como las cosas más santas.

Este respeto  se ha manifestado, en primer lugar, en el modo mismo de enterrar los cadáveres.

 

 

Vemos, en efecto, que a imitación de lo que hicieron con el Señor José de Arimatea, Nicodemo y las piadosas mujeres, los cadáveres eran con frecuencia lavados, ungidos, envueltos en vendas impregnadas en aromas, y así colocados cuidadosamente en el sepulcro.

En las actas del martirio de San Pancracio se dice que el santo mártir fue enterrado “después de ser ungido con perfumes y envuelto en riquísimos lienzos”; y el cuerpo de Santa Cecilia apareció en 1599, al ser abierta el arca de ciprés que lo encerraba, vestido con riquísimas ropas.

Pero no sólo esta esmerada preparación del cadáver es un signo de la piedad y culto profesados por los cristianos a los difuntos, también la sepultura material es una expresión elocuente de estos mismos sentimientos. Esto se ve claro especialmente en la veneración que desde la época de los primeros cristianos se profesó hacia los sepulcros: se esparcían flores sobre ellos y se hacían libaciones de perfumes sobre las tumbas de los seres queridos.

 

Las catacumbas

En la primera mitad del siglo segundo, después de tener algunas concesiones y donaciones,los cristianos empezaron a enterrar a sus muertos bajo tierra. Y así comenzaron las catacumbas. Muchas de ellas se excavaron y se ampliaron alrededor de los sepulcros de familias cuyos propietarios, recién convertidos, no los reservaron sólo para los suyos, sino que los abrieron a sus hermanos en la fe.

Andando el tiempo, las áreas funerarias se ensancharon, a veces por iniciativa de la misma Iglesia. Es típico el caso de las catacumbas de San Calixto: la Iglesia asumió directamente su administración y organización, con carácter comunitario.

 

 

Con el edicto de Milán, promulgado por los emperadores Constantino y Licinio en febrero del año 313, los cristianos dejaron de sufrir persecución.

Podían profesar su fe libremente, construir lugares de culto e iglesias dentro y fuera de las murallas de la ciudad y comprar lotes de tierra sin peligro de que se les confiscasen.

Sin embargo, las catacumbas siguieron funcionando como cementerios regulares hasta el principio del siglo V, cuando la Iglesia volvió a enterrar exclusivamente en la superficie y en las basílicas dedicadas a mártires importantes.

Pero la veneración de los fieles se centró de modo particular en las tumbas de los mártires; en realidad fue en torno a ellas donde nació el culto a los santos. Sin embargo, este culto especialísimo a los mártires no suprimió la veneración profesada a los muertos en general. Más bien podría decirse que, de alguna manera, quedó realzada.

En efecto: en la mente de los primeros cristianos, el mártir, víctima de su fidelidad inquebrantable a Cristo, formaba parte de las filas de los amigos de Dios, de cuya visión beatifica gozaba desde el momento mismo de su muerte: ¿qué mejores protectores que estos amigos de Dios?

Los fieles así lo entendieron y tuvieron siempre como un altísimo honor el reposar después de su muerte cerca del cuerpo de algunos de estos mártires, hecho que recibió el nombre de sepultura ad sanctos. Por su parte, los vivos estaban también convencidos de que ningún homenaje hacia sus difuntos podía equipararse al de enterrarlos al abrigo de la protección de los mártires.

Consideraban que con ello quedaba asegurada no sólo la inviolabilidad del sepulcro y la garantía del reposo del difunto, sino también una mayor y más eficaz intercesión y ayuda del santo. Así fue como las basílicas e iglesias, en general, llegaron a constituirse en verdaderos cementerios, lo que pronto obligó a las autoridades eclesiásticas a poner un límite a las sepulturas en las mismas.

 

Funerales y sepultura

Pero esto en nada afectó al sentimiento de profundo respeto y veneración que la Iglesia profesaba y siguió profesando a sus hijos difuntos. De ahí que a pesar de las prohibiciones a que se vio obligada para evitar abusos, permaneció firme en su voluntad de honrarlos.

 

 

Y así se estableció que, antes de ser enterrado, el cadáver fuese llevado a la Iglesia y, colocado delante del altar, fuese celebrada la Santa Misa en sufragio suyo. Esta práctica, ya casi común hacia finales del s. IV y de la que San Agustín nos da un testimonio claro al relatar los funerales de su madre Santa Mónica en sus Confesiones, se ha mantenido hasta nuestros días.

San Agustín también explicaba a los cristianos de sus días cómo los honores externos no reportarían ningún beneficio ni honra a los muertos si no iban acompañados de los honores espirituales de la oración: “Sin estas oraciones, inspiradas en la fe y la piedad hacia los difuntos, creo que de nada serviría a sus almas el que sus cuerpos privados de vida fuesen depositados en un lugar santo. Siendo así, convenzámonos de que sólo podemos favorecer a los difuntos si ofrecemos por ellos el sacrificio del altar, de la plegaria o de la limosna” (De cura pro mortuis gerenda, 3 y 4).

Comprendiéndolo así, la Iglesia, que siempre tuvo la preocupación de dar digna sepultura a los cadáveres de sus hijos, brindó para honrarlos lo mejor de sus depósitos espirituales. Depositaria de los méritos redentores de Cristo, quiso aplicárselos a sus difuntos, tomando por práctica ofrecer en determinados días sobre sus tumbas lo que tan hermosamente llamó San Agustín sacrificium pretii nostri, el sacrifico de nuestro rescate.

Ya en tiempos de San Ignacio de Antioquia y de San Policarpo se habla de esto como de algo fundado en la tradición. Pero también aquí el uso degeneró en abuso, y la autoridad eclesiástica hubo de intervenir para atajarlo y reducirlo. Así se determinó que la Misa sólo se celebrase sobre los sepulcros de los mártires.

 

Los difuntos en la liturgia

Por otra parte, ya desde el s. III es cosa común a todas las liturgias la memoria de los difuntos. Es decir, que además de algunas Misas especiales que se ofrecían por ellos junto a las tumbas, en todas las demás sinaxis eucarísticas se hacía, como se sigue haciendo todavía, memoria —mementode los difuntos.

 

 

Este mismo espíritu de afecto y ternura alienta a todas las oraciones y ceremonias del maravilloso rito de las exequias.

La Iglesia hoy en día recuerda de manera especial a sus hijos difuntos durante el mes de noviembre, en el que destacan la “Conmemoración de todos los Fieles Difuntos”, el día 2 de noviembre, especialmente dedicada a su recuerdo y el sufragio por sus almas; y la “Festividad de todos los Santos”, el día 1 de ese mes, en que se celebra la llegada al cielo de todos aquellos santos que, sin haber adquirido fama por su santidad en esta vida, alcanzaron el premio eterno, entre los que se encuentran la inmensa mayoría de los primeros cristianos.

by primeroscristianos.com

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Ver en wikipedia

 

La arqueología arroja luz sobre los disturbios en la ciudad de Éfeso contra el Apóstol

Durante el viaje apostólico de San Pablo, algunos artesanos se levantaron contra el Apóstol, acusándole de predicar en contra de Artemisa, la patrona de la ciudad.

 

En Hechos 19, Lucas describe un motín frenético en Éfeso , una ciudad en la provincia romana de Asia en la actual Turquía:

'Aproximadamente en ese momento estalló no poca perturbación en relación con el Camino. Un hombre llamado Demetrio, un platero que hizo santuarios de plata de Artemisa, trajo muchos negocios a los artesanos. Los reunió, junto con los trabajadores del mismo oficio, y dijo:

“Hombres, vosotros sabéis que obtenemos nuestra riqueza de este negocio. También ve y oye que no solo en Éfeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido y alejado a un número considerable de personas al decir que los dioses hechos con manos no son dioses.

Y existe el peligro no solo de que este comercio nuestro pueda caer en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Artemisa sea despreciado y se vea privada de su majestad que hizo que toda Asia y el mundo la adoraran ".

Cuando oyeron esto, se enfurecieron y gritaron: "¡Grande es Artemisa de los efesios!"

La ciudad se llenó de confusión; y la gente se apresuró a ir al teatro, arrastrando con ellos a Gayo y Aristarco, macedonios que eran compañeros de viaje de Pablo . Pablo quiso ir entre la multitud, pero los discípulos no se lo permitieron; incluso algunos funcionarios de la provincia de Asia, que eran amigos de él, le enviaron un mensaje instándolo a no aventurarse en el teatro'. (Hechos 19: 23–31)

 

 

Efeso

 

Según Hechos, el motín habría ocurrido al final de la visita misionera de Pablo a Éfeso (alrededor del año 55 o 56).

 

¿Cuán precisa es la descripción que hace Lucas de Éfeso en este momento?

James R. Edwards, profesor emérito de teología Bruner-Welch en la Universidad de Whitworth, describe cómo la evidencia arqueológica llena el contexto histórico de El relato de Lucas sobre los disturbios en Éfeso.

En la época romana, Éfeso fue un importante centro comercial. Las excavaciones realizadas por el Instituto Arqueológico de Austria desde 1895 han demostrado que la antigua ciudad, que rivalizaba con Antioquía como la tercera ciudad más grande del mundo romano. Contaba con un puerto, varias estructuras cívicas, complejos de baños, un teatro y el Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

 

efeso

Reconstrucción del Gran Templo de Artemisa en Efeso

 

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Se puede ver la única columna que queda del Templo de Artemisa en Éfeso. Considerada una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, el enorme templo era el edificio más grande del mundo helenístico. Foto: Jordan Pickett.

 

Cuatro veces el tamaño del Partenón ateniense, el famoso Templo de Artemisa tenía 127 columnas de mármol reluciente que medían 60 pies de altura y estaban rematadas con capiteles jónicos. Era el Templo de Artemisa, argumentó el platero Demetrio en Hechos 19, el que estaba siendo amenazado por "el Camino" (el movimiento cristiano primitivo) y el esfuerzo misionero de Pablo .

Al decir que “los dioses hechos con manos no son dioses” (Hechos 19:27), alegó Demetrio, Pablo estaba dañando la industria de la platería que hacía pequeños santuarios utilizados como ofrendas dedicatorias a Artemisa y empañando la reputación del culto de Artemisa en Éfeso.

Sin embargo, una inscripción griega de 16 líneas descubierta durante las excavaciones mostró que un siglo después de la misión de Pablo en Éfeso, a finales del siglo II o principios del III, el comercio de plateros y el culto a Artemisa todavía prosperaban.

Cuando la ira que provocó Demetrio alcanzó un punto álgido, se dice que los alborotadores se apresuraron al teatro de la ciudad, arrastrando a los compañeros de viaje de Pablo, Gayo y Aristarco. Las excavaciones han descubierto el teatro, que se encuentra en una empinada ladera en Éfeso. De enorme escala, el teatro romano semicircular tenía capacidad para 25.000 asientos y era uno de los más grandes del mundo antiguo.

 

éfeso

Este teatro romano jugó un papel importante en el motín de Éfeso contra Pablo y los primeros cristianos, según el relato de Lucas en Hechos 19. Foto: Jordan Pickett.

 

Según James R. Edwards, el relato de Lucas sobre los disturbios en Éfeso en Hechos:

“Contiene una gran cantidad de detalles históricos, algunos de los cuales —procónsules, tribunales permanentes y un secretario de la ciudad— eran comunes en todo el Imperio Romano.

Pero muchos más detalles: el inmenso templo que conmemora el culto de Artemisa, la figura de Artemisa peculiar de Éfeso que se creía que había 'caído del cielo' (Hechos 19:35), gremios de plateros, Asiarcas y la ciudad de Éfeso misma : su grandeza, su teatro y su honor como neōkoros, 'guardián del templo', todos son exclusivos de Éfeso y la provincia romana de Asia ".

 

 

 

 

biblicalarcheology.org

 

 

Ten presente los pecados capitales y virtudes contrarias

 

Las siete virtudes contrarias que enumera el catecismo, son elementos para saber cómo afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales.

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Los pecados capitales y sus virtudes contrarias

Además de éstas virtudes contrarias a los pecados capitales, todo cristiano cuenta también con tres virtudes teologales como la Fe, la Esperanza y la Caridad. Junto a éstas, podemos citar también la prudencia, fortaleza, justicia y templanza; hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por los dones del Espíritu Santo.

 

  • La Gracias: Que es la fuente de la obra de santificación; sana y eleva la naturaleza haciéndonos capaces de obrar como hijos de Dios.

  • Los Sacramentos: “Centro de la fe cristiana, por los que Dios comunica su gracia, se hace presente y actúa en nuestra vida. Los siete sacramentos de la Iglesia prolongan en la historia la acción salvífica y vivificante de Cristo, con la fuerza del Espíritu Santo» Papa Francisco

  • La Oración: “El espíritu de la oración se fundamenta en el gran mandamiento: amaras al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. La oración se alimenta del afecto por Dios.” Papa Francisco. Todos los cristianos contamos con la oración en familia y Rosario. La Santísima Virgen María, es nuestra aliada en la lucha contra estos pecados.

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Contra el pecado capital de Soberbia: Humildad

Todo con lo que contamos, es un don de Dios. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio.

Contra el pecado capital de Avaricia: Generosidad

Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten. San Pablo la llama una idolatría y declara que los avaros no entrarán en el Reino de los cielos. La avaricia nos hace duros con los pobres, indiferentes a los bienes del cielo, y hasta nos incita a veces a apoderarnos de los bienes ajenos.

Antiguamente la iglesia lo llamaba diezmo, hoy simplemente lo llamamos generosidad. Cuando aprendemos a compartir lo que tenemos con los demás, incluso cuando lo hacemos con personas a los que no conocemos ni conoceremos jamás, nos sentimos más cerca de Dios y de nosotros mismos. Porque ayudar a los que lo necesitan puede devolverte mucho más de lo que entregas.

Contra el pecado capital de Lujuria: Castidad

Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.

Contra el pecado capital de Ira: Paciencia

«Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, males que podrían evitarse.

Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión «no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca» (Hch 8,32). Santo Tomás de Aquino. Exposición sobre el Credo.

Contra el pecado capital de Gula: Templanza

Moderación en el comer y en el beber. Es una de las virtudes contrarias que vence al pecado capital de gula.Conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas.

Contra el pecado capital de Envidia: Caridad

La tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor de Dios habitando en el corazón.

Una forma de actuar con caridad, es tener presente  las obras de misericordia que son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales.

Contra el pecado capital de Pereza: Diligencia

Prontitud de ánimo para obrar el bien. Nos ayuda contra el gusto excesivo por el descanso, que descuida nuestros deberes. Nos ayuda a imponernos con esfuerzo.

 

cuales son los pecados capitales

 

 

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carfundacion.org

Iglesia de la 'primera comunidad cristiana' descubierta en la antigua ciudad de Priene

Se ha hallado la iglesia que data de 1600 años, construida por la primera comunidad cristiana, que se encuentra en la antigua ciudad de Priene, conocida como la región donde la ciencia y el arte florecieron, en la provincia de Aydın, al oeste de Turquía

 

Las excavaciones arqueológicas en la ciudad antigua de Priene, conocida como la "Pompeya de Anatolia" por sus estructuras bien conservadas y la planificación urbana, se están llevando a cabo por el Prof. Dr. Ibrahim Hakan Mert de la Universidad de Uludağ en Bursa.

 

priene

 

 

La antigua ciudad, construida sobre escarpados acantilados, que ofrece a sus visitantes la oportunidad de contemplar la vista incomparable de la llanura de Söke por su altura, llama la atención con el Templo de Atenea, el teatro, el Templo de Deméter, el ágora, el bouleutérion, el Gimnasio Superior, el Gimnasio Inferior, el Templo Egipcio, la iglesia bizantina y zonas residenciales.

 

priene

 

El vicepresidente de excavaciones de la Universidad de Uludağ, el catedrático Ali Altın dijo que observan aquí un buen ejemplo de la estructura urbana llamada "Plan Grid".

 

La región donde florecen la ciencia y el arte

Altın afirmó que la ciudad antigua, que se encuentra en la Lista indicativa del Patrimonio Mundial de la UNESCO, también tiene calles que cortan calles paralelas verticalmente y destacó que el famoso filósofo Bias también vivió aquí, y que Priene también se conoce como la región donde florecieron la ciencia y el arte.

 

priene

 

 

Altın señaló que las excavaciones de este año se centraron en estructuras como cementerios fuera de la ciudad y agregó que han encontrado rastros de una iglesia.

''Esta iglesia de la que estamos hablando es probablemente una estructura que los primeros cristianos aquí usaron para el culto colectivo y construyeron para este propósito. Por el momento, es posible contar estas cosas de acuerdo con la información que nos brindan los hallazgos. Según nuestros hallazgos, se podría decir que es la iglesia más antigua de Priene'', expresó.

iglesia priene

 

 

Templos, teatro, ágora, edificios públicos, tiendas y edificios educativos fueron desenterrados en la antigua ciudad durante las excavaciones que fueron iniciadas por arqueólogos alemanes en la década de 1895

 

priene

 

 

trt.net.tr

Se reanudan las obras de restauración en la Basílica del Santo Sepulcro

 

Más de 50.000 fotos en muy alta definición de las piedras más gastadas del cristianismo para crear el primer mapa topográfico digital de los mil metros cuadrados de pavimento de la Basílica del Santo Sepulcro. Detrás de los objetivos están los expertos del equipo íntegramente italiano y multidisciplinar al mando de la segunda fase de restauración, reanudada tras la larga pausa forzada debido a la pandemia.

 

 

 

"La reanudación de los trabajos de restauración es una buena noticia para nosotros porque será muy importante, una gran contribución de las comunidades cristianas locales a la preservación y mantenimiento del estatus cultural, religioso y también político de la ciudad santa de Jerusalén."  S.B. TEÓFILO III Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén

Junto al patriarco greco-ortodoxo, el custodio de Tierra Santa y el representante de la comunidad armenia de la Basílica del Santo Sepulcro escuchan la presentación de las propuestas para la fase operativa de las obras: de la implementación de los sistemas a la compleja restauración del pavimento.

 

santo sepulcro

"Se ha profundizado en este complejo tema a través de actividades de diagnóstico, a través del estudio de la documentación existente y también por otra parte inédita: al juntar estos elementos hemos comenzado a proponer soluciones a las comunidades, que deberán ser validadas por las propias comunidades y posteriormente plasmadas en el proyecto ejecutivo."

MICHELA CARDINALI Directora Centro de Conservación y Restauración de La Venaria Reale en Turín

"Obviamente, es un enfoque muy italiano para la conservación de materiales en la medida de lo posible; al mismo tiempo restaura la unidad a las superficies y, por lo tanto, hace que las superficies también sean accesibles."

PAOLA CROVERI Coordinadora del proyecto

"Cerraremos varios segmentos de las zonas, sin dejar de hacer accesibles las funciones y el paso de los peregrinos, por lo que habrá mucha emoción, habrá descubrimiento, habrá innovación y al mismo tiempo intentaremos restaurar la historia de este lugar."

MICHELA CARDINALI Directora Centro de Conservación y Restauración de La Venaria Reale en Turín

Un proyecto que prevé dos años de trabajo, mientras que la base de datos de la Basílica del Santo Sepulcro ya está disponible.

"No existía una recopilación de información completa y sobre todo consultable entre fuentes escritas y datos arqueológicos, fuentes cartográficas, fuentes iconográficas. Así que hemos reunido todo lo que se sabe sobre el Santo Sepulcro y también una gran parte de documentación inédita, que provenía precisamente de los archivos, especialmente documentación fotográfica."

FRANCESCA ROMANA STASOLLA Arqueóloga Universidad La Sapienza de Roma

"Considero que este paso es muy importante porque la cooperación entre las tres grandes comunidades es también un signo, me atrevería a decir, de un ecumenismo en marcha."

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

 

 

cmc-terrasanta.com

En esta ciudad a orillas del mar de Tiberíades, Jesús pasó gran parte de su vida pública

Por las calles de Cafarnaum aún resuenan las palabras de Jesús. Además esta ciudad fue testigo de sus más importantes milagros.

 

 

El 9 de octubre, la Custodia de Tierra Santa conmemoró la presencia, predicación y milagros de Jesús en su ciudad de Cafarnaum, ubicada a orillas del Mar de Galilea. Allí, nuestro Salvador Jesucristo habitó, llamó, sanó, perdonó, enseñó y realizó milagros.

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

"Muchas páginas del Evangelio se escriben aquí en Cafarnaum. El día a día de Jesús se establece aquí en Cafarnaum, la curación del paralítico que escucharemos en la misa de hoy tiene lugar aquí en Cafarnaum. La curación de la hija de Jairo, también de la mujer con hemorragia; la llamada a los primeros cuatro discípulos Pedro, Andrés, Santiago y Juan sucede aquí."

"Y además esa hermosa historia extraordinaria que se encuentra en el capítulo sexto de San Juan, que es el sermón que da Jesús, el sermón sobre el Pan de vida".

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Fr. Francesco Patton, OFM Custodio de Tierra Santa

"Todo esto permite a los peregrinos ver las páginas del Evangelio, ver el escenario en el que están ambientados todos esos Evangelios y en cierto modo permite a los peregrinos a través de la experiencia del lugar sentir la verdad del Evangelio con más intensidad y profundizar en su fe. Luego, obviamente, regresan a sus hogares renovados."

La misa festiva en esta ocasión fue presidida por Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, con la participación de un grupo de sacerdotes y monjes, en presencia de una gran multitud de fieles de Jerusalén, Nazaret y ciudades y pueblos vecinos.

El padre Zaher Abboud afirmó en su homilía que “si no experimentamos la misericordia personal de Dios todos los días en nuestra vida, no podremos perdonar a los demás. La voz de Jesús nos está llamando y las voces del mundo están tratando de silenciar su voz en nuestros corazones. Esperamos poder reconocer su voz en nuestra vida y seguirlo hacia la felicidad eterna".

 

BADE'A ATEEK Nazaret

"De hecho, la ciudad de Cafarnaum estuvo presente en gran parte de la vida de Cristo. Experimentó orgullo e ira en ella. Jesús estaba tan enojado que dijo: "Y tú, Cafarnaum, ¿serás elevada al cielo? ¡Hasta el infierno te caerás!”. Le dijo a la suegra de Pedro: "Levántate, ponte bien", aunque era una mujer mayor. Y la Biblia nos dice: "Se levantó y les sirvió". Todo esto fortalece enormemente nuestra fe en Jesús, en su verdad, y da mucho sentido a nuestra vida."

En la ciudad donde el Evangelio nos cuenta tantas hermosas historias, las excavaciones franciscanas han desenterrado pequeños barrios con casas de piedra de basalto y los restos de lo que fue una sinagoga donde Jesús iba y enseñaba a las multitudes. Las excavaciones han revelado una iglesia bizantina octogonal, que es confirmada por el diario de la peregrina Egeria del siglo IV que dice:

"Se construyó una iglesia en la casa del Príncipe de los Apóstoles, pero las paredes de la casa aún permanecen como estaban".

cafarnaum

 

Fr. FRANCESCO PATTON, ofm Custodio de Tierra Santa

"Este lugar es muy importante para los cristianos de Tierra Santa, porque estos lugares son parte de la identidad de los cristianos de Tierra Santa. Cristianos que hoy viven en diferentes pueblos de Galilea, en Jerusalén o Palestina. Son los descendientes directos de aquellos cristianos que, hace 1.000 años, y hace más de 1.000 años, también estuvieron aquí en Cafarnaum para orar, para dar testimonio de que creen en Jesucristo y para llevar una cadena ininterrumpida de vida cristiana que ha llegado hasta nosotros hoy."

La vida y los milagros de Jesús en Cafarnaum abren nuestra mente, disipan las tinieblas de nuestra vida y testimonian que Él es el camino, la verdad y la vida.

 

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¿Qué son los pecados capitales?

Existe un grupo de pecados a los que llamamos pecados capitales. Santo Tomás de Aquino dice que “son aquellos que tienen un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados, todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal” (II-II:153:4)

Fue el Papa San Gregorio Magno (590-604) junto a Juan Casiano o Cassiano, quienes fijaron los siete pecados capitales, así denominados por el Catecismo de la Iglesia católica posteriormente.

Provienen de la concupiscencia, que es la inclinación de la naturaleza humana hacia el pecado proveniente del pecado original.

Se utiliza el término «capital» para designarlos porque estos pecados, dan origen a muchos otros. Generando otros pecados y otros vicios. Dios nos da todas las gracias y más de las que necesitamos para vencer la tentación.

 

Pecados capitales del catecismo, ¿cuáles son?

Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás (I-II:84:4) como siete:

Soberbia

Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios. Catecismo Iglesia Católica 1866

Avaricia

Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Este pecado capital está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (Catecismo Iglesia Católica 2514, 2534)

Lujuria

Deseo desordenado por el placer sexual. Pecado contra el Sexto Mandamiento. Es una ofensa contra la virtud de la castidad.

Ira

Es una explosión de amor propio. Nos sentimos heridos, marginados, impotentes, y acudimos a la violencia para defender nuestros supuestos derechos. Sentimiento de enojo suscitado por un daño real o aparente.

Gula

Vicio con el que nos mostramos más indulgentes, porque aunque seamos más conscientes que nunca de los estragos que producen los excesos tanto en la comida como en el consumo de bebidas alcohólicas..

Envidia

Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se opone al décimo mandamiento. (Catecismo Iglesia Católica 2539)

Pereza

Falta culpable de esfuerzo físico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno de los pecados capitales. (Catecismo Iglesia Católica 1866, 2094, 2733)

 

Los pecados capitales y sus virtudes contrarias

Las siete virtudes contrarias que enumera el catecismo, son elementos para saber cómo afrontar la tentación de cometer alguno de los siete pecados capitales.

Además de éstas virtudes contrarias a los pecados capitales. Todo cristiano cuenta también con tres virtudes teologales como la Fe, la Esperanza y la Caridad. Junto a éstas, podemos citar también la prudencia, fortaleza, justicia y templanza; hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por los dones del Espíritu Santo.

  • La Gracias: Que es la fuente de la obra de santificación; sana y eleva la naturaleza haciéndonos capaces de obrar como hijos de Dios.

  • Los Sacramentos: “Centro de la fe cristiana, por los que Dios comunica su gracia, se hace presente y actúa en nuestra vida. Los siete sacramentos de la Iglesia prolongan en la historia la acción salvífica y vivificante de Cristo, con la fuerza del Espíritu Santo» Papa Francisco

  • La Oración: “El espíritu de la oración se fundamenta en el gran mandamiento: amaras al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. La oración se alimenta del afecto por Dios.” Papa Francisco. Todos los cristianos contamos con la oración en familia y Rosario. La Santísima Virgen María, es nuestra aliada en la lucha contra estos pecados.

Contra el pecado capital de Soberbia: Humildad

Todo con lo que contamos, es un don de Dios. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio.

Contra el pecado capital de Avaricia: Generosidad

Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten. San Pablo la llama una idolatría y declara que los avaros no entrarán en el Reino de los cielos. La avaricia nos hace duros con los pobres, indiferentes a los bienes del cielo, y hasta nos incita a veces a apoderarnos de los bienes ajenos.

Antiguamente la iglesia lo llamaba diezmo, hoy simplemente lo llamamos generosidad. Cuando aprendemos a compartir lo que tenemos con los demás, incluso cuando lo hacemos con personas a los que no conocemos ni conoceremos jamás, nos sentimos más cerca de Dios y de nosotros mismos. Porque ayudar a los que lo necesitan puede devolverte mucho más de lo que entregas.

Contra el pecado capital de Lujuria: Castidad

Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.

Contra el pecado capital de Ira: Paciencia

«Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión «no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca» (Hch 8,32). Santo Tomás de Aquino. Exposición sobre el Credo.

Contra el pecado capital de Gula: Templanza

Moderación en el comer y en el beber. Es una de las virtudes contrarias que vence al pecado capital de gula. Conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas.

Contra el pecado capital de Envidia: Caridad

La tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor de Dios habitando en el corazón. Una forma de actuar con caridad, es tener presente  las obras de misericordia que son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales.

Contra el pecado capital de Pereza: Diligencia

Prontitud de ánimo para obrar el bien. Nos ayuda contra el gusto excesivo por el descanso, que descuida nuestros deberes. Nos ayuda a imponernos con esfuerzo.

 

cuales son los pecados capitales

Cómo aparecen los pecados capitales en la biblia

En la Biblia no aparecen como tal los pecados capitales. Pero si existen variedad de referencia sobre los mismos.

Sobre el Orgullo

  • Eclesiástico 10:6-10«Por ninguna ofensa devuelvas mal al prójimo, y no sigas el camino de los orgullosos. El orgullo es odioso al Señor y a los hombres; tanto Dios como los hombres aborrecen la opresión. El poder pasa de una nación a otra por causa de la violencia y del orgullo. ¿Quién puede sentir orgullo siendo polvo y ceniza, si aun en vida se pudre ya su cuerpo?»
  • Mateo 5:5 Bienaventuranzas «“Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra que Dios les ha prometido.»
  • Proverbios 16:18 «Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso»
  • Romanos 12:3 «Por el encargo que Dios me ha dado en su bondad, os digo a todos que nadie piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, piense cada uno de sí con moderación, según los dones que Dios le haya concedido junto con la fe.»

Sobre la Avaricia

  • Mateo 6:19 -21 “No acumuléis riquezas en la tierra, donde la polilla destruye y las cosas se echan a perder, y donde los ladrones entran a robar. Acumulad más bien vuestras riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye, ni las cosas se echan a perder, ni los ladrones entran a robar. Porque donde esté tu riqueza, allí estará también tu corazón.”
  • Lucas 12:33-34 “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino. Vended lo que tenéis y dad a los necesitados; procuraos bolsas que no envejezcan, riquezas sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruye. Pues donde esté vuestra riqueza, allí estará también vuestro corazón.” 
  • Hebreos 13:5 “No améis el dinero. Contentaos con lo que tenéis, porque Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré.”

Sobre la Lujuria

  • Corintios 6:9-10 “¿No sabéis que los malvados no tendrán parte en el reino de Dios? No os dejéis engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que cometen inmoralidades sexuales, ni los idólatras, ni los que cometen adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los tramposos.” 
  • Colosenses 3:5-6 “Haced morir, pues, todo lo que de terrenal hay en vosotros: que nadie cometa inmoralidades sexuales, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y malos deseos, ni sea avaro, que es una forma de idolatría. Estas cosas, por las que viene el terrible castigo de Dios sobre quienes no le obedecen.”
  • Levítico 18:4 “Cumplid mis decretos; poned en práctica mis leyes; vivid conforme a ellos. Yo soy el Señor vuestro Dios.”
  • Gálatas 5:19-20 “Es fácil descubrir cómo se portan quienes siguen los malos deseo cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas, adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se irritan fácilmente, provocan rivalidades, divisiones y partidismos.”

Sobre la Ira

  • Efesios 4:26-27 «Si os enojáis, no pequéis procurad que el enojo no os dure todo el día. No deis oportunidad al diablo.»
  • Colosenses 3:8 «Pero ahora dejad todo eso: el enojo, la pasión, la maldad, los insultos y las palabras indecentes.»
  • Santiago 1:19-20 «Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse; pues la ira humana no produce la vida justa que Dios quiere.»

Sobre la Gula

  • Romanos 13:13 «Portémonos con decencia, como en pleno día. No andemos en borracheras y comilonas, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias.»
  • Eclesiástico 37, 29–31«No te abalances sobre todo lo que más te guste ni te dediques a comer todo lo sabroso. Porque en las muchas comidas exquisitas anida la enfermedad, y el mucho comer produce náuseas. Por falta de moderación, muchos mueren; pero el que se domina tiene larga vida.»
  • Proverbios 23:20-21: «No te juntes con los borrachos ni con los que comen demasiado, pues los borrachos y los glotones acaban en la ruina, y los perezosos se visten de harapos.”

Sobre la Envidia

  • Santiago 3:16 “Donde hay envidias y rivalidades hay también desorden y toda clase de maldad.»
  • Eclesiástico 13:24 “Buena es la riqueza conseguida honradamente, y mala es la pobreza fruto del orgullo.”
  • Eclesiástico 14:9-11 “Al acaparador, todo lo que tiene le parece poco; pero al quitar a los otros, pierde lo suyo. El avaro mira el pan con ansia, pero no pone nada en su mesa. Hijo mío, si tienes algo, úsalo para tu provecho y sé generoso con Dios.”

Sobre la Pereza

  • Proverbios 6:9-11 “¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado! Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.»
  • Romanos 12:11 “Esforzaos, no seáis perezosos y servid al Señor con corazón ferviente.»

 

El pecado nos separa de Dios e impide que sus propósitos se cumplan en nosotros. Todos tenemos luchas. Sea con uno de los siete pecados capitales o cualquier otro, anos hace batallar contra nuestra naturaleza pecaminosa.

Pero Dios nos ha dado las herramientas para vencerlo. Podemos acercarnos a Dios en oración, con actitud humilde y de arrepentimiento. Debemos realizar un buen examen de conciencia y acercanos para recibir los sacramentos. Dios nunca rechaza un corazón que reconoce que ha fallado. Asistir a misa y rencontrarnos con Él.

Porque cuando nos ponemos con humildad ante Dios. Él nos recibe, nos perdona y nos restaura. Nos llena de su Espíritu Santo y nos ayuda a vivir en santidad mostrando su amor.

 

 

 

Ignacio era el segundo o tercer sucesor del apóstol San Pedro en la sede de Antioquía

La vuelta del emperador Trajano a Roma, tras la conquista de la Dacia —la actual Rumanía—, fue celebrada con ciento veintitrés días de espectáculos. Diez mil gladiadores perecieron en los juegos circenses. También fueron devorados por las fieras muchos condenados, por el mero hecho de ser cristianos. Entre ellos el obispo de Antioquía, Ignacio. Detenido y juzgado, el prisionero abandonó la gran metrópoli de Siria hacia Roma, cargado de cadenas y bien escoltado por un pelotón de diez soldados de la cohorte Lepidania. Corría probablemente el año 106, o principios del 107.

 

Ignacio era el segundo o tercer sucesor del apóstol San Pedro en la sede de Antioquía, pues los testimonios no son unánimes. Según un documento del s. IV/V fue discípulo del apóstol Juan. Ante todo era un pastor de almas, enamorado de Cristo y preocupado tan sólo de custodiar el rebaño que le había sido confiado.

Su mejor retrato nos lo proporciona él mismo en las siete cartas que escribió a varias comunidades cristianas mientras era llevado a Roma. Cuatro fueron escritas desde Esmirna a las Iglesias de Éfeso, Magnesia, Tralles y Roma; las otras tres las escribió desde Tróade: a la Iglesia de Filadelfia, a la de Esmirna y al obispo de ésta, Policarpo, en la que le da unos consejos sobre la manera de desempeñar sus deberes de obispo.

Por su contenido, estas cartas tienen un gran interés doctrinal, por el que San Ignacio es uno de los Padres de la Iglesia. Es en ellas donde encontramos por vez primera la expresión “Iglesia católica” para referirse al conjunto de los cristianos.

Bastantes de los temas que tratan vienen determinados por la polémica contra las herejías más difundidas, especialmente el docetismo, que negaba la realidad de la encarnación del Verbo.

 

san Ignacio de Antioquia

 

San Ignacio afirma con energía la verdadera divinidad y la verdadera humanidad del Hijode Dios. Otro punto importante es la doctrina sobre la Iglesia.

San Ignacio considera que el ser de la Iglesia está profundamente anclado en la Trinidad y, a la vez, expone la doctrina de la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Su unidad se hace visible en la estructura jerárquica, sin la cual no hay Iglesia y sin la que tampoco es posible celebrar la Eucaristía.

La jerarquía aparece constituida por obispos, presbíteros y diáconos. Se trata de un testimonio precioso, por su claridad y su antigüedad.

Toda la comunidad debe obedecer al obispo, que representa a Dios, el obispo invisible. Al obispo deben someterse el presbiterio y los diáconos hasta el punto de que, si alguien obra algo a margen de lajerarquía, dice, “no es puro en su conciencia”.

Sobre este mismo punto, refiriéndose a su martirio, llega a afirmar en una de las cartas: “Yo me ofrezco como rescate por quienes se someten al obispo, a los presbíteros y a los diáconos. ¡Y ojalá que con ellos se me concediera entrar a la parte de Dios!”.

Ignacio muestra ser un hombre de gran corazón. Agradece emocionado la finura de la fraternidad de los primeros cristianos, que —apenas conocer su cautiverio— se prodigan con él, le proporcionan lo necesario para el viaje, se ofrecen a acompañarle y a compartir su suerte. Corren a confortarle desde las ciudades vecinas, pero son ellos quienes tornan removidos y contagiados del amor a Dios.

Gracias a su intensa vida interior, San Ignacio intenta hacer el mayor bien posible en los lugares por donde pasa, abriendo a los demás el tesoro de los dones que el Espíritu Santo le ha concedido. Con una gran humildad afirma: “no os doy órdenes como si fuese alguien”, pero su caridad sabe usar tonos enérgicos cuando es necesario: no esquiva corregir aunque duela, ni denunciar la herejía o la desviación disciplinar.

 

 

Este es el propósito principal de las epístolas ignacianas. A lo largo de su viaje, observa y escucha lo que ocurre: rápidamente discierne los viejos errores ya repetidamente combatidos por los Apóstoles, cuya raíz maligna sigue brotando por doquier: el docetismo, que propugnaba un Cristo aparente, no realmente encarnado; el gnosticismo, que disuelve el cristianismo para reducirlo a una ciencia de autosalvación basada en el conocimiento de verdades pseudofilosóficas; las tendencias judaizantes, el rigorismo ético…

Y sobre todo, una doctrina que quiere dividir a la Iglesia en dos bloques contrapuestos, enfrentando a los fieles con el obispo y su presbiterio.

En el saludo inicial de la carta a los romanos, Ignacio se excede y trata a la Iglesia de Roma de forma distinta a como trata a las demás, con especiales alabanzas.

El tono general de la salutación se puede tomar como un testimonio del primado de Roma, aún de mayor interés por provenir del obispo de la sede de Antioquía: una sede antigua, que cuenta a San Pedro como su primer obispo, establecida en una de las ciudades mayores y más influyentes del Imperio, en la que además comenzaron a llamarse cristianos lo seguidores de Cristo.

Para San Ignacio, la vida del cristiano consiste en imitar a Cristo, como Él imitó al Padre. Esa imitación ha de ir más allá de seguir sus enseñanzas, ha de llegar a imitarle especialmente en su pasión y muerte; es de ahí de donde nace su ansia por el martirio:

soy trigo de Dios, y he de ser molido por los dientes de las fieras, para poder ser presentado como pan limpio de Cristo”, dice a los romanos; y al obispo Policarpo le anima: “Mantente firme, como un yunque golpeado por el martillo. De grande atleta es ser desollado y, sin embargo, vencer”.

 

Por otra parte, esa imitación viene facilitada porque Cristo vive en nosotros como en un templo y nosotros llegamos a vivir en Él; por eso los cristianos estamos unidos entre nosotros, porque estamos unidos a Cristo.

En estas cartas se refleja la santidad del obispo de Antioquía, que dejaría una huella imborrable en los cristianos de su época y en la Iglesia para siempre: la de un santo que, como tantos otros en su época, va alegre al martirio, a encontrarse con su Dios.

“Pedid a Cristo por mí para que, por medio de estos instrumentos [las fieras], logre ser un sacrificio para Dios. No os doy órdenes como Pedro y Pablo. Aquéllos eran Apóstoles; yo soy un condenado; aquéllos, libres; yo, hasta ahora, un esclavo. Pero si sufro el martirio, seré un liberto de Jesucristo y en Él resucitaré libre (…). Para mí es mejor morir para Jesucristo que reinar sobre los confines de la tierra. Busco a Aquél que murió por nosotros. Quiero a Aquél que resucitó por nosotros.”

+INFO

https://www.primeroscristianos.com/san-ignacio-de-antioquia/

Carta de San Ignacio de Antioquía a los efesios

Ver en Wikipedia

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