"Los primeros cristianos, a los que hemos de acudir siempre como modelo, dieron un culto amoroso a la Virgen. En las pinturas de los tres primeros siglos del Cristianismo, que se conservan en las catacumbas romanas, se la contempla representada con el Niño Dios en brazos. ¡Nunca les imitaremos bastante en esta devoción a la Santísima Virgen!" (San Josemaría)
Como han puesto en evidencia los estudios mariológicos recientes, la Virgen María ha sido honrada y venerada como Madre de Dios y Madre nuestra desde los albores del cristianismo. En los tres primeros siglos la veneración a María está incluida fundamentalmente dentro del culto a su Hijo.
Un Padre de la Iglesia resume el sentir de este primigenio culto mariano refiriéndose a María con estas palabras: «Los profetas te anunciaron y los apóstoles te celebraron con las más altas alabanzas». De estos primeros siglos sólo pueden recogerse testimonios indirectos del culto mariano. Entre ellos se encuentran algunos restos arqueológicos en las catacumbas, que demuestran el culto y la veneración, que los primeros cristianos tuvieron por María.
Tal es el caso de las pinturas marianas de las catacumbas de Priscila: en una de ellas se muestra a la Virgen nimbada con el Niño al pecho y un profeta (quizá Isaías) a un lado; las otras dos representan la Anunciación y la Epifanía.
Todas ellas son de finales del siglo II. En las catacumbas de San Pedro y San Marceliano se admira también una pintura del siglo III/IV que representa a María en medio de S. Pedro y S. Pablo, con las manos extendidas y orando. Una magnífica muestra del culto mariano es la oración “Sub tuum praesidium” (Bajo tu amparo nos acogemos) que se remonta al siglo III-IV, en la que se acude a la intercesión a María.
Los Padres del siglo IV alaban de muchas y diversas maneras a la Madre de Dios. San Epifanio, combatiendo el error de una secta de Arabia que tributaba culto de latría a María, después de rechazar tal culto, escribe: «¡Sea honrada María! !Sea adorado el Señor!».
La misma distinción se aprecia en San Ambrosio quien tras alabar a la « Madre de todas las vírgenes» es claro y rotundo, a la vez, cuando dice que «María es templo de Dios y no es el Dios del templo» , para poner en su justa medida el culto mariano, distinguiéndolo del profesado a Dios.
Hay constancia de que en tiempo del papa San Silvestre, en los Foros, donde se había levantado anteriormente un templo a Vesta, se construyó uno cuya advocación era Santa María de la Antigua. Igualmente el obispo Alejandro de Alejandría consagró una Iglesia en honor de la Madre de Dios. Se sabe, además, que en la iglesia de la Natividad en Palestina, que se remonta a la época de Constantino, junto al culto al Señor, se honraba a María recordando la milagrosa concepción de Cristo.
En la liturgia eucarística hay datos fidedignos mostrando que la mención venerativa de María en la plegaria eucarística se remonta al año 225 y que en las fiestas del Señor -Encarnación, Natividad, Epifanía, etc.- se honraba también a su Madre. Suele señalarse que hacia el año 380 se instituyó la primera festividad mariana, denominada indistintamente «Memoria de la Madre de Dios», «Fiesta de la Santísima Virgen», o «Fiesta de la gloriosa Madre».
El primer Padre de la Iglesia que escribe sobre María es San Ignacio de Antioquía (+ c. 110), quien contra los docetas, defiende la realidad humana de Cristo al afirmar que pertenece a la estirpe de David, por nacer verdaderamente de María Virgen.
Fue concebido y engendrado por Santa María; esta concepción fue virginal, y esta virginidad pertenece a uno de esos misterios ocultos en el silencio de Dios.
En San Justino (+ c. 167) la reflexión mariana aparece remitida a Gen 3, 15 y ligada al paralelismo antitético de Eva-María.
En el Diálogo con Trifón, Justino insiste en la verdad de la naturaleza humana de Cristo y, en consecuencia, en la realidad de la maternidad de Santa María sobre Jesús y, al igual que San Ignacio de Antioquía, recalca la verdad de la concepción virginal, e incorpora el paralelismo Eva-María a su argumentación teológica.
Se trata de un paralelismo que servirá de hilo conductor a la más rica y constante teología mariana de los Padres.
San Ireneo de Lyon (+ c. 202), en un ambiente polémico contra los gnósticos y docetas, insiste en la realidad corporal de Cristo, y en la verdad de su generación en las entrañas de María. Hace, además, de la maternidad divina una de las bases de su cristología: es la naturaleza humana asumida por el Hijo de Dios en el seno de María la que hace posible que la muerte redentora de Jesús alcance a todo el género humano. Destaca también el papel maternal de Santa María en su relación con el nuevo Adán, y en su cooperación con el Redentor.
En el Norte de África Tertuliano (+ c. 222), en su controversia con el gnóstico Marción), afirma que María es Madre de Cristo porque ha sido engendrado en su seno virginal.
En el siglo III se comienza a utilizar el título Theotókos (Madre de Dios). Orígenes (+ c. 254) es el primer testigo conocido de este título. En forma de súplica aparece por primera vez en la oración Sub tuum praesidium. que –como hemos dicho anteriormente- es la plegaria mariana más antigua conocida. Ya en el siglo IV el mismo título se utiliza en la profesión de fe de Alejandro de Alejandría contra Arrio.
A partir de aquí cobra universalidad y son muchos los Santos Padres que se detienen a explicar la dimensión teológica de esta verdad -San Efrén, San Atanasio, San Basilio, San Gregorio de Nacianzo, San Gregorio de Nisa, San Ambrosio, San Agustín, Proclo de Constantinopla, etc.-, hasta el punto de que el título de Madre de Dios se convierte en el más usado a la hora de hablar de Santa María.
La verdad de la maternidad divina quedó definida como dogma de fe en el Concilio de Efeso del año 431.
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“¿Y después de la muerte del Salvador? María es la Reina de los Apóstoles; se encuentra en el Cenáculo y les acompaña en la recepción de Aquél que Cristo había prometido, del Paráclito; les anima en sus dudas, les ayuda a vencer los obstáculos que la flaqueza humana pone en su camino: es guía, luz y aliento de aquellos primeros cristianos”.(San Josemaría) |
La descripción de loscomienzos de la devoción mariana quedaría incompleta si no se mencionase un tercer elemento básico en su elaboración: la firme convicción de la excepcionalidad de la persona de Santa María -excepcionalidad que forma parte de su misterio- y que se sintetiza en la afirmación de su total santidad, de lo que se conoce con el calificativo de "privilegios" marianos.
Se trata de unos "privilegios" que encuentran su razón en la relación maternal de Santa María con Cristo y con el misterio de la salvación, pero que están realmente en Ella dotándola sobreabundantemente de las gracias convenientes para desempeñar su misión única y universal.
Estos privilegios o prerrogativas marianas no se entienden como algo accidental o superfluo, sino como algo necesario para mantener la integridad de la fe.
San Ignacio, San Justino y Tertuliano hablan de la virginidad. También lo hace San Ireneo. En Egipto, Orígenes defiende la perpetua virginidad de María, y considera a la Madre del Mesías como modelo y auxilio de los cristianos.
En el siglo IV, se acuña el término aeiparthenos —siempre virgen—, que S. Epifanio lo introduce en su símbolo de fe y posteriormente el II Concilio Ecuménico de Constantinopla lo recogió en su declaración dogmática.
Junto a esta afirmación de la virginidad de Santa María, que se va haciendo cada vez más frecuente y universal, va destacándose con el paso del tiempo la afirmación de la total santidad de la Virgen. Rechazada siempre la existencia, de pecado en la Virgen, se aceptó primero que pudieron existir en Ella algunas imperfecciones.
Así aparece en San Ireneo, Tertuliano, Orígenes, San Basilio, San Juan Crisóstomo, San Efrén, San Cirilo de Alejandría, mientras que San Ambrosio y San Agustín rechazan que se diesen imperfecciones en la Virgen.
Después de la definición dogmática de la maternidad divina en el Concilio de Efeso (431), la prerrogativa de santidad plena se va consolidando y se generaliza el título de "toda santa" –panaguía-. En el Akathistos se canta "el Señor te hizo toda santa y gloriosa" (canto 23).
A partir del siglo VI, y en conexión con el desarrollo de la afirmación de la maternidad divina y de la total santidad de Santa María, se aprecia también un evidente desarrollo de la afirmación de las prerrogativas marianas.
Así sucede concretamente en temas relativos a la Dormición, a la Asunción de la Virgen, a la total ausencia de pecado (incluido el pecado original) en Ella, o a su cometido de Mediadora y Reina. Debemos citar especialmente a S. Modesto de Jerusalén, a S. Andrés de Creta, a S. Germán de Constantinopla y a S. Juan Damasceno como a los Padres de estos últimos siglos del periodo patrístico que más profundizaron en las prerrogativas marianas.
Fuente: www.primeroscristianos.com
Oraciones de los primeros cristianos dirigidas a la Virgen María
Ver Virgen María en Wikipedia
Cerca de alli, pasa el bíblico río Jordán, donde Jesucristo fue bautizado y también muy cercano está el Desierto de Judea. En las proximidades se encuentran las poblaciones de: Moav, Arava o Ein Guedi, entre otras. Desde ahí se ve el lugar donde estaban situadas las ciudades de Sodoma y Gomorra. Contemplando el mar muerto en el lugar de su desaparición se pueden comprobar las palabras de Jesucristo: “En verdad os digo que en el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad” (Mt 10, 15). Efectivamente, no queda absolutamente nada.
Durante la primavera del año 74 d.C. cansados de rellertas, de no encontrar un momento propicio para atacar, montaron un “ariete”, maquinaria militar que consistia en una viga muy pesada y reforzada que podria ser de hierro en la mayoria de los casos o de bronze; en uno de los extremos siempre habia la cabeza de un carnero del mismo material de la viga, por lo que la hacia una potente maquinaria de derribo de murallas; muy conocida desde siglos en la milicia romana.
El Ariete era llevado por los soldados con sus brazos. La viga iba suspendida de una torre de madera ayudada por cuerdas.
Desde el año 74 d.C. Masada estuvo bajo el control de Roma. Durante las Cruzadas, fue un lugar de retiro y refugio de los monjes cristianos de Tierra Santa. Después sería abandonada a su suerte, hasta que en 1838 el arqueólogo Edward Robinson encontró e identificó el lugar como Masada. El arqueólogo Szoltan descubrió en 1932 restos de uno de los campamentos romanos de la X Legión Romana. En 1953 Shemariyahu Gutman, explorador, comenzaria a planificar y a catalogar la ciudadela con la ayuda y supervisión del Prof. Yigael Yadin y centenares de voluntarios de todo el mundo.
En 1963 las excavaciones comenzarian casi sin descanso hasta la actualidad. La Universidad Americana de Jerusalén es uno de los centros de Israel que envian estudiantes para seguir trabajando en sus restos. La prestigiosa Sociedad de Exploración Israelí y el Departamento Israelí de Museos y Antigüedades se encargan de su estudio, de dar permisos y de establecer normas. Actualmente Masada tiene horario de visita bajo pago y es uno de los sitios más recorridos por los turistas que visitan Israel.
El triste final de este pueblo. sitiado en la fortaleza más conocida del pueblo de Judea, fue muy llorada y recordada durante la historia por los suyos. Hoy en dia todavia es un lugar de perigrinación para los grupos politicos de Israel y lugar de juramento de lealtad para las tropas israelís en donde proclaman el conocido: “Masada no volverá a caer”. En un lugar alto de la ciudadela hay una gran placa, bajo una bandera del país en la que recuerda para la posteridad lo que allí sucedió, y donde también refleja en hebreo y en inglés la frase del mencionado juramento.
Respecto a los accesos, sólo existían dos senderos que ascendían hasta la fortaleza. Uno de ellos, el "Camino de la Serpiente", consistía en un angosto y escarpado sendero que ascendía sinuosamente por el flanco oriental a lo largo de 30 estadios -5,2 kilómetros-, cuya estrechez y acusada pendiente imposibilitaba un asalto sobre Masada.
El segundo acceso era otro estrecho camino situado en la ladera occidental y custodiado desde la fortaleza, aunque era menos tortuoso, de forma que Silva optó por esta vía. Así, después de numerosos y vanos intentos por abrir una brecha en las murallas de Masada, ordenó construir una rampa (agger) que ascendiera hasta su lado occidental, desde un promontorio denominado la Roca Blanca (Λευκέ), situado a 300 codos -unos 150 metros- por debajo de la cumbre de Masada.
La construcción duró varias semanas, tras utilizar miles de toneladas de piedras y tierra apisonada ubicadas sobre una pendiente de origen natural preexistente, de forma que así quedó construída una de las mayores estructuras de asedio conocidas enépoca romana. Finalmente la rampa alcanzó unos 196 m de base y 100 m de altura, con un 51% de pendiente.
Josefo no registra ninguna acción importante de los sicarios para impedir el avance romano, a diferencia de lo ocurrido en otros asedios anteriores contra fortalezas judías, como por ejemplo en Maqueronte, y cuya causa podría ser la progresiva falta de medios de los sicarios para combatir al ejército sitiador romano. También se ha especulado con la posibilidad de que la rampa hubiera sido erigida por los esclavos judíos del ejército romano, por lo cual los sicarios se habrían mostrado reacios a atacar a otros judíos debido a sus creencias.
Unos tres meses después de haberse iniciado su construcción, y siete meses después de iniciarse el asedio, la rampa fue finalmente terminada en la primavera del año 73, contando en su cumbre con una plataforma cuadrada de 22 metros de lado. Sobre ella se situó una torre de asedio -reforzada con hierro, y de unos 30 metros de altura- junto al exterior de la muralla de Masada, y mientras los artilleros de los pisos superiores de la torre disparaban sus escorpiones y balistas para mantener el parapeto libre de sicarios, un ariete situado en el piso inferior de la torre golpeaba continuamente la muralla hasta que se consiguió abrir una brecha.
Sin embargo, los legionarios descubrieron que los sicarios habían construido una segunda muralla a continuación del parapeto exterior. Cuando el ariete comenzó a golpear esta segunda muralla, los romanos comprobaron que había sido erigida con capas alternas de piedras y madera, de forma que ésta absorbía los golpes del ariete e incluso así se fortalecía, tal como Julio César había comprobado en sus asedios en la Galia un siglo antes; es ésta la razón por la cual este tipo de estructura recibió el nombre de muralla gala (murus gallicus) desde entonces.
Esa misma tarde Silva canceló las embestidas del ariete y envió a un grupo de hombres armados con antorchas para incendiar la muralla interior, que comenzó a arder rápidamente a lo largo de su estructura. No obstante, comenzó a soplar un fuerte viento desde el norte, y de cara al ejército romano, que amenazó la maquinaria de asedio. Pero finalmente cambió de sentido y avivó las llamas, lo cual fue interpretado como un buen augurio.
Entonces Silva ordenó montar una fuerte guardia que custodiara la muralla incendiada, para así evitar que los judíos escaparan por la noche a través de la brecha, ya que su intención era lanzar el asalto definitivo al día siguiente.
Dentro de Masada, los sicarios fueron conscientes de que el asalto final del ejército romano llegaría con el nuevo día. Según el relato de Josefo, el entonces líder de los sicarios, Eleazar ben Yair, reunió esa noche a sus hombres en el palacio occidental, pronunciando un discurso donde propuso darse muerte ellos mismos para evitar ser hechos prisioneros y vendidos como esclavos.
De esta forma, dado que el suicidio como tal es denostado por las leyes del judaísmo, los hombres mataron a sus familias, y posteriormente eligieron por suertes a diez de ellos para quitar la vida al resto. Finalmente, entre estos diez eligieron de nuevo a uno que acabó con la vida de los demás, y antes de darse muerte prendió fuego a la fortaleza, excepto a los depósitos de víveres, para así demostrar a sus enemigos que actuaban por resolución, no por desesperación.
A la mañana siguiente los legionarios romanos colocaron pasarelas sobre la muralla incendiada e irrumpieron en la fortaleza, preparados para combatir alos sicarios, pero se encontraron con un silencio sepulcral y la visión del fuego y de los cuerpos sin vida de sus enemigos. Únicamente hallaron con vida a una anciana y una mujer, parienta de Eleazar, que se habían refugiado junto a sus hijos en una de las galerías subterráneas que conducía a las cisternas, siendo quienes relataron las últimas palabras que el líder sicario pronunció a sus hombres.
Impresionados por la resolución de los sicarios, los romanos perdonaron la vida a los supervivientes, escribiendo Josefo sobre este episodio: "Cuando allí se toparon con el montón de muertos, no se alegraron, como suele ocurrir con los enemigos, sino que se llenaron de admiración por la valentía de su resolución y por el firme menosprecio de la muerte que tanta gente había demostrado con sus obras". Flavio Josefo da como fecha tradicional de la caída de Masada el día 15 de Jántico o Nisán, el primer día de Pésaj, del quinto año de la rebelión judía, el año 3833 en el calendario hebreo. En el calendario juliano esta fecha se situaría en el mes de abril del año 73, ofreciéndose días tan dispares como el 14, el 16 o incluso el 10 de abril.
Otros análisis mencionan la posibilidad de que la conquista de la fortaleza pudiera haber sucedido en la primavera del año 74, un año después de lo tradicionalmente aceptado. Se fundamenta con la presencia en Masada de monedas acuñadas en Ascalón en el verano del año 73, o en inscripciones epigráficas que narran el cursus honorumde Silva, y que discuten que fuera gobernador de Judea antes de abril de ese mismo año. Si se acepta la fecha del 15 de Jántico, la correspondencia con el calendario juliano para ese año establecería la fecha del 31 de marzo del año 74.
https://www.primeroscristianos.com/el-mar-muerto/
Los Misterios Luminosos se refieren a la vida pública de Cristo, y son su Bautismo en el Jordán; su automanifestación en las bodas de Caná; su anuncio del Reino de Dios, con su llamada a la conversión; su Transfiguración; y su institución de la Eucaristía, “como expresión sacramental del Misterio Pascual”, según la carta.
En su carta apostólica, el Santo Padre explicó que “el rosario, aunque de carácter claramente mariano, es en el fondo una oración cristocéntrica” y que tuvo “un lugar importante” en su vida espiritual durante su juventud.
De hecho, dos semanas después de ser elevado a la Cátedra de Pedro, San Juan Pablo II confesó públicamente: “El rosario es mi oración favorita”. El Papa propuso los Misterios Luminosos para “resaltar el carácter cristológico del rosario”. Estos misterios se refieren al “ministerio público de Cristo entre su Bautismo y su Pasión”, explicó el Santo Padre.
Así, en estos misterios «contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelación definitiva de Dios», dijo el Papa, ya que es él quien es «declarado el Hijo amado del Padre en el Bautismo en el Jordán, Cristo es el que anuncia la venida del Reino, lo testimonia con sus obras y proclama sus exigencias”.
San Juan Pablo II también señaló en su carta apostólica que “es durante los años de su ministerio público que el misterio de Cristo es más evidentemente un misterio de luz: 'Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo ' (Juan 9:5).”
Así, para que el rosario “se convierta más plenamente en un 'compendio del Evangelio'”, el Papa consideró oportuno que haya “una meditación sobre ciertos momentos particularmente significativos de su ministerio público, tras la reflexión sobre la Encarnación y la vida oculta de Cristo (los misterios gozosos) y antes de centrarnos en los sufrimientos de su Pasión (los misterios dolorosos) y el triunfo de su Resurrección (los misterios gloriosos)”.
El Papa subrayó que la adición de los Misterios Luminosos se hace “sin perjuicio de ningún aspecto esencial del formato tradicional de la oración, se pretende darle nueva vida y despertar un renovado interés en el lugar del Rosario dentro de la espiritualidad cristiana como una verdadera puerta a las profundidades de la el Corazón de Cristo, océano de alegría y de luz, de sufrimiento y de gloria”.
San Juan Pablo II explicó que cada uno de los misterios de la luz “es una revelación del Reino ahora presente en la persona misma de Jesús”. Esta presencia se manifiesta de manera particular en cada uno de los Misterios Luminosos.
En el bautismo, Cristo “se hizo 'pecado' por nosotros (cf. 2 Cor 5, 21)”, el Padre lo proclama Hijo amado y el Espíritu Santo “desciende sobre él para investirlo de la misión que debe realizar .”
En las bodas de Caná, Cristo, al transformar el agua en vino, “abre el corazón de los discípulos a la fe, gracias a la intervención de María, la primera entre los creyentes”.
Con la predicación del reino y la llamada a la conversión, Cristo inicia “el ministerio de la misericordia”, que continúa a través del “sacramento de la Reconciliación que ha confiado a su Iglesia”.
Para San Juan Pablo II, la Transfiguración es el “misterio de luz por excelencia ”, ya que “la gloria de la Deidad resplandece en el rostro de Cristo cuando el Padre ordena a los asombrados Apóstoles 'escucharlo'”.
La institución de la Eucaristía es también misterio de luz porque “Cristo ofrece su cuerpo y su sangre como alimento bajo los signos del pan y del vino, y testimonia 'hasta el extremo' su amor a la humanidad (Jn 13,1), por cuya salvación él se ofrecerá a sí mismo en sacrificio.”
El Santo Padre señaló que “aparte del milagro de Caná, la presencia de María queda en un segundo plano”. Sin embargo, “el papel que asumió en Caná acompaña de alguna manera a Cristo a lo largo de su ministerio”, con su consejo maternal: “Haced lo que él os diga (Jn 2,5)”.
San Juan Pablo II considera que este consejo es “una introducción adecuada a las palabras y signos del ministerio público de Cristo y forma el fundamento mariano de todos los 'misterios de luz'”.
El Papa propuso entonces que estos misterios de luz se contemplaran los jueves.
FUENTE: www.catholicnewsagency.com
La importancia de Cafarnaum se encuentra en el relato mismo de los Evangelios. Fr. Eugenio Alliata, arqueólogo del Studium Biblicum Franciscanum, explica las características que hacen de este pueblo un lugar inolvidable.
En la Sinagoga Jesús predicó, sanó, habló, aconsejó. Entró aquí muchas veces. Especialmente en el Shabbat —dice el Evangelio— Jesús iba a la sinagoga. Y también es lo primero que encontraron los arqueólogos. La segunda cosa es la casa de Pedro en Cafarnaum.
La casa de Pedro se conocía gracias a la memoria de antiguos peregrinos, quienes decían haber estado en Cafarnaum y haber visitado la casa de Pedro, cuyos muros aún estaban en pie cuando estuvieron aquí. Hablo de peregrinos que vivieron hace más de 1.500 años.
Ahora, las excavaciones han demostrado, de hecho, que la casa data de esa época. Numerosos peregrinos pasaron por esta casa, dejando escritas en las paredes numerosas plegarias, para ellos mismos o para sus seres queridos, dirigidas precisamente a Jesús.
Cada año en el mes de octubre los frailes de la Custodia de Tierra Santa, junto a fieles y peregrinos, se reúnen para celebrar y conmemorar la presencia y los signos de Jesús en este lugar. Desde las orillas del Mar de Galilea la procesión camina por la ciudad de Jesús. La misa fue presidida por Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa. La homilía estuvo a cargo de Fr. Ibrahim Sabbagh, párroco de la Iglesia de la Santísima Anunciación en Nazaret.
Durante la homilía, Fr. Ibrahim habló de la importancia de este lugar, donde Jesús se instaló al comienzo de su vida pública y donde vivió en la casa de Pedro. El Maestro —subrayó— entró en la casa de una familia normal, que luego se convirtió en una “Domus Ecclesia”, un lugar de curación, de milagros y de predicación.
Al pensar un poco en esta casa, también pensé en nuestras casas. Las familias cristianas estamos llamadas por el sacramento del matrimonio a ser una casa-iglesia, una iglesia que resplandece precisamente con la luz increada de Jesús para todas las naciones y todos los pueblos que nos rodean.
Fr. Francesco Patton, custodio de Tierra Santa, destaca que, para los franciscanos, celebrar en Cafarnaum es responder a la misión que les encomendó el papa Clemente VI de celebrar misas y oficios divinos en los santos lugares. Un espacio que se convierte en sacramento y memorial de los acontecimientos del Cristo histórico que habitó en medio de su pueblo.
Todo esto nos dice que Jesús no es una fantasía, un invento de quién sabe qué visionarios que han pensado en inventar un Mesías. Jesús es una figura histórica. Jesús vivió aquí. Jesús habló aquí, aquí sanó.
Y este personaje histórico es el hijo de Dios que se encarnó por nosotros, y si lo seguimos, no solo aquí en Galilea, sino que lo seguimos hasta Jerusalén, descubrimos que además de encarnarse por nosotros, este hijo de Dios se hizo hombre, él es también Aquel que dio su vida por nosotros y venció la muerte por nosotros.
Es Dios quien entra en nuestra historia para salvarnos y nosotros en nuestra historia lo acogemos para ser salvos. Al final de la santa misa, los frutos de la tierra fueron bendecidos y repartidos entre todos los presentes.
https://www.primeroscristianos.com/cafarnaum-testigo-cristo/
ÁLVARO BLANCO
Comisario de la exposición
A lo largo de la historia los pintores han detallado la imagen de Jesús de Nazaret y nosotros vamos a ser partícipes de ver por primera vez ese cuerpo en calidad humana sin la mediación de artistas.
Tras más de 15 años de estudios científicos, se expondrá una obra hiperrealista del hombre cuya silueta aparece plasmada en el sudario.
Yo me acerqué a esta historia de la Sábana Santa, como todos, buscando una explicación científica, forense. Me convertí en uno más. Quedé atrapado en ese vorágine de historia: ¿qué había detrás de esta explicación de la Sábana Santa? Y llegó un momento en el que entendí que las cosas más maravillosas de este mundo no tienen explicación.
El sudario que se expone en Turín, está considerado como la reliquia que envolvió el cuerpo de Jesús de Nazaret tras su muerte.
La ciencia ha confirmado que la tela, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre gravemente torturado. Este presenta las mismas heridas que sufrió Jesús y que narran los Evangelios: las provocadas por la corona de espinas, la flagelación, crucifixión y la lanzada en el costado.
Estaba ante la imagen, al menos que todos tenemos de Jesús de Nazaret, y creo que vais a tener la ocasión de sentir por primera vez en la historia y en el mundo, de estar ante esa imagen y el reflejo de su obra como jamás nunca se ha hecho. Sin ningún tipo de interpretación. Solo con su reflejo. Solo con lo que Él trato de hacer.
La exposición donde está esta imagen hiperrealista de Jesús se inauguró en la Catedral de Salamanca el pasado 13 de octubre. Pero la idea es que recorra todo el mundo para mostrar la recreación más exacta hasta la fecha, de lo que pudo ser el rostro y el cuerpo de Jesús.
https://www.primeroscristianos.com/ciencia-y-sabana-santa/
Se trata de un monasterio que fue incendiado y reducido a ruinas el 21 de agosto de 2015 por las excavadoras de los militantes del llamado Estado Islámico. También habían profanado la tumba de San Giuliano d'Emesa, guardada en el monasterio.
“Como si quisieran borrar lo que habían reconocido como el corazón palpitante del complejo monástico”, explicaba el pasado 4 de octubre la agencia Fides , que también informaba sobre el progreso de las obras de restauración de Deir Mar Elian el-Sheikh, la iglesia de San Pedro. Monasterio de Julian en Quaryatayn, Siria, un centro casi equidistante de Homs, Damasco y Palmyra.
Las obras comenzaron en marzo de 2022, según explicó el padre Jacques Mourad, fundador de este monasterio de rito sirio-católico y a quien se encomendó la restauración.
Monje y sacerdote, el padre Mourad forma parte de la comunidad de Mar Musa, una comunidad monástica muy activa para el diálogo islámico-cristiano y fundada en Siria por el padre Paolo Dall'Oglio, el jesuita italiano desaparecido el 29 de julio de 2013 mientras estaba en Raqqa, en ese momento la capital siria de Isis.
El padre Jacques Mourad recibió el encargo, a partir de la década de 2000, de construir un monasterio y una capilla sobre las ruinas del monasterio de Mar Elian construido hace 1.500 años. Rodeada de olivos y viñedos, la actividad agrícola contribuyó a su subsistencia… hasta mayo de 2015. Cuando también el padre Jacques Mourad fue secuestrado por un comando yihadista en pleno Mar Elián, lugar que fue destruido tres meses después de su secuestro. El monje fue puesto en libertad el 10 de octubre siguiente.
Hoy los trabajos de restauración han ido bien a pesar de "las dificultades ligadas a la situación económica de nuestro país, debido a las sanciones impuestas", explica el padre Mourad. Sin embargo, durante los últimos ocho meses, se ha limpiado el sitio y se han cocido ladrillos de arcilla para levantar el muro perimetral.
Se plantaron doscientos cincuenta olivos porque los árboles frutales, los olivos y las vides habían sido arrancados. Se encontraron las piedras de la puerta de entrada y del baptisterio y se reconstruyeron los muros y el techo de la cripta. La iglesia, que fue incendiada, también fue reparada y equipada con un nuevo altar.
La restauración se llevó a cabo sin limpiar por completo el hollín incorporado en los muros para conservar las huellas visibles del reciente conflicto. Además, un arqueólogo de Homs restauró la tumba de San Julián de Emesa, mártir sanador, venerado por cristianos y musulmanes, con los restos encontrados en el lugar. Además, se han reformado siete dormitorios.
El objetivo era celebrar la fiesta de Mar Elián en el monasterio el 9 de septiembre y recuperar las reliquias de San Julián, encontradas por el padre Jacques y puestas a salvo en Homs. El área alrededor del monasterio fue tomada de ISIS por el ejército sirio en abril de 2016.
Para la fiesta de San Julián, acudieron más de 350 personas de toda la región, así como muchos sacerdotes católicos sirios de toda Siria y amigos musulmanes del monasterio. La ceremonia de rededicación estuvo presidida por monseñor Youhanna Jihad Battah, arzobispo católico sirio de Damasco, y el invitado especial fue el arzobispo ortodoxo sirio de Homs, Mor Timotheos Matta al-Khoury.
Los dos obispos ungieron la cripta y la iglesia restauradas junto con óleo sagrado. La ceremonia se convirtió así en "una maravillosa oportunidad para experimentar la comunión entre las dos Iglesias hermanas", que en el pasado habían vivido períodos de conflicto por la propiedad del monasterio.
«El momento más emotivo - dijo el padre Jacques - fue cuando las reliquias de Mar Elián, San Julián, llegaron a las puertas del monasterio. Un cristiano y un musulmán las trajeron y las colocaron frente al altar». Fueron bendecidos y colocados en un sarcófago. «No era fácil imaginarse poder vivir la alegría de un encuentro así -añadió-. Ciertamente hay una fuerza que va más allá de nuestros límites humanos».
Durante la celebración, un profesor de filosofía, en representación de la comunidad musulmana, invitó a los cristianos a volver a sus casas en Quaryatayn, una ciudad de 30.000 habitantes, en su mayoría sunitas. Antes de caer en manos de ISIS, la ciudad era símbolo de convivencia entre cristianos y musulmanes. Desde 2010 hasta la primavera de 2015, el padre Mourad también se ocupó de la parroquia católica de la ciudad.
https://www.primeroscristianos.com/monasterio-mar-elian/
Fuente: www.terrasanta.net
Además, los frutos de esta fe no se limitaban al ámbito del espíritu. El cristianismo ofrecía también mucho en el terreno de lo material. Lo que motivaba a los cristianos no era sólo la promesa de la salvación, sino también el hecho de que serían recompensados ampliamente aquí y ahora por pertenecer a la Iglesia.
Ser miembro de ella era caro, pero de hecho resultaba una ganga. Es decir, como la Iglesia pedía mucho a sus miembros, poseía recursos para dar mucho. Por ejemplo, como se esperaba que los cristianos ayudaran a los menos afortunados, muchos de ellos recibieron tal ayuda, y todos podían sentirse seguros ante los malos tiempos.
Puesto que se esperaba de ellos que cuidaran de los enfermos y moribundos, muchos recibieron también similares atenciones. Como se les pidió que amaran a los otros, fueron amados a su vez. Y como se les exigía observar un código moral mucho más estricto que el de los paganos, los cristianos -especialmente las mujeres- disfrutaron de una vida familiar más segura.
De modo similar, el cristianismo dulcificó mucho las relaciones entre las clases sociales, precisamente en el momento en el que estaba creciendo la brecha entre ricos y pobres (Meeks y Wilken, 1978).
No predicaba que todos debían o podían ser iguales en riqueza y poder en esta vida, pero sí que todos eran iguales a los ojos de Dios y que los más afortunados tenían el deber prescrito por Dios de ayudar a los necesitados.
Como ha señalado William Schoedel (1991), Ignacio de Antioquía subrayó la responsabilidad de la Iglesia para con las viudas y los niños. En realidad, Ignacio dejó claro que no estaba hablando simplemente de doctrinas acerca de las buenas obras, sino que atestiguaba la realidad de una imponente estructura cristiana de voluntarios y de amor al prójimo. Tertuliano señalaba que los fieles estaban muy dispuestos a hacer donaciones a la Iglesia, pues ésta, a diferencia de los templos paganos, no las gastaba en banquetes opulentos:
"Los fondos de las donaciones no se sacan de las iglesias y se gastan en banquetes, borracheras y comilonas, sino que van destinados a apoyar y enterrar a la gente pobre, a proveer las necesidades de niños y niñas -que no Tienen padres ni medios; y de ancianos confinados en sus casas, al igual que los que han sufrido un naufragio; y si sucede que hay alguno en las minas, o exilado en alguna isla, o encerrado en prisión por sólo la fidelidad a la causa de la iglesia de Dios, son como infantes cuidados por los de su misma fe (Apología, 39).
Recordemos cómo el emperador Juliano el Apóstata reconocía que los cristianos «se entregaban a la filantropía», y cómo ordenó a los sacerdotes paganos que compitieran con ellos. Pero Juliano descubrió pronto que carecía de los medios para esa reforma.
El paganismo había sido incapaz de desarrollar el tipo de voluntariado dedicado a las buenas obras que los cristianos habían estado construyendo durante más de tres siglos; además, el paganismo carecía de las ideas religiosas que hubieran hecho plausibles tales esfuerzos organizados.
Pero, ¿tenía esto importancia? ¿Cambiaron realmente la calidad de vida las buenas obras de los cristianos en la época grecorromana? Los demógrafos modernos consideran que las expectativas de vida son la mejor medida para resumir la calidad de vida. Por tanto, es significativo que A. R. Burn (1953) haya puesto de relieve, basándose en inscripciones, que los cristianos tenían mejores expectativas de vida que los paganos. Si tiene razón...
Rodney Stark,
LA EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO (pag 172)
https://www.primeroscristianos.com/rodney-stark-sociologo/
Rutas y visitas guiadas, este año, permitirán conocer de cerca al Pontífice que se encargó especialmente de los entierros de los creyentes. El 16 de octubre, el evento recorrerá algunas de las catacumbas de Italia.
La quinta edición del Día de las Catacumbas, que tendrá lugar el 15 de octubre, está dedicada al Papa Calixto.
En el año en que se cumple el 18º centenario de la muerte del decimosexto obispo de Roma, que como diácono y consejero personal del Papa Ceferino se encargó de la administración del cementerio de la Vía Apia, el cementerio oficial de la Iglesia de Roma en el siglo III, que entonces tomó su nombre, la iniciativa tiene como tema "Calixto y la invención de las catacumbas".
La Jornada, que ofrece la posibilidad de visitar gratuitamente, previa reserva, varias catacumbas romanas, entre ellas la del Calepodio, donde fue enterrado el Papa Calixto, las de San Calixto -donde fueron enterrados cerca de medio millón de cristianos, entre ellos decenas de mártires y dieciséis Pontífices-, la de Comodilla, la de los Santos Marcelino y Pedro, la de Domitila, la de Priscila, ofrece también talleres para niños y conciertos.
El 16 de octubre, en cambio, la Jornada se desarrollará en algunas catacumbas de Italia.
El programa está disponible en la página web: giornatadellecatombe.
El evento, organizado por la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra, pretende proponer una serie de itinerarios a través de testimonios arqueológicos y artísticos para subrayar la centralidad de la figura de Calixto y recorrer las etapas que llevaron al nacimiento y desarrollo de los cementerios subterráneos.
La comunidad cristiana, se lee en un comunicado de la Comisión de Arqueología Sacra, pronto sintió la necesidad de disponer de un espacio para acoger a los fieles en un lugar de descanso común y garantizar a todos sus miembros, incluso a los más pobres, una sepultura digna, convirtiéndose en portadora de un mensaje de igualdad y fraternidad.
Estos espacios, llamados "cementerios", término derivado del griego que significa "lugar de descanso", reflejan la concepción cristiana de la muerte como tiempo suspendido en espera de la Resurrección.
Las catacumbas consisten en redes de túneles subterráneos excavados, a veces reutilizando espacios preexistentes.
Estos túneles aseguraban la apertura de varias pilas de nichos funerarios superpuestos, así como formas de deposición más articuladas, como los arcosolios y cubículos, a menudo decorados con representaciones de episodios y personajes del Antiguo y del Nuevo Testamento, escenas bucólicas y paradisíacas, y momentos de la vida cotidiana.
Los encargados de la excavación y gestión de los cementerios subterráneos eran los “fossori”, excavadores.
Y son precisamente ellos quienes han sido elegidos como emblema de la quinta Jornada de las Catacumbas: con una especie de pico, la dolabra, dieron forma a los bancos de toba; con linternas, en cambio, arrojaron luz sobre las historias y los símbolos que dejaron los primeros cristianos para expresar su fe en Cristo y la esperanza en la vida eterna.
https://www.primeroscristianos.com/descripcion-de-las-catacumbas/
“Las catacumbas, a la vez que presentan el rostro elocuente de la vida cristiana de los primeros siglos, constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y caridad. Al recorrer las galerías, se respira una atmósfera sugestiva y conmovedora. La mirada se detiene en la innumerable serie de sepulturas y en la sencillez que las caracteriza. Sobre las tumbas se lee el nombre de bautismo de los difuntos.
Cuando se leen esos nombres, se tiene la impresión de oír otras tantas voces que responden a una llamada escatológica, y vienen a la memoria las palabras de Lactancia: “Entre nosotros no hay siervos ni señores; el único motivo por el que nos llamamos hermanos es que nos consideramos todos iguales”.
JUAN PABLO II, “Las catacumbas cristianas constituyen una perenne escuela de fe, esperanza y caridad”)
Ver en Wikipedia
María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —antes de su Asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe a orillas del Ebro.
La documentación que nos habla de la aparición de la Virgen del Pilar hay que retrotraerla a un códice de finales del siglo XIII, en el que se menciona expresamente el título de la imagen de “Santa María del Pilar” .
En 1317 encontramos una ofrenda hecha por Sancho López de Roméu Sanz, donde especifica que lo hace por amor a Dios y a “Santa María del Pilar de Zaragoza” .
Ahora bien, antes de esas fechas hallamos algunos documentos, a partir del siglo IX, que citan la existencia de una “antigua iglesia dedicada a la Santísima Virgen” en la ciudad de Zaragoza.
Veamos algunos ejemplos:
Hacia el año 855, un monje de la abadía de Saint Germain de Paris, llamado Aimonio, en un relato que narra su viaje a España para conseguir unas reliquias de san Vicente Mártir, cuenta que en Zaragoza había una iglesia dedicada a Santa María, madre de todas las iglesias de Zaragoza , y que el diácono san Vicente había sido arcediano de la iglesia de Santa María de esa ciudad.
Esta última información, aunque aislada, tendría también un valor demostrativo adicional, que podría llevarnos a situar la existencia de dicho templo hacia el año 300.
Cuando Alfonso I el Batallador (ca. 1073-1134) reconquista Zaragoza el 1118, el Papa Gelasio II (1118-1119) concedió indulgencias para la restauración del templo derruido de Santa María.
Poco después de la reconquista de Zaragoza, el obispo Pedro Librana dirigía una carta a toda la cristiandad dando cuenta de la victoria de las armas cristianas, y que había sido rescatado el antiguo templo de Santa María, que tantos años había estado en poder de los mahometanos.
También encontramos documentación papal posterior: de Inocencio II en 1141, Eugenio III en 1146 y Alejandro III en 1171, 1179. En todos esos textos se cita a dicha iglesia y a su advocación.
Por consiguiente, se puede afirmar que tenemos noticia desde los albores del siglo IV y durante los siglos posteriores de la existencia en Zaragoza de una iglesia consagrada a la Virgen Santísima. Otra cuestión será la identificación de ese templo con la iglesia del Pilar, pero esto será ya una afirmación que se debería situar en el terreno de la hipótesis.
Sin embargo, los detractores de esta tradición, suelen alegar como argumento principal contra esa creencia, el silencio persistente de la documentación antigua y alto medieval. En efecto, llama la atención que la documentación de la antigüedad cristiana y de la época visigótica y mozarábica callen por completo respecto a este asunto.
Puede resultar sospechoso que autores cristianos del siglo IV, como Aurelio Prudencio, que estuvo en Zaragoza y en esta ciudad compuso su famoso himno en honor de los dieciocho mártires de Zaragoza, no consignara la más mínima alusión a la tradición del Pilar. Lo mismo sucede en el siglo VII con san Braulio, obispo de Zaragoza (619-631), puesto que, en ninguna de sus cartas, ni de sus tratados, ni sermones se menciona este hecho.
Otro tanto, cabe decir de san Ildefonso de Toledo (ca. 600- ca. 667), que redactó un tratado sobre la perpetua virginidad de Santa María, en donde parece que debería haber alguna referencia a esta tradición española, pero no se dice nada sobre ella.
Lo mismo sucede con otros ilustres escritores eclesiásticos visigóticos, como Tajón de Zaragoza o el Biclarense. O también, más tarde, en el siglo IX, con el más preclaro representante de la mozarabía, san Eulogio de Córdoba, que hace un viaje a Zaragoza y a los territorios cristianos del Norte de la Península y mantiene silencio sobre dicha temática.
Más llamativo es el silencio de la liturgia mozarábica en la que se consignan de un modo especial las celebraciones de los santos y fiestas litúrgicas de la Hispania romana y visigótica.
Por otra parte, no obstante la actitud contraria a la tradición de quienes no la aceptan, tampoco se puede prescindir de la opinión favorable de los que la aceptan.
Todo lo que necesitas saber sobre la Virgen del Pilar y sus misterios
by Domingo Ramos Lisson - www.primeroscristianos.com
El yacimiento fue revelado el miércoles pasado cuando una excavadora mecánica penetró el techo de una cueva del Parque Nacional de Playa de Palmahim (centro-oeste) mientras se llevaba a cabo obras de urbanización.
Tiempo después, un grupo de arqueólogos acudió al lugar y descendió por una escalera «hasta el asombroso espacio, que parecía haberse congelado en el tiempo» y accediendo a la cueva funeraria por primera vez desde que fue sellada en la época de Ramsés II, el Faraón asociado al éxodo bíblico de Egipto.
David Gelman, miembro de la AAI, describe el hallazgo como una «película de Indiana Jones» ya que fue «adentrarse en la tierra» y encontrar todo como estaba inicialmente. «Es simplemente increíble», admite Gelman.
También se rescataron vasijas de cerámica y bronce intactas y armas así como algunos cuencos, algunos pintados de rojo y otros con huesos, junto con cálices, ollas, lámparas y puntas de flecha o lanzas de bronce.
Todos estos objetos eran ofrendas funerarias para acompañar a los difuntos en su último viaje al más allá y que se encontraron intactos desde que se colocaron allí hace unos 3.300 años.
Los artefactos serán estudiados con modernos métodos científicos para comprender las costumbres funerarias de esa época, explicó Eli Yannai, experto en la Edad de Bronce de la AAI.
Durante ese período, «en el largo reinado del faraón Ramsés II, de la decimonovena dinastía egipcia, el imperio egipcio controlaba Canaán y proporcionaba condiciones seguras para un amplio comercio internacional.
Estos procesos económicos y sociales se reflejan en la cueva funeraria, que contiene vasijas de cerámica importadas de Chipre y de Ugarit, en la costa norte de Siria, así como de las ciudades costeras cercanas», asegura el arqueólogo.
Según Eli Eskosido, director de la institución, el hallazgo «es único y absolutamente sorprendente», y ha recibido solicitudes de muchos estudiosos para participar en la excavación arqueológica.
Sin embargo, a pesar de que la cueva funeraria fue custodiada tras ser descubierta, varios saqueadores han logrado entrar en ella y robar alguna de las vasijas, informó la AAI, que investiga el caso.