La Misa en las "Domus Eclesiae", «Casas de la Iglesia», no era una reunión informal
El cristianismo fue ilegal en el Imperio Romano hasta el año 313 d.C. en que el emperador Constantino emitió el Edicto de Milán, permitiendo practicar públicamente la fe. Anteriormente, las iglesias eran muy poco frecuentes, la Misa era habitualmente celebrada en casas particulares.
Esas «casas» eran habitualmente de un tamaño considerable, con un patio central o gran habitación que permitía algo ligeramente más formal que una Misa «alrededor de una mesa de comedor».
Los asistentes no se sentaban simplemente alrededor de una mesa o se sentaban en círculo, para nada. Ellos se sentaban o permanecían de pie formalmente, y todos miraban en la misma dirección: hacia el este.
Iglesia de Dura-Europos
En la imagen se puede ver el esquema de una antigua casa-iglesia (más conocidas como Domus Eclesiae) dibujado basándose en una excavación de una casa-iglesia del siglo tercero en Dura-Europos (en la actual Siria).
La sala de la asamblea (assembly room) está a la izquierda y aparece representado un sacerdote u obispo conduciendo una celebración litúrgica (de cara al este) en un altar colocado contra la pared. Un baptisterio aparece a la derecha y un diácono está representado custodiando la puerta de entrada. El diácono solitario en la parte trasera de la asamblea está ahí para «preservar el orden». La imagen inferior muestra el baptisterio de la casa-iglesia de Dura-Europos.
Algo que llama la atención sobre estas liturgias primigenias es lo formales que eran a pesar del hecho de que eran realizadas en unas circunstancias que estaban bastante lejos de ser ideales.
El siguiente texto es de la Didascalia [capítulo XII], un documento escrito aproximadamente sobre el año 250 d.C. Entre otras cosas, da detalles bastante elaborados sobre la celebración de las primeras Misas con esas «liturgias caseras». Incluimos un extracto aquí de este antiguo texto.
«LVII. 2. En vuestras asambleas, en las santas iglesias, reunid al pueblo con la mayor solicitud, preparando atentamente los lugares para los hermanos con mucha prudencia».
Estas «liturgias caseras» no eran reuniones informales. El buen orden y la atenta preparación de los detalles eran esenciales
«3. Que haya un lugar reservado para los presbíteros en la parte de la casa que está hacia oriente».
Incluso en estas misas primigenias, el santuario (el lugar donde los sacerdotes ejercían su ministerio) era un área distinta de aquella en la que los laicos se reunían. La gente no estaba simplemente ahí reunida en torno a una mesa de comedor.
«4. Que el trono del obispo esté situado en medio de ellos para que los presbíteros se sienten junto a él. Asimismo, que los laicos se sienten en lo que queda de la parte oriental»
La oración era conducida de cara al este, no mirando hacia el pueblo.
«5. Lo establecido es que los presbíteros se sienten en la parte oriental de la casa, juntamente con el obispo, después de ellos los laicos, y finalmente las mujeres,»
Los hombres y las mujeres se sentaban en secciones separadas. Esto ha sido tradicional en muchas iglesias hasta tiempos relativamente recientes.
«de modo que, cuando os levantéis para orar, los que presiden se levanten los primeros, después los laicos y finalmente las mujeres. Debéis orar hacia oriente, recordando que está escrito: Alabad a Dios que sube sobre los cielos de los cielos hacia Oriente (Salmo 67,34)»
Todos miraban hacia el este, tanto los sacerdotes como los laicos. Todos miraban en la misma dirección. El texto cita la Escritura como razón de hacerlo así. Dios está hacia el este, el origen de la luz.
«6. En cuanto a los diáconos, que uno de ellos esté constantemente vigilando los dones de la Eucaristía, y que haya otro en la parte de fuera de la puerta para observar a los que entran;»
Era una época de persecución y los cristianos tenían cuidado de admitir a los Sagrados Misterios solamente a bautizados y miembros de buena fe. A nadie le era permitido entrar a la Sagrada Liturgia hasta después de haber recibido el bautismo. Los diáconos vigilaban la puerta para preservar esta disciplina.
«y después, cuando hayáis presentado vuestras ofrendas, que ambos sirvan juntos en la iglesia.»
Una vez que la puerta se había cerrado con llave y la Misa había comenzado, podría parecer que el diácono ocuparía su lugar en el santuario. Sin embargo también parece que uno de los diáconos permanecía fuera del santuario para mantener el «buen orden».
«8. […] Igualmente, es preciso que, en la iglesia, los jóvenes estén sentados aparte, si hay espacio para ello, si no se estarán de pie; los de edad más avanzada estarán sentados aparte. Los niños estarán aparte, o bien su padre y su madre los tomarán consigo y estarán de pie. También los jóvenes estarán aparte, y, si no se dispone de más espacio, estarán de pie detrás de las mujeres. Las jóvenes casadas que tienen hijos estarán aparte, de pie, y las mujeres ancianas y las viudas se sentarán aparte»
Todo esto puede parecer complicado, pero el objetivo era que los asientos se asignaban en función del sexo y la edad: los hombres aun lado, las mujeres en el otro, los ancianos delante, los jóvenes detrás. Además, aquellos que tenían que cuidar de los niños pequeños, permanecían en un área separada. Había una especie de «zona de guardería».
«9. El diácono velará para que cada uno de los que entren vaya a su lugar y no se siente en otro sitio.»
«10. El diácono también deberá velar para que nadie hable, ni duerma, ni se ría o haga señas con la cabeza.»
«11. Porque es preciso que cada uno, con un comportamiento digno y de manera conveniente, esté atento en la iglesia a fin de que sus oídos estén abiertos a la palabra del Señor.»
Esto nos da idea de la relevancia que daban a está celebración de la misa y a la presencia de Cristo en la Eucaristía.
Una tumba familiar de 2.000 años de antigüedad, una de las más elaboradas de Israel, fue descubierta en una excavación arqueológica en la Cueva de Salomé, en el Bosque Lachish, Tel Laquish, en la llanura de Judea.
Mientras se acondicionaba el sitio de cara al acceso público, los arqueólogos desenterraron delante de la cueva un gran patio de 350 metros cuadrados rodeado por muros y con un suelo formado por losas de piedra y mosaicos. Esta sería la monumental entrada del nicho de una importante familia judía de hace 2.000 años, la de Salomé.
En el evangelio apócrifo de Santiago se menciona a una partera que ayudó a María en Belén al momento de dar a luz. Según la tradición cristiana, como la mujer no se creía todavía que María fuera virgen, su mano se congeló hasta que tocó la cuna del niño.
Mientras algunos eruditos aseguran que el evangelista no le da nombre a esta mujer. Otros, sin embargo, se basan en registros arqueológicos encontrados cerca de Jerusalén para afirmar que se trata de Salomé.
Una capilla bizantina
Salomé, la partera, no tiene nada que ver con la princesa de Judea. Aunque muy seguramente coexistieron en la misma época. Ahora, con el hallazgo de una tumba en el sitio arqueológico de Tel Laquish, investigadores del Ministerio de Antigüedades de Israel, aseguran haber encontrado el recinto funerario donde se enterraron sus restos.
La cueva funeraria es de la época del Segundo Templo (siglos VI- I a.C.) y está ubicado a unos 35 kilómetros al suroeste de Jerusalén. El enterramiento fue una tumba de una rica familia judía y un lugar de peregrinación cristiana.
Los investigadores han documentado pruebas de que la cueva continuó en uso durante el periodo bizantino y los primeros compases de la ocupación islámica. En el citado patio se han encontrado vestigios de una serie de puestos donde se vendían lámparas de aceite, hechas con arcilla, que habrían sido utilizadas en las ceremonias religiosas celebradas en el interior del lugar, como una suerte de velas de las actuales iglesias.
La cavidad volvió a salir a la luz hace cuatro décadas debido la acción de los saqueadores. El sitio consta de varias cámaras con múltiples nichos funerarios excavados en la roca y osarios.
Como testimonian las cruces y docenas de inscripciones grabadas en las paredes —algunas en árabe—, la cueva de Salomé, como es conocida hoy en día, fue reconvertida en capilla cristiana dedicada a este personaje y lugar de peregrinación hasta el siglo IX.
«El nombre de Salomé era muy común entre los judíos en el periodo del Segundo Templo y conocido entre las familias asmoneas y herodianas», explicaron los arqueólogos. La tumba familiar atestigua que sus dueños fueron una familia de alto estatus del Sefelá en el periodo del Segundo Templo.
Según los historiadores, el culto a Salomé pertenece a un fenómeno más amplio mediante el cual los peregrinos cristianos del siglo V d.C. encontraron y santificaron lugares judíos. Es posible que el nombre de Salomé apareciese en la antigüedad en alguno de los osarios de la tumba que no se conservan y a partir de ahí se desarrolló la tradición que identifica el sitio con Salomé la partera.
“La tumba familiar es un testimonio de que sus propietarios eran una familia de alto nivel en la planicie de Judea, en la época del Segundo Gran Templo. El culto a Salomé, santificado en el cristianismo, pertenece a un fenómeno más amplio, según el cual, los peregrinos cristianos del siglo V de la era común, encontraron y santificaron sitios judíos.
Es posible que el nombre de Salomé, apareciera en la antigüedad en uno de los osarios de la tumba (que ya no se conservan) y que se desarrollara la tradición que identificara al sitio con Salomé, la partera, y que la cueva pasara a ser venerada por el cristianismo”.
Según Saar Ganor, director delProyecto del Sendero de los Reyes de Judea, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, “una vez que las tareas restauración y desarrollo sean completadas, la explanada y la cueva serán abiertas al público, como parte del Proyecto del Sendero de los Reyes de Judea, en cooperación con el Fondo Nacional Judío y el Ministerio de Jerusalén y Patrimonio.
Este camino, que atraviesa la llanura de Judea, es la espina dorsal del patrimonio cultural del pueblo judío, y abarca decenas de sitios de la época de la Biblia, el Segundo Gran Templo, la Mishná y el Talmud. En las excavaciones llevadas a cabo a lo largo del Sendero de los Reyes de Judea, la Autoridad de Antigüedades de Israel está creando una conexión significativa y profunda para el público en general, entre la arqueología y el patrimonio cultural”.
LA PRESENCIA REAL DE CRISTO EN LA EUCARISTÍA - SIGLOS I AL IV
”El modo de presencia de Cristo sobre las especies eucarísticas es único. Él eleva la Eucaristía por encima de todos los sacramentos y la hace como si fuera la coronación de la vida espiritual y el fin al que tienden en todos los sacramentos.
En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, el cuerpo y la sangre están verdadera, verdadera y sustancialmente contenidos junto con el alma y la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo y, por lo tanto, todo Cristo. Esta presencia se llama real, no por exclusión, como si los otros no fueran reales, pero yo soy autónomo, porque es sustancial y por eso Cristo, Dios y el hombre se convierte en un don completo ”(CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA).
Desde el principio, la Eucaristía ha tenido un papel central en la vida de los cristianos. Maravilla ver la fe y el cariño con el que tratan a Jesús en el Pan eucarístico. Tienen una fe inquebrantable en que el pan y el vino se convierten, por las palabras de la consagración, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo
En varios textos de los siglos I y II, vemos cómo va evolucionando y construyéndose la liturgia de la Iglesia. Emociona comprobar cómo seguimos celebrando la misma Misa que se celebraba en el siglo I: lo podemos ver en la descripción del Santo Sacrificio que San Justino, en el año 155, hace al emperador Antonino Pío; o en la “Traditio Apostólica” de San Hipólito de comienzos del siglo III.
Los textos que exponemos a continuación son una prueba de que ya desde los primeros tiempos del cristianismo (siglo I), en la Iglesia primitiva existía una fe muy clara en la presencia de Jesucristo en el Pan y en el Vino “eucaristizados”.
“ ESTE ES MI CUERPO (…) ESTA ES MI SANGRE ” (Mateo 26, 26-28)
DIDACHE
“En cuanto a la Eucaristía, celébrala de la siguiente manera (…) nadie debe comer ni beber de tu Eucaristía si no está bautizado en el nombre del Señor, porque el Señor dijo al respecto, no des cosas sagradas a los perros ”(9, 1.5).
IGNACIO DE ANTIOQUIA
“Se apartan de la Eucaristía y la oración porque no profesan que la Eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, que sufrió por nuestros pecados y que, en su bondad, el Padre ha resucitado ” (Carta a los Esmirnos 4,1).
“Esforzaos, por lo tanto, por usar de una sola Eucaristía; pues una sola es la carne de Nuestro Señor Jesucristo y uno sólo es el cáliz para unirnos con su sangre, un solo altar, como un solo obispo junto con el presbítero y con los diáconos consiervos míos; a fin de que cuanto hagáis, todo hagáis según Dios” (Carta a los de Filadelfia, 4).
“No me complace la comida corruptible, ni disfruto los placeres de esta vida. Deseo el pan de Dios, que es la carne de Jesucristo, del linaje de David, y de bebida deseo su sangre, que es amor incorruptible ”(carta a los Romanos 7.3).
SAN JUSTINO
”Este alimento se llama entre nosotros 'Eucaristía' en el que nadie puede participar a menos que crea que nuestras enseñanzas son verdaderas y sea lavado en el baño del bautismo que trae la remisión de los pecados y la regeneración, y vive de acuerdo con lo que Cristo nos enseñó .
De hecho, no tomamos estas cosas como pan o bebida ordinaria, sino de la manera en que Jesucristo, nuestro Salvador, hecho carne en virtud de la palabra de Dios, tuvo carne y sangre para nuestra salvación, por eso nos enseñó que, en virtud de la oración al verbo que viene de Dios, alimentarse del que se dijo Acción de Gracias - alimento del que, por transformación, nuestra sangre y nuestra carne se nutren - es la carne y la sangre de ese mismo Jesús encarnado.
Así es como los apóstoles en las memorias que escriben llamaron los Evangelios, nos transmiten que así les fue ordenado, cuando Jesús,tomando pan y dando gracias, dijo: haced esto en memoria mía. Este es mi cuerpo; e igualmente, tomando la copa y dando gracias, dijo: Esta es mi sangre" (1 Apología 66, 1-3).
SAN IRENEO DE LION
"Aconsejando también a sus discípulos que ofrecieran a Dios las primicias de sus criaturas, no porque él lo necesitara, sino para que no parecieran inoperantes e ingratas, tomó el pan que viene de la creación, dio gracias, diciendo: Este es mi cuerpo; Asimismo, tomó la copa, y viene cuando nosotros, los de la creación, declaramos su sangre y establecimos la nueva oblación del nuevo testamento.
Esta es la misma oblación que la iglesia recibió de los Apóstoles y que, en todo el mundo, ofrece a Dios que nos da de comer, como Primicias de los dones de Dios" (Contra herejías 4,17, 5).
"En cuanto a nosotros, nuestra manera de pensar y estar de acuerdo con la Eucaristía, y esta confirma nuestra doctrina, porque ofrecemos lo que ya es suyo, proclamando, como es justo, la comunión y unidad de la carne y el espíritu. Como el pan que sale de la tierra, al recibir la invocación de Dios, ya no es el pan ordinario, sino la Eucaristía, compuesta de dos elementos: terrenal y celestial; Asimismo, nuestros cuerpos, porque reciben la Eucaristía, ya no son corruptibles, porque tienen la esperanza de la Resurrección" (Contra las herejías 4,18, 3-4).
”Así como la semilla de la vid, depositada en la tierra después da fruto, y el Grano de Trigo caído en la tierra y destruido, resurge multiplicado por la acción del Espíritu de Dios que todo lo sostiene y, entonces, por el trabajo de los hombres, estas cosas se hacen vino y pan para lo que por la palabra de Dios se convierten en la Eucaristía, es decir, en el cuerpo y la sangre de Cristo.
De la misma forma; nuestros cuerpos, nutridos por esta Eucaristía, después de descomponerse, resucitarán en su tiempo, cuando la palabra de Dios los hará elevar a la gloria de Dios Padre,porque dará inmortalidad a lo corruptible ya que el poder de Dios se manifestará en la debilidad"(Contra herejías 5,2, 2-3)
TERTULIANO DE CARTAGO
“Por lo tanto, por el sacramento del pan y el cáliz, ya hemos probado en el evangelio la verdad del cuerpo y la sangre del Señor, contraria al fantasma predicado por Marción (Contra Marción 5: 8).
“El sacramento de la Eucaristía encomendado por el Señor durante la cena y a todos, también lo tomamos en las reuniones antes del amanecer y no de manos ajenas sino de quienes presiden (…) Sufrimos angustia si algo cae de nuestro cáliz o también de nuestro pan ”(De la corona 3)
HIPÓLITO DE ROMA
“Que todos los fieles se apresuren a recibir la Eucaristía, antes de intentar nada. Si lo recibe porque tiene fe, lo que se le dé más tarde, aunque sea mortal, no puede dañarlo.
Hacer todo lo posible para que el infiel no pruebe la Eucaristía, o que lo haga una rata u otro animal, y que ninguna parte de ella se caiga y se pierda: es el cuerpo de Cristo, que deben comer los creyentes y no hay que descuidarlo ”(Tradición Apostólica).
ORÍGENES DE ALEJANDRIA
“¿No tienes miedo de comulgar el cuerpo de Cristo y acercarte a la Eucaristía como si fueras limpio y puro? ¿Cómo puedes despreciar el juicio de Dios? ¿No recuerdas que está escrito: 'por eso hay muchos entre ustedes débiles, enfermos y muchos que mueren'? ¿Por qué muchos son débiles? porque no se juzgan a sí mismos, no nos examinamos, no entienden lo que significa participar en la iglesia, ni [entienden] lo que es acercarse a tantos y tan exquisitos sacramentos. Sufren lo que suelen sufrir los que tienen fiebre. cuando se atreven a comer de los manjares de Santos, es decir, se arruinan a sí mismos ”(Comentarios sobre los Salmos 37,2,6).
“No, al contrario, damos gracias al creador de todo; comemos el pan ofrecido con acción de gracias y oración por los dones recibidos a través de la oración eucarística en un cuerpo santo y santificador que lo usa con propósito" (Contra Celso 8.33).
“Conócete a ti mismo, que estás acostumbrado a ver los misterios contándolos: cuando recibimos el cuerpo del Señor, lo guardas con todo mimo y veneración, para que nada caiga de él, ni desaparezca nada del don consagrado; esto se debe a que, como sabes, serán acusados, y por una razón justa, si se perdió algo por negligencia" (Homilía sobre Éxodo 13, 3).
“Por tanto, si pasáis con él (Jesús) a celebrar la Pascua, os dará la copa del nuevo pacto y también el pan de bendición; dará su cuerpo y su sangre ”(homilía sobre Jeremías 19:13).
”[Anteriormente,] el maná era alimento en Enigma; ahora, claramente la carne de la palabra de Dios es verdadera comida como él mismo dice: mi carne es verdaderamente comida y mi sangre es verdaderamente bebida (homilía sobre el número 7.2).
SAN HILARIO DE POITIERS
“El verbo se hizo realmente carne y nosotros, en la comida del Señor, recibimos realmente la carne del verbo (…) Él nos da tanto la realidad de su carne como la realidad de su divinidad en el sacramento de su carne” (De la Trinidad 8, 13)
“Si es cierto que 'la palabra se hizo carne', también es cierto que en el alimento sagrado (Eucaristía) recibimos la palabra hecha de carne. Por tanto, debemos estar convencidos de que quien (…) también se fundió en el sacramento que comunica su carne con la naturaleza de la eternidad (…) por su carne, permanece en nosotros, en nosotros y nosotros en él. (…) Él mismo testifica que estamos en un alto grado en él, a través del Sacramento en el que nos comunica su carne y su sangre (…) esta es, por tanto, la fuente de nuestra vida: la presencia de Cristo a través de su carne en nosotros. ”(De la Trinidad 8.13 rasgo 16)
“Él mismo dice: 'Mi carne es verdaderamente comida y mi sangre es verdaderamente bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, conmigo permanece y yo con él ”(Juan 6,56). En cuanto a la verdad de la carne y la sangre, no cabe duda: es verdaderamente carne y verdaderamente sangre, como vemos por la propia declaración del Señor y por nuestra fe en sus palabras. Esta carne, una vez comida, y esta sangre, bebida, nos hacen también uno en Cristo y a Cristo en nosotros. ”(de la Trinidad).
SAN ATANASIO DE ALEJANDRIA
“Verás a los levitas traer pan y una copa de vino, y colocarlo sobre la mesa. Mientras no se hagan las invocaciones y oraciones, no hay más que pan y vino en el cáliz, sin embargo, después de que se hayan dicho las grandes y admirables oraciones, entonces el pan se convierte en el cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo y el vino y se convierte en tu sangre. (Al recién bautizado pág. 26,325 ).
SAN CIRILO DE JERUSALÉN
“Por tanto, habiendo pronunciado y dicho sobre el pan: 'Este es mi Cuerpo', ¿quién se atreverá a dudar de él a partir de entonces? Y habiendo afirmado y dicho: "Esta es mi Sangre", ¿quién puede dudar y decir que no es Su Sangre? (…) En otra ocasión, con su señal, convirtió el agua en vino en Caná de Galilea. Entonces, ¿no deberíamos creerlo cuando convierte el vino en sangre? (…)
Así, con total seguridad, participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. Esto es porque en la figura del pan se te da el Cuerpo, y en la figura del vino se te da la Sangre, para que, habiendo participado del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, seáis corpóreos y consanguíneos a Él. Nos convertimos así en 'Cristóforos', es decir, portadores de Cristo, cuyo Cuerpo y Sangre difunden nuestros miembros.Y luego, como dice San Pedro, "participamos de la naturaleza divina" (2Pd 1,4). En efecto, no lo consideres mero pan y mero vino, porque son el Cuerpo y la Sangre de Cristo, según la fe: cree firmemente, sin ninguna duda, que has sido hecho digno del Cuerpo y la Sangre de Cristo ” (Lecturas catequéticas 4.1-2.6).
"Y aunque los sentidos no puedan sugerirlo, la fe debe confirmarlo con confianza. No juzgues la cosa por el gusto, sino por la fe, llénate de confianza, sin dudar que fuiste juzgado digno del Cuerpo y la Sangre de Cristo ”respectivamente, Cuerpo y Sangre de Cristo, según la afirmación del Señor"(Lecturas catequéticas 4.3.6).
“El pan que parece pan no es pan, aunque se ve y sabe a pan, pero es el Cuerpo de Jesús. El vino, aunque parezca vino por su sabor y color, no es vino, sino la Sangre del Señor ”.
SAN GREGORIO DE NISA
“Aunque son de poco valor antes de la bendición, después de la santificación que viene del Espíritu, ambas cosas [- el pan y el vino -] funcionan excelentemente” (Del bautismo de Cristo).
SAN AMBROSIO DE MILÁN
“Quizás digas: 'Mi pan es pan común'. Sin embargo, este pan es Pan antes que palabras sacramentales. Tan pronto como tiene lugar la consagración, el pan que es, se convierte en la Carne de Cristo ”(De los Sacramentos 4).
“El Señor mandó y se hizo el cielo; el Señor mandó e hizo la tierra; el Señor ordenó y se hicieron los mares; el Señor ordenó y generó todas las criaturas. Vea, por tanto, cuán eficaz es la palabra de Cristo. Si la palabra del Señor Jesús es tan poderosa que, a través de ella, comienza a ser lo que antes no era, cuánto más tendrá que ser para que las cosas que ya eran sean y se conviertan en otra cosa ”( De los sacramentos 4,4,15).
“Confirmemos la verdad del misterio de la Eucaristía con el ejemplo de la Encarnación: ¿el nacimiento de Cristo fue precedido por un proceso natural? (…) Es evidente que de la Virgen nació por encima del orden natural. Ahora, el cuerpo que consagramos nació de la Virgen. ¿Por qué buscas ordenar el Cuerpo de Cristo (= Eucaristía) cuando por encima de la naturaleza nació el Señor de la Virgen? La carne de Cristo, crucificado y sepultado, era verdadera; por tanto, este sacramento es verdaderamente de su carne ”.
“Sabes, pues, que lo que recibes es el Cuerpo de Cristo (…) dice [el sacerdote], quien, en vísperas de su pasión, tomó el pan en sus santas manos. Antes de la consagración es pan, pero en cuanto se añaden las palabras de Cristo, es el Cuerpo de Cristo (…) Antes de las palabras de Cristo, el cáliz está lleno de vino y agua; pero mientras actúan las palabras de Cristo, allí se hace la sangre de Cristo que redimió al pueblo ”.
“A pesar de las apariencias de pan y vino, sin embargo, debemos creer que, después de la consagración, no hay nada más en ellos que el Carne y Sangre de Cristo ”.
SAN JUAN CRISÓSTOMO
“Te lo suplicamos: envía tu Espíritu Santo sobre nosotros y sobre estas ofertas. Haz de este pan el precioso Cuerpo de tu Cristo, transformándolo con tu Espíritu Santo. Amén. A todos los que lo reciban, sea provechoso para el alma, el perdón de los pecados, la comunión de tu Espíritu Santo, la plenitud del Reino de los Cielos, confíen en Ti y no para el pecado y la condenación ”(Anáfora) .
“[El sacerdote] dice: 'Este es mi Cuerpo'. Esta palabra transforma las cosas ofrecidas, al igual que esa palabra: 'Crecer y multiplicarse; llenad la tierra '(Gn. 1:28), aunque se dice una sola vez, llena nuestra naturaleza de fuerza para procrear hijos. Así, esta palabra (= 'Este es mi Cuerpo'), habiendo sido dicha una sola vez, desde ese tiempo hasta hoy y hasta la venida del Señor, obra el sacrificio perfecto en todas las iglesias (…) [Sobre el altar, ] allí yace Cristo inmolado ”(Homilía 1).
“Su Cuerpo está ahora ante nosotros [en el altar]” (Homilía sobre Mateo 50, 2).
“No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sino el mismo Cristo, quien fue crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras, pero su eficacia y gracia son de Dios. 'Este es mi Cuerpo' - dice. Estas palabras transforman lo ofrecido ”(Prod. Jud. 1.6).
Historias del Antiguo Testamento que son corroboradas
El Antiguo Testamento es una de las dos patas de las que consta la Biblia. Un fragmento que muchas veces es considerado como legendario o mitológico y, sin embargo, existen pruebas arqueológicas de que muchas de las historias del Antiguo Testamento fueron reales.
El autor Dave Armstrong, en la web National Catholic Register, enumera 15 elementos que han sido contrastados por la ciencia moderna y que podrían haber ocurrido de verdad.
1. El diluvio pudo existir y ser local
Las pruebas arqueológicas existentes demostrarían que hubo una inundación hacia el 2900 a. C. en la llanura de Mesopotamia (actualmente el sur de Irak), en un área plana entre dos grandes ríos (el Tigris y el Éufrates).
Así lo aseguró el arqueólogo Lonard Wooley mientras excavaba la antigua ciudad bíblica de Ur. Las aguas del diluvio tardaron 10 meses en desaparecer (Génesis 7:11; 8:13).
Un hecho nada raro si se tienen en cuenta otros ejemplos de la historia como las inundaciones de 1926-1927 en Luisiana, cerca del río Mississippi (EE.UU). En este caso llovió durante ocho meses y las aguas tardaron un año en desaparecer.
2. Abraham vivió en Beerseba… en el desierto
Los escépticos siempre han dicho que el patriarca Abraham no vivió en la ciudad de Beerseba y que esto era un anacronismo, ya que dicha ciudad no existía en su tiempo.
Sin embargo, en ninguna de las once menciones que hace la Biblia aparece un pueblo, y mucho menos una ciudad. La primera mención, durante la vida de Abraham (Génesis 21:14), se refiere al «desierto de Beerseba».
3. Sodoma y Gomorra: juzgadas con «azufre y fuego»
En Génesis 19:24, la Biblia habla de la destrucción que hace Dios de las ciudades pecadoras de Sodoma y Gomorra.
La ciencia actual propone que esto pudo deberse al estallido de un meteorito en el aire en 1750-1700 a. C, en vida del propio Abraham. La explosión fue tan fuerte que las rocas se convirtieron en vidrio.
4. José fue vendido como esclavo por «20 siclos»
El código Hammurabi (1750 a. C.) y los archivos de Mari (1761 a. C.) confirman que el precio de los esclavos en la época de José era de 20 siclos.
La arqueología asegura que José costó según el precio de mercado de la época.
5. Los pactos en Éxodo, Levítico y Deuteronomio: propios de la época
Se conocen más de 100 documentos de pactos de la antigua Mesopotamia y Egipto. Y tendrían vinculación con los pactos que se hacen en los libros bíblicos de Éxodo, Levítico y Deuteronomio.
La forma de estos pactos de entre 1350 a. C. y 1180 a. C (a diferencia de los anteriores y posteriores) podrían ser muy similares a los egipcios.
Esto se debería a que se hicieron en vida de Moisés, que fue criado por la hija del Faraón (Éxodo 2:10), y que habría tenido grandes oportunidades de aprender sobre leyes egipcias.
6. El rollo que demuestra la cuota de los esclavos egipcios
Un rollo egipcio que data del año quinto del reinado del faraón Ramsés II (1275 a. C.) menciona que los esclavos eran responsables de una cuota de 2.000 ladrillos de barro (Éxodo 5:8- 5:19).
7. Dios alimentó a los israelitas con codornices
La Biblia sitúa las codornices en la península del Sinaí, específicamente a lo largo de las costas (Éxodo 16:1) y durante la primavera (Éxodo 16:1; Números 10:11, 11:31, 34).
La ciencia moderna ha confirmado migraciones anuales y masivas de codornices en primavera, que se alinean perfectamente con las descripciones hechas por la Biblia.
8. Moisés sacaba agua de las rocas en el desierto
En los libros de la Biblia de Éxodo 17:6, Números 20:10 y Deuteronomio 8:15, se muestra a Moisés sacando agua de las rocas en el desierto.
Esto podría deberse a que la Península del Sinaí contiene mucha arenisca y piedra caliza, que son rocas porosas, capaces de absorber y almacenar agua. En condiciones de mucho calor, desarrollan una costra dura que, si se golpea lo suficientemente fuerte, puede hacer que el agua fluya.
9. Jericó no existía en la época de Josué, por alguna razón
Los escépticos aseguran que la arqueología no proporciona evidencias de que Jericó existiera en la época de Josué (1200 a. C.), cuando la Biblia afirma que sus muros se derrumbaron (Josué 6:20).
Podrían tener razón, pero hay una explicación lógica para esto. Jericó está muy cerca del Mar Muerto, uno de los lagos más salados del mundo. La erosión por culpa de la sal y de una larga temporada de lluvias (de finales de octubre a abril) pueden explicar la erosión masiva de los muros de la ciudad.
10. David no es tan mítico como el rey Arturo: fue real
Mientras los historiadores mitificaban al rey David, algo cambió en julio de 1993. En el norte de Israel se descubría la estela de Tel Dan, que data del siglo IX a. C., y que contenía la frase «Casa de David» (1 Samuel 20:16).
11. El profeta Amós vivió en el siglo VIII a. C.
Entre los relatos de la Biblia hay una referencia a un terremoto que ocurrió en Jerusalén, la capital del reino de Judá. Hoy, gracias a unas excavaciones en el Parque Nacional de la ciudad de David, se han encontrado evidencias de que este, efectivamente, se produjo, hace 2800 años.
El profeta Amós, dice: «Estas son las palabras de Amós, que era un pastor de Tecoa. Tuvo una visión acerca de Israel durante los reinados de Uzías en Judá, y de Jeroboán hijo de Joás en Israel. Esto sucedió dos años antes del terremoto» (Am 1.1-2).
12. Ezequías reinó hacia el 715– 687/6 a. C.
En el Antiguo Testamento, Ezequías es uno de los reyes que se mencionan en la genealogía de Jesús. En 2015, se encontró el sello del rey bíblico Ezequías en la parte más antigua de Jerusalén. Estaba fechado entre el 727 y el 698 a. C.
Ezequías fue el encargado de cavar el famoso túnel que lleva su nombre (2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:2–4,30; Isaías 22:11) y que hoy se puede visitar.
13. El profeta Isaías vivió desde el 740 al 681 a C.
En el Antiguo Testamento, Isaías fue uno de los mayores profetas de Israel. La tradición hebrea cree que nació alrededor del 765 a. C. en Jerusalén y el cristianismo le atribuye el anuncio del nacimiento, el sacrificio y la gloria de Jesús.
En 2018 se encontró en Jerusalén un sello con su nombre. Los arqueólogos que trabajan en las ruinas del templo de esta ciudad localizaron un pequeño sello de arcilla llamado bulla. En su interior figura el nombre Yesha’yah[u] (Isaías) en letras hebreas junto a la expresión NVY. Parecen las primeras letras de la palabra nun-beit-yod-aleph, que significa literalmente profeta.
14. El profeta Jeremías vivió del 650 al 570 a.C.
Existen 19 pruebas arqueológicas separadas e independientes que así lo demuestran.
15. Nabónido llegó a ser rey de Babilonia
El que se conoce como último rey de Babilonia (556–539 a. C.) no se menciona en ninguna parte de la Biblia.
En cambio, su hijo Belsasar es llamado «rey de Babilonia» (Daniel 7:1; cf. 5:1, 5-10, 13, 30; 8:1). Eso se debe a que su padre estuvo en el extranjero durante 10 años, por lo que actuó como su regente (por lo tanto, podría llamarse «rey»).
Historias del Antiguo Testamento que han sido corroboradas.
Gracias a los testimonios de los primeros cristianos, podemos conocer cómo era la Eucaristíadel siglo II. Glosando la famosa descripción de San Justino Mártir en su libro Apología I, encontramos algunos elementos invariables hasta nuestros días.
La liturgia de la Eucaristíase desarrollaba conforme a una estructura fundamental que comprende dos grandes momentos y que forman una unidad básica: la liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística.
El origen: la Última Cena
Dice Ratzinger: «La liturgia cristiana tiene su origen en el Cenáculo, en el que se anticipó el misterio pascual de la muerte y resurrección y se abrió a una actualización cultual en el presente».
La liturgia cristiana parte de los gestos sencillos de aquella gran hora de Jesús. El contexto pascual de aquella cena explica también la presencia de la Palabra: porque Jesús pronunció una bendición y dio gracias, con una alusión evidente a la oración judía de alabanza y agradecimiento (llamada berakah). Asimismo, las fuentes hablan de que antes de salir a Getsemaní (Mt 25,30) cantaron unos salmos, el gran Hallel (Salmos 113-117).
Testimonio de San Justino
«El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo. Se leen las memorias de los Apóstoles y los escritos de los profetas, tanto tiempo como es posible. Cuando el lector ha terminado, el que preside toma la palabra para incitar y exhortar a la imitación de tan bellas cosas.
Luego nos levantamos todos juntos y oramos por nosotros […] (Apología, 1, 67) y por todos los demás donde quiera que estén, […] a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones y seamos fieles a los mandamientos para alcanzar así la salvación eterna. Cuando termina esta oración nos besamos unos a otros. Luego se lleva al que preside a los hermanos pan y una copa de agua y de vino mezclados.
El presidente los toma y eleva alabanza y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espíritu Santo y da gracias (en griego: eucharistian) largamente porque hayamos sido juzgados dignos de estos dones.Cuando terminan las oraciones y las acciones de gracias, todo el pueblo presente pronuncia una aclamación diciendo: Amén. […]
Cuando el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo le ha respondido, los que entre nosotros se llaman diáconos distribuyen a todos los que están presentes pan, vino y agua ‘eucaristizados’ y los llevan a los ausentes» (Apología, 1, 65).
El testimonio explicado
Al inicio trata sobre el marco o contexto en el que se desarrolla la celebración: «El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo». Vemos que la asamblea cristiana se reúne el “día del sol”. Hace referencia al primer día de la semana, más tarde llamado “domingo”, día del Señor, en recuerdo de Su Resurrección. Una celebración semanal, matutina, festiva y para una comunidad concreta.
Liturgia de la Palabra
Más adelante, san Justino recoge los elementos de la liturgia de la Palabra. En efecto, los cristianos se separaron enseguida de los sacrificios del Templo, pero seguían reuniéndose en el atrio de Salomón y participaban allí en la celebración de la palabra y en la oración de Israel.
Leían la Escritura referida a Cristo. Pero pronto fue necesario organizar una celebración de la palabra unida a la eucarística. Hay eco de esto en el relato de los discípulos de Emaús: «En el camino les explicaba las Escrituras, luego sentándose a la mesa con ellos, tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio» (Lc 24, 13-35). Encontramos, por tanto:
1. Lecturas de los libros de la Sagrada Escritura, del Nuevo y del Antiguo Testamento: «Se leen las memorias de los Apóstoles y los escritos de los profetas…».
2. Homilía: «Cuando el lector ha terminado, el que preside toma la palabra…».
3. Oración universal: «Luego nos levantamos todos juntos y oramos por nosotros y por todos los demás donde quiera que estén, a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones…».
4. Rito de la paz: «Cuando termina esta oración nos besamos unos a otros». Actualmente este gesto tiene lugar antes de la comunión, aunque se está estudiando la posibilidad de cambiar su lugar (cfr. Sacramentum caritatis, n. 49).
Liturgia Eucarística
En segundo lugar, presenta la liturgia eucarística propiamente dicha:
1. Presentación del pan y del vino: «Luego se lleva al que preside a los hermanos pan y una copa de agua y de vino mezclados».
2. Acción de gracias consecratoria: “El presidente los toma y eleva alabanza y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espíritu Santo y da gracias largamente (…). Cuando terminan las oraciones y las acciones de gracias, todo el pueblo presente pronuncia una aclamación diciendo: Amén».
3. Comunión: «Cuando el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo le ha respondido, los que entre nosotros se llaman diáconos distribuyen a todos los que están presentes pan, vino y agua ‘eucaristizados’ y los llevan a los ausentes». Vemos ya la praxis de la comunión de los creyentes; asimismo, quienes estaban ausentes por enfermedad recibían en sus casas la comunión.
Se pueden observar los elementos de continuidad entre la Última Cena, las reuniones de los primeros cristianos para celebrar la Eucaristía y la Santa Misa de hoy día. Ser conscientes de este origen apostólico ayuda a nuestra fe. Vivimos la comunión de los santos, celebramos la fe que nos han legado y que estamos llamados a transmitir.
«Después de ser lavado de ese modo, y adherirse a nosotros quien ha creído, le llevamos a los que se llaman hermanos, para rezar juntos por nosotros mismos, por el que acaba de ser iluminado (bautizado), y por los demás esparcidos en todo el mundo. Suplicamos que, puesto que hemos conocido la verdad, seamos en nuestras obras hombres de buena conducta, cumplidores de los mandamientos, y así alcancemos la salvación eterna.
Terminadas las oraciones, nos damos el ósculo de la paz. Luego, se ofrece pan y un vaso de agua y vino a quien hace cabeza (cf. I Timoteo V, 17), que los toma, y da alabanza y gloria al Padre del universo, en nombre de su Hijo y por el Espíritu Santo. Después pronuncia una larga acción de gracias por habernos concedido los dones que de Él nos vienen.
Y cuando ha terminado las oraciones y la acción de gracias, todo el pueblo presente aclama diciendo: Amén (cf. I Corintios XIV, 16), que en hebreo quiere decir γένοιτο (así sea). Cuando el primero ha dado gracias y todo el pueblo ha aclamado, los que llamamos diáconos dan a cada asistente parte del pan y del vino con agua sobre los que se pronunció la acción de gracias, y también lo llevan a los ausentes.
A este alimento lo llamamos Εὐχαριστία (Eucaristía). A nadie le es lícito participar si no cree que nuestras enseñanzas son verdaderas, ha sido lavado en el baño de la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó.
Porque no los tomamos como pan o bebida comunes, sino que, así como Jesucristo, Nuestro Salvador, se encarnó (cf. San Juan I, 14) por virtud del Verbo de Dios para nuestra salvación, del mismo modo nos han enseñado que esta comida –de la cual se alimentan nuestra carne y nuestra sangre– es la Carne y la Sangre del mismo Jesús encarnado, pues en esos alimentos se ha realizado el prodigio mediante la oración que contiene las palabras del mismo Cristo.
Los Apóstoles –en sus comentarios, que se llaman Evangelios– nos transmitieron que así se lo ordenó Jesús cuando, tomó el pan y, dando gracias, dijo: “Haced esto en conmemoración mía; esto es mi Cuerpo” (San Lucas XXII, 19). Y de la misma manera, tomando el cáliz dio gracias y dijo: “ésta es mi Sangre” (cf. San Mateo XXVI, 27-28).
Y sólo a ellos lo entregó. Esto es lo que los perversos demonios han imitado en los misterios de Mitra, ordenando hacer la misma cosa. Porque, un pan y un vaso de agua con ciertos encantamientos son puestos en los ritos mistéricos de quien está siendo iniciado, como sabeis o podeis oir.
Nosotros, en cambio, después de esta iniciación, recordamos estas cosas constantemente entre nosotros. Los que tenemos, socorremos a todos los necesitados y nos asistimos siempre los unos a los otros. Por todo lo que comemos, bendecimos siempre al Hacedor del universo a través de su Hijo Jesucristo y por el Espíritu Santo.
El día que se llama del sol [Domingo, N. del E.], se celebra una reunión de todos los que viven en las ciudades o en los campos, y se leen los recuerdos de los Apóstoles o los escritos de los profetas, mientras hay tiempo. Cuando el lector termina, el que hace cabeza nos exhorta con su palabra y nos invita a imitar aquellos ejemplos.
Después nos levantamos todos a una, y elevamos nuestras oraciones. Al terminarlas, se ofrece el pan y el vino con agua como ya dijimos, y el que preside, según sus fuerzas, también eleva sus preces y acciones degracias, y todo el pueblo exclama: Amén. Entonces viene la distribución y participación de los alimentos consagrados por la acción de gracias y su envío a los ausentes por medio de los diáconos.
Los que tienen y quieren, dan libremente lo que les parece bien; lo que se recoge se entrega al que hace cabeza para que socorra con ello a huérfanos y viudas, a los que están necesitados por enfermedad u otra causa, a los encarcelados, a los forasteros que están de paso: en resumen, se le constituye en proveedor para quien se halle en la necesidad.
Celebramos esta reunión general el día del sol, por ser el primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo; y también porque es el día en que Jesucristo, Nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos; pues hay que saber que le entregaron en el día anterior al día de Saturno [Sábado, N. del E.], y en el siguiente –que es el día del sol–, apareciéndose a sus Apóstoles y discípulos (cf. San Mateo XXVIII, 9), nos enseñó esta misma doctrina que exponemos a vuestro examen».
SAN JUSTINO MÁRTIR, Apología I a Antonino Pío, capítulos LXV-LXVII.
Debemos redescubrirnos como sumergidos en esa luz y en esa vida de la Trinidad
Se habla y se debate estos días sobre la educación cristiana, qué es, qué no es, cuál es su centro y su marco. Y a este propósito cabe redescubrir, con toda su actualidad, las reflexiones de ese gran teólogo que es Jean Daniélou.
Concretamente cuando apunta que la fe en Dios Uno y Trino nos revela las últimas profundidades de lo real, el misterio de la existencia. Y esto le parece esencial para la educación cristiana.
La Trinidad, escribe, constituye el principio y origen de la creación, de la redención y de la santificación. Todas las cosas le son finalmente referidas, pues ella es la que proporciona a todo su consistencia y su plenitud (cf. La Trinidad y el misterio de la existencia, Madrid 1969, p. 11).
El marco de la Trinidad
Explica Daniélou que la existencia cristiana tiene como fin la contemplación de la Trinidady la participación en su vida, por ahora en gran parte a través de lo creado y después, en la vida eterna, la comunión con la Trinidad en sí misma.
Por estos motivos se entiende que —siempre en la perspectiva cristiana— el marco de la Trinidades imprescindible para una educación en la realidad; pues Dios es el principio y el fundamento de todo realismo, tanto en el conocer como en el juzgar y el obrar.
Para mostrar como todo esto se concreta, se detiene Daniélou en la relación entre la Trinidad con el mundo y con nuestra interioridad. Y propone realizar cada una de estas miradas desde nuestra experiencia y con un doble punto de vista: somos criaturas de Dios y de modo especial somos cristianos.
La Trinidad y el mundo
En primer lugar, el cosmos creado tiene una relación con la Trinidad en un triple sentido: subsiste por ella (si Dios no lo sustentara en su ser, el mundo dejaría de existir en un segundo); el mundo es un signo a través del que la Trinidad se nos revela (y ello de modo universal y natural); el mundo está orientado hacia la Trinidad, en cuanto que espera la manifestación de los hijos de Dios (es decir, de los cristianos que vivan como lo que son con todas las consecuencias, y que san Pablo presenta en: Rm 8, 19).
Vayamos más despacio. Si se mira adecuadamente el mundo se presenta como una carta de Dios, como un libro que nos habla de su amor, como un templo donde Él mora. Las criaturas que pueblan el mundo no solo son dones de Dios sino reflejos de su gloria, que una mirada purificada es capaz de reconocer.
Más aún, a través de todas las criaturas se nos da Dios mismo, en lo que se ha llamado “presencia de inmensidad”, y que corresponde a lo que afirma san Pablo: “en él vivimos, nos movemos y somos” (Hch 17, 28).
Es así. San Pablo señala que para descubrir esto basta la razón. Pero hoy la cultura occidental dominante nos invita a vivir “como si Dios no existiera”. Por eso es muy conveniente que la fe nos confirme en esta contemplación del mundo que encuentran dificil muchos de nuestros contemporáneos.
En este horizonte es interesante la opinion de Daniélou cuando afirma que el descubrimiento de la relación entre el mundo y la Trinidad es una de las cuestiones esenciales en la educación de cristiana:
“Debemos redescubrirnos como sumergidos en esa luz y en esa vida de la Trinidad. (…) Cerrarnos a ello: he ahí el pecado. En realidad, vivimos en plena luz. La luz brilla siempre, esa luz de la Trinidad. Pero somos nosotros los que no dejamos que penetre en el interior de nuestra alma porque las salidas le están cerradas. Es preciso por lo tanto abrir esa puerta de nuestra alma, dejar que esa luz penetre
por doquier, que todo lo ilumine, lo unifique y lo transforme” (Ibid., p. 25).
La Trinidad y nuestro interior
En segundo lugar —continúa— no solo podemos llegar a la Trinidad a partir de nuestra experiencia del mundo, sino también desde nuestra propia interioridad. Siguiendo la sugerencia de San Agustín, nos invita a percibir que nuestro espíritu es a la vez memoria, palabra y amor.
Tenemos conciencia de quienes somos, seres humanos amados por Dios desde la eternidad y llamados a ser hijos suyos y hermanos entre nosotros. Esa es nuestra memoria: nuestra identidad y nuestro primer fundamento, como para el árbol lo es la raíz, de la que dependen sus flores y sus frutos.
Así es. Si la memoria de quienes somos como personas y cristianos se mantiene fuerte y viva, operativa, sabremos pronunciar esa palabra que debe ser nuestra vida como una respuesta al amor que nos constituye. Una respuesta que debe ser amor efectivo para los demás y para el mundo.
Trinidad, educación cristiana y felicidad
Tercero y último, la Trinidad está en nosotros, cristianos, no solo como fuente de nuestra existencia, sino por el don de la gracia de Dios que hemos recibido en el bautismo, que nos hace hijos de Dios en su Hijo Jesucristo y templos del Espíritu Santo.
La Trinidad mora en nosotros y nosotros en ella. Y esto, observa Daniélou, también es una clara orientación para la educación de la fe, porque, se pregunta, ¿qué significa para un cristiano vivir o existir plenamente?
He aquí su respuesta luminosa:
“Para nosotros existir plenamente será vivir verdaderamente de esa vida trinitaria, abrirnos de algún modo para dejarla obrar en nosotros, dejar a las Personas divinas que toquen nuestros corazones, los conviertan y los instruyan; dejar consumar en nosotros ese misterio que Dios quiere realizar de la comunicación de su vida
(…), porque finalmente todo se reduce para nosotros a dejarnos captar por esta vida (de Dios), mediante la cual pueda ella transformarnos enteramente disipando las opacidades, haciendo estallar las angosturas, a fin de consagrarlo todo en nosotros” (Ibid., p. 34).
En efecto. Educar en cristiano es abrir a la vida de Dios, por el doble sendero de la contemplación del mundo y de la interioridad. Esto se facilita con la ayuda de las ciencias naturales y de las ciencias humanas. Se recorre ese camino principalmente por la oración y los sacramentos, cuya puerta es el Bautismo y cuyo centro es la Eucaristía.
Educar la fe es permitir que la Trinidad actúe en nuestro espíritu, nos convierta, nos enseñe, nos transforme, ensanche el corazón e ilumine la mente, sea la vida de nuestra vida. Y hacer así posible nuestra aportación al mundo y a la felicidad de quienes nos rodean, al invitarles a seguir a Cristo.
Una aportación en la que cada cristiano, y desde luego cada educador de la fe, es insustituible. Hoy el Papa Francisco nos propone que lo hagamos con gozo.
Cristianos norcoreanos arrestados por un encuentro de oración
Los cinco, miembros de la misma familia, se habían reunido en una casa de campo para leer la Biblia y orar. Un informante alertó a la policía, que los arrestó y los envió a campos de trabajo, como ya ha ocurrido en casos similares en el pasado. Pyongyang afirma ser un país ateo, pero usa el término "Judas" para identificar a informantes y traidores.
Seúl (AsiaNews) - Las autoridades norcoreanas arrestaron a cinco cristianos acusados de haber organizado un encuentro clandestino de oración. En un país donde las religiones están prohibidas, con una férrea dictadura de cuño comunista, solo se permite el culto a la familia Kim -que está en el poder desde hace décadas y a la que se adora como dioses- y una acusación de este tipo implica la condena a campos de trabajo.
Estos hechos ocurrieron el 30 de abril en la aldea de Tongam, cerca de Sunchin, en la provincia de Pyongan, que se encuentra en el centro del país, pero recién se conocieron en las últimas horas.
Según informa Radio Free Asia (RFA), los cinco pertenecen a una misma familia y se reunieron el domingo por la mañana -como solían hacer todos los fines de semana- en una casa de campo para rezar y profundizar en la lectura de la Biblia. Sin embargo, un informante los había denunciado y los agentes de policía los detuvieron.
“En el lugar donde se realizaba el encuentro -dice una fuente anónima- la policía incautó decenas de folletos bíblicos y arrestó a todos los presentes”. Los cinco "estaban rezando y leyendo la Biblia entre ellos", prosigue la fuente, se habían "reunido entre familiares" e invocaban a Jesús, y todos ellos "fueron arrestados". En hechos similares que ocurrieron en el pasado, las personas arrestadas fueron enviadas a campos de reeducación por medio del trabajo, que en realidad son durísimos campos de concentración.
En la aldea de Tongam ya se habían llevado a cabo redadas como esta, sobre todo en 2005 e incluso antes, en 1997, durante la dictadura de Kim Jong-il, padre del actual líder Kim Jong-un y sucesor del fundador, el "presidente eterno" Kim Il-sung. Por otra parte esta región siempre ha tenido fuertes lazos con el cristianismo y en un tiempo había un gran edificio eclesiástico que sobrevivió incluso a la invasión japonesa de los primeros años del siglo pasado que introdujo el sintoísmo como religión de Estado.
Corea del Norte es conocida por ejecutar, torturar y maltratar físicamente a las personas por su fe o sus actividades religiosas y es uno de los 17 países involucrados en violaciones "sistemáticas, continuas y graves" a la práctica del culto, según el informe 2023 de la Comisión estadounidense de libertad religiosa.
Las Biblias y otros materiales religiosos se pasan de contrabando de forma encubierta a través de la frontera china y se distribuyen a las Iglesias clandestinas por medio de una red secreta. "Las personas arrestadas - concluye la fuente - a pesar de las presiones se negaron a renunciar a su fe".
De Corea del Norte también llegan noticias del uso generalizado de la palabra "Judas" para identificar a informantes y traidores. En un país teóricamente ateo y contrario a las religiones, resulta curiosa la referencia al discípulo que traicionó a Jesús con un beso, entregándolo a los sumos sacerdotes.
Prueba de ello es la historia de una joven que en los momentos más difíciles de la pandemia de Covid-19 le había confiado a un amigo que quería huir a China cuando se reabrieran las fronteras. El joven delató su proyecto a las autoridades, quienes detuvieron y castigaron a la joven. Los vecinos de casa y los habitantes de la zona comenzaron a llamar "Judas moderno" al traidor.
Un hombre de Pyongsong, en la provincia de Pyongan, al norte de la capital, explica: "A las personas que carecen de lealtad o que apuñalan por la espalda a sus amigos se las llama 'Judas' y todos las desprecian". E incluso a los que denuncian "desplazamientos o actividades -concluye- o siquiera palabras groseras, sus compañeros también los llaman 'Judas'".
Cerca de Éfeso, a siete kilómetros de Selçuk, se encuentra la que, según la tradición, habría sido la residencia de la Virgen durante sus últimos años de vida
Una antiquísima tradición cristiana señala que, huyendo de la persecución en Jerusalén, san Juan Evangelista habría llevado a la Virgen María consigo a Éfeso, en la región de Esmirna en Turquía, donde ambos pasarían los últimos años de sus vidas.
La tradición –tanto católica como ortodoxa- afirma que este es el lugar desde el que la Virgen María fue asunta al cielo.
Dos sacerdotes lazaristas, del colegio francés de Esmirna, dieron con la casa en 1891.
Cinco años después, el Papa León XIII visitó el sitio, y lo decretó oficialmente como un monumento para los cristianos. Ha sido visitado también por Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El edificio es, en sentido estricto, una pequeña iglesia bizantina de entre los siglos XII y XIII, sobre una estructura datada entre el VI y el VII, edificada a su vez sobre un asentamiento, este sí, del siglo I.
Peregrinos cristianos de todas las denominaciones, y también musulmanes, visitan el lugar año tras año, especialmente el 15 de agosto, fecha de la Asunción de María.
Un buzo encontró mármoles romanos en la costa de Israel
Mientras disfrutaba de un agradable baño primaveral frente a la costa central de Israel, como lo hace todas las mañanas, Gideon Harris vio enormes columnas de piedra sobre el fondo del mar. Hizo lo correcto y llamó a las autoridades, quienes no se sorprendieron monumentalmente.
La Autoridad de Antigüedades de Israel sabía desde hacía años sobre el antiguo naufragio frente a Bait Yanai, un moshav (comunidad agrícola) seis kilómetros al norte de Netanya. Incluso supusieron que era de la época romana y sabían que llevaba un cargamento de artículos de mármol.
Pero no sabían exactamente dónde estaba, y mucho menos cuán importante era, dice Koby Sharvit, director de la unidad de arqueología subacuática de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Había sido descubierto varias veces en el pasado, principalmente por socorristas y pescadores”, dice. “Pero no sabíamos qué tan grande era”.
¿Por qué no se registraron en todo este tiempo? Bueno, nadie hace arqueología marina casual, Israel tiene muchas antigüedades y el fondo del mar no es un país de las maravillas plácido.
“El fondo marino es dinámico. La arena se mueve constantemente”, dice Sharvit, señalando que más personas nadan en los meses más cálidos, por lo que hay más posibilidades de notar cosas. “A veces, durante las tormentas, la arena se mueve un poco y revela los restos del naufragio, pero luego regresa y cubre todo de nuevo”.
Pero hace unas tres semanas, una tormenta lo reveló todo en el fondo del mar, para mayor edificación de Harris.
“Nos llamó y describió cómo mientras nadaba vio enormes columnas antiguas en el agua. Vinimos directamente a hacer un estudio arqueológico”, dice Sharvit. Gran parte de la carga quedó, de repente, completamente expuesta a unos 4 metros de profundidad, solo 13 pies.
La observación inicial indica que el barco zarpó y se hundió hace unos 1.800 años, dicen los arqueólogos, basándose en el estilo y la tipología de las columnas y capiteles, así como en una comparación con las estructuras del período romano en Israel y más allá.
“Los capiteles corintios [parte superior de las columnas] son del tipo que conocemos de Cesarea , Ashkelon y Beit She'an de la época romana”, dice Sharvit. “Mirando el panorama general de todos los productos en el barco, vemos que era un cargamento de precioso mármol blanco que debe haber sido importado a Israel”.
Israel tiene piedra caliza pero no tiene mármol, y las mejores estructuras romanas presentaban esa piedra, cuando podían. En Cesarea, en la costa, hay estructuras romanas que contienen kurkar local andrajoso y piedra caliza reforzada con yeso para emular el mármol, dice Sharvit.
Sí, alguien parece haber estado falsificando mármol. Pero las cosas en el barco eran reales, y encajan en el segundo o tercer siglo, el período romano.
El análisis de laboratorio de la piedra podrá determinar su origen: cada pieza de mármol tiene una química local; por ahora, los investigadores suponen que vino de Turquía o posiblemente incluso de Grecia, dice Sharvit. La próxima semana llegarán estudiantes de la Universidad de Rhode Island, como suelen hacer todos los años, para ayudar en la investigación submarina.
Para precisar la fecha también, es de esperar que se puedan encontrar restos orgánicos entre el mármol, aunque tal vez no sea lo que estás pensando. Tal vez se pueda encontrar algo así como vigas de madera; entonces serían fechados por radiocarbono.
Con un poco de suerte, los investigadores podrían encontrar cerámicas que sobrevivieron a las edades y que son típicas de una época; incluso podrían encontrar una moneda. No es un sueño: hace aproximadamente un año, los arqueólogos buceadores encontraron una moneda rara con signos del zodíaco en la costa de Israel.
La autoridad de antigüedades señala que esta es la primera vez que se encuentra en nuestro cuello de los bosques mediterráneos un barco que transporta toneladas de magnificencia de mármol parcial y completamente terminado.
Y el hallazgo en Beit Yanai responde a otra pregunta: ¿Importaron los romanos en Israel productos terminados o piedra en bruto?
Hemos visto en otro trabajo que el vidrio en todo el mundo romano se originó en vidrio crudo hecho en Israel, Líbano, Siria y Egipto. ¿Por qué? Porque tenemos arena adecuada, y el vidrio terminado es un monstruo para enviar, al menos si lo quiere en una sola pieza.
Pero el mármol es otra historia, y enviar mármol en bruto sin terminar implica enviar piezas muy pesadas por mar.
La carga incluía pequeños capitales de unas pocas toneladas de peso que estaban magníficamente terminados, y el material para los grandes que habrían sido terminados en su destino, dice Sharvit.
“Es posible, incluso probable, que tengamos una carga doble: un barco que transporta carga para dos edificios o destinos separados”, dice. “Los capiteles pequeños pueden haber sido para un edificio más pequeño y su talla estaba terminada. Los grandes capitales aún están bastante crudos. La forma está ahí, pero no están terminados”.
Maravillosamente, los investigadores incluso encontraron un arquitrabe, una viga superior de piedra decorativa que descansaría sobre columnas. Entre los más famosos se encuentran los arquitrabes del Partenón de Atenas.
“Encontramos piezas de metros de largo, posiblemente parte de un friso. Esos artículos también se terminaron”, dice Sharvit. Esto no era para la granja de alguien, estos eran artículos para grandes edificios públicos.
¿Era este barco inusualmente grande? En absoluto, probablemente de tamaño mediano, sugieren los arqueólogos basándose en el trabajo realizado hasta el momento. Tal vez fueron unas 200 toneladas, según un cálculo al dorso de la servilleta de que la carga totalizaba unas 45 toneladas, dice Sharvit.
Cuando envía piezas que pesan hasta 12 toneladas cada una por mar, debe cargar el barco con cuidado para que esté equilibrado. Y el hallazgo frente a la costa indica que las columnas se colocaron una al lado de la otra, lo que sugiere el ancho del barco.
“Suponemos que era un estilo de barco muy específico que transportaba artículos tan grandes”, dice Sharvit.
Un barco con una carga como esa también necesita una descarga experta, en un puerto adecuado. ¿Hacia dónde podría haberse dirigido?
No a Beit Yanai, que no era un puerto, pero puede que se dirigiera a la vecina Cesarea. El único inconveniente de esa teoría es que Beit Yanai está al sur de Cesarea, en contra de las corrientes predominantes.
Entonces, la teoría es que se dirigía a Cesarea y se desvió de su curso, o a un puerto más al sur como Ashkelon o Gaza. O tal vez incluso se dirigía a Alejandría en Egipto y se perdió y se hundió, en aguas poco profundas para arrancar.
Todas las señales apuntan a una tormenta que obligó al barco a navegar en aguas poco profundas, y ese fue el final de esa historia hasta que Gideon Harris se fue a nadar después de esa tormenta el mes pasado. Por su parte, se le otorgó un certificado de reconocimiento al buen ciudadano.
También se han revelado las fechas definitivas en que Francisco estará en Portugal, del 2 al 6 de agosto. La visita a Fátima tendrá lugar el día 5.
Francisco tiene una relación muy estrecha con laVirgen de Fátima. Hace menos de dos semanas, en el día de esta advocación mariana, se acordó de ella en un encuentro con la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas. Le apenaba que Portugal aprobara recientemente una ley para despenalizar la eutanasia.
FRANCISCO Y hoy también estoy muy triste, porque en el País donde apareció la Virgen se promulga una ley para matar, un paso más en la larga lista de países con eutanasia– hoy, entonces, pensando en la Virgen, miremos a María como modelo de mujer por excelencia, que vive en plenitud un don y una tarea: el don de la “maternidad” y la tarea de “cuidar” a sus hijos en la Iglesia.
También el 25 de marzo del año pasado, apenas dos meses antes del aniversario de las apariciones, Francisco consagraba Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Lo hizo en la basílica de San Pedro ante una imagen de, otra vez, la Virgen de Fátima.
FRANCISCO No se trata de una fórmula mágica, sino de un acto espiritual. Es el gesto de la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, depositando en su Corazón el miedo y el dolor, y entregándose totalmente a ella.
Mientras tanto, jóvenes de todo el mundo se preparan para ver de cerca a Francisco en la primera Jornada Mundial de la Juventud que se organiza tras el parón de la pandemia.