Su fiesta se celebra el 13 de agosto

San Hipólito presbítero y San Ponciano Papa, siglo III

 

Ponziano, Papa desde el 230, abdicó cuando fue exiliado a las minas de Cerdeña junto con el cismático Hipólito durante la persecución anticristiana de Maximino el tracio. Murieron de hambre y de sed en el 235. Fueron venerados como mártires en Roma. Sus restos yacen en San Calisto y en la Tiburtina.

 

San Hipólito es uno de los personajes importantes de la antigüedad cristiana de perfiles biográficos más oscuros y confusos. Sólo a partir del s. XIX empieza a delinearse su figura histórica.

No es romano de nacimiento, sino hombre venido del Oriente, posiblemente de Alejandría: piensa y escribe en griego, conoce bien la filosofía helénica y los misterios griegos, y su postura teológica sobre el Logos demuestra su formación alejandrina.

Debió de llegar a Roma durante el pontificado de Ceferino (199-217) y perteneció como presbítero a la iglesia local romana. Si, como afirma Focio, fue discípulo de S. Ireneo, habría participado del celo de su maestro por la defensa de la tradición contra las herejías. Atacó vigorosamente el modalismo trinitario de Noeto y Sabelio, extremando su postura hasta acercarse a un subordinacianismo diteísta.

 

San Hipólito San Ponciano

 

 

Por causa de esto se enfrentó con el papa S. Calixto I (217-222), que mantenía una postura media entre el modalismo sabeliano, que condenó, y el subordinacianismo de H. Pero, sobre todo, su actitud rigorista en la disciplina penitencial le convirtió en enemigo acérrimo de Calixto y le llevó a constituirse en cabeza de un grupo disidente. Parece que fue elegido obispo de Roma por un reducido círculo, llegando así a ser el primer antipapa. Continuó en su postura cismática durante los pontificados de Urbano I (222-230) y Ponciano (230-235).


Durante la persecución de Maximino Tracio fue desterrado junto con Ponciano a Cerdeña, y parece que en el destierro se reconcilió con la Iglesia, muriendo mártir ca. 235. El papa Fabián (236-250) hizo trasladar los cuerpos de ambos a Roma, enterrando a Ponciano en la cripta papal de S. Calixto y a H. en el cementerio de la vía Tiburtina, que aún lleva su nombre. La Iglesia celebra la fiesta de los dos mártires el 13 de agosto.

 

(GER)

 

 

 

 

SANTA SUSANA ROMANA

 

Se consagró a Cristo, rechazó casarse con el hijo adoptivo del emperador Diocleciano. Por tal motivo, Santa Susana fue condenada a muerte y decapitada en su casa, que después fue lugar de culto. Los restos podrían estar en la iglesia actual dedicada a ella en el centro de Roma.

 

La historia de Santa Susana se conoció por lo que se sabía de ella por la Passio de su martirio ocurrido en el siglo VI, enriquecida con notas legendarias. No se sabe cuándo nació; probablemente es originaria de la Dalmacia, vivió en Roma en el siglo III.

Era de noble familia, pariente del emperador Diocleciano, Susana era hija del presbítero Gabinio (en esa época los presbíteros eran los ancianos que cuidaban la comunidad cristiana), hermano del obispo Cayo (que fue luego Papa, del 283 al 296) y de Claudio y Máximo, funcionarios imperiales.

Joven culta y de rara belleza, Susana se consagra a Dios con la oferta de su virginidad. Rechaza la propuesta de Diocleciano de casarse con el hijo adoptivo, Gaio GalerioValerio Maximiano.

 

El ejemplo de Susana convierte a los tíos Claudio y Máximo

El tío Claudio, que tenía el encargo de decir la propuesta de matrimonio, permaneció asombrado de lo decidida que era la joven que quiso saber más de su credo. Se convierte y con él su esposa, los hijos y los siervos, y dona sus bienes a los pobres.

Al no recibir una respuesta, el emperador le pide al hermano de Claudio, Máximo, si podía averiguar que pasó. Supo de la decisión de Susana, que quiso renunciar al matrimonio, y junto a Claudio, discute este problema con Gabinio y Cayo.

Y los cuatro concuerdan de no forzar a la joven a casarse y tras haber encontrado la sobrina, también Máximo abraza el cristianismo.

 

Decapitada en su casa

Al saber del rechazo de Susana y de la conversión de sus dos funcionarios, Diocleciano, furioso, arresta la joven y sus familiares. Bajo interrogatorio, ninguno de ellos abjura a la fe cristiana.

De manera que se ordena la ejecución. Claudio y Máximo son quemados vivos, Gabinio sufre el suplicio y Susana fue decapitada en su casa el 11 de agosto del 294. La esposa del emperador Diocleciano, Serena, también ella cristiana, conservó la sangre de Susana, como reliquia, y organizó las exequias.

El Papa Cayo, cuya demora estaba al lado de la de Gabinio, celebró una misa en el lugar del martirio al día después y establece que Susana sea recordada y venerada en su habitación.

Es allí donde se desarrolla el culto a Santa Susana y se construye una iglesia, que en el siglo IV se le conoce como “ad duas domos” (“en las dos casas”, indicando las dos habitaciones de Gabinio y Cayo, padre y tío de la mártir).

Los restos de Susana, que fueron sepultados en el cementerio de San Alejandro, en la vía Nomentana, fueron trasladados posteriormente a la iglesia dedicada a ella, que ha sido modificada muchas veces y hoy se le conoce como la iglesia de Santa Susana en las Termas de Diocleciano.

Aquí según las fuentes del 1500, había una lápida del siglo V, que se perdió, en donde se leía: “Olim Presbyteri Gabini Filia Felix / Hic Susanna Iacet In Pace Patri Sociata” (Era una hija feliz del presbítero Gabinio / Aquí yace Susana en la paz del Señor).

 

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SAN CAYO, Papa y mártir - 22 de abril

 

San Lorenzo, Diácono de la Iglesia de Roma

Su fiesta se celebra el 10 de agosto

 

Diácono de la iglesia de Roma, que murió mártir el 10 de agosto del año 258 durante la persecución de Valeriano.   Durante el año 258, el emperador Valeriano dictó un Decreto de persecución. Según él, los obispos, sacerdotes y diáconos debían ser ejecutados en el acto; los cristianos ricos, privados de sus bienes, y, si no apostataban, ejecutados.

 

El Emperador le pide cuentas a Lorenzo -diácono del Papa- de los bienes que administra. Lorenzo pide tiempo para presentarlas; convoca a los pobres que socorría, unos 1500 por aquellos años, y se presenta de nuevo con ellos. “Estos son nuestros tesoros”, le dice.

Vida

Por la Depositio Martyrum, sabemos que recibió sepultura junto a la vía Tiburtina, un 10 de agosto. Este dato lo concreta después el Martiriólogo jeronimiano, precisando que la deposición tuvo lugar en el cementerio de su nombre. De esta misma época arrancan varios testimonios arquitectónicos, las basílicas construidas en su honor, junto con otros testimonios epigráficos y arqueológicos.

 

San Lorenzo

 

Por la Depositio Martyrum, sabemos que recibió sepultura junto a la vía Tiburtina, un 10 de agosto. Este dato lo concreta después el Martiriólogo jeronimiano, precisando que la deposición tuvo lugar en el cementerio de su nombre. De esta misma época arrancan varios testimonios arquitectónicos, las basílicas construidas en su honor, junto con otros testimonios epigráficos y arqueológicos.

Hay que señalar que en estos primeros testimonios los detalles concretos sobre su pasión son muy escasos. Solamente el papa San Dámaso habla genéricamente de las diversas torturas que padeció, y más en concreto de la del fuego, pero sin aludir concretamente al tormento de las parrillas.

Hasta San Ambrosio (+397) no se conoce ningún otro detalle. Éste refiere detenidamente varios episodios de su martirio, lo que supone que ya para entonces existía la Passio Laurentii. Esta misma tradición se refleja también en el himno que Prudencio le dedica. De su Pasión se conservan tres versiones, compuestas entre los siglos V y VII.

Durante el año 258, el emperador Valeriano dictó un Decreto de persecución. Según él, los obispos, sacerdotes y diáconos debían ser ejecutados en el acto; los cristianos ricos, privados de sus bienes, y, si no apostataban, ejecutados también.

La primera víctima ilustre en la persecución, en Roma, fue el papa San Sixto II. Estaba con su clero celebrando el natalicio de un mártir en el cementerio de Pretextato, junto a la Vía Apia, cuando lo prendieron; allí mismo lo mataron, siendo enterrado en el vecino cementerio de Calixto, en la cripta de sus predecesores.

De este suceso arranca la Pasión de Lorenzo, el protodiácono de San Sixto. Según ella, al salir el Papa para el martirio, Lorenzo se le acerca, quejándose de que fuera a la muerte solo, sin “su diácono”. San Sixto lo consuela, asegurándole que lo seguirá en seguida, y le manda que, entre tanto, distribuya los bienes de la Iglesia a los pobres.

Muy pronto le prenden, y lo presentan ante el Emperador (Decio, según la Pasión), que le pide cuentas de los bienes que administra. Lorenzo pide tiempo para presentarlas; convoca a los pobres que socorría, unos 1500 por aquellos años, y se presenta de nuevo con ellos. “Estos son nuestros tesoros”, le dice; y el Emperador enfurecido, le somete a tormento.

 

Martirio

Lo azotan, lo despedazan, le aplican planchas candentes, sin resultado. Convierte a un soldado, Román, que es martirizado en el acto. Nuevos tormentos, con la decisión final de someterlo al suplicio de las parrillas: asarlo a fuego lento hasta que expirara. Estando en este suplicio tremendo, tiene aún fuerzas para decirles que “pueden ya darle la vuelta y comer de la parte asada”.

 

 

Murió dando gracias a Dios por haberle hecho digno del cielo. Hipólito, el jefe de los soldados que lo custodiaban, a quién había conseguido convertir antes, y el sacerdote Justino, lo enterraron en una propiedad privada, en el Campo Verano, junto a la Vía Tiburtina.

El primero que narra muchos detalles sobre el juicio de San Lorenzo es San Ambrosio, menos de un siglo después del martirio, tiempo no excesivo que podría explicar la pervivencia de una tradición. Pero hay autores que niegan la objetividad de estas actas.

Su argumento principal es que la persecución de Valeriano, dirigida contra la Jerarquía de la Iglesia, no pretendía la apostasía; mandaba que una vez identificados, fueran sin más ejecutados; y así murió efectivamente San Sixto. En esto se diferenció esta persecución de la antecedente de Decio y de la siguiente de Diocleciano. Éstos se sirvieron de las torturas para conseguir apostasías, que era lo que pretendían. Por tanto, según esos autores, el tormento de las parrillas se había introducido en la tradición del martirio de San Lorenzo por influencia de otras pasiones.

 

Devoción y culto

En Roma fue uno de los santos de culto más popular, siendo muy abundantes las basílicas a él dedicadas, ya desde el siglo IV, y durante toda la Edad Media. Las más importantes fueron: San Lorenzo Extramuros, erigida por Constantino sobre su sepulcro en el Campo Verano; San Lorenzo in Damaso, obra de este papa, edificada en el lugar en el que hasta entonces ocuparon los archivos de la Iglesia; San Lorenzo in Panisperna, donde se guardaban las parrillas; etc. Cada una de ellas se ponía en relación con algún pasaje de los referidos en la Pasión.

 

 

San Lorenzo

 

En Roma, su fiesta litúrgica seguía en importancia a la de los Apóstoles Pedro y Pablo. Tenía vigilia solemne, celebrada en la Basílica del Verano; su fiesta era seguida de octava; y su nombre fue incluido en el canon romano de la Misa. Fuera de Roma, también fue muy venerado en Occidente durante la Edad Media.

En la liturgia hispánica también lo encontramos, ya desde antes de la invasión musulmana; y existe una versión española de la Pasión. Su culto pudo comenzar en el siglo V y se celebraba el 10 de agosto, como en Roma.

 

¿Había nacido en Huesca, o al menos en España?

Parece que hay que responder negativamente a esta pregunta; al menos no hay ningún testimonio antiguo que lo sufrague. Por otra parte, sería muy extraño el silencio de Prudencio, tan dispuesto siempre a cantar las glorias martiriales españolas.

La crítica moderna rechaza esta tradición. Los testimonios que la apoyan no son anteriores al siglo IX. En concreto, se trata del Martirologio de Adón, que en la larga noticia que le dedica, afirma ser natural de España.

 

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SAN LORENZO

 

 

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5 días de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa

Francisco es un papa de gestos. Durante esta Jornada Mundial de la Juventud, envió muchos mensajes de fraternidad a través de sus encuentros con los peregrinos. Estas son algunas de las mejores imágenes de su paso por Lisboa, Portugal.

 

 

 

Los mejores mensajes del papa en Lisboa

Durante los cinco días de la Jornada Mundial de la Juventud, el papa habló ante jóvenes, líderes políticos, obispos, y enfermos.

En su primer acto oficial, ante las autoridades del país, invitó a Occidente a regresar a sus valores originarios.

 

 

FRANCISCO

Sueño con una Europa, corazón de Occidente, que utilice su ingenio para apagar focos de guerra.
Una Europa que incluya a los pueblos y a las personas, sin perseguir teorías ni colonizaciones ideológicas.

Durante su encuentro con los obispos, el papa animó a afrontar con esperanza un período de secularización como el actual.

 

FRANCISCO

No tenemos que evadir este tiempo porque nos da miedo y refugiarnos en formas y estilos del pasado. No, este es el tiempo de gracia que el Señor nos da para aventurarnos en el mar de la evangelización y de la misión.

Tras ver a autoridades civiles y eclesiásticas llegó el turno de los jóvenes. Les animó a avanzar en la vida con valentía y a imitar al buen samaritano.

 

FRANCISCO

Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños. Sustituyan los miedos por los sueños. ¡No sean administradores de miedos! No sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños.
A veces en la vida hay que ensuciarse las manos para no ensuciar el corazón.

El papa, en varios momentos, repitió el concepto de que hay un lugar para todos y cada uno en la Iglesia, que no excluye a nadie.

 

FRANCISCO

En la Iglesia hay espacio para todos. “Padre, pero yo soy un desgraciado; soy una desgraciada, ¿hay lugar para mí? Hay lugar para todos. Todos juntos, cada uno en su lengua. Cada uno en su lengua, repita conmigo: “Todos, todos, todos” (“Todos, todos, todos”).

En su último encuentro con los jóvenes, el papa quiso dejar un último mensaje muy claro.

 

FRANCISCO

Queridos jóvenes: quisiera mirar a los ojos de cada uno de ustedes y decirles: no tengan miedo.

A lo largo de la JMJ, en general, lo que más repitió Francisco fueron mensajes de ánimo. Tanto a jóvenes como a adultos. Les invitó a seguir adelante en la vida sin temor al fracaso.

 

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Las 7 curiosidades sobre San Lorenzo

 

El 10 de agosto se celebra a San Lorenzo, uno de los siete diáconos de Roma de la época del Papa Sixto II que murió quemado vivo sobre una parrilla como mártir del cristianismo. Es uno de los santos más famosos de la cristiandad. Su nombre va ligado a la ciudad de Huesca por estar documentado su nacimiento en la ciudad aragonesa

 

Su veneración se extiende por distintos lugares del mundo cristiano, principalmente en su ciudad natal, Huesca, donde nunca han olvidado la relevancia de su vecino. Por eso le dedican sus fiestas mayores.

 

1. UN FENÓMENO ASTRONÓMICO

Las conocidas como ‘Lágrimas de San Lorenzo’ es el nombre popular con que se conoce a una lluvia de estrellas fugaces (las Perseidas) visibles cada año en torno al 11 y 12; o 12 y 13 de agosto. El nombre comenzó a utilizarse en memoria del diácono martirizado en la Europa medieval.

 

sna Lorenzo

2. EL TERCER SANTO MÁS IMPORTANTE EN ROMA

Con una tranquilidad que nadie había imaginado, durante su martirio rezó por la conversión de Roma y la difusión de la religión de Cristo en todo el mundo, hasta exhalar el último suspiro.

El profesor de teología sistemática, Francesco Moraglia, explica en un artículo que “la ciudad de Roma, que le atribuía la victoria definitiva sobre el paganismo, lo eligió como su tercer patrono y celebra su fiesta desde el siglo IV, como segunda fiesta en orden de importancia después de la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo”.

Asimismo, se elevó en su honor “34 iglesias y capillas, signo tangible de gratitud hacia aquel que, fiel a su ministerio, había sido entre ellos un verdadero ministro y servidor de la caridad”.

 

3. UNA BASÍLICA DEDICADA

La Basílica de San Lorenzo Extramuros, donde se encuentra la tumba del santo en Roma, es una de las cinco basílicas patriarcales o papales. Al interior de la Basílica se encuentra una piedra de mármol donde según la tradición, fue colocado el cuerpo de San Lorenzo inmediatamente después de su martirio, quedando impresa parte de su silueta.

Cada año en el barrio de San Lorenzo se realiza una peregrinación y una Misa en su honor. La romería es acompañada por una reliquia del santo llevada en una pequeña custodia.

 

4. PATRONO DE LOS COCINEROS

San Lorenzo es el santo patrono de los cocineros. Luego de soportar terribles torturas con azotes, barras de hierro caliente, fue condenado a morir en una especie de parrilla de hierro gigante.

Según la tradición, después de un rato de estarse quemando en la parrilla dijo al juez: “Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo“. El verdugo mandó que lo voltearan y así se quemó por completo.

 

5. EL VATICINIO DE SIXTO II

San Lorenzo era uno de los diáconos que ayudaba al Papa San Sixto II, quien fue asesinado por la policía del emperador mientras estaba celebrando Misa en un cementerio de Roma. La antigua tradición dice que cuando Lorenzo vio que al Sumo Pontífice lo iban a matar, este último dijo:

“A nosotros, porque somos viejos, se nos ha asignado el recorrido de una carrera más fácil; a ti, porque eres joven, te corresponde un triunfo más glorioso sobre el tirano. Pronto vendrás, deja de llorar: dentro de tres días me seguirás. Entre un obispo y un levita es conveniente que exista este intervalo” (San Ambrosio, De Officiis, n. 206).

 

6. UNA HISTÓRICA HOMÍLIA

En el siglo V, el Doctor de la Iglesia y Papa, San León Magno, dijo sobre el San Lorenzo que “las llamas no pudieron vencer la caridad de Cristo; y el fuego que lo quemaba por fuera era más débil del que ardía dentro de él”.

Añadió: “El Señor quiso exaltar hasta tal punto su nombre glorioso en todo el mundo que, desde Oriente hasta Occidente, en el resplandor vivísimo de la luz irradiada por los más grandes diáconos, la misma gloria que recibió Jerusalén por Esteban tocó también a Roma por los méritos de Lorenzo” (Homilía 85, 4: PL 54, 486).

 

7. TIENE UN CLUB DE FÚTBOL

El nombre del equipo de fútbol favorito del actual Papa Francisco, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro, es en honor al diácono mártir. Tal como fue el deseo del salesiano P. Lorenzo Massa, en los inicios de fundación del equipo.

 

 

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«Herranz tiene experiencia, es un tipazo» (Francisco)

Entrevistamos al Cardenal más veterano de la Iglesia Católica, el español Julián Herranz, quien comenzó a trabajar en la Santa Sede en 1960, en la comisión preparatoria del Concilio Vaticano II.

 

El pasado mes de marzo, un periodista que entrevistaba a Francisco citó una opinión de Herranz como «del cardenal más antiguo que tiene el Vaticano». «Un tipazo», le interrumpió el Papa. «Herranz tiene experiencia. Herranz es médico, después entró en el Opus Dei, se ordenó sacerdote. Tiene 92 años. El otro día me escribió una carta muy simpática. Soy muy cercano a Herranz, muy amigo».

 

 

En esa carta le pedía permiso para publicar en un libro de memorias, cuyo manuscrito adjuntaba, algunas cartas que ambos se han cruzado a lo largo de la última década.

La respuesta de Francisco refleja su aprecio por una persona que ha servido lealmente a seis Papas.

«Me conmueve su gesto, me deja mudo. No lo esperaba. Me admira su memoria y su anciana juventud. Y recuerdo una anécdota: después del Cónclave en el que fue elegido Benedicto XVI, usted nos invitó a almorzar al cardenal Hummes y a mí. Fue un almuerzo en el que pudimos calibrar su amor a la Iglesia escuchando sus reflexiones. Salimos edificados y los comentarios entre nosotros fueron sobre cómo quedamos edificados por su personalidad de hombre de Iglesia, hombre de corazón eclesial».

Papa Francisco - herranz

 

Herranz publicó en 2007 las memorias de sus años de servicio a san Juan XXIII, san Pablo VI, Juan Pablo I y san Juan Pablo II bajo el título En las afueras de Jericó.

 

Libro "Dos Papas"

Ahora, en Dos Papas (Rialp), añade su experiencia al servicio de Benedicto XVI y Francisco, siendo testigo del caminar de la Iglesia en las últimas décadas. Con amor a la Iglesia y al Santo Padre comenta momentos de esplendor y contraposiciones del sucesor de Pedro.

Estas memorias de 21 capítulos van desde el pontificado de Benedicto XVI hasta Francisco, pero recordando a otros papas que influyeron en su vida, a quienes también sirvió. Entre los temas que va desglosando también se encuentra aquellos de controversia: Vatileaks, pederastia, reformas, la renuncia de un papa, hasta las hostilidades contra el Sumo Pontífice, entre otros.

“Por una de esas caricias de la Providencia —que agradezco de corazón cada día—, he tenido la suerte inimaginable de servir en el Vaticano a seis papas, desde aquel lejano año de 1960 hasta el día de hoy. Nada menos que seis décadas… y particularmente novedosas con los dos últimos”, nos dice el Cardenal.

Ilustra de manera particular que “Benedicto XVI y Francisco reflejan, cada uno a su manera y en aplicación del Concilio ecuménico Vaticano II, el rostro amable y la enseñanza alegre de Jesús de Nazaret, al margen de las supuestas diferencias doctrinales, que algunos exageran desde contrapuestas y extremistas ideologías, o simplemente por intereses temporales de carácter sociopolítico”, dice.

“Conocí personalmente al arzobispo de Múnich, Joseph Ratzinger, en junio de 1977, apenas nombrado cardenal. A su vez, la amistad con el cardenal Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, comenzó en el cónclave de 2005, que eligió al cardenal Ratzinger como Benedicto XVI”, recuerda el autor.

Y subraya de igual manera: “los dos papas me han edificado con sus virtudes y honrado con su amistad personal y confianza, más de lo que merezco y con gestos conmovedores”.

 

julian herranz

- Cardenal, ¿Qué nos puede decir sobre los primeros cristianos?

- Si se quiere conocer cómo eran realmente los primeros cristianos hay que leer los Hechos de los Apóstoles: vale la pena leerlo y releerlo, porque ahí es donde está la vida de los primeros cristianos.

Después, hay una enseñanza estupenda que es la Carta de San Clemente Romano a los Corintios (siglo I) que habla de la fuerza de los primeros cristianos que consistía fundamentalmente en lo que es la esencia del cristianismo.

 

¿Cuál es la esencia del cristianismo?

Una revolución de amor en el mundo. Que empezó con que el infinito amor de Dios llegó a encarnarse para aproximarse al hombre en Cristo.

Por contraste ven que en el mundo hay soberbia, hay ira que lleva a la guerra, cada vez hay más injusticias sociales tremendas, la bestialidad de las guerras. ¿Por qué? Porque está el pecado que ha corrompido la naturaleza humana con el pecado original. Esto es una realidad, se crea o no se crea como principio teológico doctrinal, es una cosa que la vemos.

Pues entonces los primeros cristianos iban aprendiendo esto, y se daban cuenta, porque la catequesis del bautismo, que es una cosa muy sería —es renacer en Cristo—, es decir, se adquiere el derecho y el deber de imitar a Cristo siguiendo las lecturas de los evangelios que estaban escribiendo.

Y todo en un contexto de amor. El amor en Cristo encarnándose es la imagen visible de Dios invisible. Los primeros cristianos pasaban a adquirir la condición de hijos adoptivos de Dios y herederos de la vida eterna, que había una novedad frente al mundo pagano, que estaba cerrado a la trascendencia.

 

Los primeros cristianos querían transformar todo desde el amor de Cristo.

Hacer del amor algo eterno y no algo animal. El amor de una persona comporta cuerpo y alma, y como tal, ese amor puede ser eterno, pues después de la muerte, el amor continúa, y desde la tierra, mediante la Comunión de los Santos: viven en la carne pero no según la carne, viven en sociedad y obedecen las leyes, pero tienen su ciudadanía en el cielo (Carta a Diogneto).

Eso se lo encontraron los primeros cristianos, el mundo estaba paganizado, pero ahí está la fuerza transformadora que tiene. Ser cristiano es la cosa más seria que se puede ser en este mundo pero hay que tener conciencia de esto al recibir el bautismo porque adquieres derecho y deber de ser como Cristo y de llevar el mensaje de Cristo al mundo.

Has pasado de ser una simple criatura digna pero no tenías la categoría de ser hijo adoptivo de Dios y donde te vas a encontrar con un Dios que también tiene parte de tu naturaleza humana porque se hizo hombre y resucitó. Para defender una cosa tan grande que se es y que se tiene hay que dar la vida si es necesario.

 

Ahora hay más mártires que en los primeros tiempos del cristianismo.

Actualmente, cientos de miles de hermanos nuestros están perseguidos en el mundo, y algunos de ellos viven en países donde la ley prohíbe el cristianismo. En otros sitios no se llega a esos extremos, pero hay sitios donde si eres cristiano te consideran un paria, es decir, se le priva de los derechos de la ciudadanía al cristiano por el hecho de serlo, mientras que a los que no son cristianos sí se les confieren esos derechos.

Estos consideran que ser cristiano no es políticamente correcto o económicamente correcto. Tratan de imponer por la fuerza esto, y se olvidan de que Dios se ha encarnado para salvar a la humanidad. La indiferencia del mundo hacia Dios es algo que denuncia el Papa Francisco: la globalización de la indiferencia.

 

by primeroscristianos.com - Javier Fernández-Álava / Alex López Blanco  /  Jordi Pich  /  Gonzalo García De La Garza

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https://www.primeroscristianos.com/la-nueva-evangelizacion-se-hara-con-las-obras-de-misericordia/

 

SAN SIXTO II, PAPA, Y COMPAÑEROS MÁRTIRES

Fue ordenado obispo de Roma el año 257. Al año siguiente, mientras celebraba la sagrada liturgia en el cementerio de Calixto, fue detenido por unos soldados, en virtud del edicto del emperador Valeriano, y ejecutado al momento, junto con cuatro de sus diáconos, el día 6 de agosto. Recibió sepultura en el mismo cementerio.

 

Sixto II fue un gran constructor de paz que acogió a los herejes arrepentidos sin rebautizarlos. También revocó la excomunión a los que rebautizaban. Debido a las persecuciones anticristianas de Valeriano, a solo once meses de pontificado, murió en 258, junto a seis de los siete diáconos de Roma.

Sixto II, el Papa número veinticuatro de la Iglesia Católica, se atusó la espesa barba, pensativo y cariacontecido. Estaba muy cansado. No eran tiempos fáciles, desde luego, y la situación duraba ya demasiado tiempo.

Sixto II

El Papa Sixto II y sus diáconos, con san Lorenzo. (Fra Angélico)

 

El Romano Pontífice, a quien algunos llamarían el Bueno y el Pacífico con toda justicia, sabía muy bien que sobre la Iglesia de Roma se cernían dos amenazas terribles en aquella época: de un lado, la persecución encarnizada de Valeriano, el todopoderoso emperador sin escrúpulos; y de otro, las propias intrigas internas que dividían y debilitaban a los cristianos perseguidos.

 

Sixto II no acertaba a distinguir cuál de las dos era más letal

Del emperador Valeriano, ¿qué decir? A todos les sorprendió el edicto. Venían de una época de relativa calma, cuando de pronto el emperador arremetió contra ellos exigiéndoles no solo renunciar a su credo religioso, sino incluso ofrecer un sacrificio a sus dioses paganos. Muchos habían sido ejecutados ya por negarse a blasfemar contra Dios, mientras otros salvaron el pellejo por renegar de su fe.

Las malas lenguas atribuían el cambio radical de Valeriano a la necesidad de sanear las maltrechas finanzas del imperio con ayuda de los bienes confiscados a los cristianos más pudientes. Sea como fuere, allí estaba Sixto II entonces, sumido en la celebración de la Santa Misa en el interior de las catacumbas del Praetextatus, muy cerca de la Via Appia.

Desde su silla recordaba, emocionado, la firme promesa de Jesús: «Donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí en el centro estoy Yo». Ese era su único consuelo en aquel momento.

sixto II papaSolo la fe le ayudaba a aceptar esa terrible condena de vivir escondido en cementerios o grutas subterráneas, como el peor de los delincuentes, para poder rezar y renovar la pasión de Cristo en el altar, sin perder tampoco la esperanza de profesar la fe en libertad algún día.

Pero, aun así, Sixto presentía que se acercaba su final y experimentaba una enorme desazón por todo lo que aún le quedaba por hacer.

Percibió entonces el eco lejano de los pasos soldadescos en su busca. Corría el 6 de agosto del año 258.

Los emisarios de Valeriano, armados hasta los dientes, procedieron a capturarle instantes después.

«Bendito seas siempre, Señor», prorrumpió el pontífice mientras le apresaban. Zarandeado por aquellos salvajes, el Obispo de Roma se sorprendió de su falta de miedo.

 

Restablecer relaciones

Solo le importaba su Iglesia y pedía a Cristo con todas sus fuerzas que velase por su rebaño sin pastor. En realidad, a Sixto II únicamente le inquietaba la amenaza interna en la Iglesia, es decir, el efecto corrosivo de las luchas de poder disfrazadas de discrepancias doctrinales que debilitaban a la sagrada institución desde sus mismos cimientos. Sin saberlo entonces, Sixto II pasaría a la historia por haber realizado una labor de reconciliación valiosísima.

 

La profecía cumplida del Papa Sixto II

No en vano, restableció las relaciones con Cipriano, Obispo de Cartago. La Iglesia de Roma y la del Norte de África volvieron así a entenderse después de largo tiempo. Al fin y al cabo, Sixto II hizo entender a Cipriano que una Iglesia no debía resquebrajarse por diferencias de criterio en el trato a los apóstatas que renunciaban a su fe, los llamados lapsis.

Sixto II fue conducido así ante las autoridades, que le condenaron a muerte junto con cuatro diáconos ejecutados también en el cementerio de Calixto, en la Vía Apia. Canonizado años después, Sixto II murió decapitado, pero antes de eso se cruzó con San Lorenzo, diácono de Roma, rumbo hacia el patíbulo.

Cuenta la leyenda, atribuida a San Ambrosio de Milán, que en aquel fugaz encuentro camino del martirio, San Lorenzo (el santo de origen español a quien más tarde rendiría homenaje Felipe II con su monasterio de El Escorial), le preguntó a Sixto II con afección: «¿Adónde vas sin mí, sin tu diácono, sin tu hijo y sirviente?». La respuesta del Papa debió helarle la sangre: «En cuatro días, tú me seguirás», profetizó Sixto II con mirada fulminante.

Y así fue: San Lorenzo falleció cuatro días después exactamente, el 10 de agosto del año 258, de forma tal vez aún más terrible que Sixto… ¡Asado vivo en una parrilla!

recompensas cristianas

La leyenda provenía, según la tradición, de San Ambrosio de Milán, Obispo de la localidad italiana, además de destacado teólogo y orador. Por si fuera poco, San Ambrosio ha sido reconocido como uno de los treinta seis doctores de la Iglesia Católica.

 

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No sé si es el lugar más impresionante de Tierra Santa -eso ya depende de cada uno-, pero desde luego es un sitio que no deja indiferente

El monte Tabor está a 588 metros de altura sobre el nivel del mar. Allí tuvo lugar la transfiguración del Señor delante de los tres apóstoles, y con la aparición de Elías y Moises. Este es el precioso mosaico que hay en el interior de la Iglesia católica del monte Tabor.

Antes de venirme a Tierra Santa hablando con un amigo en su casa, me decía:

-A mí lo que más ilusión me hace de Tierra Santa es poder visitar el monte Tabor.

Antes de dos años cumplió su sueño mi amigo, y no quedó defraudado. Ciertamente es un monte impresionante. Siempre lo he subido en coche, aunque haciendo el propósito de hacer la ascensión andando en cuanto tuviera oportunidad.

Pero, por desgracia, siempre que visito el monte Tabor es con cierta prisa, pues acompaño a amigos en un día de excursión: venimos de estar en el mar de Galilea por la mañana, y nos queda todavía por ver Nazaret en lo que resta de tarde, para luego volver a Jerusalén por la noche.

Recuerdo la primera vez que estuve: cómo me impresionó el lugar y la vista que hay desde la cima de todo el valle del Esdrelón. Se respira una paz asombrosa y se reza muy bien. Entiendo que el Señor quisiera mostrar su divinidad a los discípulos en ese lugar tan especial.

El monte Tabor ha sido siempre considerado un monte Santo. Desde el Antiguo Testamento ya lo llamaban así las tribus israelitas del norte.

Existía ya un santuario cananeo cuyos restos son visibles aun hoy día en la cripta de la actual basílica. En el siglo III Antíoco III ocupó la cima donde estableció una tropa Siria.

Más adelante, con la primera revuelta judía del año 66 fue fortificado por José Flavio, y desmantelado por Vespasiano. En el Evangelio no se nos dice el lugar donde tuvo lugar la Transfiguración del Señor. Hay una antigua tradición del s. II, que sitúa esta escena evangélica en el monte Tabor. El evangelio dice “los llevó a un monte alto” (Lc. 9,2), y san Pedro en su II Carta dice “monte Santo”.

Debajo de la cripta de la nueva basílica fue descubierta una gruta, lugar de culto de los judeo-cristianos. Parece ser que en el monte pudo haber también un grupo de eremitas. Estos mantenían vivo el culto aun hasta después de la conquista árabe.

En la época cruzada parece que la situación mejoró mucho. Desde el siglo IV ya había un monumento erigido a la Transfiguración. En el siglo IX estaba confiado el culto a monjes benedictinos, que mejoraron mucho la Iglesia, pero en el 1200 el Sultán Malek Al-Adel queriendo fortificar el monte, hizo desaparecer la Iglesia, y realizó construcciones sarracenas cuyos vestigios aun hoy se pueden ver.

En el siglo XIII llegarón los franciscanos con el fin de custodiar los lugares Santos. Hasta el siglo XVII no consiguieron la propiedad del monte Tabor, que se la concedió el emir Fakr-ed Din. Estaba todo en ruinas. Hasta 1924 no se construyó la actual basílica por el arquitecto Barluzzi.

El mosaico que representa la transfiguración del Señor está en el ábside de la iglesia. Al entrar a la basílica a la izquierda está una capilla dedicada a Moisés, y a la derecha otra dedicada al profeta Elías.

De la primitiva basílica cruzada, además de la cripta y de algunos muros visibles debajo del muro reconstruido, forma parte también el altar que se encuentra en el centro mismo de la cripta.

Y de la basílica de época bizantina el único elemento cierto es el pavimento en mosaico que puede apreciarse hoy yendo en dirección a la sacristía.

También se conservan varios capiteles y fragmentos de columnas que pertenecieron a esta época.

Además podemos encontrar, al norte de la basílica y debajo del pavimento del lugar identificado como el refectorio del monasterio medieval, una pequeña gruta excavada que contenía en la pared restos de inscripciones en griego y algunos monogramas con cruces, quizá resto del cementerio de los monjes bizantinos que habitaron la montaña.

Para visitar los monumentos de la zona septentrional de la cima del Tabor hay que volver a la Puerta del Viento y desviarse a la derecha, entrando así en lo que es la propiedad griego-ortodoxa.

En el interior de la torre del nordeste, se puede visitar la gruta de Melquisedec y las ruinas de una iglesia cruzada excavada en gran parte de la roca de la montaña. Allí se conmemoraba el encuentro de Abraham con Melquisedec. Más allá se alza la iglesia y el monasterio de San Elías que tienen los monjes griego-ortodoxos, reconstruido sobre las ruinas de una antigua iglesia de la época cruzada.

No sé si es el lugar más impresionante de Tierra Santa -eso ya depende de cada uno-, pero desde luego es un sitio que no deja indiferente, y que queda muy fuertemente impreso en la memoria.

 

La última Cena, ya en versión digital

Cada año, cientos de miles de personas visitan la sala conocida como Cenáculo, donde se cree que tuvo lugar la Última Cena. Incluso el papa Francisco y Juan Pablo II han celebrado misa en el lugar sagrado.

 

 

FRANCISCO
Aquí nació la Iglesia y nació para salir.

Se ha creado una versión en 3D del Cenáculo para ayudar a los conservadores, arqueólogos e historiadores del arte a descubrir los numerosos aspectos desconocidos de este edificio de gran importancia histórica y religiosa. El proyecto brinda a todos los implicados la oportunidad de explorar el pasado.

cena

 

SORIN HERMON
Profesor Asociado, Instituto de Chipre

Quería formar parte de este proceso de desvelar historias ocultas.
Es parte de lo que significa la investigación del patrimonio: dar sentido en el presente a las cosas del pasado.

Pero esta versión en 3D de la sala no es solo para historiadores. También acerca Tierra Santa a personas de todo el mundo.

 

Ultima cena

 

AMIT REEM
Arqueólogo, Autoridad de Antigüedades de Israel

No necesariamente solo los exploradores, también las personas que no pueden visitar Jerusalén, que no pueden viajar a Jerusalén, pueden visitar el lugar desde su casa.

El equipo de historiadores planea desarrollar en el futuro una edición en 3D aún más sofisticada que podría seguir revelando descubrimientos avanzados de la época de Jesús.

 

+ info -

El Cenáculo de Jerusalén, recreado en 3D

 

fuente - romereports.com

 

Mérida, es el lugar de culto más antiguo en Hispania.

La Iglesia más antigua documentada en Hispania está en Mérida. A finales de 1980, se descubrió en la ciudad una casa romana que data de hace más de 1.700 años.

 

Casi 30 años más tarde, en 2008, se decidió reacondicionar el espacio para conferencias y exposiciones. Fue entonces cuando los arqueólogos encontraron un agujero al fondo del sótano.

 

 

 

FRANCISCO JAVIER HERAS
Director, Museo Arqueológico de Badajoz

Sabíamos que, a partir de mediados del S.III, existían fuentes que hablaban de grupos organizados, al frente del cual había un obispo, en Mérida. A pesar de ello, no había restos arqueológicos que, hasta ese momento, lo confirmasen.
Por tanto, digamos que había una especie de descompensación entre lo que decían las fuentes y lo que estábamos encontrando a nivel arqueológico.

Al bajar, los arqueólogos se encontraron con pinturas que, claramente, eran cristianas. Un crismón en la parte central, además de grabados de panes, peces y anclas. Una iglesia clandestina, ya que, en aquella época, había frecuentes persecuciones contra los cristianos. Este lugar de culto se ha documentado como el más antiguo de Hispania.

merida iglesia hispania antigua

Un crismón en la parte central, además de grabados de panes, peces y anclas.

 

 

FRANCISCO JAVIER HERAS
Director, Museo Arqueológico de Badajoz

En este caso, sí podríamos confirmarlo. Hay unos restos religiosos, indudablemente cristianos, indudablemente antiguos, relacionados con esa casa. El hecho de estar ocultos implica, o bien que el cristianismo está perseguido, o implica que quien vive ahí y practica los ritos a cuatro metros bajo tierra es porque, cuanto menos, no se está fiando o bien tiene ciertos reparos a la hora de exhibir su condición religiosa o su actividad religiosa en sentido general.

A Francisco Javier todavía se le ponen los pelos de punta al recordar una de las veces que bajó a la excavación. Allí, se encontró a un compañero sentado y en silencio. Estaba rezando el rosario.

merida iglesia hispania antigua 2

 

FRANCISCO JAVIER HERAS
Director, Museo Arqueológico de Badajoz

Y le pregunté: “¿Qué haces? Te veo muy en silencio”. Dice: “Bueno, pues ahora mismo estoy rezando. Para mí es una experiencia muy importante el poder rezar donde se rezaba hace muchísimos años y, después de todo ese tiempo, ser yo la primera persona que lo hace...” La verdad, debió ser... Yo lo entendí rapidamente. Debió ser algo bastante especial.

La idea es que los restos de esta iglesia primitiva se puedan visitar en un futuro. Así, podrán acercar a aquellos que quieran visitarla lo que sintieron los cristianos en el S.III d.C.

merida iglesia hispania antigua

+ info -

https://www.primeroscristianos.com/comienzos-evangelizacion-hispania-espana/

 

 

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