Las cuevas de Cennetağzı en Zonguldak reciben cada año muchos visitantes

Cennetağzı, una de las primeras iglesias cueva de Türkiye, quiere hacerse un nombre en el turismo religioso.

 

Las cuevas de Cennetağzı, abiertas al público hace 22 años en el distrito Karadeniz Ereğli de Zonguldak, llaman la atención por su importancia en la mitología griega y sus lugares de culto de la época cristiana romana.

 

 

Las cuevas de Cennetağzı, que según la mitología son el lugar donde Hércules cumplió la última de las 12 tareas que le fueron encomendadas, contribuyen al turismo como sitio de ruinas afiliado al Museo Karadeniz Ereğli.

 

 

Se sabe que la Iglesia Cueva, que consta de 3 cuevas alineadas una al lado de la otra en el distrito de Inönü, fue utilizada como lugar de culto en los primeros años de la expansión del cristianismo.

Las columnas, los capiteles de las columnas, los pisos de mosaico y los portalámparas de aceite dentro de la cueva se muestran como evidencia de que la cueva fue utilizada como centro de culto por los primeros cristianos durante el período en que el paganismo era dominante y el cristianismo estaba prohibido.

 

 

Al oeste de la cueva de Ayazma hay un gran estanque, cuyo suelo está cubierto de agua subterránea y servía como cisterna de agua para la Iglesia y las cuevas de Koca Yusuf.

Se afirma en fuentes históricas que la cueva, que fue utilizada durante los períodos romano y bizantino, recibió el nombre ‘Ayazma’ (pozo sagrado en griego) porque su agua se consideraba sagrada.

Fue el textil su principal fuente de ingresos

Denizli,  Laodicea en la antigüedad. Actualmente, no es una casualidad, la relación de la provincia con el textil que exporta textiles a 185 países. El gigante textil del mundo antiguo era la antigua ciudad de Laodicea, ubicada en la actual Denizli.

 

En la antigüedad, la fuente esencial de riqueza en Denizli y sus alrededores eran los textiles y el comercio que se desarrolló según esto. El centro textil más importante del mundo antiguo fue la antigua ciudad de Laodicea en Denizli.

Poder comprar tejidos fabricados en esta región se consideraba como un símbolo de prestigio. Las telas se cosían según el gusto de la persona y la moda del año y se ofrecían al consumidor.

 

Se encontró tela de hace miles de años en Laodicea
Piezas de telar que datan de hace 7 mil años

 

Según los arqueólogos, la cultura del tejido surgió en muchas civilizaciones en tiempos prehistóricos y se convirtió en arte.

 

Las ciudades de Hierápolis, Laodicea y Colosos parecen fábricas de la época antigua en el marco de producción y teñido de productos textiles y tejido de alfombras y tapetes. Las telas de Laodicea son famosas en Francia.

Laodicea

 

Todavía se producen tejidos de Laodicea.

Los hilos de Laodicea, famosos en la antigüedad, actualmente se siguen fabricando con métodos de tejido tradicionales. Los productos más cercanos a estos hilos especiales se producen en Denizli y en los distritos y ciudades circundantes, como Buldan Bezi, Dasdar, etc. Todavía llama la atención por sus nombres.

 

 

La importancia de Laodicea hoy es doble. Para la arqueología es un importante campo de estudio e investigación, con sus templos, teatros y ninfeos, y con un plan urbano de gran importancia. Para el cristianismo , Laodicea ofrece la posibilidad de un retorno a las raíces. La ciudad recibió el cristianismo desde tiempos apostólicos y es una de las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis de San Juan, hogar de una próspera comunidad cristiana.

Aquí se celebró un sínodo, cuyos cánones tienen una importancia considerable para la historia de la Iglesia , y que probablemente tuvo lugar en 364 .

 

 

FUENTE: www.trt.net.tr/espanol

Fue el textil su principal fuente de ingresos

Denizli,  Laodicea en la antigüedad. Actualmente, no es una casualidad, la relación de la provincia con el textil que exporta textiles a 185 países. El gigante textil del mundo antiguo era la antigua ciudad de Laodicea, ubicada en la actual Denizli.

 

En la antigüedad, la fuente esencial de riqueza en Denizli y sus alrededores eran los textiles y el comercio que se desarrolló según esto. El centro textil más importante del mundo antiguo fue la antigua ciudad de Laodicea en Denizli.

Poder comprar tejidos fabricados en esta región se consideraba como un símbolo de prestigio. Las telas se cosían según el gusto de la persona y la moda del año y se ofrecían al consumidor.

 

Se encontró tela de hace miles de años en Laodicea
Piezas de telar que datan de hace 7 mil años

 

Según los arqueólogos, la cultura del tejido surgió en muchas civilizaciones en tiempos prehistóricos y se convirtió en arte.

 

Las ciudades de Hierápolis, Laodicea y Colosos parecen fábricas de la época antigua en el marco de producción y teñido de productos textiles y tejido de alfombras y tapetes. Las telas de Laodicea son famosas en Francia.

Laodicea

 

Todavía se producen tejidos de Laodicea.

Los hilos de Laodicea, famosos en la antigüedad, actualmente se siguen fabricando con métodos de tejido tradicionales. Los productos más cercanos a estos hilos especiales se producen en Denizli y en los distritos y ciudades circundantes, como Buldan Bezi, Dasdar, etc. Todavía llama la atención por sus nombres.

 

 

La importancia de Laodicea hoy es doble. Para la arqueología es un importante campo de estudio e investigación, con sus templos, teatros y ninfeos, y con un plan urbano de gran importancia. Para el cristianismo , Laodicea ofrece la posibilidad de un retorno a las raíces. La ciudad recibió el cristianismo desde tiempos apostólicos y es una de las siete iglesias mencionadas en el Apocalipsis de San Juan, hogar de una próspera comunidad cristiana.

Aquí se celebró un sínodo, cuyos cánones tienen una importancia considerable para la historia de la Iglesia , y que probablemente tuvo lugar en 364 .

 

 

FUENTE: www.trt.net.tr/espanol

 

Tertuliano resumió en su Apología con el conocido elogio: “Mirad, cómo se aman”

Curiosas coincidencias han hecho que los “primeros cristianos” llamen de nuevo a mi puerta. Terminaba de releer “Los primeros cristianos en Roma”, de Jerónimo Leal -profesor de Patrología en la Universidad de la Santa Cruz, en Roma-, al mismo tiempo que enviaba mi artículo “Iglesia sinodal y primeros cristianos”, publicado el pasado día 17. Y justamente el mismo día del envío, Gabriel, amigo promotor de www.primeroscristianos.com me regalaba recién salido de imprenta “El ejemplo de los primeros cristianos” (EUNSA, 2023), donde recoge sus trabajos en esa página web.

 

Tanta conjunción sincrónica en torno a los protagonistas de la Iglesia naciente me impulsa a hablar nuevamente de ellos para animarnos a seguir su ejemplo y tomar nota de algo indiscutible: si lo que fue esencial en sus vidas no permaneciera también hoy en las nuestras, la Iglesia llegaría a su fin. No sucederá porque, en palabras de su Fundador, “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”(Mt 16, 18);pero convendrá repasar qué fue lo esencial, las claves por las que vida y mensaje de aquellos primeros triunfó y ha llegado hasta nosotros, incluso tantas veces contra viento y marea.

“Contra viento y marea” recuerda la furiosa tormenta en el lago de Genesaret contra la barca de Pedro, imagen tradicional de la Iglesia. Hoy también, no menos que entonces, la Iglesia se ve sacudida por olas turbulentas que, como aguas de confusas ideologías y modernas costumbres neo-paganas, pugnan por entrar en la barca de Pedro para hundirla. Estos vientos son, en el fondo, los mismos que soplaron contra los primeros cristianos, pero hoy lo hacen con lenguajes seductores y ropajes variopintos, porque el demonio no da la cara y le gustan los disfraces.

Recordaré pues, los dos ámbitos contrapuestos en la pugna: el de los factores positivos que explican la supervivencia del mensaje cristiano, y el de los vientos que entonces le fueron contrarios.

 

 

Un primer factor esencial fue que vivieron codo con codo junto a sus conciudadanos, como lo hizo Jesús, sin crear un gueto aparte por así decir. Pero a la vez, fue una vida ordinaria en coherencia con la de Cristo y, por tanto, yendo contracorriente de los parámetros paganos de su época, y de los usos y costumbres opuestos a la dignidad humana.

Seguían aquellas palabras de san Pablo: “hacedlo todo (…) sin tacha, en medio de una generación depravada y perversa” (Fil 2,15); y Pablo no escribía de oídas. Idéntico testimonio encontramos en la Carta de un cristiano del siglo II dirigida a un tal Diogneto, donde leemos:

”Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres (…); sin embargo, se muestran viviendo un tenor de vida admirable, que a todos sorprende”.

La Carta desciende a conductas concretas de los cristianos:

“Como todos, se casan; como todos, engendran hijos, pero no abandonan a los recién nacidos. Ponen mesa común, pero no lecho. Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan su vida en la tierra, pero son también ciudadanos del cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero con su vida las sobrepasan” (Carta, 5).

Otro factor clave en la vida de los primeros fue su firmísima convicción de que Cristo -resucitado- caminaba no ya junto a cada uno, sino que vivía en su interior, en su corazón y, por el amor, se manifestaba después en obras que todo el mundo podía ver: en medio del diario ajetreo, en el trabajo, en la convivencia, en la ayuda al necesitado, en la plaza pública…. Era una conducta a la vista de todos, en el escaparate, atrayente, y que Tertuliano resumió en su Apología con el conocido elogio: “Mirad, cómo se aman”. Era la fe encarnada, hecha vida en obras que entraban por los ojos. Han pasado XXI siglos, la sociedad humana ha evolucionado en muchos aspectos, pero las vidas ejemplares de aquellos primeros nos jalean hoy para que mantengamos lo permanente, y lo transmitamos a la siguiente generación.

Otra clave más, esencialísima como las anteriores: no tenían maniatado ni escondido en su intimidad el amor a Cristo, sino que lo comunicaban a todos “con ocasión y sin ella” que dirá san Pablo a Timoteo, porque se sabían apóstoles, enviados por él, en virtud del Bautismo. Así, el fuego del Espíritu se difundió a los cuatro vientos, llegando a todos los corazones.

Siendo determinantes las claves mencionadas, considero primerísima y animadora de todas, el hecho de que cada cristiano, a través de la fe, se dejó conquistar como sucede con los enamorados, por el encuentro con el amor de Dios y su atrayente humanidad en la persona divina de Jesús. Esto hizo que, personalmente, casa uno se tomara muy en serio las palabras del Señor: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Cada uno se hizo creyente de los pies a la cabeza, a tiempo completo, y sin ocultar su fe.

Botón de muestra del acompañamiento y fuerza cautivadora de Jesús, lo ofreció él mismo, el día de su resurrección, al abordar a los discípulos de Emaús. Abatidos y desesperanzados, igual que nos puede suceder a nosotros, con el ardor de Jesús recobraron su fe muerta, como lo manifestaron diciéndose uno a otro:“¿No es verdad que ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Luc 24, 32).Es lógico pensar que, en cada creyente de los primeros tiempos, ardía una llama del espíritu que conquistó a los de Emaús.

Pasando ya al ámbito opuesto, el de los vientos contrarios, ¿dónde estuvieron los peligros principales? Por resumirlos al máximo, mencionaré solo dos; el de las persecuciones cruentas que se cobraron muchos mártires, y el más grave y sinuoso: el riesgo de adulterar la verdad del mensaje con falsas doctrinas que intentaron introducirse en la Iglesia. A distancia de XXI siglos poco han cambiado las cosas, aunque esta afirmación pueda sorprender.

Las primeras persecuciones cruentas más que obstáculo fueron nuevo impulso para la fe, como testimoniaba Tertuliano: “La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”. Hoy tampoco faltan testimonios martiriales de cristianos, y el Informe de 2023 sobre libertad religiosa en el mundo, que bienalmente publica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), señala que en 61 países los ciudadanos se han enfrentado a graves violaciones de la libertad religiosa y en 28 de ellos, a clara persecución.

El otro gran peligro ya mencionado, fue el riesgo de adulterar el mensaje cristiano con enseñanzas contrarias a la verdad. Concretamente, por el gnosticismo. Las enseñanzas gnósticas buscaban seducir con un engañoso conocimiento pretendidamente superior al de la revelación de Jesús, y una práctica de vida desencarnada y espiritualista. Sin embargo, ese “caballo de Troya” del gnosticismo no logró penetrar en la Iglesia; aunque el tema requiere más desarrollo, es momento de concluir ya, recordando las palabras del Señor y la intención de estas líneas.

Las puertas del infierno no prevalecerán: no ganaron la batalla entonces, ni tampoco triunfarán hoy. La antorcha de la fe y vida cristiana de los primeros ha llegado hasta nosotros, y no permitiremos que se apague.

El actual “caballo de Troya” con sus modernas ideologías -igualitarismos indiscriminados, buenismos que adulteran la realidad, cantos de sirena para copiar en la Iglesia modelos de gobierno ajenos a la voluntad de Cristo, conductas vejatorias de la dignidad humana, etc.-, ha de quedar fuera de la viña del Señor. Con su gracia, el testimonio sereno y firme de los primeros cristianos, ha de seguir prevaleciendo en nosotros, cristianos del siglo XXI.

José Antonio García-Prieto Segura en  religion.elconfidencialdigital.com

 

Tertuliano resumió en su Apología con el conocido elogio: “Mirad, cómo se aman”

Curiosas coincidencias han hecho que los “primeros cristianos” llamen de nuevo a mi puerta. Terminaba de releer “Los primeros cristianos en Roma”, de Jerónimo Leal -profesor de Patrología en la Universidad de la Santa Cruz, en Roma-, al mismo tiempo que enviaba mi artículo “Iglesia sinodal y primeros cristianos”, publicado el pasado día 17. Y justamente el mismo día del envío, Gabriel, amigo promotor de www.primeroscristianos.com me regalaba recién salido de imprenta “El ejemplo de los primeros cristianos” (EUNSA, 2023), donde recoge sus trabajos en esa página web.

 

Tanta conjunción sincrónica en torno a los protagonistas de la Iglesia naciente me impulsa a hablar nuevamente de ellos para animarnos a seguir su ejemplo y tomar nota de algo indiscutible: si lo que fue esencial en sus vidas no permaneciera también hoy en las nuestras, la Iglesia llegaría a su fin. No sucederá porque, en palabras de su Fundador, “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”(Mt 16, 18);pero convendrá repasar qué fue lo esencial, las claves por las que vida y mensaje de aquellos primeros triunfó y ha llegado hasta nosotros, incluso tantas veces contra viento y marea.

“Contra viento y marea” recuerda la furiosa tormenta en el lago de Genesaret contra la barca de Pedro, imagen tradicional de la Iglesia. Hoy también, no menos que entonces, la Iglesia se ve sacudida por olas turbulentas que, como aguas de confusas ideologías y modernas costumbres neo-paganas, pugnan por entrar en la barca de Pedro para hundirla. Estos vientos son, en el fondo, los mismos que soplaron contra los primeros cristianos, pero hoy lo hacen con lenguajes seductores y ropajes variopintos, porque el demonio no da la cara y le gustan los disfraces.

Recordaré pues, los dos ámbitos contrapuestos en la pugna: el de los factores positivos que explican la supervivencia del mensaje cristiano, y el de los vientos que entonces le fueron contrarios.

 

 

Un primer factor esencial fue que vivieron codo con codo junto a sus conciudadanos, como lo hizo Jesús, sin crear un gueto aparte por así decir. Pero a la vez, fue una vida ordinaria en coherencia con la de Cristo y, por tanto, yendo contracorriente de los parámetros paganos de su época, y de los usos y costumbres opuestos a la dignidad humana.

Seguían aquellas palabras de san Pablo: “hacedlo todo (…) sin tacha, en medio de una generación depravada y perversa” (Fil 2,15); y Pablo no escribía de oídas. Idéntico testimonio encontramos en la Carta de un cristiano del siglo II dirigida a un tal Diogneto, donde leemos:

”Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres (…); sin embargo, se muestran viviendo un tenor de vida admirable, que a todos sorprende”.

La Carta desciende a conductas concretas de los cristianos:

“Como todos, se casan; como todos, engendran hijos, pero no abandonan a los recién nacidos. Ponen mesa común, pero no lecho. Están en la carne, pero no viven según la carne. Pasan su vida en la tierra, pero son también ciudadanos del cielo. Obedecen a las leyes establecidas, pero con su vida las sobrepasan” (Carta, 5).

Otro factor clave en la vida de los primeros fue su firmísima convicción de que Cristo -resucitado- caminaba no ya junto a cada uno, sino que vivía en su interior, en su corazón y, por el amor, se manifestaba después en obras que todo el mundo podía ver: en medio del diario ajetreo, en el trabajo, en la convivencia, en la ayuda al necesitado, en la plaza pública…. Era una conducta a la vista de todos, en el escaparate, atrayente, y que Tertuliano resumió en su Apología con el conocido elogio: “Mirad, cómo se aman”. Era la fe encarnada, hecha vida en obras que entraban por los ojos. Han pasado XXI siglos, la sociedad humana ha evolucionado en muchos aspectos, pero las vidas ejemplares de aquellos primeros nos jalean hoy para que mantengamos lo permanente, y lo transmitamos a la siguiente generación.

Otra clave más, esencialísima como las anteriores: no tenían maniatado ni escondido en su intimidad el amor a Cristo, sino que lo comunicaban a todos “con ocasión y sin ella” que dirá san Pablo a Timoteo, porque se sabían apóstoles, enviados por él, en virtud del Bautismo. Así, el fuego del Espíritu se difundió a los cuatro vientos, llegando a todos los corazones.

Siendo determinantes las claves mencionadas, considero primerísima y animadora de todas, el hecho de que cada cristiano, a través de la fe, se dejó conquistar como sucede con los enamorados, por el encuentro con el amor de Dios y su atrayente humanidad en la persona divina de Jesús. Esto hizo que, personalmente, casa uno se tomara muy en serio las palabras del Señor: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Cada uno se hizo creyente de los pies a la cabeza, a tiempo completo, y sin ocultar su fe.

Botón de muestra del acompañamiento y fuerza cautivadora de Jesús, lo ofreció él mismo, el día de su resurrección, al abordar a los discípulos de Emaús. Abatidos y desesperanzados, igual que nos puede suceder a nosotros, con el ardor de Jesús recobraron su fe muerta, como lo manifestaron diciéndose uno a otro:“¿No es verdad que ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Luc 24, 32).Es lógico pensar que, en cada creyente de los primeros tiempos, ardía una llama del espíritu que conquistó a los de Emaús.

Pasando ya al ámbito opuesto, el de los vientos contrarios, ¿dónde estuvieron los peligros principales? Por resumirlos al máximo, mencionaré solo dos; el de las persecuciones cruentas que se cobraron muchos mártires, y el más grave y sinuoso: el riesgo de adulterar la verdad del mensaje con falsas doctrinas que intentaron introducirse en la Iglesia. A distancia de XXI siglos poco han cambiado las cosas, aunque esta afirmación pueda sorprender.

Las primeras persecuciones cruentas más que obstáculo fueron nuevo impulso para la fe, como testimoniaba Tertuliano: “La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”. Hoy tampoco faltan testimonios martiriales de cristianos, y el Informe de 2023 sobre libertad religiosa en el mundo, que bienalmente publica Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), señala que en 61 países los ciudadanos se han enfrentado a graves violaciones de la libertad religiosa y en 28 de ellos, a clara persecución.

El otro gran peligro ya mencionado, fue el riesgo de adulterar el mensaje cristiano con enseñanzas contrarias a la verdad. Concretamente, por el gnosticismo. Las enseñanzas gnósticas buscaban seducir con un engañoso conocimiento pretendidamente superior al de la revelación de Jesús, y una práctica de vida desencarnada y espiritualista. Sin embargo, ese “caballo de Troya” del gnosticismo no logró penetrar en la Iglesia; aunque el tema requiere más desarrollo, es momento de concluir ya, recordando las palabras del Señor y la intención de estas líneas.

Las puertas del infierno no prevalecerán: no ganaron la batalla entonces, ni tampoco triunfarán hoy. La antorcha de la fe y vida cristiana de los primeros ha llegado hasta nosotros, y no permitiremos que se apague.

El actual “caballo de Troya” con sus modernas ideologías -igualitarismos indiscriminados, buenismos que adulteran la realidad, cantos de sirena para copiar en la Iglesia modelos de gobierno ajenos a la voluntad de Cristo, conductas vejatorias de la dignidad humana, etc.-, ha de quedar fuera de la viña del Señor. Con su gracia, el testimonio sereno y firme de los primeros cristianos, ha de seguir prevaleciendo en nosotros, cristianos del siglo XXI.

José Antonio García-Prieto Segura en  religion.elconfidencialdigital.com

Ramón Goyarrola nuevo obispo de Helsinki. Una diócesis con 17 mil católicos

El Papa Francisco nombró recientemente Obispo de Helsinki (Finlandia) al bilbaíno Ramón Goyarrola , de la Prelatura del Opus Dei. El pasado jueves lo recibió en el Vaticano para saludarlo, y donde el nuevo obispo, tras agradecerle al Papa por su nombramiento, le contó sus sueños que quiere realizar en la diócesis.

 

Viene de un lugar que se podría considerar “el fin del mundo”, donde en invierno no sale de sol y el pastor no huele a oveja, sino a reno. Es Raimo Goyarrola, el nuevo obispo de Helsinki.

 

 

 

RAIMO GOYARROLA

Obispo de Helsinki (Finlandia)

Yo quiero estar con la gente. Viajaré muchísimo y, lógicamente, la pastoral va a ser, como dice el papa… Él dice: “El pastor debe oler a oveja”. Yo digo: “Oler a reno”. Porque ovejas no hay en Finlandia, pero renos hay muchos.

Se ha reunido con el papa y, aunque Francisco no está muy de acuerdo con que ese “fin del mundo” esté en Finlandia, han conseguido una solución para ambas partes.

Hemos estado bastante tiempo juntos. Bueno, es un “padrazo”. Le he dado un abrazo inmenso. Le he agradecido que se haya fiado de mí, confiar en mí, en el ministerio de “pastorear” a este pueblo maravilloso de Finlandia.

El papa habla continuamente de la periferia, la periferia… Finlandia es el fin del mundo: “Fin” “land”, “fin del mundo”. Aunque él insiste en que el “fin del mundo” es Argentina, pero hemos vuelto a quedar en que hay “fin del mundo” en el norte, Finlandia, y “fin del mundo” en el sur, que es Argentina.

Hasta tres veces le ha dicho al papa que viaje a Finlandia, una de las periferias de Europa, con menos del 1% de católicos. Sin embargo, el obispo considera que este país puede ser importante a la hora de conseguir la tan esperada paz en Ucrania.

Como demuestra la situación ahora en Europa, creo que Finlandia puede ser un puente para lograr la paz en Ucrania y le he invitado. Se lo he dicho tres veces (risas)… A ver, comprendo que la agenda es muy apretada y las circunstancias son las que son, pero espero que pueda venir.

Finlandia ha sido un cojín, digamos, entre el mundo oriental cristiano, Rusia, y el mundo occidental latino y hemos estado ahí de cojín. Y yo creo que Finlandia va a tener un papel muy importante a nivel social, político y también religioso.

Y hablando de religión, en Finlandia la gran mayoría son luteranos, aunque muchos se han sentido atraídos en los últimos años por la fe católica. Con esta curiosa comparación, explica Goyarrola los motivos en el crecimiento de dichas conversiones.

Nosotros tenemos todo el pastel. El pastel puede tener varias capas: de crema, de chocolate, las guindas, las fresas… La Iglesia católica es la Iglesia de Cristo. Tenemos la tradición de 2.000 años, los siete sacramentos, toda la Ética… Tenemos todo el pastel y esa visión global, universal, católica, pues es lo que atrae. Algunos será la confesión; otros será la santa misa; otros la liturgia; otros la ética y la sexualidad; el matrimonio; otros la coherencia de vida. Cada uno tiene su puntito, pero el conjunto es la Iglesia católica. Todo el pastel.

En cuanto a convivencia entre diferentes credos, señala que el ecumenismo en Finlandia está consiguiendo grandes frutos, hasta el punto de que ya se habla en todo el mundo, como dice Goyarrola, del “milagro finlandés”.

CA

 

VIVIR CON ALEGRÍA

El ejemplo de los primeros cristianos para el Adviento

 

"Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste tiende a obrar el mal"
(HERMAS, “EL PASTOR”, Siglo II)

 

1. (En su libro “El Pastor”, Hermas –hermano del papa Pío I- en la mitad del siglo II da una serie de recomendaciones a los cristianos referentes a la importancia de evitar la tristeza y estar alegres…)

Arranca, pues, de ti la tristeza y no atribules al Espíritu Santo que mora en ti, no sea que supliques a Dios en contra tuya y se aparte de ti. Porque el espíritu de Dios, que fue infundido en esa carne tuya, no soporta la tristeza ni la angustia.
(HERMAS, “El Pastor”, Mandamientos, 10, 2-4)

 

2. Revístete, pues, de la alegría, que halla siempre gracia delante de Dios y le es acepta, y ten en ella tus delicias. Porque todo hombre alegre obra el bien y piensa en el bien y desprecia la tristeza. En cambio, el hombre triste se porta mal en todo momento.

Y lo primero en que se porta mal es en que contrista al Espíritu Santo, que le fue dado alegre al hombre. En segundo lugar, comete una iniquidad, por no dirigir súplicas a Dios ni alabarle; y, en efecto, jamás la súplica del hombre triste tiene virtud para subir al altar de Dios.
(HERMAS, “El Pastor”, Mandamientos, 10, 2-4)

 

3. Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando la Pascua.
(SAN ATANASIO, Carta 14, 1-2)

 

4. Siempre estarás gozoso y contento, si en todos los momentos diriges a Dios tu vida, y si la esperanza del premio suaviza y alivia las penalidades de este mundo.
(SAN BASILIO MAGNO, Homilía sobre la alegría, 25)

 

5. "Quien practique la misericordia - dice el Apóstol -, que lo haga con alegría": esta prontitud y diligencia duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se ofrece de mala gana y por fuerza no resulta en modo alguno agradable ni hermoso.
(SAN GREGORIO NACIANCENO, Disertación sobre amor a los pobres, 14)

 

6. Como acabáis de escuchar en la lectura de hoy, amados hermanos, la misericordia divina, para bien de nuestras almas, nos llama a los goces de la felicidad eterna, mediante aquellas palabras del Apóstol: Estad siempre alegres en el Señor. Las alegrías de este mundo conducen a la tristeza eterna, en cambio, las alegrías que son según la voluntad de Dios durarán siempre y conducirán a los goces eternos a quienes en ellas perseveren. Por ello, añade el Apóstol: Os lo repito, estad alegres.

Se nos exhorta a que nuestra alegría, según Dios y según el cumplimiento de sus mandatos, se acreciente cada día más y más, pues cuanto más nos esforcemos en este mundo por vivir entregados al cumplimiento de los mandatos divinos, tanto más felices seremos en la otra vida y tanto mayor será nuestra gloria ante Dios.
(SAN AMBROSIO, Tratado sobre la carta a los Filipenses, 1)

 

7. Los seguidores de Cristo viven contentos y alegres y se glorían de su pobreza más que los reyes de su diadema.
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre San Mateo, 38)

 

8. En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo.
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre San Mateo, 18)

 

9. Si tenemos fija la mirada en las cosas de la eternidad, y estamos persuadidos de que todolo de este mundo pasa y termina, viviremos siempre contentos y permaneceremos inquebrantables en nuestro entusiasmo hasta el fin. Ni nos abatirá el infortunio, ni nos llenará de soberbia la prosperidad, porque consideraremos ambas cosas como caducas y transitorias.
(CASIANO, Instituciones, 9)

 

10. El gozo en el Señor debe ir creciendo continuamente, mientras que el gozo en el mundo debe ir disminuyendo hasta extinguirse. Esto no debe entenderse en el sentido de que no debamos alegrarnos mientras estemos en el mundo, sino que es una exhortación a que, aun viviendo en el mundo, nos alegremos ya en el Señor.
(SAN AGUSTÍN, Sermón 171, 1)

 

11. Entonces será la alegría plena y perfecta, entonces el gozo completo, cuando ya no tendremos por alimento la leche de la esperanza, sino el manjar sólido de la posesión. Con todo, también ahora, antes de que esta posesión llegue a nosotros, antes de que nosotros lleguemos a esta posesión, podemos alegrarnos ya con el Señor. Pues no es poca la alegría de la esperanza, que ha de convertirse luego en posesión.
(SAN AGUSTÍN, Sermón 21, 1)

 

12. Porque no hay nada más infeliz que la felicidad de los que pecan.
(SAN AGUSTÍN, De la vida feliz, 10)

 

13. Eso fueron los primeros cristianos, y eso hemos de ser los cristianos de hoy: sembradores de paz y de alegría, de la paz y de la alegría que Jesús nos ha traído. (SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ, Es Cristo que pasa, 30)

 

 

 

Del libro:
"ORAR CON LOS PRIMEROS CRISTIANOS"

Gabriel Larrauri (Ed. Planeta)

 

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El Adviento - ¿Cómo y cuando empieza a vivirse?

 

 

Ramón Goyarrola nuevo obispo de Helsinki. Una diócesis con 17 mil católicos

El Papa Francisco nombró recientemente Obispo de Helsinki (Finlandia) al bilbaíno Ramón Goyarrola , de la Prelatura del Opus Dei. El pasado jueves lo recibió en el Vaticano para saludarlo, y donde el nuevo obispo, tras agradecerle al Papa por su nombramiento, le contó sus sueños que quiere realizar en la diócesis.

 

Viene de un lugar que se podría considerar “el fin del mundo”, donde en invierno no sale de sol y el pastor no huele a oveja, sino a reno. Es Raimo Goyarrola, el nuevo obispo de Helsinki.

 

 

 

RAIMO GOYARROLA

Obispo de Helsinki (Finlandia)

Yo quiero estar con la gente. Viajaré muchísimo y, lógicamente, la pastoral va a ser, como dice el papa… Él dice: “El pastor debe oler a oveja”. Yo digo: “Oler a reno”. Porque ovejas no hay en Finlandia, pero renos hay muchos.

Se ha reunido con el papa y, aunque Francisco no está muy de acuerdo con que ese “fin del mundo” esté en Finlandia, han conseguido una solución para ambas partes.

Hemos estado bastante tiempo juntos. Bueno, es un “padrazo”. Le he dado un abrazo inmenso. Le he agradecido que se haya fiado de mí, confiar en mí, en el ministerio de “pastorear” a este pueblo maravilloso de Finlandia.

El papa habla continuamente de la periferia, la periferia… Finlandia es el fin del mundo: “Fin” “land”, “fin del mundo”. Aunque él insiste en que el “fin del mundo” es Argentina, pero hemos vuelto a quedar en que hay “fin del mundo” en el norte, Finlandia, y “fin del mundo” en el sur, que es Argentina.

Hasta tres veces le ha dicho al papa que viaje a Finlandia, una de las periferias de Europa, con menos del 1% de católicos. Sin embargo, el obispo considera que este país puede ser importante a la hora de conseguir la tan esperada paz en Ucrania.

Como demuestra la situación ahora en Europa, creo que Finlandia puede ser un puente para lograr la paz en Ucrania y le he invitado. Se lo he dicho tres veces (risas)… A ver, comprendo que la agenda es muy apretada y las circunstancias son las que son, pero espero que pueda venir.

Finlandia ha sido un cojín, digamos, entre el mundo oriental cristiano, Rusia, y el mundo occidental latino y hemos estado ahí de cojín. Y yo creo que Finlandia va a tener un papel muy importante a nivel social, político y también religioso.

Y hablando de religión, en Finlandia la gran mayoría son luteranos, aunque muchos se han sentido atraídos en los últimos años por la fe católica. Con esta curiosa comparación, explica Goyarrola los motivos en el crecimiento de dichas conversiones.

Nosotros tenemos todo el pastel. El pastel puede tener varias capas: de crema, de chocolate, las guindas, las fresas… La Iglesia católica es la Iglesia de Cristo. Tenemos la tradición de 2.000 años, los siete sacramentos, toda la Ética… Tenemos todo el pastel y esa visión global, universal, católica, pues es lo que atrae. Algunos será la confesión; otros será la santa misa; otros la liturgia; otros la ética y la sexualidad; el matrimonio; otros la coherencia de vida. Cada uno tiene su puntito, pero el conjunto es la Iglesia católica. Todo el pastel.

En cuanto a convivencia entre diferentes credos, señala que el ecumenismo en Finlandia está consiguiendo grandes frutos, hasta el punto de que ya se habla en todo el mundo, como dice Goyarrola, del “milagro finlandés”.

CA

Ha llegado a la Plaza de San Pedro el árbol de Navidad de este 2023. Temprano por la mañana, un camión trajo el abeto al Vaticano desde la ciudad de Marca, en la región del Piemonte, ubicada al noroeste de Italia.

 

(SOLO VIDEO)

 

El gobernador regional de Piamonte dijo que después de la temporada navideña, la madera de este árbol se utilizará para fabricar juguetes para niños. Cáritas se encargará de su distribución.

El 9 de diciembre, a las 17.00 horas, se encenderá el árbol y se inagurará el pesebre de la plaza. Esta tradición comenzó con el Papa Juan Pablo II en 1982.

 

 

10 años de la publicación de la Evangelii Gaudium

 

El papa señala que el anuncio del Evangelio se encuentra en una nueva etapa misionera. Para afrontarla sugiere recuperar el estilo misionero de los primeros cristianos, que según apunta el pontífice, estaba profundamente marcado por la alegría.

 

Este es parte del mensaje que Francisco ha dirigido a los participantes en un congreso sobre la Evangelii Gaudium, el documento donde Francisco expuso su programa de pontificado. El congreso fue organizado con motivo de los 10 años de su publicación.

 

 

El papa ha sugerido en varias ocasiones que los cristianos de hoy se inspiren en sus predecesores de los primeros tiempos de la Iglesia. El pontífice destaca su alegría, su fraternidad y su atención a los más necesitados.

FRANCISCO

Aquí aparece el retrato de la Iglesia que mira a quien está en dificultad y no cierra los ojos, sabe mirar a la cara a la Humanidad para crear relaciones significativas, puentes de amistad y de solidaridad en lugar de barreras. Aparece el rostro de una Iglesia sin fronteras que se siente madre de todos, que sabe tomar de la mano y acompañar para consolar, no para condenar. Jesús siempre, siempre tiende la mano. Siempre trata de consolar.

La recuperación de un espíritu misionero en la Iglesia católica ha marcado el estilo de gobierno del papa argentino en estos 10 años de pontificado. Quiso que la reforma de la curia estuviera orientada en ese sentido. Y en las últimas semanas ha insistido en la importancia de que los católicos de hoy dediquen tiempo a la oración y a los necesitados para recuperar el espíritu de los primeros cristianos.

JRB

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