Historia del Rosario

El pueblo cristiano siempre ha sentido la necesidad de la mediación de María, Omnipotencia suplicante, canal de la gracia: se multiplican así a lo largo de los siglos las devociones marianas, tanto litúrgicas coma populares.

Sin embargo, entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario, el ejercicio piadoso por excelencia en honor de la Santísima Virgen María, Madre de Dios.

Entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario

 


ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra rosario significa "corona de rosas".

Rosario Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios.

Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

 


ORIGEN Y DESARROLLO

En la Edad Media, se saluda a la Virgen María con el título de rosa, símbolo de la alegría. El bienaventurado Hermann le dirá: «Alégrate, Tú, la misma belleza. / Yo te digo: Rosa, Rosa», y en un manuscrito francés medieval se lee: «cuando la bella rosa María comienza a florecer, el invierno de nuestras tribulaciones se desvanece y el verano de la eterna alegría comienza a brillar». Se adornan las imágenes de la Virgen con una «corona de rosas» y se canta a María como «jardín de rosas» (en latín medieval rosarium); así se explica la etimología del nombre que ha llegado a nuestros días.

        En esa época, los que no sabían recitar los 150 salmos del Oficio divino los sustituían por 150 Avemarías, acompañadas de genuflexiones, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o de nudos hechos en una cuerda. A la vez se meditaba y se predicaba la vida de la Virgen. En el s. XIII, en Inglaterra, el abad cisterciense Étienne de Sallai escribe unas meditaciones en donde aparecen 15 gozos de Nuestra Señora, terminando cada una de ellas con un Avemaría.

virgen_3.gif        Sin entrar en una discusión crítico-histórica pormenorizada sobre los detalles del origen último del Rosario en su estructura actual, podemos afirmar que es, sin duda, Santo Domingo de Guzmán el hombre que en su época más contribuyó a la formación del Rosario y a su propagación, no sin inspiración de Santa María Virgen.

Motivo fue el extenderse la herejía albigense, a la que combatió, «no con la fuerza de las armas, sino con la más acendrada fe en la devoción del Santo Rosario, que fue el primero en propagar, y que personalmente y por sus hijos llevó a los cuatro ángulos del mundo...» (León XIII, Enc.Supremi apostolatus, 1 sept. 1883).

        A finales del s. XV los dominicos Alain de la Rochelle en Flandes, Santiago de Sprenger y Félix Fabre en Colonia, dan al Rosario una estructura similar a la de hoy: se rezan cinco o quince misterios, cada uno compuesto por diez Avemarías.

Se estructura la contemplación de los misterios, que se dividen en gozosos, dolorosos y gloriosos, repasando así en el ciclo semanal los hechos centrales de la vida de Jesús y de María, como en un compendio del año litúrgico y de todo el Evangelio. Por último se fija el rezo de las letanías, cuyo origen en la Iglesia es muy antiguo.

        La devoción al Rosario adquirió un notable impulso en tiempos de León XIII añadiéndose a las letanías lauretanas la invocación «Reina del Santísimo Rosario».

         En los últimos tiempos ha contribuido de manera especial a la fundamentación y propagación de esta devoción mariana los hechos milagrosos de Lourdes y Fátima: «la misma Santísima Virgen, en nuestros tiempos, quiso recomendar con insistencia esta práctica cuando se apareció en la gruta de Lourdes y enseñó a aquella joven la manera de rezar el Rosario.

 

ESTRUCTURA

        La forma típica y plenaria del rezo del Rosario, con 150 Avemarías, se ha distribuido en tres ciclos de misterios, gozosos, dolorosos y gloriosos a lo largo de la semana, dando lugar a la forma habitual del rezo de cinco decenas de Avemarías, contemplando cinco misterios -diarios (la costumbre suele asignar al domingo, miércoles y sábado los gloriosos; los gozosos al lunes y jueves y los dolorosos al martes y viernes), rezándose al final de los cinco misterios las letanías lauretanas. Juan Pablo II añadió el ciclo de misterios luminosos los jueves.

 Los tres grupos de misterios nos recuerdan los tres grandes misterios de la salvación. El misterio de la Encarnación nos lo evocan los gozos de la Anunciación, de la Visitación, de la Natividad del Señor, su Presentación en el templo y la Purificación de su Madre y, por último, su encuentro entre los doctores en el Templo.

El misterio de la Redención está representado por los diversos momentos de la Pasión: la oración y agonía en el huerto de Getsemaní, la flagelación, la coronación de espinas, el camino del Calvario con la Cruz a cuestas y la crucifixión. El misterio de la vida eterna nos lo evoca la Resurrección del Señor, su Ascensión, Pentecostés, la Asunción de María y su Coronación como Reina.

«Todo el Credo pasa, pues, ante nuestros ojos, no de una manera abstracta, con fórmulas dogmáticas, sino de una manera concreta en la vida de Cristo, que desciende a nosotros y sube a su Padre para conducirnos a Él. Es todo el dogma cristiano, en toda su profundidad y esplendor, para que podamos de esta manera y todos los días, comprenderlo, saborearlo y alimentar nuestra alma con él» (R. Garrigou-Lagrange, La Madre del Salvador y nuestra vida interior, 3 ed. Buenos Aires 1954, 261).

Juan Pablo II  incluyó en el rezo del Rosario los Misterios de Luz, que incluye varias escenas de la vida de Jesús que faltaban por considerar: el Bautismo, las Bodas de Caná, el Anuncio del Reino, la Transfiguración y la institución de la Eucaristía.

 

INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DEL SANTO ROSARIO

        El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.

        Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

        Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

 

 

+ info –

SANTO ROSARIO

 

 

J. FERRER SERRATE , M. GARCIA MIRALLES (GER)

 

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 Francisco de Asís es una película estadounidense realizada en 1961 por 20th Century Fox Pictures y dirigida por Michael Curtiz. Es un drama histórico sobre la vida del santo homónimo, basado en la novela The Joyful Beggar (El mendigo feliz) del escritor húngaro-alemán Louis de Wohl.

 

Fue la primera película que utilizó la visualización DeLuxe CinemaScope que se filmó completamente en locaciones de ciudades y pueblos de Italia. Bradford Dillman interpretó a Francisco de Asís, y Dolores Hart a Clara de Asís.

 

 

 

 

Argumento

Francisco Bernardone (Bradford Dillman) es hijo de un rico comerciante de telas de la ciudad de Asís. joven altivo y respetado en el alto clan social de su ciudad y con potencial de ser reconocido en toda Italia. Sus deseos de conocer el mundo para ampliar sus horizontes y cansado de las comodidades en la vida desenfrenada que llevaba hasta entonces, le hacen alistarse como soldado de infantería al anunciarse por mandato del papa Inocencio III el reclutamiento de todos los jóvenes de mayoría de edad en Asís para una cruzada.

Francisco conoce a Paolo de Vandria (Stuart Whitman) mismo de quien se vuelve amigo y compañero inseparable; Al partir hacia la batalla con Perugia oyó en el camino una serie de voces que le decían: «Reconstruye mi casa».

 

francisco de asis

 

 

Confundido pero decidido, Francisco deserta el grupo y regresa a Asís, donde renuncia a todos sus bienes mundanos para dedicarse al servicio de Dios, esto a través de la reconstrucción de templos católicos, y la fundación de una orden con regla propia bajo permiso del papa de Roma. Clara (Dolores Hart) una joven aristócrata de gran renombre y además vecina de los Bernardone desde muy joven se siente atraída de Francisco; su propio deseo personal de una vida austera y recatada le hacen sentirse identificada por los ideales que mueven al más joven de aquella familia.

Sin embargo su gran belleza y personalidad cautivan al conde Paolo quien se enamora de forma enfermiza y perseguidora de ella; A tal punto de lograr el consentimiento de su padre para dársela en matrimonio por una gran dote, sin consultarle. A pesar de todo ello Clara renuncia a su familia, y con el patrocinio de Francisco se convierte en monja bajo su autoridad y consejo, dicha acción provoca el odio de Paolo hacia este, creyendo que Clara lo hacía movida por el escondido amor que tenía hacia él, y sintiendo que Bernardone había logrado arrebatarla de su lado.

Para aquel entonces (1212 d. C.), San Francisco tiene una reputación bien establecida para sus votos de la pobreza y los miembros de su orden monástica pasan de doce miembro iniciales a dos mil en menos de tres años.

La película continuamente hace observaciones de los milagros que son atribuidos a su persona (como la aparición de los estigmas en las manos y los pies de Francisco, el poder de comunicarse con los animales, etc.) junto a otros aspectos de su vida, tales como su visita al sultán del Este (Sahara) en la búsqueda de la paz en la luchas de los cruzados y moros; además de la lucha interna que tuvo con miembros de la orden por modificar la regla que les establecía desde el principio.

 

francisco de asis

1961 - Francisco de Asís - Francis of Assisi

 

 

Francisco mantuvo sus ideales de vida austera y penitente, movido por la Fe en Jesucristo hasta el final de sus días; donde, tras la reconciliación con su amigo Paolo y bendecir a los suyos, encuentra la muerte el 3 de octubre de 1226.3​ En un funeral que le correspondía a un ser humano amado por hombres y bestias por igual; finaliza con una procesión de entierro, y con enormes bandadas de pájaros y aves que el amaba como a todas las demás criaturas, sobrevolando el horizonte del amanecer, donde se aprecia al cierre la frase cristiana «Pax et Bonum».4​5​

 

Recepción

Si bien la cinta tuvo puesta importantes expectativas, ya que su presupuesto se tasó en poco más de 2 millones de dólares, la misma no alcanzó el éxito esperado en los lugares donde se consideró habría mayor alcance de espectadores, logrando apenas 1,8 millones de $US en ingresos netos (una pérdida de aproximadamente 200.000 $ US), la mayor parte de esta cantidad se obtuvo en salas de cines canadienses y estadounidenses que fue donde se obtuvo la cifra oficial emitida en 1961.

Sin embargo a pesar de su aparente fracaso en taquilla, la misma tuvo un importante recepción en los cines italianos y latinoamericanos colocándosele el mote de "cinta clásica" sobre la figura de Francisco de Asís, y siendo regularmente emitida en medios de cine católicos por marco de la conmemoración de su día en el santoral.6​

 

francisco de asis

Curiosidades

Dos años después del lanzamiento de Francis of Assísi, Dolores Hart, la actriz en ese momento de 25 años que interpretó a Clara de Asís en la película, se convirtió en una monja católica en la vida real, haciendo sus votos en la abadía benedictina de Regina Laudis en Bethlehem (Connecticut), considerándose su participación en el mencionado filme un punto clave para su conversión a la vida eclesial.7​

En la escena donde Francisco Bernardone oficia una Misa en la reconstruida Iglesia de San Damián, reunido con sus iniciantes hermanos frailes y seglares, este reza la conocida Oración católica «Hazme un instrumento de tu Paz...» frente a la congregación. La misma si bien tradicionalmente era atribuida al mismo, no pertenece como tal al mencionado personaje según los registros históricos que se poseen, la posterior investigación realizada por el académico francés Christian Renoux realmente la consideran anónima en su origen, pero reconocida por ser una de las devociones más populares dentro del cristianismo como una síntesis del ideario vivido por el «santo de Asís».

La película fue la primera producción italo-estadounidense en rodarse bajo el formato DeLuxe CinemaScope, y con locaciones históricas dentro de los territorios de la península itálica como Perugia y Bevagna; y en las dunas de Cabo de Gata en Almería, España8.

 

 

fuente -

Wikipedia

 

'Recen el Rosario todos los días para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra'

Si nos diéramos cuenta de todos los beneficios (tanto temporales como eternos) que obtenemos al rezar el Rosario diario, no lo pensaríamos dos veces antes de comenzar la práctica diaria del rezo del rosario. 

Sor Lúcia de Fátima escribió y habló sin dudas sobre la urgencia del Rosario diario. Ella lo hizo evidente en un breve comunicado al Papa Pablo VI el 13 de mayo de 1965, en Fátima.

Según Lucía:

El mensaje de Nuestra Señora de paz, misericordia y súplica: En mayo de 1917 Nuestra Señora dijo: 'Recen el Rosario todos los días para obtener la paz para el mundo y el fin de la guerra'.

Por eso ruego a Vuestra Santidad se obligue a intensificar el rezo del Rosario y si es posible disponer que los domingos y días de fiesta en todas las Iglesias y capillas públicas y semipúblicas donde no haya Misa vespertina, se rece el Rosario ante el Santísimo Sacramento expuesto, finalizando con una bendición en espíritu de reparación, adoración y súplica.

rosario sor lucia

 

 

¿Por qué? Porque el poder del Rosario se ha manifestado en sus múltiples victorias sociales e individuales. La social incluye la famosa batalla naval de Lepanto ganada el 7 de octubre de 1571, que salvó a la Europa cristiana de una toma de posesión otomana, después de que el Papa San Pío V convocara una Cruzada del Rosario.

Ese es el motivo de la fiesta de Nuestra Señora del Rosario en esta fecha. El 13 de octubre de 1917, en la sexta aparición en Fátima, Portugal, la Santísima Madre se identificó como Nuestra Señora del Rosario. Su mensaje se refería al potencial del Rosario para prevenir guerras mundiales y la restauración de la paz. Hubo muchas otras ocasiones que verificaron esto, incluida la liberación de Austria, Brasil y Filipinas.

 

Énfasis magisterial en el Rosario

El Rosario fue objeto de alabanza papal, al parecer, durante siglos. Sus evaluaciones más recientes pertenecen a nuestras circunstancias.

A fines del siglo XIX, durante la construcción de la milagrosa Basílica del Rosario en Pompeya, Italia, el Papa León XIII escribió 16 documentos sobre el Rosario. Las siguientes citas, en cierto sentido, resumen su importancia.

En 1892 declaró:

Esta secuencia de eventos maravillosos el Rosario recuerda con frecuencia y constantemente a la mente de los fieles y los presenta casi como si estuvieran desarrollándose ante sus ojos, inundando así las almas de aquellos que lo rezan con devoción con una dulzura de piedad que nunca se cansa, impresionándolos y conmoviéndolos como si estuvieran escuchando la voz de la Santísima Madre explicando los misterios y conversando con ellos largamente sobre su salvación.

La pérdida de la fe se señaló más adelante en el mismo documento:

El cristiano está tan preocupado por las variadas preocupaciones de la vida y tan fácilmente se distrae con preocupaciones fútiles que, a menos que se lo recuerden con frecuencia, poco a poco se olvida de las cosas más importantes y necesarias. Eventualmente, su fe se debilita e incluso muere.

 

Virgen del Rosario

Virgen del Rosario. Murillo.

 

Y esto fue antes de nuestros medios modernos de comunicación y transporte, incluidos la televisión, las computadoras, los teléfonos, los automóviles y los aviones.

Tal fue la historia de Israel como se lamenta el profeta Jeremías. “Los hijos de Israel han torcido su camino; se han olvidado del Señor su Dios” (3:21). La razón fue “porque no hay quien piense en el corazón” (12:11).

María, por el contrario, como subraya el Papa San Juan Pablo II , “pone constantemente ante los fieles los 'misterios' de su Hijo, con el deseo de que la contemplación de esos misterios libere todo su poder salvífico”.

El Papa León XIII anunció la esperanza de la perseverancia en el Rosario diario como continuó en su documento:

Se puede decir sin exagerar que para aquellas personas, familias y naciones para quienes el Rosario conserva su antiguo honor, no se debe temer la pérdida de la fe por ignorancia y viciosos errores.

También son notables las palabras de Ven. Pío XII, quien proclamó el dogma de la Asunción de María, en su profunda encíclica de 1952 sobre el Rosario, Ingruentium Malorum (Sobre el rezo del Rosario). Allí subrayó la certeza de la preservación de la fe y la moral cristianas en todos los niveles de la vida por la fidelidad al Rosario.

Su sucesor, el Papa San Juan XXIII, abrió su pontificado con una encíclica sobre el Rosario, Grata Recordatio (Sobre el Rosario: Oración por la Iglesia, Misiones, Problemas Internacionales y Sociales). Hizo hincapié en la importancia continua de las encíclicas del Papa León XIII en las que se presenta el Rosario como un remedio para los tiempos difíciles que atraviesa la Iglesia.

Tratando de corregir el trastorno mariano teológico, litúrgico y devocional causado por una mala interpretación del Concilio Vaticano II, el Papa San Pablo VI emitió varios documentos defendiendo su legítima veneración en la Iglesia. Su publicación histórica de 1974, Marialis Cultus, abordó directamente la cuestión del lugar que le corresponde al Rosario. Al final de ese Concilio, declaró oficialmente a María como Madre de la Iglesia.

El pleno florecimiento del Rosario se produjo durante el largo pontificado de San Juan Pablo II. Sus actividades y escritos suelen tener una dimensión mariana. Cada visita a un país extranjero incluía una peregrinación a un santuario mariano.

A todos sus visitantes se les obsequió un rosario como recuerdo de ese evento. Además de su documento inicial sobre María, Redemptoris Mater (Sobre la Santísima Virgen María en la vida de la Iglesia Peregrina), otro documento mariano notable fue su Carta Apostólica de 2002 Rosarium Virginis Mariae (Sobre el Santísimo Rosario) en la que introdujo los Misterios Luminosos. para llenar los años faltantes del ministerio público de Cristo. Declaró 2003 Año del Rosario.

rosario juan pablo II

El Rosario nos ayuda a apreciar especialmente la Misa. El Papa San Juan Pablo II se centró en esto en su documento del Rosario:

Como dejó claro el Papa Pablo VI, esta oración no sólo no contradice la liturgia, sino que la sostiene, ya que sirve como excelente introducción y fiel eco de la liturgia, permitiendo a las personas participar plena e interiormente en ella y cosechar sus frutos. en su vida diaria.

 

El Papa Benedicto XVI lo confirmó en su mensaje del Ángelus del 16 de octubre de 2005:

El Rosario no es obstáculo para la meditación de la Palabra de Dios y la oración litúrgica; en efecto, representa un complemento natural e ideal de ella, especialmente como preparación y acción de gracias a la celebración eucarística.

El registro de tales experiencias debe reforzar nuestra confianza en la fidelidad de Nuestra Señora del Rosario para responder a nuestras esperanzas, deseos y necesidades públicas y personales.

 

Rosario de Reparación

En Fátima, Nuestra Señora habló de la reparación a su Inmaculado Corazón, específicamente a través de las devociones de los Cinco Primeros Sábados reveladas a la Hermana Lucía en Pontevedra, España, en febrero de 1925.

El significado de los cinco sábados se explica de esta manera. Hay cinco clases de ofensas y blasfemias dirigidas al Inmaculado Corazón de María: los ataques a su Inmaculada Concepción, los ataques a su perpetua virginidad, la negativa a reconocerla como Madre de Dios y de los hombres, las acciones de quienes infunden indiferencia y el odio hacia ella en el corazón de la gente y, finalmente, las acciones de quienes la ofenden en sus santas imágenes.

No es necesario esperar a los Primeros Sábados para hacer tal reparación. Dado que un Rosario tiene cinco decenas, cada una de ellas puede ofrecerse en reparación por una de las ofensas, y así también se puede ofrecer una forma sencilla de reparación cada día para mantener vivo el espíritu de reparación en nuestros corazones.

 

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HISTORIA DEL ROSARIO

 

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SAN FRANCISCO DE ASÍS

Su fiesta se celebra el 4 de octubre. San Francisco de Asís es un faro para la Iglesia por su adhesión plena al Evangelio que le hizo merecer el nombre de “alter Christus”, por su elección de la pobreza para encontrar al Señor, por el amor a Dios Padre y a los hermanos, por el respeto de la creación

 

Francisco fue un joven con grandes aspiraciones. Pequeño de estatura, de carácter extrovertido, Francisco siempre tuvo en su corazón el deseo de cumplir grandes empresas; esto fue lo que a la edad de veinte años le impulsó a partir, primero a la guerra entre Asís y Perugia y después a las cruzadas.

Hijo del rico mercader de telas Pietro di Bernardone, y de Pica, dama de la nobleza provenzal, había nacido en 1182 y crecido entre las comodidades de la familia y de la vida mundana.

Al regreso de la dura experiencia bélica, enfermo y agitado, resulta irreconocible para todos. Algo había marcado profundamente su ánimo, algo distinto a la experiencia del conflicto.

francisco de asis

 

Un encuentro impactante y la pregunta: ¿buscar al siervo o al Señor?

Nunca olvidaría las palabras oídas en sueños en Spoleto: “¿por qué te empeñas en buscar al siervo en lugar del Señor?”. Su existencia tomó una nueva dirección, guiada por el constante deseo de saber a qué podía llamarlo el Señor.

La oración y la contemplación en el silencio de las tierras de Umbria, le condujeron a abrazar como hermanos a los leprosos y vagabundos por los cuales siempre había sentido disgusto y repulsión.

San Damián. “Francisco, ve y repara mi Iglesia en ruinas”

La voz que oyó en Spoleto, irrumpió en el silencio de la oración delante de un crucifijo bizantino en la iglesita abandonada de San Damián: “Francisco ve y repara mi iglesia, que como ves está en ruinas”.

Estas palabras, primero entendidas como una llamada a reconstruir piedra por piedra los escombros de la capillita, a lo largo de los años le desvelaron al joven su significado pleno. Había sido llamado a “cosas grandes”: “renovar”, en espíritu de obediencia, la Iglesia, que pasaba por un período de divisiones y herejías.

Esposo de la señora Pobreza

La alegría incontenible que siente al ser amado y llamado por el Padre, acrecentaron en el joven el deseo de vivir de la Providencia y, en obsequio al Evangelio, decide ceder todos sus bienes a los pobres.

Por ello, las tensiones con su padre Pietro di Bernardone fueron continuas. Este lo denunció públicamente, y Francisco manifestó entonces su deseo íntimo de esposar a la señora Pobreza, despojándose de sus vestidos delante del obispo Guido.

La primera comunidad de hermanos. El Papa aprueba la Regla

A Francisco se unieron numerosos compañeros que como él, deseaban vivir el Evangelio al pie de la letra, en pobreza, castidad y obediencia.

En 1209 el primer núcleo de los “hermanos” se dirigió a Roma para hablar con el Papa Inocencio III que, impresionado por “aquel joven de pequeña estatura y ojos ardientes”, aprobó la Regla, después confirmada definitivamente en 1223 por Honorio III.

Las clarisas y la Orden Terciaria

También Clara, una noble de Asís, se sintió atraída por el carisma de Francisco, que la acogió y dio inicio a la segunda orden franciscana, “las hermanas pobres”, después conocidas como Clarisas; posteriormente fundó una Orden Terciaria para laicos.

Francisco, Alter Christus

El amor ardiente por Cristo, expresado tiernamente en la representación del primer nacimiento viviente en Greccio durante la Navidad de 1223, llevó al “Poverello” a conformarse en todo con Jesús y a ser el primer santo de la historia en recibir la marca de los estigmas.

 

san francisco asis greccio

 

“Juglar de Dios”, fue testimonio vivo de la alegría de la fe, acercando al Evangelio a los no creyentes y captando incluso la atención del sultán, que lo acogió con honores en Tierra Santa.

La vida de Francisco, alabanza al Creador

La vida de Francisco fue una constante alabanza al Creador. El “Cántico del Hermano Sol”, primera obra maestra de la literatura italiana, escrito cuando todavía estaba postrado por la enfermedad, es la expresión de la libertad de un alma reconciliada con Dios en Cristo.

La tarde del 3 de octubre de 1226, cuando la “hermana muerte” lo viene a visitar, sale al encuentro de Jesús con alegría.

El espíritu de Asís, inspirador de fe y de fraternidad

Muere a los 44 años, sobre la tierra desnuda de la Porciúncula, lugar en el que recibió como don la indulgencia del Perdón. Dos años después fue canonizado.

El espíritu de Francisco sigue inspirando a tantos en la obediencia de la Iglesia, en la construcción del diálogo entre todos, en la verdad, en la caridad, y en el cuidado de la creación.

 

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SAN FRANCISCO DE ASÍS

 

 

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El origen de esta fiesta es del año 40

Es una fiesta muy relacionada con la evangelización tanto de España como de América

Según la piadosa tradición, en la ubicación del Santuario del Pilar se apareció al apóstol Santiago el Mayor la Virgen María en carne mortal, acompañada de un coro de ángeles que traían un pilar de jaspe sobre el que deseaba que se venerase una imagen de la Virgen. Se añade por la tradición local que este singular suceso tuvo lugar la noche del 2 de enero del año 40 d.C. y que el apóstol edificó un pequeño templo de 20x10 m, que tras la paz constantiniana se amplió rodeándolo con una columnata y arquerías de alabastro.

 

El Pilar que salva a los que dudan

 

La tradición que habla de la llegada de la Virgen a Zaragoza hunde sus raíces en la oscuridad de los siglos, y por los siglos se ha mantenido inalterada. Lo que se predicaba en la Cesaraugusta romana allá por el año 130 (de tal fecha son los restos arqueológicos más antiguos encontrados en torno a la actual basílica del Pilar, una de las referencias más antiguas que se conservan de las primeras comunidades cristianas de Hispania), es lo mismo que en 2015 se transmite de padres a hijos. Y el relato es el que sigue.

Tras haber escuchado de labios de Cristo resucitado el mandato de evangelizar hasta los confines del mundo (el mismo mandato que el evangelista Marcos dejaría escrito en torno al año 68), Santiago el Mayor, uno de los más estrechos amigos de Jesús y cuyo carácter impetuoso y bravío le habían valido el apodo de boanerges («hijo del trueno»), se embarcó literalmente hasta el finisterrae, que por entonces se ubicaba en la costa occidental de Hispania.

 

Virgen del Pilar

Virgen del Pilar

 

 

Tras tomar tierra seguramente por el puerto de Cartagonova (hoy, Cartagena), Santiago recorrió las tierras hispanas anunciando el Evangelio, proclamando que el crucificado había resucitado, y anunciando que por su muerte en cruz el Mesías había redimido los pecados de los hombres.

 

 

Una de las grandes urbes hispanas

Corría el año 40, justo hace 1975 años. Cartagonova pertenecía a la provincia hispánica de Tarraconova, que junto a la Bética y a la Lusitana formaban la distribución administrativa del Imperio en la Península. Por eso, como harían otros apóstoles en sus viajes y el mismo Pablo de Tarso, Santiago se dirigió a las grandes urbes de la provincia para evangelizar. Y entre estas destacaba Cesaraugusta.

Los conversos, sin embargo, se contaban a cuentagotas, y aunque unos siete hombres y mujeres se bautizaron y decidieron acompañar a Santiago, fueron muchos más los que se reían de él. La testarudez de los hispanos hizo desesperarse a aquel pescador galileo que había cruzado el mundo conocido para anunciar a Cristo. Exhausto y desanimado, Santiago rompió a llorar a orillas del Ebro.

 

Aparicion Virgen del Pilar

Aparicion Virgen del Pilar

 

 

Pero, de modo similar a lo que le había ocurrido en Pentecostés, un viento impetuoso sacudió su rostro y tuvo una visión: la Virgen María, en carne mortal –pues seguía viva en Éfeso, con Juan, el hermano de Santiago– descendía sobre una columna de luz y lo animaba en su misión. Tras prometerle el auxilio de su Hijo, María mostró a Santiago un pilar de jaspe para explicarle que la fe de aquellos que entonces le rechazaban sería algún día firme como la roca; que ella misma sería pilar de apoyo para quienes dudasen o sufriesen a causa de la fe, y para pedirle que allí construyese un templo para su Hijo.

Concluida la visión, permaneció el Pilar. Y en torno a él, los bautizados por Santiago hicieron una capilla, tenida por el primer templo mariano del mundo. Atanasio, discípulo de Santiago, permanecería un tiempo en Zaragoza haciendo las veces de obispo.

La posterior división del Imperio romano en reinos godos, la invasión musulmana, la Reconquista, la unificación de las coronas de Castilla y Aragón, el Imperio español, la evangelización de América, las guerras napoleónicas y carlistas, la persecución republicana, la Guerra Civil…

Dos mil años de historia se han sucedido ante el Pilar de la Virgen, que nunca ha sido movido de lugar aunque la basílica que lo alberga haya ido cambiando con los siglos. Revestida de bronce y plata para no dañarla, hace 250 años que en torno a la columna se erigió su actual capilla, dentro de una basílica en cuyo techo impactaron tres bombas en 1936…, y ninguna estalló.

 

Virgen del Pilar

 

 

Por los 1975 años de la aparición mariana, la archidiócesis de Zaragoza ha celebrado un Año Jubilar Pilarista, que concluye el día 12. Un día en el que, como desde aquel año 40, miles de peregrinos acudirán a la Madre del Pilar en busca de lo que le dio a Santiago: consuelo, ánimo, alegría y fe.

 

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Todo lo que necesitas saber sobre la Virgen del Pilar y sus misterios

 

Selección de textos de los primeros escritores cristianos y Padres de la Iglesia sobre los ángeles

Entre los primeros cristianos, como podemos comprobar en los textos siguientes, la devoción a los ángeles estaba profundamente arraigada. Tenían con ellos un trato de confianza y de amistad que llama poderosamente la atención.

Experimentaban a diario su ayuda y su colaboración: acudían a su intercesión con la confianza firme de su segura protección y auxilio. Una muestra de la ayuda que experimentaron por parte de estos mensajeros de Dios y amigos de los hombres, es el episodio de San Pedro, mandado apresar por Herodes Agripa, vigilado por cuatro escuadras de soldados, y liberado prodigiosamente por un Ángel, mientras la Iglesia oraba incesantemente por él (Hechos 12, 4).

Siempre es posible para nosotros mantener un trato confiado con los ángeles y acudir a su intercesión ante nuestras necesidades.

 “Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida".

(San Basilio, Contra Eunomio 3, 1)

 

SELECCIÓN DE TEXTOS

1.Pensemos en la multitud de ángeles que están en su presencia, siempre dispuestos a cumplir sus órdenes. Dice, en efecto, la Escritura: Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes y gritaban, diciendo: "¡Santo, santo, santo, el Señor de los ejércitos, la tierra está llena de su gloria!".
(SAN CLEMENTE ROMANO, Carta a los Corintios, 30, 3-4)

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2. (Un escritor cristiano del siglo II, Hermas en su obra “El Pastor”, ofrece algunas señales para reconocer las insinuaciones de los ángeles buenos y cómo istinguirlas de las de los ángeles malos…)

El ángel de la justicia —escribe— es delicado, y pudoroso, y manso, y tranquilo. Así pues, cuando subiere a tu corazón este ángel, al punto se pondrá a hablar contigo sobre la justicia, la castidad, la santidad, sobre la mortificación y sobre toda obra justa y sobre toda virtud gloriosa. Cuando todas estas cosas subieren a tu corazón, entiende que el ángel de la justicia está contigo. He ahí, pues, las obras del ángel de la justicia. Cree, por tanto, a éste y a sus obras.
(HERMAS, “El Pastor”, Mandamiento VI, n. 2)

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3. (Desde los comienzos de la Iglesia, lo repite con frecuencia Orígenes en la primera mitad del siglo III, se ha vivido la devoción al Ángel de la Guarda o Ángel Custodio de cada persona…)

Mas también el ángel particular de cada cual, aun de los más insignificantes dentro de la Iglesia, «por estar contemplando siempre el rostro de Dios que está en los cielos», viendo la divinidad de nuestro Creador, une su oración a la nuestra y colabora, en cuanto le es posible, a favor de lo que pedimos.
(ORÍGENES, Tratado sobre la oración, 11,1-5)

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4. Los ángeles custodios, clamando, despiertan a quienes no velan.
(ORÍGENES, Sobre San Mateo, 32)

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5. Somos también deudores de nuestro ángel custodio, quien contempla siempre el rostro del Padre que está en los cielos.
(ORÍGENES, Tratado sobre la oración, 28, 3)

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6. Porque no en vano los ángeles de Dios ascienden y descienden sobre el Hijo del Hombre, viendo con los ojos iluminados por la luz de la ciencia. Pues ellos, durante el tiempo mismo de la oración, avisados por el que ora acerca de lo que precisa, lo cumplen, si pueden, en virtud del mandato universal que han recibido.

(…) procurando que el que ha de hacer de dispensador de su beneficio fije su atención en el necesitado que pide confiadamente; así hay que pensar que se reúnen a veces los ángeles, como observadores y ministros de Dios, y se hacen presentes al que ora para tratar de obtener lo que solicita.
(ORÍGENES, Tratado sobre la oración, 11,1-5)

angeles custodios

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7. En cuanto a los ángeles de Dios, si «se acercaron» a Jesús y «le servían» (Mt 4, 11), no hay que pensar que limitaron este ministerio al corto espacio de tiempo que abarca la vida mortal de Cristo entre los hombres, cuando aún se encontraba Él entre los creyentes no precisamente para ser servido, sino para servir:

¿cuántos ángeles se podrá creer estarán encargados de ir agrupando a todos los hijos de Israel en torno a quien los ama individualmente, y de congregar a los dispersos junto al Salvador de los que temen e invocan, prestando un servicio mayor incluso que el de los apóstoles en orden al crecimiento y expansión de las Iglesias, hasta el punto de que el mismo San Juan, en el Apocalipsis (Ap 2, 1), llegue a decir que algunos ángeles están al frente de las Iglesias?
(ORÍGENES, Tratado sobre la oración, 11,1-5)

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8. Es probable que cuando estamos congregados muchos para dar gloria a Dios, esté el Ángel de cada cual alrededor de quienes sirven al Señor, junto con aquella persona cuya guarda y custodia se le ha confiado; de suerte que se puede hablar de una doble asamblea de santos: una de hombres y otra de ángeles.
(ORÍGENES, Tratado sobre la oración, 30, 5)

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9. Es una verdad fundada en la infalible autoridad de la Escritura, que los Ángeles están establecidos sobre nuestra conducta y que ofrecen todos los días a Dios las oraciones de los que son salvos por Jesucristo.
(SAN HILARIO DE POITIERS, Comentario a San Mateo, 18)

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10. Todo el que cree en Jesucristo tiene un Ángel que le asista, si no le arroja de sí con alguna mala acción.
(SAN BASILIO EL GRANDE, Comentario al Salmo 33, 8)

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11.  (La Iglesia enseña que desde la infancia a la muerte, la vida humana está rodeada de la custodia y de la intercesión del Ángel de la Guarda. Así lo recuerda San Basilio hacia el año 380 …)

Cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida.
(SAN BASILIO, Contra Eunomio 3, 1)

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12. (También San Jerónimo, a finales del siglo IV, nos habla sobre la realidad del Ángel de la Guarda…)

Los Ángeles ven continuamente el rostro del Padre celestial. Grande es la dignidad de las almas, pues tiene cada una desde el instante en que nace un Ángel designado por Dios para su guarda.
(SAN JERÓNIMO, Comentario a San Mateo, 18, 99)

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13. Los ángeles rodean al sacerdote. Todo el santuario y el espacio que circunda al altar están ocupados por las potencias celestes para honrar a Él, que está presente en el altar.
(SAN JUAN CRISÓSTOMO, Homilía sobre el sacerdocio, 6)

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14. ¡Ojalá quisiera Dios que cuando quemamos el incienso sobre nuestros altares, y ofrecemos el sacrificio, se descubriesen visiblemente los Ángeles, como le sucedió a Zacarías! No hemos de dudar que hay siempre Ángeles presentes cuando se presenta el mismo Jesucristo, cuando es sacrificado Jesucristo.
(SAN AMBROSIO, Comentario al Evangelio de San Lucas, 1, 95)

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15. Conocemos por la fe que existen los ángeles y leemos que se aparecieron a muchos, de forma que no es lícito dudarlo.
(SAN AGUSTÍN, Comentario sobre el Salmo 103, 15)

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16.  Bebe en la fuente clara de los "Hechos de los Apóstoles": en el capítulo XII, Pedro, por ministerio de Ángeles libre de la cárcel, se encamina a casa de la madre de Marcos. —No quieren creer a la criadita, que afirma que está Pedro a la puerta. "Angelus ejus est!" —¡será su Ángel!, decían.
—Mira con qué confianza trataban a sus Custodios los primeros cristianos.
—¿Y tú?
(SAN JOSEMARIA ESCRIVA, Camino 570)

 

Del libro:  ORAR CON LOS PRIMEROS CRISTIANOS
Gabriel Larrauri (Editorial Planeta)


¿Quienes son los ángeles de la guarda?


Todo sobre los ángeles en una guía publicada por el Vaticano

 

¿Quienes son los ángeles de la guarda? 

Son seres espirituales, no corporales. Se les describe tradicionalmente como fuertes, con alas y sonrientes. Invisibles pero luminosos. Son los ángeles de la guarda o ángeles custodios. Son la ayuda precisa en el momento justo.

 

 

Marcello Stanzione
Experto en ángeles

Los ángeles nos asisten desde antes de nacer y hasta la muerte, somos sus protegidos. Tienen una misión importantísima, porque todos lo ángeles adoran a Dios, pero a algunos se les envía a la tierra como ángeles de la guarda, para custodiar a cristianos y no cristianos; a todos los hombres”.

Y es que los ángeles son un punto de encuentro entre las religiones, porque tanto judíos, musulmanes como católicos creen en ellos y en su ayuda efectiva en la vida de las personas.

Marcello Stanzione
Experto en ángeles

“Los ángeles nos cuidan de dos maneras. La primera es la más sencilla, la natural: nos protegen de accidentes o nos inspiran buenas acciones. La segunda manera es sobrenatural. Los ángeles son maestros de ascética y de mística. Llevan a las personas hacia Cristo”.

El catecismo de la Iglesia católica los define como criaturas espirituales que tienen inteligencia, voluntad, son inmortales y superan en perfección a todas las criaturas.

Los ángeles de la guarda, una ayuda sobrenatural las 24 horas del día durante toda la vida.

 

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LOS ÁNGELES CUSTODIOS

angel

(Romereports.com)

 

 

Teresa, el filme sobre la vida de Santa Teresa de Lisieux (Santa Teresita del Niño Jesús), dirigida por Leonardo Defilippis y protagonizada por Lindsay Younce, se estrenó el 1 de Octubre de 2004 en Los Estados Unidos  con buena afluencia de público. Fue vista y aprobada por Juan Pablo II el 8 de Mayo de 2003 previo a su estreno.

 

La película narra la vida de María Francisca Teresa Martín Guerin, una joven que ama a Dios, una vida basada en el amor y la simplicidad.

 

 

AQUI PUEDES VER LA PELÍCULA COMPLETA

 

 

Sinopsis

Narra la historia real de Teresa de Lisieux, la santa más popular de los tiempos modernos. Es una historia de lucha y tragedia, y el romance más grande de todos. La historia de una chica común con un alma extraordinaria.

Su madre muere cuando tenía cuatro años, su madre postiza la abandona unos años después, y esto sumerge a Thérèse Martin (Lindsay Younce) en un colapso mental. Y luego ocurrió un hecho milagroso.

A la edad de 14 sufre una conversión misteriosa y se enamora profundamente de Dios. Es entonces que aun siendo muy joven para ingresar al convento, va hasta el Vaticano y mostrando una gran fuerza interior rompe con la "Regla del Silencio" en presencia del PaPa y le suplica que le permita ingresar al Carmelo y convertirse en una monja Carmelita.

En el monasterio Teresa, una adolescente, logra la profundidad que traería aire fresco a la Iglesia Católica, y que transformaría al mundo. Aceptando el desafío de la vida austera de clausura, esta niña mimada descubre una forma simple de amar a Dios.

 

teresa de lisieux

 

Santa Teresa de Lisieux

 

 

Benedicto XVI presenta a Santa Teresa de Lisieux

Santa Teresita del Niño Jesús

El Papa Benedicto XVI recomendó a los fieles “redescubrir ese pequeño-gran tesoro” de la autobiografía de santa Teresita del Niño Jesús, Historia de un alma. El Pontífice dedicó una catequesis , a presentar la vida y enseñanzas de esta joven santa francesa, a la que Juan Pablo II proclamó Doctora de la Iglesia en 1997. San Juan Pablo II la definió como “experta de la scientia amoris", una afirmación sobre la que profundizó Benedicto XVI.

La “pequeña Teresa”, afirmó, “no ha dejado de ayudar a las almas más sencillas, los pequeños, los pobres, los que sufren, y que le rezan, pero también ha iluminado toda la Iglesia, con su profunda doctrina espiritual”.
La “ciencia del amor”, Teresa “la expresa principalmente en el relato de su vida, publicado un año después de su muerte bajo el título de Historia de un alma”, afirmó el Papa, invitando a todos a “redescubrir este pequeño-gran tesoro, ¡este luminoso comentario del Evangelio plenamente vivido!”.
Historia de un alma, prosiguió, “¡es un maravillosa historia de Amor, relatada con tal autenticidad, sencillez y frescura que el lector no puede sino quedar fascinado!”.
El Papa narró los principales hechos de la vida de la santa, desde su nacimiento en Alençon (1873), pasando por su temprana orfandad de madre, su experiencia de las gracias divinas, su entrada en el Carmelo y su muerte, con sólo 24 años de edad (1897).
teresa de lisieux

Teresa de Lisieux

 

 

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Queridos hermanos y hermanas:

Hoy quiero hablaros de santa Teresa de Lisieux, Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz, que sólo vivió en este mundo 24 años, a finales del siglo XIX, llevando una vida muy sencilla y oculta, pero que, después de su muerte y de la publicación de sus escritos, se ha convertido en una de las santas más conocidas y amadas.

«Teresita» no hadejado de ayudar a las almas más sencillas, a los pequeños, a los pobres, a los que sufren, que la invocan, y también ha iluminado a toda la Iglesia con su profunda doctrina espiritual, hasta el punto de que el venerable Juan Pablo II, en 1997, quiso darle el título de doctora de la Iglesia, añadiéndolo al de patrona de las misiones, que ya le había otorgado Pío XI en 1927. Mi amado predecesor la definió «experta en la scientia amoris» (Novo millennio ineunte, 42).

Esta ciencia, que ve resplandecer en el amor toda la verdad de la fe, Teresa la expresa principalmente en el relato de su vida, publicado un año después de su muerte bajo el título de Historia de un alma. Es un libro que inmediatamente tuvo un enorme éxito, fue traducido a muchas lenguas y difundido en todo el mundo.

Quiero invitaros a redescubrir este pequeño gran tesoro, este luminoso comentario del Evangelio plenamente vivido. De hecho, Historia de un alma es una maravillosa historia de Amor, narrada con tanta autenticidad, sencillez y lozanía que el lector no puede menos de quedar fascinado ante ella. ¿Cuál es ese Amor que colmó toda la vida de Teresa, desde su infancia hasta su muerte? Queridos amigos, este Amor tiene un rostro, tiene un nombre: ¡es Jesús! La santa habla continuamente de Jesús. Recorramos, pues, las grandes etapas de su vida, para entrar en el corazón de su doctrina.

Teresa nació el 2 de enero de 1873 en Alençon, una ciudad de Normandía, en Francia. Era la última hija de Luis y Celia Martin, esposos y padres ejemplares, beatificados juntos el 19 de octubre de 2008. Tuvieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron en edad temprana. Quedaron las cinco hijas, que se hicieron todas religiosas.

Teresa, a los 4 años, quedó profundamente afectada por la muerte de su madre (MS, A 13r). El padre, junto con las hijas, se trasladó entonces a la ciudad de Lisieux, donde se desarrollaría toda la vida de la santa. Más tarde Teresa, atacada por una grave enfermedad nerviosa, se curó por una gracia divina, que ella misma definió como «la sonrisa de la Virgen» (ib., 29v-30v). Recibió la primera Comunión, vivida intensamente (ib., 35r), y puso a Jesús Eucaristía en el centro de su existencia.

La «Gracia de Navidad» de 1886 marca un giro de 180 grados, que ella llama su «completa conversión» (ib., 44v-45r). De hecho, se cura totalmente de su hipersensibilidad infantil e inicia una «carrera de gigante». A la edad de 14 años, Teresa se acerca cada vez más, con gran fe, a Jesús crucificado, y se toma muy en serio el caso, aparentemente desesperado, de un criminal condenado a muerte e impenitente (ib., 45v-46v).

«Quería a toda costa impedirle que cayera en el infierno», escribe la santa, con la certeza de que su oración lo pondría en contacto con la Sangre redentora de Jesús. Es su primera y fundamental experiencia de maternidad espiritual: «Tanta confianza tenía en la misericordia infinita de Jesús», escribe. Con María santísima, la joven Teresa ama, cree y espera con «un corazón de madre» (cf. PR 6/10r).

En noviembre de 1887, Teresa va en peregrinación a Roma junto a su padre y su hermana Celina (ib., 55v-67r). Para ella, el momento culminante es la audiencia del Papa León XIII, al que pide permiso de entrar, con apenas 15 años, en el Carmelo de Lisieux. Un año después, su deseo se realiza: se hace carmelita, «para salvar las almas y rezar por los sacerdotes» (ib., 69v).

Al mismo tiempo, comienza la dolorosa y humillante enfermedad mental de su padre. Es un gran sufrimiento que conduce a Teresa a la contemplación del rostro de Jesús en su Pasión (ib., 71rv). De esta manera, su nombre de religiosa —sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz— expresa el programa de toda su vida, en la comunión con los misterios centrales de la Encarnación y la Redención.

Su profesión religiosa, en la fiesta de la Natividad de María, el 8 de septiembre de 1890, es para ella un verdadero matrimonio espiritual en la «pequeñez» del Evangelio, caracterizada por el símbolo de la flor: «¡Qué fiesta tan hermosa la de la Natividad de María para convertirme en esposa de Jesús!» —escribe—. Era la Virgencita recién nacida quien presentaba su florecita al Niño Jesús» (ib., 77r). Para Teresa, ser religiosa significa ser esposa de Jesús y madre de las almas (cf. MS B, 2v).

Ese mismo día, la santa escribe una oración que indica toda la orientación de su vida: pide a Jesús el don de su Amor infinito, el don de ser la más pequeña, y sobre todo pide la salvación de todos los hombres: «Que hoy no se condene ni una sola alma» (PR 2). Es de gran importancia su Ofrenda al Amor misericordioso, que hizo en la fiesta de la Santísima Trinidad de 1895 (MS A, 83v-84r; PR 6): una ofrenda que Teresa comparte enseguida con sus hermanas, siendo ya vice-maestra de novicias.

Diez años después de la «Gracia de Navidad», en 1896, llega la «Gracia de Pascua», que abre el último período de la vida de Teresa, con el inicio de su pasión en profunda unión a la Pasión de Jesús; se trata de la pasión del cuerpo, con la enfermedad que la llevaría a la muerte en medio de grandes sufrimientos, pero sobre todo se trata de la pasión del alma, con una dolorosísima prueba de la fe (MS C, 4v-7v). Con María al pie de la cruz de Jesús, Teresa vive entonces la fe más heroica, como luz en las tinieblas que le invaden el alma.

La carmelita es consciente de vivir esta gran prueba por la salvación de todos los ateos del mundo moderno, a los que llama «hermanos». Vive, entonces, más intensamente el amor fraterno (8r-33v): hacia las hermanas de su comunidad, hacia sus dos hermanos espirituales misioneros, hacia los sacerdotes y hacia todos los hombres, especialmente los más alejados.

Se convierte realmente en una «hermana universal». Su caridad amable y sonriente es la expresión de la alegría profunda cuyo secreto nos revela: «Jesús, mi alegría es amarte a ti» (P 45/7). En este contexto de sufrimiento, viviendo el amor más grande en las cosas más pequeñas de la vida diaria, la santa realiza en plenitud su vocación de ser el Amor en el corazón de la Iglesia (cf. MS B, 3v).

Teresa muere la noche del 30 de septiembre de 1897, pronunciando las sencillas palabras: «¡Dios mío, os amo!», mirando el crucifijo que apretaba entre sus manos. Estas últimas palabras de la santa son la clave de toda su doctrina, de su interpretación del Evangelio. El acto de amor, expresado en su último aliento, era como la respiración continua de su alma, como el latido de su corazón.

Las sencillas palabras «Jesús, te amo» están en el centro de todos sus escritos. El acto de amor a Jesús la sumerge en la Santísima Trinidad. Ella escribe: «Lo sabes, Jesús mío. Yo te amo. Me abrasa con su fuego tu Espíritu de Amor. Amándote yo a ti, atraigo al Padre» (P 17/2).

Queridos amigos, también nosotros, con santa Teresa del Niño Jesús, deberíamos poder repetir cada día al Señor, que queremos vivir de amor a él y a los demás, aprender en la escuela de los santos a amar de una forma auténtica y total. Teresa es uno de los «pequeños» del Evangelio que se dejan llevar por Dios a las profundidades de su Misterio.

Una guía para todos, sobre todo para quienes, en el pueblo de Dios, desempeñan el ministerio de teólogos. Con la humildad y la caridad, la fe y la esperanza, Teresa entra continuamente en el corazón de la Sagrada Escritura que contiene el Misterio de Cristo. Y esta lectura de la Biblia, alimentada con la ciencia del amor, no se opone a la ciencia académica. De hecho, la ciencia de los santos, de la que habla ella misma en la última página de la Historia de un alma, es la ciencia más alta: «Así lo entendieron todos los santos, y más especialmente los que han llenado el universo con la luz de la doctrina evangélica.

¿No fue en la oración donde san Pablo, san Agustín, san Juan de la Cruz, santo Tomás de Aquino, san Francisco, santo Domingo y tantos otros amigos ilustres de Dios bebieron aquella ciencia divina que cautivaba a los más grandes genios?» (MS C, 36r). La Eucaristía, inseparable del Evangelio, es para Teresa el sacramento del Amor divino que se rebaja hasta el extremo para elevarnos hasta él.

En su última Carta, sobre una imagen que representa a Jesús Niño en la Hostia consagrada, la santa escribe estas sencillas palabras: «Yo no puedo tener miedo a un Dios que se ha hecho tan pequeño por mí (...) ¡Yo lo amo! Pues él es sólo amor y misericordia» (Carta 266).

En el Evangelio Teresa descubre sobre todo la misericordia de Jesús, hasta el punto de afirmar: «A mí me ha dado su misericordia infinita, y a través de ella contemplo y adoro las demás perfecciones divinas (...). Entonces todas se me presentan radiantes de amor; incluso la justicia (y quizás más aún que todas las demás), me parece revestida de amor» (MS A, 84r). Así se expresa también en las últimas líneas de la Historia de un alma:

«Sólo tengo que poner los ojos en el santo Evangelio para respirar los perfumes de la vida de Jesús y saber hacia dónde correr... No me abalanzo al primer puesto, sino al último... Sí, estoy segura de que, aunque tuviera sobre la conciencia todos los pecados que pueden cometerse, iría, con el corazón roto de arrepentimiento, a echarme en brazos de Jesús, pues sé cómo ama al hijo pródigo que vuelve a él» (MS C, 36v-37r).

«Confianza y amor» son, por tanto, el punto final del relato de su vida, dos palabras que, como faros, iluminaron todo su camino de santidad para poder guiar a los demás por su mismo «caminito de confianza y de amor», de la infancia espiritual (cf. MS C, 2v-3r; Carta 226). Confianza como la del niño que se abandona en las manos de Dios, inseparable del compromiso fuerte, radical, del verdadero amor, que es don total de sí mismo, para siempre, como dice la santa contemplando a María: «Amar es darlo todo, darse incluso a sí mismo» (Poesía Por qué te amo, María: p 54/22). Así Teresa nos indica a todos que la vida cristiana consiste en vivir plenamente la gracia del Bautismo en el don total de sí al amor del Padre, para vivir como Cristo, en el fuego del EspírituSanto, su mismo amor por todos los demás.

AUDIENCIA GENERAL

Plaza de San Pedro
Miércoles 6 de abril de 2011

La Basílica del Santo Sepulcro es el lugar que conserva la memoria pascual de la muerte y resurrección de Jesucristo: acontecimientos que aquí tuvieron lugar y siguen sucediendo místicamente en la fe, la liturgia y la memoria de los cristianos que sitúan el misterio de la redención.

 

 

Fr. EUGENIO ALLIATA, ofm
Studium Biblicum Franciscanum Jerusalén
La Basílica del Santo Sepulcro es una construcción antigua, que se remonta en parte a la época de las Cruzadas, en el siglo XII, y en parte a tiempos aún más antiguos.

La historia de la Basílica ha estado bien documentada a lo largo de los siglos, a través de testimonios y narrativas que nos ayudan a examinarla y comprenderla. En este episodio seguiremos los textos bíblicos, las huellas que dejaron los primeros peregrinos, recorriendo los hechos gracias al estudio de los restos arqueológicos que son testimonio del paso de los siglos.

 

Fr. AMEDEO RICCO, ofm
Studium Biblicum Franciscanum
Y esto es muy importante para nosotros porque también ayuda a los arqueólogos a comprender, leer los hallazgos arqueológicos y más. Por tanto, los hallazgos arqueológicos nos ayudan a comprender mejor las historias de los peregrinos. Esta es la relación de continua iluminación mutua entre las fuentes antiguas y la documentación arqueológica.

Destruida y reconstruida varias veces, en 1927 la basílica fue golpeada por un terremoto muy fuerte, que provocó la destrucción de Jerusalén.

En 1960 se iniciaron las obras de restauración de la Basílica del Santo Sepulcro. Un trabajo documentado paso a paso durante 20 años. Las tres comunidades presentes en el Santo Sepulcro eligieron a Fr. Virgilio Corbo como arqueólogo para los trabajos en las zonas comunes. Una tarea que le ocupó durante 17 años, desde la mañana hasta la noche.

Fueron 20 años de arduo trabajo arqueológico y de restauración, que ofrecieron resultados importantes. En la presentación de la serie sobre el Santo Sepulcro, el padre Virgilio Corbo escribió:

“Hemos terminado nuestro trabajo de investigación y lo presentamos a los estudiosos. Sólo queremos esperar que se lea con amor hacia Aquel que es la figura triunfante de este monumento".

 

santo sepulcro

 

Fr. ROSARIO PIERRI, ofm
Decano Studium Biblicum Franciscanum
El trabajo del estudio franciscano forma parte de una historia mucho más antigua. Los frailes, desde que se establecieron en Tierra Santa, siempre han tratado de adquirir las tradiciones y también las propiedades de los lugares de Tierra Santa y el estudio de los lugares de Tierra Santa no comienza sólo con el Studium Biblicum Franciscanum. Tenemos las obras, por poner dos ejemplos verdaderamente prestigiosos, del padre Bernardino Amico y Francesco Quaresima y nos remontamos al siglo XVI.

 

Fr. ROSARIO PIERRI, ofm
Decano Studium Biblicum Franciscanum
El estudio bíblico franciscano ha contribuído notablemente al conocimiento y estudio de los Santos Lugares, especialmente desde un punto de vista científico. Con el estudio de las fuentes y las excavaciones realizadas en los yacimientos, sin duda ha dado a conocer al mundo muchos lugares.

Gracias al acuerdo entre los líderes de las tres comunidades responsables de la basílica (franciscanos, greco-ortodoxos y armenios), en la primavera de 2016 comenzaron los trabajos de restauración del edículo del Santo Sepulcro.

En el grupo de intervención creado por la Universidad de Atenas, bajo la dirección de la profesora Antonia Moropoulou, ha participado nada menos que medio centenar de profesionales, entre profesores y técnicos de diferentes especialidades.

Un momento histórico para el mundo cristiano, pero también para el mundo científico, en una obra en la que fe y ciencia se encuentran.

En 2019, se firmó un nuevo acuerdo entre los líderes de las tres comunidades para el inicio de una nueva fase de obras subterráneas para la restauración del pavimento de la Basílica. Dos institutos italianos, el Centro de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural La Venaria Reale de Turín, en colaboración con el Departamento de Ciencias Antiguas de la Universidad La Sapienza de Roma, estudió el subsuelo de la basílica para un proyecto ejecutivo de las intervenciones de restauración.

Gracias al mapeo de todas las piedras del pavimento, que fueron retiradas para permitir las obras de renovación, fue posible reposicionar las losas exactamente en el mismo lugar por el que han caminado millones de peregrinos a lo largo de los siglos.

Para la Dra. Francesca Stasolla, el trabajo de Fr. Virgílio Corbo ha sido de gran ayuda en el desarrollo de esta fase del trabajo.

 

santo sepulcro

 

FRANCESCA ROMANA STASOLLA
Arqueóloga de la Universidad La Sapienza de Roma
La aportación del padre Virgilio Corbo ha sido decisiva para nuestras excavaciones. El padre Corbo pudo seguir el trabajo de la administración jordana durante una serie de obras de utilidad pública que logró transformar en verdaderas investigaciones arqueológicas. Es una gran responsabilidad realizar una excavación arqueológica. Siempre es una gran responsabilidad, porque es la responsabilidad de restaurar, interpretar, restaurar um fragmento de la historia.

Un trabajo de gran responsabilidad realizado en sinergia entre múltiples instituciones.

 

FRANCESCA ROMANA STASOLLA
Arqueóloga de la Universidad La Sapienza de Roma
Y en este lugar diría que la responsabilidad es quizás mayor, porque significa tratar de comprender, interpretar y restaurar una versión de la historia que es también historia sagrada. Y en esto me siento muy afortunada, porque hay un equipo extraordinario no solo de arqueólogos sino también de estudiosos de otras disciplinas que colaboran en esto y por eso desde este punto de vista tengo confianza en que todos juntos y junto a todos aquellos que apoyan este proyecto, espero que podamos completar la tarea.

 

Fr. ROSARIO PIERRI, ofm
Decano Studium Biblicum Franciscanum
Quiero recordar también las excelentes relaciones que se han establecido entre el equipo que está realizando la obra y el estudio franciscano que colabora activamente en estas obras, concretamente el P. Alliata y el P. Amedeo Ricco.

 

santo sepulcro

 

Fr. AMEDEO RICCO, ofm
Studium Biblicum Franciscanum
Es una oportunidad extraordinaria para cualquier estudioso formar parte de este equipo de arqueólogos, pero no sólo arqueólogos, porque detrás hay historiadores, filólogos, un gran equipo al servicio de la comprensión de las fuentes antiguas y de los hallazgos arqueológicos. Es una gran oportunidad y todos somos conscientes de que estamos realizando una obra que no es nuestra, sino que es para toda la humanidad y para toda la historia de la humanidad, porque este lugar ha sido importante porque además de para la fe de los cristianos también ha sido decisivo para la historia de la humanidad.

A principios de este año se abrió una nueva fase de las obras en el Santo Sepulcro, tras la conclusión de las realizadas en torno a la Rotonda del Edículo. Y en palabras del Dr. Stasolla:

«Será muy interesante en los próximos años ver los estudios que se publicarán, estudios que resumirán el trabajo de estos arqueólogos y restauradores que han trabajado aquí».

 

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BASILICA DEL SANTO SEPULCRO JERUSALEN

 

 

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