Desde una catedral bizantina dedicada a la Sabiduría Divina - inaugurada en 537 bajo el emperador cristiano Justiniano - hasta una mezquita, cuando los otomanos conquistaron Constantinopla en 1453 y rebautizaron la ciudad como Estambul. Luego se convirtió en un museo en 1934 por decreto del padre fundador de la Turquía moderna, Mustafá Kemal Ataturk. Hoy, un decreto del Presidente Recep Tayyip Erdogan, que llegó inmediatamente después de la decisión del Consejo de Estado de anular la decisión de Ataturk aceptando la petición de un pequeño grupo islamista local, establece la transferencia de la gestión del sitio bizantino del Ministerio de Cultura a la Presidencia de Asuntos Religiosos, convirtiéndolo efectivamente en la Mezquita de Santa Sofía. En un discurso a la nación, el presidente turco anunció que la primera oración se celebrará en Santa Sofía el 24 de julio.
El Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé, en los últimos días, había denunciado los riesgos de tal decisión: "Empujará a millones de cristianos de todo el mundo contra el Islam". En virtud de su carácter sagrado, Santa Sofía, había señalado el Patriarca, es un centro de vida "en el que Oriente y Occidente se abrazan", y su reconversión en un lugar de culto islámico "será una causa de ruptura entre estos dos mundos". En el siglo XXI es "absurdo y perjudicial que Santa Sofía, desde un lugar que ahora permite a los dos pueblos encontrarse y admirar su grandeza, pueda volver a ser motivo de oposición y confrontación".
El gobierno griego ha descrito la decisión del tribunal turco como una "provocación al mundo civilizado". "El nacionalismo mostrado por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan hace que su país se remonte a seis siglos atrás", dijo la ministra de cultura griega Lina Mendoni en una declaración.
"La preocupación de millones de cristianos no ha sido escuchada." El portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa Vladimir Legoida dijo a la agencia Interfax. Para el Arcipreste Nikolai Balashov, jefe adjunto de relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, "este es un evento que podría tener graves consecuencias para toda la civilización humana".
Erdogan: cualquier crítica es un ataque a nuestra independencia
Erdogan, respondiendo a las críticas, defendió la decisión invocando la "soberanía nacional" y asegurando que las puertas de Santa Sofía seguirán abiertas a todos, musulmanes y no musulmanes, como es el caso de todas las mezquitas: "Cualquier crítica", dijo, "es un ataque a nuestra independencia". Cientos de creyentes musulmanes fueron ante Santa Sofía gritando: "Alá es grande". El jefe de la Asociación para el Servicio de Fundaciones Históricas y el Medio Ambiente dijo que continuar dejando a Santa Sofía como un museo "dañaría la conciencia de la gente".
La UNESCO lamentó profundamente la decisión de Turquía de cambiar el "valor universal excepcional" del sitio, "un poderoso símbolo de diálogo". "Un país -dice la agencia de la ONU- debe asegurarse de que ningún cambio socave el extraordinario valor universal de un sitio de su territorio que esté en la lista. Cualquier modificación debe ser notificada por el país a la Unesco y verificada por el Comité del Patrimonio Mundial".
Esta postura se llama, en latín, orans (se pronuncia ‘órans’), es decir, “persona orando” o “persona orante”. La figura está retratada con los brazos extendidos y las palmas de las manos orientadas hacia arriba.
Se trata de una posición frecuente en el mundo antiguo para los momentos de recogimiento espiritual: no era exclusiva del cristianismo. Además, la mayoría de los paganos rezaba de esa forma e incluso las divinidades paganas eran representadas de pie o sentadas en la posición de orans.
Colin B. Donovan da una excelente explicación sobre esta postura y su asociación a la oración cristiana:
Piensa en lo que hacemos cuando invocamos a alguien. Podemos colocar los brazos en nuestra frente como si estuviéramos diciendo a la persona: “Yo te imploro que me ayudes”. Parece un gesto humano natural, que viene de lo íntimo, como arrodillarse para adorar o para expresar sufrimiento. Orienta esta postura hacia el cielo y tendrás la posición orans.
Con el advenimiento del cristianismo, la posición orans ganó simbolismo adicional, relacionada a la crucifixión. Cuando los cristianos oraban, ellos ofrecían su súplica a Dios imitando los brazos extendidos de Jesús en la cruz.
Además de la postura orans, los primeros cristianos tambiénrezaban de rodillas o postrados en el suelo.
“Nuptiæ factæ sunt in Cana Galilææ” (Jn 2, 1)... Celebráronse unas bodas en Caná de Galilea. San Juan es el único evangelista que narra el primer signo de Jesús, realizado durante aquella celebración en Caná: a petición de la Virgen, convirtió el agua en vino; y también sitúa en esta población de Galilea el segundo de sus milagros: la curación del hijo de un funcionario real, que estaba enfermo en Cafarnaún (Cfr. Jn 4, 46-54).
El relato de Caná asombra por la sencillez con que está redactado, sin perder a la vez riqueza de matices:
“Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. También fueron invitados a la boda Jesús y sus discípulos. Y, como faltó vino, la madre de Jesús le dijo: —No tienen vino. Jesús le respondió: -Mujer, ¿qué nos importa a ti y a mí? Todavía no ha llegado mi hora. Dijo su madre a los sirvientes: -Haced lo que él os diga. Había allí seis tinajas de piedra preparadas para las purificaciones de los judíos, cada una con capacidad de unas dos o tres metretas. Jesús les dijo: -Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: -Sacadlas ahora y llevadlas al maestresala. Así lo hicieron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, sin saber de dónde provenía -aunque los sirvientes que sacaron el agua lo sabían- llamó al esposo y le dijo: -Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú, al contrario, has reservado el vino bueno hasta ahora. Así, en Caná de Galilea hizo Jesús el primero de los signos con el que manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él” (Jn 2, 1-11).
Los relatos cristianos más antiguos que presentan Caná de Galilea como meta de peregrinación, la sitúan cerca de Nazaret: “no lejos de allí divisaremos Caná, en que fue convertida el agua en vino” San Jerónimo, Epistola XLVI. Paulae et Eustochiae ad Marcellam, 13), afirma san Jerónimo en una carta escrita entre los años 386 y 392. Y en otro documento posterior, da a entender que la ciudad se hallaba en el camino hacia el mar de Genesaret:
“a buen paso se recorrió Nazaret, la nutricia del Señor; Caná y Cafarnaún, testigos de sus milagros; el lago de Tiberíades, santificado por las travesías del Señor, y el desierto en que varios miles de personas se hartaron con unos cuantos panes y de las sobras de los que comieron se llenaron tantos canastos como son las tribus de Israel” (San Jerónimo, Epistola CVIII. Epitaphium Sanctae Paulae, 13).
Numerosos testimonios nos hablan de un santuario edificado por los cristianos en memoria de aquel primer milagro realizado por Jesús; también afirman que se conservaban una o dos tinajas y que existía una fuente en el pueblo. Una de las pruebas más remotas pertenece al relato de un peregrino anónimo del siglo VI, que había partido desde Séforis-Diocesarea:
“después de tres millas de camino, llegamos a Caná, donde el Señor estuvo presente en las bodas, y nos sentamos en el mismo lugar, allí yo indignamente escribí el nombre de mis padres. Quedan todavía allí dos vasijas, llené una de agua y vertí vino de esa; me la puse llena sobre los hombros y la posé sobre el altar. Después nos lavamos en la fuente para las bendiciones” (Itinerarium Antonini Piacentini, 4).
Aunque estos testimonios que han llegado hasta nosotros tienen un valor indudable, no aportan datos definitivos para situar Caná, pues podrían referirse a dos lugares con ese nombre que existen al norte de Nazaret: las ruinas de Khirbet Qana, una aldea despoblada desde hace siete siglos; y la ciudad de Kefer Kenna, que actualmente cuenta con diecisiete mil habitantes, de los que una cuarta parte son cristianos.
Khirbet Qana ocupaba la cima de una colina sobre el valle de Netufa, cerca del camino que unía Acre con el mar de Genesaret. Se hallaba a nueve kilómetros de Séforis y a catorce de Nazaret. Las investigaciones arqueológicas han sacado a la luz los restos de una pequeña aldea que sobrevivió hasta los siglos XIII o XIV, donde hay una gruta con vestigios de culto cristiano de época bizantina y numerosas cisternas excavadas en la roca para almacenar el agua de lluvia, pues no existían fuentes en la zona.
Kefer Kenna está a seis kilómetros de Nazaret, en el camino que baja hacia Tiberias. El asentamiento, abastecido por un manantial, se remonta al menos hasta el siglo II antes de Cristo. Parece ser que en el siglo XVI, sus habitantes, que eran en su mayoría musulmanes, conservaban la tradición del lugar donde Jesús había realizado el milagro.
Los peregrinos encontraron allí una habitación subterránea a la que se accedía desde las ruinas de una supuesta iglesia, cuya construcción atribuyeron al emperador Constantino y a su madre santa Elena. En 1641, algunos franciscanos se asentaron en la población y empezaron las gestiones para recuperar aquellos restos, que no pudieron poseerse hasta 1879.
En 1880 se edificó una pequeña iglesia y posteriormente se fue agrandando, entre los años 1897 y 1906. También se levantó en 1885, a unos cien metros, una capilla en honor de san Bartolomé –Natanael-, que era oriundo de Caná (Cfr. Jn 21, 2).
Con ocasión del Jubileo de 2000, se llevó a cabo una restructuración del santuario, y se aprovechó para realizar antes una investigación arqueológica que completase otro estudio de 1969. Las excavaciones han sacado a la luz, además de la iglesia medieval, lo que podría ser una sinagoga de los siglos III-IV construida sobre los restos de habitaciones precedentes, que se remontan al siglo I.
Esta sinagoga tenía un atrio con pavimento a base de mosaicos, y un vestíbulo porticado con una gran cisterna en el centro, que se conserva en el subsuelo del templo actual; también las columnas y los capiteles del pórtico se reutilizaron en la nave. En el ábside septentrional de la iglesia, se encontró un ábside aún más antiguo que contenía una sepultura de los siglos V-VI.
El tipo de tumba parece indicar la presencia cristiana sobre el lugar durante la época bizantina. Al igual que los testimonios históricos, la arqueología no ha ofrecido pruebas concluyentes para situar Caná de Galilea: el lugar donde Jesús convirtió el agua en vino.
Desde los tiempos más antiguos, la riqueza y densidad del relato de san Juan sobre los primeros pasos del Señor en su vida pública han alimentado la reflexión cristiana. A través de una narración llena de gran riqueza teológica -que será imposible agotar en estas páginas-, el milagro de Caná señala el principio de los signos mesiánicos, anuncia ya la Hora de la glorificación de Cristo y manifiesta la fe de los apóstoles en Él. Por eso, es significativo que san Juan haya recogido la presencia y la actuación de Nuestra Señora en aquel momento.
En medio de aquella fiesta de bodas, Santa María advierte que falta el vino y acude a Jesús para que remedie la necesidad de los esposos. “A primera vista -observa Benedicto XVI-, el milagro de Caná parece que se separa un poco de los otros signos empleados por Jesús. ¿Qué sentido puede tener que Jesús proporcione una gran cantidad de vino -unos 520 litros- para una fiesta privada?” (Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, Jesús de Nazaret. Desde el Bautismo a la Transfiguración, p. 296).
Para el Santo Padre, es una señal de la magnitud del amor que encontramos en el centro de la historia de la salvación: Dios “que se derrocha a sí mismo por la mísera criatura que es el hombre (...). La sobreabundancia de Caná es, por ello, un signo de que ha comenzado la fiesta de Dios con la humanidad, su entregarse a sí mismo por los hombres” (Joseph Ratzinger/Benedicto XVI, Jesús de Nazaret.
Desde el Bautismo a la Transfiguración, p. 296). De esta forma, el marco del episodio -un banquete de bodas- se convierte a su vez en imagen “de otro banquete, el de las bodas del Cordero que da su Cuerpo y su Sangre a petición de la Iglesia, su Esposa” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2618).
La entrega del Señor por los hombres tiene su hora, que en Caná todavía no ha llegado. Sin embargo, Jesús la anticipa gracias a la intercesión de la Santísima Virgen: “María se pone entre su Hijo y los hombres en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone "en medio", o sea hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre, consciente de que como tal puede -más bien "tiene el derecho de"- hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres” (Juan Pablo II, Litt. enc. Redemptoris Mater, 25-III-1987, n. 21).
"María hace de mediadora no como una persona extraña, sino en su papel de madre"
Con razón, muchos autores han visto un paralelismo entre el milagro de Caná, donde Nuestra Señora se ocupa con solicitud maternal de aquellos que están a su lado, y el momento del Calvario, donde san Juan la recibe como madre de todos los hombres. Apoyado en esta realidad, san Josemaría la llamaba frecuentemente Madre de Dios y Madre nuestra, y sugería tratarla como hijos:
“María quiere ciertamente que la invoquemos, que nos acerquemos a Ella con confianza, que apelemos a su maternidad, pidiéndole que se manifieste como Madre. Pero es una madre que no se hace rogar, que incluso se adelanta a nuestras súplicas, porque conoce nuestras necesidades y viene prontamente en nuestra ayuda, demostrando con obras que se acuerda constantemente de sus hijos” (Es Cristo que pasa, n. 141).
Y al mismo tiempo, otro elemento esencial de su maternidad se manifiesta en las palabras que dirige a los criados: “haced lo que él os diga” (Jn 2, 5).
“Nuestra Señora, sin dejar de comportarse como Madre, sabe colocar a sus hijos delante de sus precisas responsabilidades. María, a quienes se acercan a Ella y contemplan su vida, les hace siempre el inmenso favor de llevarlos a la Cruz, de ponerlos frente a frente al ejemplo del Hijo de Dios. Y en ese enfrentamiento, donde se decide la vida cristiana, María intercede para que nuestra conducta culmine con una reconciliación del hermano menor -tú y yo- con el Hijo primogénito del Padre.
Muchas conversiones, muchas decisiones de entrega al servicio de Dios han sido precedidas de un encuentro con María. Nuestra Señora ha fomentado los deseos de búsqueda, ha activado maternalmente las inquietudes del alma, ha hecho aspirar a un cambio, a una vida nueva. Y así el haced lo que Él os dirá se ha convertido en realidades de amoroso entregamiento, en vocación cristiana que ilumina desde entonces toda nuestra vida personal” (Es Cristo que pasa, n. 149).
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Han salido varios decretos del emperador Diocleciano y cada versión es peor para los cristianos que el anterior. En todo lo ancho y largo del Imperio se han enturbiado las cosas hasta el punto de crearse un ambiente de persecución abierta y ya se habla de cárceles, cruces, hogueras y espadas contra los discípulos de Jesús; al emperador le dan respeto porque desprecian a los dioses nacionales y piensan que acabarán poniendo en peligro el fundamento de su unidad.
Por desgracia, bastantes han sido flojos; no han perseverado al llegar los tiempos malos y por miedo han sacrificado a los ídolos; han sido blandos. Procopio no ha claudicado. Nació en Scitopolis ya hace años y ahora vive en Jerusalén. El amor sincero al Señor Jesús, su deseo de imitarlo, le han llevado a vivir bastante lejos de la marcha que lleva el común de los mortales que con harta frecuencia piensa en vivir del modo más cómodo posible, huyendo de lo que cuesta, y siendo amigos de cuidar que el estómago no sufra con privaciones, procurando al cuerpo algo más del sueño y descanso que pide, con el añadido de conseguir todos los placeres que a la vuelta de la esquina pueden encontrarse como oferta permanente. Así es su presencia, flaco y seco como un asceta. Supo preparar la pelea última con la lucha y el esfuerzo diario.
Tiene responsabilidades añadidas a la profesión de la fe cristiana. Lo han hecho Lector en la iglesia y lee con voz alta y pausada al pueblo lo que está escrito en el Libro Sagrado; como Exorcista, trata al poseso con la energía de quien tiene por el Señor el mando; le encomendó también el obispo la traducción oficial a la lengua vulgar -al arameo- los textos griegos de la Liturgia.
Por la persecución que se ha iniciado, lo trasladan a Cesarea y allí comienza la encrespada lid contra los que aman al único Dios y rechazan a los ídolos de los paganos. Ante el gobernador Flaviano no tiene más palabra que negar la existencia de dioses, ni mejor actitud que negarse a ofrecer incienso a ídolos falsos y a los emperadores romanos. Así las cosas, Flaviano decide que es crimen de estado negar a las imágenes incienso y censurar la tetrarquía. Termina el episodio decapitando a Procopio.
La mayor parte de los cristianos en Cesarea se ha motivado con el ejemplo. Acuden a decir a Flaviano que ellos también son cristianos y que no aceptan la imposición de llamar dioses a los falsos ídolos ni a la tetrarquía imperante en el Imperio Romano. No tenían otro modo de hacer causa común para proclamar y defender sus derechos humanos. Tantos son que el gobernador disimula, parece no oír las palabras y decide aparentar en público la claudicación de los cristianos con la simulación de que ofrecen el incienso que ni siquiera llegan a tocar las manos. Desea mantener a toda costa la apariencia del triunfo, pero quiere evitar también la masacre de los mejores y más honrados ciudadanos pacíficos.
No sé por qué ni de donde forjaron los cristianos de otros tiempos más adelantados la leyenda de un Procopio extraño presentándolo como un personaje funesto, terrible perseguidor de los cristianos, convertido a lo Damasco, predicador luego como Pablo, soldado cruel en muchas batallas ganadas con una cruz que casi casi es talismán, de aventura en aventura, ladino en el tribunal y machacón testarudo ante el juez que termina mandándolo ejecutar entre tormentos tan inconcebibles como extravagantes. ¿Pretendían quizá acumular virtudes en el santo? o ¿fingirlas en la comunidad de Cesarea? Que ni lo uno ni lo otro se necesitaba es evidente. Yo prefiero quedarme con la figura sencilla del clérigo Procopio que cumple a diario su obligación de cuidar su alma y la de su gente y que, llegado el momento, muere sencillamente cumpliendo el último de sus compromisos.
"Encontró allí a un hombre llamado Eneas, tendido en una camilla desde hacía ocho años, pues estaba paralítico. Pedro le dijo: “Eneas, Jesucristo te cura; levántate y arregla tu lecho.” Y al instante se levantó. Todos los habitantes de Lida y Sarón le vieron, y se convirtieron al Señor.Había en Joppe una discípula llamada Tabita, que quiere decir Gacela. Era rica en buenas obras y en limosnas que hacía. Por aquellos días enfermó y murió. La lavaron y la pusieron en la estancia superior. Lida está cerca de Joppe, y los discípulos, al enterarse que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres con este ruego: “No tardes en venir a nosotros.Pedro partió inmediatamente con ellos. Así que llegó le hicieron subir a la estancia superior y se le presentaron todas las viudas llorando y mostrando las túnicas y los mantos que Tabita hacía mientras estuvo con ellas. Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró; después se volvió al cadáver y dijo: “Tabitá, levántate.” Ella abrió sus ojos y al ver a Pedro se incorporó. Pedro le dio la mano y la levantó. Llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. Esto se supo por todo Joppe y muchos creyeron en el Señor".” (Hechos de los Apóstoles 9, 31).
El Papa celebró la misa ante menos de 100 peregrinos, que por supuesto mantuvieron las distancias de seguridad.
Francisco lamentó que no había podido asistir tampoco el representante del líder de la Iglesia ortodoxa, el Patriarca de Constantinopla, como es habitual en este día.
En esta ceremonia es tradicional que el Papa bendiga los palios de los 54 arzobispos metropolitanos que ha nombrado a lo largo del último año.
Les representó Giovanni Battista Re, que también recibió el palio por ser nuevo decano del Colegio de Cardenales.
Agradeció a Francisco que durante el tiempo del confinamiento realizara tantas celebraciones en streaming. Dijo que eso permitió a muchos sentirse acompañados por la Iglesia.
CARD. GIOVANNI BATTISTA RE
“Quería agradecer a Su Santidad el apoyo, la fuerza, el consuelo que en este período difícil usted ha dado a muchas personas en el mundo”.
Después de bendecir los palios,…
…el Papa tuvo una homilía en la que reflexionó sobre los santos Pedro y Pablo.
Recordó que eran muy distintos pero que estaban unidos. Dijo que esa unidad nace cuando se reza y puso como ejemplo a la primera comunidad cristiana que no murmuró contra San Pedro.
FRANCISCO
Y nosotros hoy podemos preguntarnos: ¿Protegemos nuestra unidad con la oración, nuestra unidad de la Iglesia? ¿Rezamos los unos por los otros? ¿Qué pasaría si se rezase más y se murmurase menos, si tuviéramos la lengua más tranquila?
Francisco dijo que rezar da esperanza y ánimo para resistir sin pesimismos o quejas estériles. De nuevo recordó el ejemplo de la primera comunidad cristiana ante la persecución de Herodes.
FRANCISCO
Ninguno insulta a Herodes, y nosotros estamos muy acostumbrados a insultar a los responsables. Es inútil y también aburrido, que los cristianos desperdicien tiempo quejándose del mundo, la sociedad, de lo mal que van las cosas. ‘Pero es que este gobernante es...’ y los calificativos son muchos, no los diré, porque este no es ni el momento ni el lugar para decir lo que se escucha contra los gobernantes. Que los juzgue Dios, pero recemos por los gobernantes. Recemos. Porque lo necesitan.
El Vaticano está siguiendo las normas de prevención que se aplican en Italia.
Por ejemplo, en los templos no pueden entrar más de 200 personas. Para evitar aglomeraciones en los ingresos, para esta misa se limitó a 90.
Javier Romero
Fuente: Rome Reports
El gran Rafael lo retrató como un niño ermitaño, un cuadro con una mirada intensa.
Este retrato es de la misma época, y en él Dosso Dossi lo vistió de rojo, los colores del martirio. De fondo puede verse la escena del Bautismo de Jesús, realizada de un modo muy original.
Filippo Lippi lo pintó siguiendo una visión de Santa Brígida, que recoge la visita de San Juan a Jesús en el portal de Belén. De fondo, los árboles cortados de raíz recuerdan la llamada de San Juan a la conversión.
Agnolo Bronzino sin embargo lo pintó de este modo más tierno.
La colección incluye este cuadro de Andrea del Verrocchio, con añadidos de su discípulo Leonardo da Vinci.
La galería ha incluido en el recorrido virtual obras bizantinas, que recuerdan el martirio por decapitación.
Aunque también artistas más clásicos como Alonso Berruguete lo han tratado…
…e incluso escultores como Vincenzo Consani que hizo esta escultura en 1842.
La exposición se llama “El santo que bautizó a Cristo”, y es un recorrido virtual apasionante realizado con fotografías de gran calidad.
Javier Martínez-Brocal
Fuente: Rome Reports
El actor Jim Caviezel, que regresa al papel de Jesús, se ha referido a ella como “la película más grande de todos los tiempos” y ahora el guionista Randall Wallace ha contribuido al proyecto.
Hablando con Polygon, el también guionista de Braveheart dio una actualización de la película al decir que: “es algo que seguimos discutiendo”.
Wallace agregó que “ambos (Gibson y él) consideramos que es el Monte Everest de todas las historias”.
Según el sitio IMDb (Internet Movie Database) - una base de datos en línea que almacena información relacionada con películas - La pasión de Cristo: Resurrección, se estrenará en 2021 y actualmente se encuentra en etapa de preproducción.
“Una secuela a La pasión de Cristo (2004) se centra en los acontecimientos que ocurrieron 3 días entre la crucifixión de Jesucristo y su resurrección”, publica IMDb. Según el sitio especializado en películas la cinta contaría de nuevo con las actuaciones de Caviezel como Jesús y Maia Morgenstern como María Magdalena, Christo Jivkov como el apóstol Juan y Francesco De Vito como el apóstol Pedro.
Wallace se refirió a la resurrección de Jesucristo diciendo que “es literalmente un evento alucinante que está más allá de cualquier cosa que podamos imaginar o entender. Sin embargo, los primeros cristianos murieron diciendo: ‘Sucedió, lo creo’”.
El guionista prosiguió diciendo “seguimos discutiendo sobre ella (la película). No estamos preparados para hablar en absoluto sobre lo que planeamos hacer”.
En declaraciones a USA Today hace más de un año Jim Caviezel afirmó: “Hay cosas que no puedo decir que sorprenderán a la audiencia. Es genial. Manténgase en sintonía”.
Por su parte, cuando fue consultado sobre la nueva película en 2017, Gibson dijo: “La Resurrección. Gran tema. Oh, Dios mío”. El director continuó diciendo: “Estamos tratando de crear esto de una manera que sea cinematográficamente convincente y reveladora para que brille con nueva luz, si es posible, sin crear algo extraño”.
Mientras que La Pasión de Cristo representaba las últimas 12 horas de la vida de Jesús, quizás la secuela no se centre sólo en la Resurrección, si va a ser tan grande como Caviezel ha dicho.
Es posible que la narración no sólo describa la tumba vacía y las apariciones de la resurrección a los discípulos, sino que también cubra aspectos del libro de los Hechos. Esto podría incluir la Ascensión, Pentecostés y la conversión de Saulo.
Por ejemplo, Benedicto XV incluyó el título “Reina de la Paz” en 1917, en medio del sufrimiento por la Primera Guerra Mundial. Pío XII sumó “Reina Asunta al Cielo” tras el dogma de la Asunción de la Virgen. Mientras que Juan Pablo II incluyó “Madre de la Iglesia” y “Reina de las Familias”.
CORRADO MAGGIONI
Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino
"Las letanías son un tipo de oración que nace sin estar ligada a otro tipo de oración. El Papa León XIII las sugirió y decretó indulgencia cuando se rezan al final del rosario, pero las letanías son una forma de oración que podemos rezar solos o en comunidad".
Recientemente el Papa Francisco ha incluido tres nuevas letanías con mensajes muy actuales.
"Mater Misericordiae": Madre de misericordia.
Con ella el Papa Francisco da continuación al mensaje del jubileo que convocó, aunque el origen de esta advocación data de la época medieval y aparece en la “Salve Regina”.
"Mater Spei": Madre de la Esperanza.
Corrado Maggioni dice que se trata de una advocación muy acorde a los actuales momentos de pandemia.
CORRADO MAGGIONI
Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino
"Invocar a María como Madre de la Esperanza en estos tiempos difíciles, en los que podemos tener pensamientos de desesperación, ya que la desesperación llega en momentos en los que no se puede hacer nada más. Así podemos sentir que no estamos tan desesperados, porque la Virgen María es Madre y está cerca de nosotros en momentos de desesperación".
"Solacium migrantium": Consuelo de los migrantes.
Esta letanía es fruto de uno de los mensajes principales del pontificado de Francisco: la defensa de la dignidad de los migrantes y refugiados. Con ella invita a tener más presente este dramas.
CORRADO MAGGIONI
Subsecretario de la Congregación para el Culto Divino
“La Sagrada Familia se vio obligada a migrar, tuvieron que escapar. Fueron perseguidos, migrantes. La Virgen María no es distante a quienes se ven obligados a vivir la migración forzada”.
Con estas tres letanías Francisco envía un mensaje de esperanza, misericordia y de cercanía a los dramas actuales y los confía a la Virgen María.