Pero para 1967, debido a la Guerra de los Seis Días, toda el área había sido cerrada a los peregrinos y turistas. El sitio se convirtió entonces en un campo de minas de 55 hectáreas y fue convertido en una zona militar.
Sólo en el año 2000, con motivo de la peregrinación del Jubileo del Papa Juan Pablo II a Tierra Santa, se abrió un pequeño acceso al sitio. Pero más tarde, después de la segunda Intifada, se cerró de nuevo. Durante estos años, se ha llevado a cabo una larga operación de desminado en toda la zona de Qasr al-Yahud. Con el consentimiento de las autoridades israelíes y palestinas, se han eliminado un total de al menos 4000 minas. El trabajo fue completado por una organización humanitaria británica especializada en este tipo de intervención, "Halo Trust". Y después de más de 50 años, la iglesia de San Juan Bautista fue devuelta a la Custodia de Tierra Santa.
Mañana, domingo 10 de enero, fiesta del Bautismo del Señor, estará marcada, a partir de las 9:00 de la mañana, por una serie de eventos, a los que asistirán algunas decenas de personas a causa de la pandemia, dirigidos por la Custodia de Tierra Santa. Tras la llegada al río Jordán, la procesión y la misa solemne, el programa incluye una peregrinación al Monte de la Tentación.
En este día, las palabras del Evangelio resonarán especialmente:
"Entonces Jesús vino de Galilea a Juan en el Jordán, para ser bautizado por él. Pero Juan quiso impedirlo, diciendo: "Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le contestó: "Déjalo por ahora, porque conviene que cumplamos toda justicia". Así que le dejó hacerlo. Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua; y he aquí que los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y venir sobre él. Y he aquí que una voz del cielo dijo: "Este es mi Hijo amado, en quien me complazco".
Después de 54 años, por lo tanto, los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa podrán conmemorar el bautismo de Jesús en el mismo lugar donde Jesús fue bautizado por las manos de Juan el Bautista en el río Jordán. Será un día especial, subraya el padre Ibrahim Faltas, de la Custodia:
La entrevista con el Padre Ibrahim Faltas
R. - Para nosotros será una gran fiesta, un gran día. Un día histórico para los franciscanos que nunca han olvidado los Lugares Santos, incluso cuando perdieron uno de estos lugares por la guerra o por otras razones. Y así fue con el lugar del bautismo. El convento, que comenzó a ser construido por los franciscanos después de la compra del terreno en 1920, se llama San Juan Bautista. Luego, durante la guerra de 1967, los franciscanos perdieron este convento por el conflicto. Y después de 54 años, volvemos a celebrar la primera misa. Será un día histórico para nosotros. La misa comenzará el domingo a las 10 de la mañana. Será presidido por el Padre Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa. El Nuncio Apostólico en Jerusalén y los cónsules de Italia, España, Bélgica y Francia también estarán presentes. Y sólo nosotros los frailes celebraremos este día. Sólo unas 50 personas debido a la pandemia.
Un día histórico: lo que durante varios años fue un campo de minas y una zona militar ahora vuelve a ser un lugar de paz y oración...
R. - Es una vez más un lugar sagrado. De hecho, habrá una bendición de este convento. Recibimos el convento hace tres meses. Es un convento maravilloso, muy hermoso. El domingo habrá un día de celebración, de alegría para los franciscanos. El año 2020 fue un año difícil para todos debido a la pandemia y muchas otras cosas. Pero en lo que respecta a los franciscanos, podemos decir que este convento y el colegio de Alepo han vuelto a nuestra custodia.
El domingo es un día de celebración en un momento tan difícil como la pandemia. Pero también es un día para el renacimiento....
R. - Un nuevo año, un día para nacer de nuevo. Este es el significado del bautismo. No puedes imaginar nuestra alegría, la alegría de todos los frailes de la Custodia de Tierra Santa. El domingo será un día de celebración. Habrá una misa, la bendición. Y luego la procesión desde el convento hasta el río Jordán, precisamente en el lugar donde nuestro Señor Jesucristo fue bautizado. Es realmente una gran alegría volver a este convento, tan querido por todos los frailes de la Custodia. También para todos aquellos frailes que han dado su vida por estos Santos Lugares. Creo que también ellos en el cielo estarán felices de ver que este convento ha vuelto a la Custodia de Tierra Santa.
¿Qué significa este regreso para el Medio Oriente?
R. - Para el Medio Oriente significa que nunca debemos perder la esperanza. Nadie pensó que este monasterio podría volver a nuestra custodia. Para muchos era imposible. Siempre tenemos la esperanza, la confianza de que todo volverá a la normalidad. Estoy convencido de que un día veremos la paz en Tierra Santa. Estamos trabajando con las "piedras vivas" de la Tierra Santa, es decir, el pueblo, dándoles esperanza, el coraje para seguir permaneciendo en los Lugares Santos. Y esperando que el futuro sea mejor y haya paz. Lo que toda la gente de Oriente Medio quiere es ver la paz realizada en esta tierra. Y nuestra esperanza como franciscanos es también poder volver a custodiar el convento del Cenáculo. Esperamos que esto también vuelva, lo antes posible, para ser confiado a la Custodia.
https://www.primeroscristianos.com/rio-jordan-el-lugar-del-bautismo-de-jesus-ha-sido-reabierto/
12 Enero
San Arcadio Mártir
(† ca. 304)
Efectivamente, hacia el año 304, ardía en el Africa la persecución de Diocleciano, que tantas víctimas costó a la Iglesia. Bastaba la menor sospecha para que los esbirros del gobernador de la Mauretania penetraran en las moradas particulares, y si daban con algún cristiano, saciaban en él desde el primer momento el odio que profesaban al nombre de Cristo, lo cargaban de cadenas y conducían inmediatamente delante del gobernador. Diariamente eran apresadas nuevas víctimas, a las que se obligaba a asistir a los sacrificios públicos ofrecidos a los dioses y a ofrecer incienso a los ídolos.
En estas circunstancias, Arcadio, perteneciente a una distinguida familia, con el objeto de no comprometer a sus parientes retiróse a un lugar solitario, donde permaneció oculto algún tiempo, mientras ejercitaba allí sus prácticas religiosas y ayudaba, en cuanto le era posible, a sus hermanos cristianos en momentos tan difíciles. Mas por su condición distinguida en la población. su ausencia no pudo pasar mucho tiempo inadvertida. Así, pues. como los magistrados públicos no lo vieran comparecer en los sacrificios ofrecidos a los dioses, enviaron sus esbirros en su busca, los cuales allanaron su casa; pero no pudieron encontrar en ella más que a uno de sus parientes, de quien no hubo manera de obtener noticia ninguna sobre el paradero de Arcadio. Así, pues, llenos de furia ante su fracaso, apresaron a dicho pariente y lo condujeron ante el gobernador.
Entre tanto continuaba Arcadio en su escondite, bien seguro de las pesquisas de los satélites del gobernador. Pero, informado rápidamente de lo ocurrido, no pudo con su corazón noble y caritativo, consentir que aquel pobre pariente estuviera sufriendo por él. Uniéndose, pues, a este sentimiento su ansia de sufrir por Cristo, salió de su retiro y se dirigió espontáneamente ante el juez de la Mauretania, y atestiguó ante todo que él era Arcadio, a quien ellos buscaban, y luego hizo expresamente profesión de su cualidad de cristiano. "Por consiguiente, añadió, si por mi causa detenéis en prisiones a ese pariente mío, ponedlo inmediatamente en libertad, pues aquí me tenéis a mi. Yo os aseguro que él es inocente y ni siquiera conocía el lugar de mi retiro."
Inmediatamente, pues, el pariente fue puesto en libertad. Pero entonces comenzó la prueba más dura de Arcadio. El juez lo invitó formalmente a ofrecer sacrificio a los dioses protectores del Imperio. Si así lo hacía, quedaría inmediatamente en libertad. El diálogo siguiente y el atroz martirio que sufrió Arcadio, nos lo refieren las Actas que se nos han conservado, que el célebre historiador Dom Rinart incluye entre las Actas sinceras de los mártires, si bien modernamente no se les atribuye tanta autoridad. Según todos los indicios, el fondo es enteramente verídico; algunas de las circunstancias y los detalles de algunos tormentos pueden ser más o menos legendarios.
Efectivamente, según refieren dichas actas, Arcadio repuso al juez: "¿Es. posible que vos me hagáis la propuesta de sacrificar a los dioses, con la esperanza de obtener libertad? ¿No conocéis a los cristianos, o pensáis que el temor de la muerte me hará traicionar nunca a mi fe? Jesucristo es mi vida y la muerte es mi ganancia. Inventad los suplicios que más os gusten; pero sabed que nada podrá hacerme traicionar a mi Dios".
Es cierto que este género de respuestas de los mártires, por su carácter apasionado, impulsivo y acometedor, presenta todo el carácter típico de las leyendas posteriores; pero, despojándolas de lo que pueda haber de legendario o exagerado, queda en pie la firmeza inquebrantable del mártir, que espontáneamente se presenta ante el juez, hace profesión de cristiano y se niega decididamente a sacrificar a los dioses, sin dejarse amedrantar en lo más mínimo por las amenazas de los más duros suplicios y de la misma muerte. Así parece, con palabras más sencillas y objetivas. pero decididas y absolutas, en otras actas semejantes de mártires, sacadas de los mismos protocolos oficiales de los procesos.
Fácilmente se comprende la violenta reacción del juez romano ante una respuesta tan decidida de Arcadio. Con el intento de rendir la inquebrantable firmeza de Arcadio, el gobernador pone ante sus ojos con la mayor viveza los tormentos que se le aplicarán si no ofrece sacrificios a los dioses: los garfios de hierro, los azotes con puntas de plomo al estilo romano, y otros semejantes. Pero el servidor de Cristo no se deja intimidar y persiste en la más decidida confesión de su fe. Entonces el juez ordena que se practique en el mártir la más horrible carnicería: que se le corten, uno a uno, todos los músculos de los brazos, de las espaldas y de las piernas hasta los pies. Al escuchar este mandato, Arcadio siente que todo su cuerpo se estremece, pero levanta sus ojos a Dios y siente cómo Éste le comunica las fuerzas que necesita.
Las actas describen luego, con el más crudo realismo, cómo se fue realizando en el santo cuerpo del mártir la orden del gobernador. El mártir va ofreciendo el sacrificio de cada uno de sus miembros, pero, durante tan sangriento suplicio, no cesa de bendecir al Señor. Como el único miembro que le queda es la lengua, añaden las actas este rasgo, que aunque pertenezca a la leyenda, es sumamente significativo: "el mártir, se dice, continuaba bendiciendo a Dios con estas palabras: Dichosos miembros míos. Ahora sí que me sois verdaderamente caros, puesto que pertenecéis únicamente a mi Dios, a quien sois ofrecidos en sacrificio. Ahora me es más ventajoso estar separado de vosotros para estar luego unido con vosotros en la gloria". Y dirigiéndose a los testigos de aquellos tormentos, "aprended, les dijo, que todos estos tormentos no son nada para quien tiene ante sus ojos la corona del cielo. Vuestros dioses no son verdaderos dioses. Renunciad, pues, a ofrecerles sacrificio. Solo Aquel, por el que yo sufro y muero, es el Dios verdadero. Morir por Él, es alcanzar la verdadera vida; sufrir por Él, es gozar de inefables delicias".
En medio de estos razonamientos, Arcadio entregó dulcemente su alma a Dios. Sin discutir en detalle cada uno de estos tormentos y las palabras que dirigió al juez y a los circunstantes, lo que ciertamente consta es la heroica constancia del mártir, que sin ablandarse por los mas fascinadores halagos, sin desfallecer ante los más atroces sufrimientos, derramó su sangre en defensa de su fe. Es el ejemplo sublime del mártir para los cristianos de todos los tiempos, que debemos estar siempre dispuestos a sufrir toda clase de penalidades en defensa de nuestra fe cristiana, y aun en la vida ordinaria, debemos arrostrar las mayores molestias por no ofender a Dios.
BERNARDINO LLORCA
"El asceta Pedro, por otro nombre Apselamo, natural de Aneas, aldea del término de Eleutherópolis, dio prueba, con generoso pensamiento, de su fe en Cristo de Dios. Suplicábanle insistentemente, tanto el juez como los que le rodeaban, que tuviese lástima de si mismo y tuviera en cuenta su juventud, la flor y vigor de su edad; más él despreciándolos, prefirió todo y a la vida misma la esperanza en el Dios del Universo".
El prefecto Severo le preguntó: " -¿Cual es tu nombre? - De nombre de mi padre me llamo Bálsamo; por el Bautismo que he recibido me llamo Pedro. -¿De que pueblo o de que familia eres? - Soy cristiano. - ¿Qué profesión tienes? - Podría tener una más honrosa que practicar el cristianismo; ¿qué podría hacer mejor?"... el interrogatorio se hace más dilatado, donde nuestro santo defiende su fe... pero no lo incluimos aquí ya que es totalmente apócrifo, excepto lo que nosotros hemos incluído.
Para asegurar el orden doctrinal –la amenaza gnóstica, por ejemplo–, no tuvo más remedio que encararse a personajes como Valentín y Cerdón, quien negaba la validez del Antiguo Testamento y parte del Evangelio de san Lucas.
En el ámbito eclesiástico, instituyó las Órdenes menores (ostiario, lector, exorcista, acólito) y ordenó quince presbíteros, cinco diáconos y siete obispos, determinando una jerarquía católica que aún existe: era una época de expansión de las comunidades cristianas y también de persecuciones.
Asimismo, a san Higinio se le debe la presencia de un padrino o madrina en el bautizo para que guíen al agraciado en su itinerario cristiano así como la dedicación de las Iglesias.
Las autoridades antiguas no contienen información sobre si murió como un mártir. Al morir fue enterrado en la Colina del Vaticano, cerca de la tumba de San Pedro. Su fiesta se celebra el 11 de enero.
Historia del Papado en la Iglesia primitiva – Los papas del Siglo II
El buen ladrón entendió en la cruz que tenía dos deudas con Jesucristo. Una infinita, la vida, que no hubiera podido devolver nunca y otra finita, todo lo que había robado. Su gran acierto fue entender cuál de las dos era más importante, la primera. Se dio cuenta de que ni con toda una vida por delante podría devolverle a Cristo la deuda de haberle creado y que, a su lado, era poco lo que había robado. Supo entonces que haber desaprovechado sus talentos no era el fin, ni mucho menos. Si Cristo le había dado algo tan grande -la vida- gratuitamente, le podía perdonar gratuitamente.
A lo largo de sus casi 300 páginas, el lector de "El buen ladrón: Misterio de Misericordia" (André Daigneault) se encontrará con relatos esclarecedores sobre el buen ladrón, uno de los "tapados" del Nuevo Testamento. Los comentarios siempre acertados y sugerentes de los Padres de la Iglesia y de Benedicto XVI, Juan Pablo II, Suárez, Mendizábal, Tettamanzi y muchos otros nos muestran bien a las claras quién era el buen ladrón y porqué Cristo vuelca su corazón sobre él. Comprendió, creyó, confió, se humilló, amó, se santificó, evangelizó. Una secuencia clave para todos los cristianos que el buenladrón experimentó y desarrolló en pocos instantes, junto a la Cruz del Señor. En tal situación y junto a Cristo, recibió una gracia fulgurante que aprovechó y le otorgó el pasaporte al paraíso.
Cristo pasó a su lado, y el buen ladrón no desaprovechó su oportunidad. Pillería humana sí, pero también sabiduría enraizada en el corazón divino. ¿Por qué no pedir a Cristo mi salvación con ese descaro? Descaro del que podemos aprender los cristianos en nuestra oración de petición. San Josemaría Escrivá no cesaba de pedir oraciones en sus andanzas apostólicas. Asimismo, quizás la frase más repetida del Papa Francisco -tanto a través de los medios como en mensajes a las personas que ve- sea "Recen por mí". Descaro para pedir por el bien, para hacer el bien, y sí: vergüenza para hacer el mal. Vergüenza que el buen ladrón demuestra humillado con sinceridad y arrepentimiento de corazón.
Conmueve el perdón gratuito de Dios, que trasciende todo cálculo humano en torno al delito cometido. Sólo mira al giro del corazón humano reconociendo nuestras miserias. Los apegados a sí mismo perciben este giro como algo muy costoso en sus vidas, al contrario que los desproblematizados, que lo perciben como menos costoso. En cualquier caso, el caso del buen ladrón nos muestra que la sanación y la gracia viene de Dios: da igual cómo sea uno y lo que haya hecho. En definitiva, una receta frente al voluntarismo espiritual de nuestros días a través de la experiencia del primer santo canonizado.
Cuando uno se adentra en el corazón misericordioso del Señor, se enamora de él y se humilla ante Él. Esto lo experimentaron tanto el buen ladrón como el hijo pródigo. Una lectura superficial podría entonces cuestionar la relevancia de la virtud y el luchar por hacer las cosas bien. Después de todo, sólo sería suficiente con arrepentirse al cabo del tiempo y volverle a dar cuerda al reloj, hasta la próxima. Qué poco de amor entienden éstos, quizás como el hermano mayor del hijo pródigo... Además, ni el amor es estrictamente una cuestión de justicia, ni es suficiente una aplicación mecánica del "amor con amor se paga". Es, sin embargo, nuestra conversión constante encendida por el amor desbordante del Señor por nosotros la que ha de guiar nuestros días. Seremos entonces amor de Dios y divina voluntad.
Antonio Moreno
Profesor de Economía, Universidad de Navarra
Doctor en Economía, Columbia University
VIRGINIA RAGGI
Alcaldesa de Roma
“Reabrir un monumento como este es también un gesto de esperanza: Mirar con confianza un futuro que todavía es incierto por la evolución de la pandemia. Pero ya debemos trabajar y construir para el futuro, porque sea como sea nos adaptaremos al cambio”.
El mausoleo fue construido en el año 28, como sepulcro del emperador Augusto y su familia. Por eso, aquí estuvieron también Tiberio, Calígula y Claudio.
En el centro, la cámara sepulcral fue reconstruida, pero aún conserva muchos elementos originales.
Es la tumba circular más grande del mundo.
Con la caída de la Roma imperial, a lo largo de los siglos el edificio fue usado de otros modos.
MARIA VITTORIA MARINI CLARELLI
Superintendente de Roma
“En la Edad Media fue una fortaleza; en el Renacimiento, un jardín italiano, con plantas que seguíam el trazado del mausoleo; durante los años del 'grand tour', acogió corridas de toros y juegos pirotécnicos típicos de Roma; a principios del siglo XX fue una sala de conciertos dirigida por Toscanini”.
Roma trabaja contrareloj porque el Mausoleo se abrirá al público el 1 de marzo.
A partir de abril, incluirá una exposición de realidad virtual para ver el mausoleo tal y como era cuando fue realizada esta tumba.
Esta es una posible reconstrucción.
Tanto entonces como ahora, sin duda una de las obras arquitectónicas más imponentes de la historia de la humanidad.
Javier Martínez-Brocal
Se pretende con esta serie de videos exponer el enfrentamiento del paganismo a la fe cristiana hasta finales del siglo IV, concretamente hasta el momento en que, al ser declarados ilegales los cultos paganos por medio de las leyes promulgadas por el emperador Teodosio en 391-392, la nueva fe quedo considerada como la religión oficial del imperio.
VIDEO 1 - La aparición del Cristianismo como fenómeno social
(Santiago Casas, Universidad de Navarra)
VIDEO 2 - La primera oposición sistemática: el "Discurso verdadero", de Celso
(Giulio Máspero, Universidad de la Santa Cruz)
VIDEO 3 - Réplicas cristianas a Celso: el "Contra Celsum" de Orígenes -
(Giulio Maspero, Universidad de la Santa Cruz)
VIDEO 4 - La reacción de la cultura griega: Porfirio y la filosofía neoplatónica -
(Miguel Brugarolas, Universidad de Navarra)
VIDEO 5 - Réplicas cristianas a la critica pagana en el período posterior a Porfirio -
(Miguel Brugarolas, Universidad de Navarra)
VIDEO 6 - Juliano el Apóstata. Su obra el tratado “Contra los galileos” -
(Manuel Mira, Universidad de Navarra)
VIDEO 7 - San Agustin y la cultura de su epoca -
(Manuel Mira, Universidad de Navarra)
VIDEO 8 - Los Padres de la Iglesia y la nueva evangelizacion -
(Ramiro Pellitero, Universidad de Navarra)
Su perspectiva, sin embargo, es parcial porque trata de presentar la controversia tal como se refleja en los textos literarios de los primeros siglos de nuestra era, concretamente en la obra de tres autores que vivieron a lo largo de los siglos II-IV d. C. (1). No pretendemos, pues, estudiar la historia de las persecuciones, que se desarrolló a otro nivel, sino más bien describir la lucha intelectual, no menos encarnizada, que se desarrolló en el terreno de la cultura.
Aquí no hubo derramamiento de sangre, pero se utilizaron instrumentos dialécticos que no son menos interesantes de analizar, sobre todo si se tiene en cuenta que algunos de ellos se siguen esgrimiendo en la actualidad, a pesar de que hayan desaparecido tiranos, hostilidades abiertas y espectáculos circenses (2).
Lo que aquí nos ocupa es la reacción de los paganos y la obra de los protagonistas de la resistencia a la nueva fe, fundamentalmente Celso, en el s. II, Porfirio en el s. III y el emperador Juliano, en el s. IV, sus respectivas obras y sus objetivos: la descalificación social en el caso del primero, la puesta en entredicho de la coherencia del mensaje en el segundo y la presión política revestida de razones intelectuales en el tercero.
Los originales de estas obras se han perdido, por razones obvias de heterodoxia, refrendadas por órdenes imperiales de destrucción; por eso, nuestro conocimiento de ellas no sólo es indirecto y fragmentario, sino que además está tamizado por la perspectiva con que las expusieron sus adversarios cristianos, respectivamente Orígenes, San Agustín y Cirilo de Alejandría.
Se puede afirmar que cada vez que el racionalismo, de cualquier tipo que sea, ha pretendido atacar la Revelación cristiana, ha repetido consideraciones que Celso, Porfirio y Juliano esgrimieron ya en los primeros siglos (3).
Todo el esfuerzo de estos autores se ha centrado en mostrar que el Jesús de los evangelios no existió en la realidad, que su mito lo imaginó Pablo de Tarso, que sus palabras, sus milagros, no sólo son inverosímiles, sino perjudiciales y que la vida de los cristianos es funesta para la sociedad. Han intentado mostrar, a través de sus obras, la diversidad y la incompatibilidad del cristianismo con el orden establecido por la religión tradicional, resaltando, con todo el aparato expresivo que ponía a su alcance la retórica (4), las antítesis irreconciliables entre mono / politeísmo, fuerzas de la naturaleza / milagros, vida terrena / eternidad, exclusividad / tolerancia, dogmatismo / eclecticismo que contraponen ambas concepciones de la religión.
Al mismo tiempo han hecho todo lo posible por encontrar figuras o sistemas en los que realmente vale la pena creer, sean personajes mitológicos, como el héroe Hércules y el dios bienhechor de la humanidad Asclepio (Esculapio), hombres extraordinarios como Apolonio de Tirana y Apuleyo, pensadores como Pitágoras y Sócrates, o finalmente sistemas filosóficos, sobre todo el platonismo y el estoicismo, cuyo vivo resplandor, a su parecer, ponía en la sombra la brillante aureola del Dios de Galilea.
No vamos a hacer por tanto una exposición de la fe, sino a través de la crítica a que fue sometida una y otra vez por sus detractores. Si aparece la
Revelación misma, que es el objeto principal de la discusión, lo hace de la mano de sus adversarios, cuyas objeciones, como decimos, continúan siendo utilizadas en la actualidad. En este sentido, la moderna apología de la fe, podría ganar en contundencia y eficacia sólo con esgrimir los argumentos que aportaron entonces los primeros intelectuales cristianos, que por supuesto estaban dotados del mismo bagaje de formación y cultura que sus oponentes paganos. De ahí la perenne actualidad de la literatura patrística (5).
Cuando Orígenes polemiza contra Celso, el argumento decisivo que esgrime es que, con Cristo, no sólo el dios impasible, que gobierna el mundo desde allá arriba, sin ningún contacto posible con la materia carnal y por tanto incapaz de encarnarse, ha superado ese abismo entre el ser supremo y su creación, sino que ha irrumpido definitivamente en la Historia “la Verdad en persona” (6). Esta pretensión es, ni más ni menos, el punto fundamental de la controversia que al cabo de dos milenios tiene planteada la teología cristiana en su diálogo con el mundo moderno.
Algo análogo cabe decir de los otros dos enfrentamientos, salvando las oportunas distancias de época y talante de los respectivos antagonistas. Ante el ataque masivo de Porfirio, la Ciudad de Dios agustiniana presenta el espectáculo grandioso de una humanidad penetrada por la doctrina salvadora de Cristo y a Cirilo, apenas unos decenios tras la muerte de Juliano el Apóstata, le basta con constatar que no queda ni huella de su intento de acabar con los cristianos.
Tanto el punto de partida como los objetivos de los tres polemistas son diferentes. Mientras Celso se enfrenta a una comunidad marginal a la que pretende excluir de la vida social y en cualquier caso mantener aislada, Porfirio se encuentra con una realidad ya introducida por todas partes, con peso social y poseída de un seguro exclusivismo (7), a la que debe prestarse atención y a la que no se puede descalificar, sino intentar asimilar en un sistema filosófico-teológico, ecléctico y universalista.
Juliano, por su parte, protagoniza una maniobra a la desesperada por aniquilar la fuerza arrolladora que está a punto de acabar con la religión tradicional, de la que él se siente apóstol (8) . El proceso desembocará en el triunfo de la Iglesia, que se presenta como la fuerza moral que se apresta a regular, no sólo la cultura, sino la vida pública de los siglos siguientes.
Toda esta polémica no fue estéril sino que contribuyó a que el cristianismo, comenzando por el orbis christianus, que surgirá de ella y perdurará al menos a lo largo de la Edad Media, adquiriera una experiencia que le hizo mantenerse abierto a las cuestiones que se le han presentado en contacto con la cultura de todos los tiempos.
Los capítulos de esta serie son:
(Santiago Casas, Universidad de Navarra)
(Giulio Máspero, Universidad de la Santa Cruz)
(Giulio Maspero, Universidad de la Santa Cruz)
(Miguel Brugarolas, Universidad de Navarra)
(Miguel Brugarolas, Universidad de Navarra)
(Manuel Mira, Universidad de Navarra)
(Manuel Mira, Universidad de Navarra)
(Ramiro Pellitero, Universidad de Navarra)
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Solo se interrumpen esas Misas para dar lugar a las incensaciones por los ritos que tienen este derecho. En el Pesebre se puede contemplar, ya después de la última procesión del día, al Niño Jesús en trono bendiciendo con la mano derecha y sosteniendo el mundo con la izquierda. Los sacristanes y estudiantes franciscanos de Jerusalén vigilan la Gruta y ayudan en el servicio de las distintas Misas que se celebran.
A las 10 de la mañana el Padre Custodio preside la Misa solemne en la iglesia de Santa Catalina. Es una Misa muy popular. Más que la del día de Nochebuena, en la que hay muchos extranjeros. En este día llenan la iglesia los habitantes de Belén, religiosos y también algunos grupos de peregrinos. La Misa se suele celebrar en árabe y latín.
Animan el canto litúrgico la coral de Tierra Santa y los franciscanos del Estudio de Jerusalén. En la Misa participan también los Cónsules acreditados y las autoridades locales. Después, como de costumbre en este día, son invitados de honor a la hora de comer.
Terminada la celebración las comunidades ortodoxas esperan en la plaza la entrada de sus respectivas autoridades. La más señalada es la del Patriarca Griego Ireneos I, que suele llegar sobre las 11.30. En la basílica ofician griegos, sirios, coptos y armenios. Todos siguen los programas establecidos. Los abisinios salen de su pequeña capilla, cerca de la Gruta de la Leche, y se dirigen con cantos y ritmos africanos acompañados de tambores a la plaza de la Natividad .
A las cuatro de la tarde el Padre Justo, Guardián de la comunidad local, preside las Vísperas solemnes, y seguidamente el padre Custodio la Procesión solemne. La iglesia se llena también llena en esta ocasión. En verdad es un momento esperado y popular por los cantos, colores, movimientos y símbolos.
El padre Custodio lleva en la mano la rosa de oro que S.S. Pablo VI ofreció al Niño Jesús el 6 de enero, día de Epifanía, del 1964 con ocasión de su peregrinación a este santo lugar de Belén. Otro de los símbolos que se lleva en la procesión es un ramo de olivo de oro, que el mismo Pablo VI había depositado en la Tumba del Señor.
Se lo habían regalado los enfermos de Roma con este fin. Llevado en esta ocasión quiere significar el anhelo de Paz para Tierra Santa y el mundo entero. Así pues, la procesión se ordenó hacia la Gruta de la Natividad. Allí el diácono coloca sobre la Estrella la Rosa y el Ramo de olivo. El Custodio inciensa a la vez la Estrella, la rosa y ramo.
Después de la incensación el Custodio entrega la rosa al padre Guardián y el Secretario retoma el ramo. De este modo el Custodio ya puede incensar el Niño en el Pesebre y el altar de los Reyes Magos. Entonces el diácono canta el Evangelio de los Magos según San Mateo (2, 1-12. Después el Custodio desciende al lugar del Pesebre, incensa al Niño de
Epifanía, lo toma en sus manos y cantando el Te Deum lo lleva procesionalmente a la iglesia de santa Catalina dando antes tres vueltas al Claustro de san Jerónimo. Esta procesión con el Niño es de las más emotivas, populares y alegres. Gozan tanto los jóvenes, ancianos como los niños.
El canto que más resuena en esta circunstancia es el “Gloria in excelsis Deo” que se repite sin cesar. Ya entrados de nuevo en la Iglesia de Santa Catalina se termina con las preces rituales y la bendición con el Niño que finalmente se da a besar a los frailes y a todos los fieles. Así se concluye la fiesta de Epifanía católica y se inicia la Navidad de los ortodoxos.
http://unsacerdoteentierrasanta.blogspot.com
Cuando ISIS invadió Mosul en 2014, los cristianos recibieron un ultimátum: convertirse al Islam, pagar un impuesto o el exilio.
El padre Steven Azabo, cuya parroquia y ciudad natal en la diócesis de Alqosh fueron destruidas, recuerda la difícil decisión de muchos cristianos de dejarlo todo atrás en lugar de renunciar a su fe.
STEVEN AZABO
"Nos convertimos en extranjeros, refugiados, en nuestro propio país, sin casas, sin iglesias, sin nada. Eso es lo que hicimos, y nos alegró elegir lo más esencial para nuestras vidas. Elegimos a Dios sobre todas las cosas".
En una tierra plagada de guerra, persecución y muerte, la visita de Francisco, prevista para marzo de 2021, es un faro de esperanza para la coexistencia entre cristianos y musulmanes. El padre Steven dice que el Papa tiene la intención de visitar la Catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, escenario de la trágica matanza de cristianos en medio de la Misa en 2010.
STEVEN AZABO
"Mataron a todo el mundo: mujeres, niños, incluso dos sacerdotes, buenos amigos míos. Habíamos estado juntos en Bagdad. Creo que el Papa quiere visitar este lugar. Espero que cuando rece allí, nos unamos en oración con nuestro Papa, porque nuestra tierra es una tierra llena de mártires".
Francisco ha seguido la situación con atención durante años y su deseo de visitar Irak no es nuevo.
STEVEN AZABO
"Siempre ha seguido las noticias, ha sido informado, ha visto algunas fotos, pero esta vez, será diferente porque estará entre nosotros. Será capaz de oír y ver por sí mismo. Podrá hablar con el pueblo cristiano de Irak. Tendrá una mejor comprensión de lo que significa la persecución cristiana en el corazón de Medio Oriente".
Después de años como exiliados en su propio país, el padre Steven dice que los cristianos iraquíes se preparan con entusiasmo para recibir al Papa, esta vez no desde fuera de Irak, sino desde dentro de las fronteras de su propio hogar.
Traducción: Daniel Díaz Vizzi
Se desconoce el número de los magos: la tradición cristiana representa dos en un fresco del siglo IV en las catacumbas de los santos Marcelino y Pedro en Roma, tres o cuatro en otras representaciones de catacumbas conocidas, pero también hasta catorce. Sobre sus nombres, a partir del siglo VII hay fuentes a favor de Gaspare, Melchiorre y Baldassarre,según lo informado por el Venerable Beda (673-735), quien también especifica que el tercero también era negro.
Sus supuestos restos fueron encontrados en Persia, traídos a Constantinopla por el s. Elena o por el emperador Zenón, luego trasladada a Milán en el siglo V y luego definitivamente traída a Colonia en el siglo XII, en cuya Catedral todavía hay una tumba objeto de gran veneración. El discurso dirigido en 1980 por Juan Pablo II a científicos y universitarios reunidos en esa catedral de Colonia hace una referencia explícita al final (cf.en cuya Catedral todavía se conserva un sepulcro objeto de gran veneración) (cf.Insegnamenti , III, 2 (1980), pág. 1211).
Poder identificar de dónde vienen puede ayudar a estimar el tiempo de viaje desde su tierra a Jerusalén. Dependiendo de la ubicación en el Cercano Oriente mesopotámico, las distancias desde la Ciudad Santa varían entre 800 y 2000 km ; con un promedio de 50 km por día (un ritmo pausado para los camellos en caravana que cruzan el desierto), el tiempo neto de viaje puede haber sido de 15 a 40 días. Pero no se excluye que tal viaje implique un tiempo aún más largo. Respecto a su origen, Tertuliano dirá que procedían de Arabia, aplicando al pie de la letra uno de los salmos mesiánicos: "los reyes de los árabes y de Sabá ofrecerán tributos" ( Sal 72,10).
Es razonable suponer, siempre a la luz de los pocos datos presentes en los Evangelios, que la visita de los Magos no tuvo lugar en el lugar temporal y afortunado donde nació Jesús. 11 del texto de Mateo el uso del término "casa" (Gr. Oikía ) es explícito ; la cronología de los acontecimientos parece favorecer la ubicación de la visita después de la circuncisión, que tuvo lugar ocho días después del nacimiento (cf. Lc 2, 21), y la posterior presentación de Jesús en el templo con la purificación de su madre a los cuarenta días del nacimiento ( cf. Lc 2, 22).
Resumiendo lo que hemos visto hasta ahora a partir del análisis del texto evangélico y las consecuencias que se pueden deducir de él, es posible hacer algunas consideraciones sobre las condiciones mínimas que tiene una explicación natural de la "estrella de Belén" (es decir, como un cuerpo físico o fenómeno que realmente apareció) debe satisfacer.
La estrella debe haber sido vista desde un país al este de Palestina en el momento de su ascenso. No debe haber sido un fenómeno tan llamativo como para ser claramente visible en Jerusalén, de lo contrario la sorpresa y el desconcierto de Herodes - y con él de toda la ciudad - no se entenderían por lo que narraron los Magos sobre la aparición de la estrella. También es posible pensar que el fenómeno se vio en Jerusalén, pero no estuvo asociado con el nacimiento del Mesías;esto explicaría la petición que Herodes hizo a los Magos de saber "exactamente por ellos la hora en que apareció".
Por lo tanto, nos enfrentamos a un fenómeno cuya coyuntura es lo suficientemente clara como para motivar un viaje a Jerusalén, pero al mismo tiempo lo suficientemente discreto para ser fácilmente reconocido solo por los "profesionales" de la observación del cielo. El texto del Evangelio no habla de ninguna manera de una estrella que "indique el camino" de la Tierra de los Magos a Jerusalén, mientras que el v. 9, que indica que la estrella "los precedió", se refiere sólo a la parte final del viaje, la de Jerusalén a Belén.
En general, sin embargo, hay que afirmar que, nuevamente según el texto, la razón que impulsa a los magos a ir a Palestina no consiste en una "indicación direccional", sino que debe buscarse en otra parte.
En la narración puede resultar inusual que Herodes no haya seguido o haya seguido a los magos a Belén, pensando que se encuentra a unos 10 km de Jerusalén. Incluso si los Evangelios suelen describirlo como muy sospechoso, es posible que Herodes confiara en ellos, o no quisiera ser irrespetuoso con invitados tan ilustres. Menos extraño es el hecho de que los convocó en secreto: esto está en línea con lo que se nos dice sobre el carácter del rey judío; uno puede imaginarse que no quiso dar lugar a chismes sobre su interés en un futuro Mesías, cuyo papel habría sido el de expulsarlo. En la visión judía de la época, de hecho se esperaba al Mesías como rey y libertador terrenal, que redimiría a su pueblo de la dominación extranjera.
Cuando partieron hacia Belén, los Magos vieron de nuevo la estrella, que "los precedió, hasta que llegó y se paró sobre el lugar donde estaba el niño" ( Mt2.9). Esta descripción, si se interpreta literalmente, es la más estricta y difícil de asociar con un fenómeno natural. En primer lugar, estamos diciendo que la "estrella" se ve desde Jerusalén hacia el sur (es decir, en dirección a Belén), mientras que no está claro el significado de la expresión "se detiene arriba", que puede indicar una posición en la vertical, en la parte superior, o abajo, mirando la casa desde lejos.
El verbo griego, en la forma pasiva, simplemente indica "estar quieto", mientras que el adverbio "arriba" identifica su posición. Finalmente, el texto indica que los Magos sintieron una "gran alegría" al volver a ver la estrella, ya que su clara reaparición se interpreta de inmediato como una confirmación de la veracidad de su decisión de ir a Belén.una emoción particular quizás no muy lejos de la experimentada por un erudito cuando recibe la confirmación experimental de una deducción teórica o una predicción científica.
Michele Crudele
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