Un relato en primera persona de un escenario vaticano insólito: la convivencia, durante casi una década, de dos papas, Benedicto XVI y Francisco. En "El sucesor"; se cuenta con naturalidad, y por primera vez, cómo fueron esos tiempos, sin esquivar las polémicas y dificultades que los marcaron.
«Benedicto y yo mantuvimos una relación muy profunda y quiero que se sepa, quiero que se conozca sin intermediarios. Él fue un hombre que tuvo el coraje de renunciar y, a partir de entonces, siguió acompañando a la Iglesia y a su sucesor», papa Francisco.
- Creo que era necesario que el Papa hablara de un tema delicado como su relación con Benedicto XVI. Era un tema del que había hablado muy marginalmente y creo que era necesario que él lo afrontase. Así que se lo propuse y aceptó. Estaba interesado en dar su propia versión y que no se hablara de la versión de otros.
- Es una entrevista y, si el entrevistado es el Papa, es difícil ir con un objetivo. Entonces, lo que yo quiero con el libro es conocer de primera mano cómo era la relación entre los dos Papas. Esto va a ayudar a hablar de cuestiones que son muy difíciles: ¿Qué significa la continuidad en el magisterio papal? ¿Qué significa ser Papa? ¿Cuáles son las nuevas posibilidades que ha abierto la existencia de un Papa emérito?
Y al final, uno va para ver cómo era su relación con Benedicto XVI y sale con muchas más cosas: la presión sobre Benedicto XVI para que apretara a Francisco, el error generalizado de considerar que Benedicto XVI era indigno del pontificado cuando dijo que dejaba de ser Papa de un modo muy pacífico. Había muchas personas que pensaban que de alguna forma seguía ejerciendo el pontificado.
- Primero que no es un problema que sean diferentes porque lo importante no es que sean iguales sino que hablen del Evangelio. Cada época tiene una sensibilidad distinta y, por tanto, necesita alguien distinto. No se trata de que sean iguales sino de que tengan la misma misión.
Entonces, tienen muchos elementos en común y tienen muchas diferencias pero no es lo importante. Cada uno, a su modo, consigue hablar de Dios a la gente del tiempo que le ha tocado. Benedicto lo hizo de un modo magistral, y Francisco, también. Benedicto XVI era el intelectual más importante del siglo XX, y si no, de los más importantes. Y tenía la capacidad de razonar la fe haciendo saber que son complementarias.
Y al mismo tiempo, el Papa Francisco tiene una empatía fuera de lo normal. En un momento en el que hay mucha soledad y hace falta cariño, pues llega un Papa que se da cuenta de dónde está el sufrimiento, entra en las heridas, se mete en el barro para ayudar a las personas…
- Al Papa una vez le preguntaron para que dijera algo a unos jóvenes: “Que vivan la fe con entusiasmo”. Me quedo con la palabra entusiasmo, que significa estar lleno de Dios y manifestarlo con alegría.
Yo creo que los primeros cristianos conseguían eso: manifestar esa alegría. Creo que el Papa nos está enseñando a vivir la fe con entusiasmo. A veces, la gente percibe que la fe supone estar muy serios, muy solemnes… Y si efectivamente toca, pues así será pero sabiendo que la fe nos hace muy humanos. Vivir la humanidad de la fe.
Alex López Blanco, Rafa Peña y Juan Bareiro
No hay ninguna relacion entre el Papa Doctorado Benedicto y el actual.... Absolutamente ninguna