CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 23 de agosto de 2010 (Romereports).-
Durante la fiesta de la Asunción de la Virgen, el Papa rezó el ángelus junto con los peregrinos que se trasladaron hasta Castel Gandolfo. Benedicto XVI destacó el hecho de que existan fiestas marianas desde el siglo IV: "En algunas se destaca el papel de la Virgen en la historia de la salvación. En otras, momentos principales de su existencia terrena". También aseguró que María sigue siendo intercesora de la salvación de los cristianos: "A Ella, guía de los Apóstoles, apoyo de los mártires, luz de los santos, dirijamos nuestra oración suplicándole que nos acompañe en la vida terrena, ayudándonos a ganar el Cielo". Por último, pidió a la Virgen que fortaleciera la fe y la esperanza de todos mediante el amor que tiene por cada uno.