Los desconocidos prendieron fuego a la residencia adyacente del sacerdote y a una parte lateral del templo
La Catedral de la Asunción en la ciudad de Katmandú, en Nepal ha sido atacada por un grupo de desconocidos el pasado 18 de abril. Este ha sido el segundo ataque perpetrado contra la catedral.
El párroco, P. Ignatius Rai, ha declarado que los vándalos entraron a las instalaciones de la catedral y prendieron fuego a la residencia adyacente del sacerdote y a una parte lateral del templo.“Esto es chocante. La comunidad cristiana local ahora está viviendo bajo amenaza”, manifestó el P. Rai.
Según publica Aciprensa, otro sacerdote que sirvió en la catedral, el P. Silas Bogati, expresó que los cristianos están en pánico y que nadie sabe si el motivo de ataque es por una afrenta personal o por el odio de alguna organización.
Por su parte, la Catedral de la Asunción de Katmandú publicó un comunicado donde condenaron este ataque y piden a las autoridades investigar lo ocurrido. “La Iglesia Católica ha estado involucrada en el trabajo social por más de media década y continuaremos realizándolo a pesar de los continuos ataques”, expresaron.
Asimismo indicaron que nadie debe permitir ninguna clase de ataque que quiebre la armonía religiosa del país.
En el primer ataque en 2009 una bomba explotó y dejó un saldo de 15 heridos y tres muertos, entre los cuales había una niña.
La policía arrestó en el 2010 a Ram Prasad Mainali, líder del grupo extremista hindú Ejército de Defensa de Nepal, por estar conectado con este incidente.
En Nepal hay más 28 millones de personas. El 81% profesa el hinduismo mientras que 1% de la población es cristiana, unos 300 mil habitantes del país.
Es primera iglesia católica en el país se construyó en 1991 tras la promulgación de una nueva constitución que permitía la libertad religiosa, pero restringiendo la posibilidad de buscar convertir a la gente a otra religión.
En la actualidad el partido Rastriya Prajatantra ha decidido promover una campaña dentro del parlamento para restituir el estado hindú.