Un grupo de arqueólogos israelíes, del Kinneret Institute for Galilean Archeaology, anunció ayer el descubrimiento de las ruinas de la antigua ciudad romana de Julias, junto al Mar de Genesaret, a pocos kilometros de Cafarnaúm, según publica el diario israelí Haaretz.
La ciudad de Julias, según el historiador judío Flavio Josefo, fue erigida en el año 30 d.C. sobre las ruinas de un antiguo poblado de pescadores llamado Betsaida. Según los evangelios, Betsaida era el pueblo natal de Simón Pedro, de su hermano Andrés, y de Felipe, tres de los discípulos de Jesús.
Según Flavio Josefo, el rey judío Herodes hijo de Herodes el Grande, transformó Betsaida, que había sido una aldea de pescadores, en una polis romana, a la que llamó “Julias”, en honor de Julia Augusta, la madre del emperador romano Tiberio.
Este hallazgo se ha producido después de años de búsquedas infructuosas en las orillas del Mar de Galilea de esta pequeña población, tan importante en los relatos evangélicos, muy cerca de la desembocadura norte del río Jordán.
Según informan los arqueólogos, por ahora se han desenterrado fragmentos de cerámica, monedas y restos de unos baños públicos romanos.