“Las pinturas representan la vida de los Aureli. Como puede verse, era una familia rica que poseía muchas casas. Las pinturas muestran la construcción de sus villas y jardines en la Roma imperial. Se inspiran en poemas de Homero, en particular en la Odisea”.
Desde hace 10 años, un equipo de arqueólogos ha restaurado este hipogeo que fue descubierto en 1919, 17 siglos después de su construcción. La restauración de esta cámara subterránea ha revelado algunos datos de la familia de los Aureli y de la transición del paganismo al cristianismo.
“En los frescos se ve la transición entre el paganismo y la vida cristiana. Son frescos de temas clásicos, paganos. Pero incluyen algunas imágenes cristianas. Estamos en un punto intermedio, en el momento en que el cristianismo, la religión que viene de Oriente empieza a entrar en Roma”.
“El hipogeo está totalmente adornado con frescos. Los hemos restaurado con tecnología láser. Eso nos ha permitido descubrir una escena nueva. Se trata del lamento de Aurelia ante el cadáver de sus dos hermanos”.
El hipogeo sólo podrá visitarse reservando entrada ante la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra, que espera conservar este espectacular tesoro romano, y mostrarlo al mayor número posible de personas.