Francisco por Navidad: condena la violencia del IS, pide una intervención de la comunidad internacional, defiende el diálogo con el Islam. «Espero poder venir a consolaros».
“Para muchos de vosotros en la noche de los cánticos natalicios se mezclan las lágrimas y los suspiros. Y sin embargo, el nacimiento del Hijo de Dios de nuestra carne humana es el indescribible misterio de consolación”. El Papa Francisco ha escrito una carta a los cristianos de Oriente Medio, firmada el domingo y difundida hoy, con motivo de la Navidad. Jorge Mario Bergoglio vuelve a condenar la violencia del llamado Estado Islámico, defiende lo que define como “ecumenismo de sangre” y el diálogo con las demás religiones, empezando por el Islam, hace un llamamiento a la comunidad internacional “para promover una solución global a los problemas de la región”, e insiste: “Espero tener la gracia de venir en persona a visitaros y daros consuelo”,
“La aflicción y tribulación” en Oriente Medio “se ha agravado en los últimos meses a causa de los conflictos que atormentan la región, pero sobre todo por las operaciones de la más reciente y preocupante organización terrorista, de dimensiones hasta hace poco inimaginables, que comete todo tipo de abusos y prácticas indignas en el hombre, golpeando especialmente a algunos de vosotros que habéis sido expulsados de manera brutal de vuestras proprias tierras, donde los cristianos están presentes desde la época apostólica”, escribe el Pontífice argentino, sin olvidar las otras minorías étnicas y religiosas. Un sufrimiento que “grita hacia Dios y hace un llamamiento al empeño de todos nosotros, en la oración y en todo tipo de iniciativas”. “Queridos hermanos y hermanas que valientemente ofrecéis testimonio de Jesús en vuestra tierra bendecida por el Señor, nuestro consuelo y nuestra esperanza es Cristo”, escribe Bergoglio en la carta de Navidad. “El sufrimiento de los cristianos es una contribución inestimable a la causa de la unidad. Es el ecumenismo de la sangre, que requiere abandonarse y confiar en la acción del Espíritu Santo”, escribe el Papa, que elogia el “esfuerzo de colaborar con personas de otras religiones, con los judíos y con los musulmanes” porque “no existe otro camino” que no sea el diálogo. “Podéis ayudar a vuestros vecinos musulmanes a presentar con discernimiento una imagen más auténtica del Islam, como muchos de ellos quieren, los cuales repiten que el Islam es una religión de paz y puede ponerse de acuerdo con el respeto de los derechos humanos y favorecer la convivencia de todos. Será un bien para ellos y para la entera sociedad. La dramática situación que viven nuestros hermanos cristianos en Irak, y también los yazidíes y los miembros de otras comunidad religiosas y étnicas –subraya-- exige por parte de todos los líderes religiosos una postura clara y valiente para condenar unánimamente y sin rodeos esos crímenes, y denunciar la práctica de invocar la religión para justificarlos”.
“Vuestra presencia es importante para Oriente Medio”, escribe Francisco. “Sois un pequeño rebaño, pero con una gran responsabilidad en la tierra donde nació y se difunció el cristianismo. Sois como la levadura en la masa”. Y una vez más: “Casi todos vosotros sois ciudadanos nativos de vuestros países y por eso tenéis el deber y el derecho de participar plenamente en la vida y el crecimiento de vuestra nación”.
El Papa vuelve a hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que encuentre “una solución global a los problemas de la región. “¿Durante cuánto tiempo deberá seguir sufriendo Oriente Medio por la falta de paz?”, se pregunta Bergoglio recordando su propio viaje a Tierra Santa y el sucesivo encuentro de oración en el Vaticano con los presidentes israelí y palestino.
El Papa dedica un recuerdo especial “a las personas secuestradas, entre los que seencuentran algunos obispos ortodoxos y sacerdotes de diversos rituales”, esperando que “puedan volver cuanto antes sanos y salvos a sus casas y comunidades”, exprime “estima” y “gratitud” a los “queridísimos hermanos Patriarcas, Obispos, Sacerdotes, Religiosos y hermanas Religiosas”, y después envía un saludo especial a los jóvenes, ancianos y todos los que trabajan en la caridad y en la educación. “Queridas hermanas y queridos hermanos cristianos de Oriente Medio, tenéis una gran responsabilidad pero no estáis solos”, escribe el Papa. “Espero tener la gracia de venir en persona a visitaros y daros consuelo”.
Fuente: Vatican Insider