Una docena de ciudades subterráneas situadas en la provincia anatolia de Kırşehir, conocida como la puerta oeste de la Capadocia, serán desenterradas y habilitadas para ser abiertas al público, según informó esta semana la prensa turca.
Los trabajos de limpieza y excavación ya han sido iniciados en tres de las 15 ciudades localizadas al sur de la provincia de Kırşehir, fronteriza con las provincias de Aksaray y Nevşehir, que juntas integran –junto con Niğde y Kayseri la región histórica de la Capadocia.
Las ciudades subterráneas descubiertas poseen todo tipo de instalaciones, desde pozos y almacenes, hasta iglesias, puertas hechas de piedra, habitaciones, establos o conductos de ventilación, y están conectadas entre sí por una red de túneles.
La Oficina del Gobernador de Kırşehir ha dado ya orden a un equipo de la Agencia de Búsqueda y Exploraciónde Minas (MTA) de iniciar los trabajos para desenterrar cinco de las ciudades subterráneas conocidas en Kırşehir, y se prevé llevar a cabo estudios previos para otras 7 ciudades excavadas bajo tierra. “Tenemos tres ciudades subterráneas abiertas al público en Kırşehir: Mucur, Kepez y Dulkadirli. La ciudad subterránea de Mucur posee 16 cámaras y niveles. Kepez consiste en una zona extendida por un solo nivel. Dulkadirli tiene forma de un monasterio, tiene tres niveles y posee un diseño diferente con una plaza central”, declaró a los medios Eyüp Temur, vicedirector de la Agencia de Cultura y Turismo de la provincia.
“Las ciudades subterráneas de Mucur y Kepez, que están situadas en una ruta que incluye las ciudades a lo largo de la autopista entre Ankara y Kayseri, han llamado la atención por sus características únicas. Algunas de nuestras ciudades bajo tierra están hechas de rocas volcánicas, y otras están hechas de roca roja. Es nuestra recomendación a los turistas que visiten estos lugares”, dijo Temur, quien explicó que ambas ciudades subterráneas eran usadas tanto como refugio para los habitantes de la región como para el culto en los primeros siglos del cristianismo.
“Ambas constituyen la puerta occidental de Capadocia. La entrada a la región de la Capadocia, que incluye Nevşehir, Kayseri y parte de Aksaray, estaba en el pasado aquí. En el siglo II (de nuestra era), había grandes luchas entre los romanos que habían aceptado el cristianismo y los paganos. Aquellos que habían abrazado el cristianismo permanecían en estas ciudades subterráneas para refugiarse y para rezar. Oraban aquí”, añadió el funcionario.
A día de hoy no está del todo claro quién construyó estas misteriosas ciudades bajo el subsuelo de la Capadocia. Son mencionadas por primera vez en el siglo V a.C. por Herodoto, si bien algunos expertos consideran que fueron los hititas quienes comenzaron a excavarlas al menos 1.500 años antes de nuestra era, siendo usadas posteriormente por los primeros cristianos que huían de la persecución de los romanos. Otros estudiosos opinan que las ciudades subterráneas fueron excavadas por los frigios quienes invadieron precisamente los territorios hititas en torno al año 1.000 antes de Cristo como medio de defensa contra los asirios, o que incluso fueron construidas mucho después, en tiempos romanos o bizantinos. Hay quien piensa también, sin embargo, que todos ellos se limitaron a utilizar algo que ya había sido construido desde tiempos inmemoriales y que la antigüedad de las ciudades subterráneas es tal, que seguramente nunca podremos conocerla con certeza.
Lo que es seguro es que fueron usadas por los primeros cristianos durante los últimos siglos del Imperio Romano, y que su uso como refugio ante invasiones pero sobre todo como lugar de culto perduró hasta la llegada del Islam a la región; a partir de entonces se terminó por abandonar también el uso de los monasterios e iglesias construidos en la roca, y poco a poco las cuevas y túneles fueron abandonados. Durante prácticamente mil años, la existencia de ciudades subterráneas en la Capadocia perduró como una leyenda en la memoria de los más ancianos... Y así siguió hasta que a mediados de los años 60 fueron descubiertas de nuevo, casi por casualidad.
Una de las ciudades bajo tierra más conocidas para los turistas, aunque no es desde luego la más grande, es la ciudad subterránea de Derinkuyu: por lo que sabemos posee ocho niveles subterráneos que alcanzan una profundidad de 85 metros bajo tierra, y tenía capacidad para acoger a unas 20.000 personas con todo tipo de instalaciones.
Pero Derinkuyu no es la ciudad subterránea más grande que se conoce, ni muchísimo menos: sabemos que algunas de estas ciudades poseen hasta 20 niveles o pisos subterráneos, superando los 500 metros de profundidad y pudiendo albergar entre 60.000 y 80.000 personas cada una. Se estima que bajo el subsuelo de la Capadocia hay una red de ciudades capaces de dar cobijo hasta a un millón de personas durante varios meses; sin embargo, que sepamos la Capadocia nunca ha tenido una población de un millón de personas, ni siquiera existe en la actualidad... Así que, ¿quién y para qué construyó estas inmensas ciudades bajo el subsuelo de la región?